Calvino

"Si él (Servet) viene (a Ginebra), no dejaré que salga vivo si es que mi autoridad tiene algún peso acá"
Carta de Calvino a Farel de 13 de febrero de 1546

"Él (Servet) mostró la tonta estupidez de una bestia…. continuó bramando en la jerga española: ¡Misericordias!"
Calvino sobre la muerte de Servet, recogido en "Daniel-Rops, Henri, The Protestant Reformation, vol.2, tr. Audrey Butler, Garden City, NY: Doubleday Image, 1961."

"Muchas personas me han acusado de una feroz crueldad. Me gustaría matar otra vez al hombre que destruí. No sólo soy indiferente a sus comentarios sino que me gozo en que ellos los escupan en mi cara."
Calvino, Tratado sobre los errores de Serveto

Aunque Lutero fue el primer reformador, Calvino es, con mucha diferencia, el más importante e influyente entre todos los reformadores protestantes.

Del alemán no cabía esperar una sistematización de su teología debido a su propio carácter, impulsivo y poco dado a las florituras teológicas. Era más un hombre de "esto es así porque lo digo yo y punto" que de razonamientos sensatos. Lo demuestra, entre muchos otros ejemplos, el hecho de que a la pregunta de porqué añadió el "sola" (alleinz) delante de la fe en Romanos 3,28 en su traducción de la Biblia al alemán, don Martín dijo que hacía eso porque él era Lutero y su voluntad era más que suficiente razón para hacerlo. Humilde que era el ex-monje agustino, ya ven ustedes.

Calvino también tenía declaraciones sobre sí mismo realmente peculiares. Por ejemplo, en la introducción a sus Instituciones escribió lo siguiente:
"No me atrevo a dar un testimonio demasiado fuerte en su favor y declarar cuán útil será su lectura, no sea que dé la apariencia de que aprecio demasiado mi propio trabajo. Sin embargo, puedo prometer esto, que será algo asi como una llave que les abrirá a los hijos de Dios el derecho y el acceso fácil al entendimiento del volumen sagrado (Biblia)…. Y puesto que estamos obligados a reconocer que toda la verdad y la doctrina sana proceden de Dios, me aventuraré audazmente a declarar lo que pienso de esta obra, reconociéndola como que es la obra de Dios más bien que mía."

Lo cierto es que las Instituciones de Calvino han sido la obra que más ha influenciado en la teología protestante, no sólo en las iglesias puramante calvinistas (reformadas) sino también en otras denominaciones protestantes (p.e bautistas, anglicanos). Para que el lector no protestante comprenda bien las consecuencias de ese hecho, voy a explicar en qué consiste el conocido como tulipán calvinista. Tulipán viene del acróstico TULIP, que son las iniciales en inglés de cinco doctrinas calvinistas:

T de Depravación Total (Total Depravation): La perversión del hombre después de la caída es tan amplia y profunda que él es totalmente incapaz de realizar cualquier obra verdaderamente buena.

U de Elección Incondicional (Unconditional Election): Dios escoge salvar a ciertas personas entera y exclusivamente según su voluntad soberana, sin ningún mérito actual o previsto de parte de los así escogidos.

L de Expiación Limitada (Limited Atonement): El sacrificio expiatorio de Jesucristo en la cruz se realizó solamente en beneficio de los elegidos, es decir aquellos previamente escogidos en forma incondicional.

I por Irresistible Gracia (Irresistible Grace): La gracia salvadora de Dios obra sobre los escogidos con fuerza irresistible, de modo que no podrían rechazarla aunque quisieran.

P de Perseverancia de los Santos (Perseverance of the Saints): Aquellos que han sido soberanamente escogidos por Dios para la salvación, que han sido objeto de su gracia irresistible y los únicos a quienes se les aplica la obra expiatoria de la cruz, perseverarán hasta el mismísimo fin (o serán preservados por Dios) y recibirán inevitablemente la vida eterna en la era venidera.

Únase a ese tulipán el doble decreto de predestinación por el cual no sólo hay predestinados a la salvación sino también, y en mucha mayor medida, predestinados a la condenación eterna, que irremediablemente irán al infierno porque así lo ha decretado Dios. Por tanto, el Dios de Calvino no quiere que todos los hombre se salven, ha decretado que la mayoría se condene y no ha enviado a su Hijo para morir por todos sino sólo por los elegidos. Eso sí, los que han sido elegidos para salvación se salvarán sin lugar a dudas. Y todo esto, por supuesto, justificado con la interpretación particular de Calvino de un buen número de pasajes bíblicos. Tengan esto en cuenta los que piensan que hay muchas posibilidades de que triunfe el ecumenismo con el protestantismo reformado. Yo opino que son las mismas de que triunfe el jansenismo en la Iglesia Católica.

Gran parte de los historiadores protestantes y, tiene guasa la cosa, no pocos entre los católicos, afirman que el protestantismo en general y el reformado en particular abrió las puertas a la democracia. Ciertamente esa es una afirmación muy peculiar teniendo en cuenta que la primera consecuencia del calvinismo fue la teocracia de Ginebra, dirigida por el propio Calvino. En aquella Ginebra se quemó a Miguel Servet, enemigo personal del reformador francés quien aunque fracasó en su pretendida y piadosa intención de que el hereje aragonés fuera ejecutado con un método menos trágico, luego no tuvo reparo en burlarse de los alaridos de Servet al escribir acerca de cómo acaeció su muerte. Pero no sólo eso. En la Ginebra de Calvino los altares católicos fueron profanados, las imágenes sagradas destrozadas, la Misa abolida, los sacerdotes católicos fueron encarcelados, los ciudadanos multados por no asistir a los sermones de la nueva "iglesia" y en noviembre de 1552 el consejo de Ginebra declaró que las "Instituciones" de Calvino constituían "una doctrina sagrada a la que nadie debía contradecir". O sea, querido lector, es obvio a más no poder que el régimen calvinista fue todo un precursor de la democracia y la libertad religiosa.

Se me dirá que el catolicismo de entonces no tenía nada que envidiar a ese protestantismo que perseguía y aniquilaba a sus propios herejes. Bien, pero yo no sé de ningún católico que presuma de Torquemada y los papas infames que han habido en la historia y sí sé de muchos protestantes que honran la memoria de Lutero, Zwinglio -que se entretenía colocando a anabaptistas en barcazas que luego hundía en mitad de los lagos suizos- y Calvino. Y a quien afirme que a pesar de los "errores" de su fundador el calvinismo fue el germen de la democracia, le sugiero que se lea lo que les ocurrió a los arminianos (negaban la doble predestinación y creían que sí se podía caer de la gracia) en el Sínodo de Dordrecht, más de 50 años después de la muerte del francés.

Una fe que niega el libre albedrío, que predica que la mayor parte de la humanidad ha sido condenada por decreto de Dios, que predica que Cristo no murió por todos, que predica que no hay nada bueno que pueda hacer el hombre no redimido, puede ser una fe muy coherente, pero entenderán ustedes que debemos de huir de la misma como el gato escaldado huye del agua fría.

Luis Fernando Pérez Bustamante