Amor, verdad, conciencia.

Si hablando lenguas de hombres y de ángeles, no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalos que retiñe. Y si teniendo el don de profecía, y conociendo los misterios todos, y toda la ciencia, y tanta fe que trasladase los montes, no tengo caridad, no soy nada.Y si repartiere toda mi hacienda y entregare mi cuerpo al fuego; no teniendo caridad, nada me aprovecha.
(1ª Cor 13,1-3)

Con vosotros sea la gracia, la misericordia y la paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, Hijo del Padre, en la verdad y en la caridad.
(2 Jn 1,3)

Sin embargo, en estos tiempos para gran parte de la gente, el más genuino derecho y libertad de la conciencia consiste en hacer caso omiso de la conciencia, dejar al margen al Legislador y Juez, ser independiente de obligaciones no escritas, invisibles. La cuestión ahora es elegir entre adoptar una religión o no adoptar ninguna, ir a la iglesia católica o a la capilla protestante, hacer alarde de estar por encima de toda religión y ser un crítico imparcial de todas ellas. La conciencia es un consejero exigente, pero en este siglo ha sido desbancado por un adversario de quien los 18 siglos anteriores no habían tenido noticia -si hubieran oído hablar de él, tampoco lo hubieran confundido con ella-. Ese adversario es el derecho del espíritu propio, la autonomía absoluta de la voluntad individual.
(John Henry Newman, Carta al Duque de Norfolk)

Empiezo reconociendo que es obvio que un azaroso pasado "espiritual" como el mío, católico-new age-evangélico-ortodoxo-católico, no es la mejor carta de presentación si se quiere dar una imagen de firmeza en las convicciones. Aunque tengo la certeza interior de que estoy donde estaré el día en que muera, entiendo que aquellos que no me conocen de verdad, y cuento con los dedos de la mano las personas que en verdad me conocen, sean de la opinión de que es bastante probable que antes o después dé otro tumbo hacia no se sabe dónde.

Dejando a un lado mi breve y absolutamente prescindible paso por el mundillo de la Nueva Era y el esoterismo, fruto del desequilibrio psicológico que me produjo la muerte de mi padre, el cambio más fundamental en mi forma de entender las cosas de la fe fue el que se produjo cuando dejé de ser protestante. El Sola Scriptura, o sea la Biblia como única fuente de Revelación, era un buen instrumento para forjar mi conciencia, necesitada de una guía segura. Pero el libre examen, sin el cual el protestantismo dejaría de ser lo que es, dejaba las puertas abiertas a la libre interpretación de las Escrituras, madre de aquello que el Venerable Cardenal Newman llamó "autonomía absoluta de la voluntad individual".

Se quiera reconocer o no, se apele a la guía del Espíritu Santo o no, lo cierto es que para el protestante, el juez último que discierne la verdad que está en el texto bíblico es él mismo. Lo cual conduce inevitablemente a la disparidad de criterios en doctrinas fundamentales. Y ello a su vez conduce hacia una conclusión que, curiosamente, choca contra lo que la propia Escritura enseña. Lo explica muy bien el pastor protestante catalán Enric Capó en un, por otra parte, interesantísimo artículo sobre el ecumenismo:
"No hay ninguna organización eclesiástica que pueda pretender ser la única posible. Estamos en el campo de las aproximaciones, siempre renovadas, a la verdad de Dios." Pues bien, tal afirmación es incompatible con la idea de que la Iglesia de Cristo es "columna y baluarte de la verdad" (1ª Tim 3,15). No que la Iglesia se aproxime a la verdad, sino que la misma se asienta en ella. Y difícilmente podría ser la Iglesia columna y sostén si no tuviera consciencia de ser la depositaria de toda la verdad y no sólo de partes de la misma.

Una vez que mi conciencia comprendió y aceptó quién era la Iglesia, descansó. Se sintió como el viajero que es feliz y da gracias a Dios por haber regresado a casa, tras haber transitado por sendas llenas de peligros, algunos ciertamente mortales. Supe que, ante la duda, no sólo tenía el asidero firme de la Escritura, auténtica lámpara para mis pies pero cuya luz podía ser oscurecida por mi incapacidad, dolosamente interesada o no, de interpretarla correctamente. Ahora ya estaba en aquella que es Madre y Maestra, Esposa de Cristo y su plenitud.

Ahora bien, ¿vale de algo estar en la verdad si no se tiene amor? Pues sinceramente no. De la misma forma que la fe está muerta si no va acompañada de obras, la verdad se convierte en mentira si el amor no la acompaña. Si Dios es amor, uno está más cerca del Señor si ama que si sólo profesa el Credo correctamente. Y es más peligrosa la deficiencia en el amor que la deficiencia en la sana doctrina. Si se dan ambas, apaga y vámonos.

Pero ocurre que en esta generación de católicos en la que nos ha tocado vivir, se ha perdido en buena medida la consciencia de lo peligroso que es andar por los caminos de la heterodoxia. Nadie duda de que el que no tiene caridad va camino de la perdición. Pero muchos dudan de que los que se apartan de la sana doctrina van exactamente al mismo destino. Y es muy común excusar las heterodoxias con el manto del amor, como si por el hecho de ser una buena persona ya tuviera uno permiso para pensar lo contario a lo que enseña la Escritura y la Iglesia. Eso es grave, pues estamos prostituyendo al amor verdadero, que, como lo dice su apellido, se debe a la verdad, no a la mentira. Si yo doy de comer al hambriento y de beber al hambriento pero a la vez les doy un evangelio adulterado, habré provisto para su salud corporal pero le habré dañado la espiritual, que es la más importante.

Soy consciente de que en no pocas ocasiones no he sido todo lo caritativo que sería deseable al defender la fe católica. No hay justificación para ello. Ni siquiera el amor a la verdad justifica que faltemos a la caridad con quien está en el error. Es más, alguna vez me pregunto quién me ha mandado a mí meterme a realizar esa tarea, pero en seguida encuentro la respuesta en aquellas personas a las que el Señor ha traído de vuelta a la Iglesia usándome como instrumento para tal fin. Confieso que no es fácil discernir dónde está el límite entre la imprescindible defensa de la fe y la denuncia del error pertinaz, y la igualmente imprescindible misericordia con el que yerra. Cuando pienso que la heterodoxia contamina fatalmente a mis hermanos en el Señor, tiendo a no ser nada tolerante con el que la propaga. Pero bien sabe Dios que mi intención no es condenar a nadie, sino avisar del peligro para que puedan alejarse del mismo.

Quiero acabar haciendo un llamamiento a todos los católicos para que sean fieles al magisterio. Incluso en aquello que no entiendan y no compartan. Es preferible errar con la Iglesia, si es que eso es posible, que errar contra la Iglesia. Cuando regresé al catolicismo, varios de sus dogmas me resultaban ciertamente difíciles de entender, pero por fe los acepté. Y por fe acepto todo aquello de la doctrina y moral católicas sobre los que todavía pudiera albergar dudas. Que cada vez es menos, pues el Señor me ha demostrado lo cierto que es aquello de "cree y entenderás". Si dejamos que nuestras conciencia sea formada por la Escritura y la Iglesia de Cristo, ella acabará dándonos testimonio de que andamos en la verdad y en la vida eterna. O sea, en Cristo.

Pax, bonum et veritas

Luis Fernando Pérez Bustamante

25 comentarios

  
un protestante
No entiendo nada;
"Cuando regresé al catolicismo, varios de sus dogmas me resultaban ciertamente difíciles de entender, pero por fe los acepté. Y por fe acepto todo aquello de la doctrina y moral católicas sobre los que todavía pudiera albergar dudas"

Es ir encontra del espirutu propio, la única explicación q encuentro es la edad.
Empiezas siendo progresista y acabas convirtiendote en conservador, al principio eres de izq y terminas en la derecha; tus convizciones son protestantes y finalizas en la iglesia católica en contra de lo q en un principio fuiste.
24/01/07 3:07 PM
  
sofía
Es cuestión de carácter. Cuando se busca la Verdad, sin dudas, con absoluta seguridad en todo, se puede ser un protestante, fundamentalista de las Escrituras. Pero lo más lógico es acabar siendo católico, pues ahí no cabe la inseguridad de la posibilidad de distintas interpretaciones, sino que te quedas con la oficial. Personalmente, creo que es menos "peligroso"(para uno mismo y para los demás) ser ultra ortodoxo católico que ser fundamentalista por libre. Pero creo que lo más saludable es atreverse a pensar, formándote y conociendo las doctrinas de la Iglesia, pero no anulándote prohibiéndote pensar, para no saberte en desacuerdo. Debes intentar comprender lo que dice la Iglesia, pero si no estás de acuerdo, tampoco pasa nada, con tal que no falsees la doctrina o te dediques a atacarla. La mayor parte de esas cosas que no se entienden no tienen ninguna importancia real para el cristiano.
Si realmente lo considerara importante y no estuviera de acuerdo, entonces dejaría de ser c...
24/01/07 3:57 PM
  
sofía
Si realmente lo considerara importante y no estuviera de acuerdo, entonces dejaría de ser católica (ahora es cuando alguien me dirá que no lo soy desde ya, pero sí lo soy)
24/01/07 3:58 PM
  
Luis Fernando
Al protestante le diré que en un principio yo fui católico.
Así que he vuelto a ser lo que fui.

Y no es ir contra el espíritu propio. Es someter el espíritu a las autoridades. A Dios, y su palabra, el primero y a quien Dios ha puesto como autoridad también.

Lo de la edad, pues no sé. Ahora tengo 38 años así que no soy un abuelo pero tampoco un jovenzuelo.
24/01/07 4:42 PM
  
terciario98
Luis Fernando da buenas señas de algo que hay que hacer hasta la muerte: la lucha ascética.
Y por cierto, Sofía:"Si alguno dijere que la revelación divina no puede hacerse creíble por signos exteriores, y que, en consecuencia, sólo por la experiencia individual o por una inspiración privada deben ser movidos los hombres a la fe, sea excomulgado."
24/01/07 5:36 PM
  
sofía
LF,
¿Qué opinas de la actitud de Jesús respecto a los samaritanos (los heterodoxos del Judaísmo)? ¿No deberíamos sacar algunas conclusiones, respecto a las prioridades y la relativa importancia de muchas de las verdades que creemos "ortodoxas"? (Ahora es cuando alguien debería acusarme de relativista)
¿Crees que es necesario estar seguro de todo lo que se cree? Por ejemplo ¿qué más me da a mí que la Virgen María tuviera otros hijos o no? no digo que los tuviera, pero ¿qué importaría? No hace falta que me digas que hay un dogma por medio. Ya lo sé. Precisamente de eso se trata ¿qué necesidad de tener ese dogma? ¿Para que todo el mundo tenga que pensar lo mismo? ¿Y qué más da que no piensen todos lo mismo en eso? Quizás habría que conocer las circunstancias en las que surgió, lo que estaba en juego, y la explicación real de lo que parece una cuestión un poco absurda.
24/01/07 5:49 PM
  
sofía
Terciario,
Siento una imposibilidad total de entablar una conversación con alguien que utiliza futuros de subjuntivo.
Discúlpeme.
24/01/07 5:52 PM
  
Luis Fernando
Sofía, la Revelación es la que es. Y se acepta o no. Todo dogma forma parte de lo revelado.
Es como si uno pregunta: ¿podría ser el agua de mar, agua dulce en vez de salada?
Pues sí, pero es salada.

Por tanto, si la Iglesia proclama tal o cual cosa como dogma de fe, no tiene sentido negarlo. Es obvio que hay una jerarquía de doctrinas o dogmas y creo que de eso se habla en algún documento sobre ecumenismo. Pero finalmente todo es una cuestión de posicionamiento ante la verdad: ¿la acepte por completo o elijo qué acepto y qué no?
24/01/07 6:09 PM
  
Nelson Medina
[Parte 1 de 2] Habla de la salud de nuestra fe un lenguaje como el de Sofía, que también he oído en otros lugares. Así como a una madre no sólo le interesa que su hijo "viva" en el sentido pobre de tener un corazón latiendo y unos pulmones respirando, sino que quiere que esa vida se manifieste en juego, canto, trabajo, alegría, e incluso llanto, así también pienso que, cuando uno ama, el depósito de la fe no quiere sólo las "esencias," los datos escuetos, los huesos de la fe, sino que le importa todo, porque también todo le habla. Si leemos con atención la Biblia, la encontramos como un libro colmado de detalles. Jesús se encuentra con la samaritana al lado de un pozo. Una mente esencialista y seca dice: "Poco importa el tal pozo, lo esencial es que la mujer halló su salvación." Y tiene razón: esa es la esencia. Mas un corazón enamorado de Dios ve en ese pozo una señal más del tema del agua y del agua viva, que hará parte de la predicación misma de Jesús a aquella mujer.
24/01/07 6:34 PM
  
Nelson Medina
[Parte 2 de 2] Algo parecido acontece con el tema de la virginidad. Si uno razona en términos abstractos, es verdad la omnipotencia de Dios habría podido salvarnos con un Cristo casado, abuelo, separado, viudo o virgen. Lo esencial seguiría siendo lo mismo. Pero la vida es más que esencias. En la carne virgen de Cristo se recoge y encarna la predicación del tema del Dios-Novio y del Dios-Esposo que ya había asomado en autores como Osea o Ezequiel. Cuando vemos a Cristo virgen no estamos pensando sólo en un dato sino en un símbolo que colma de sentido y de alegría a un alma creyente. Así también la virginidad perpetua y real de Juan Bautista o de la Virgen María son algo más que datos: son mensajes profundos que si sabemos escuchar los sabemos entender, amar y agradecer. Cuando la Iglesia nos muestra con vigor el valor de esos símbolos es porque conoce que ha recibido tesoros que la superan a Ella misma, y no se siente autorizada a dejarlos perder por desidia o cobardía.
24/01/07 6:34 PM
  
sofía
Nelson Medina,
¿Qué quiere decir con estas palabras?
"Habla de la salud de nuestra fe un lenguaje como el de Sofía, que también he oído en otros lugares."
¿Qué le pasa a mi lenguaje? No acabo de comprender esas frases suyas.
24/01/07 10:45 PM
  
sofía
Nelson Medina ha hablado de la samaritana. A eso me refiero precisamente.
Jn 4,21-24: Jesús le dijo: "Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora y en ella estamos, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque así son los adoradores que el Padre quiere. Dios es espíritu, y sus adoradores han de adorarlo en espíritu y en verdad"
Los samaritanos eran heterodoxos que, entre otras cosas daban culto a Dios en ese monte. Sin embargo Jesús, aun considerando que la salvación viene de los judíos, quita importancia a esas cuestiones que los diferencian, para resaltar lo que es esencial.
También, en la parábola del samaritano, lo pone como ejemplo de amor al prójimo, en contraste con el escriba y el sacerdote judíos.
24/01/07 11:18 PM
  
Luis Fernando
Sofía, Cristo no quita importancia a la ortodoxia. De lo contrario no diría a la samaritana "Vosotros adoráis lo que no sabéis. Nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos."
Es decir, Jesús le viene a decir que ellos, los samaritanos, eran los herejes. No oculta esa realidad. Por supuesto, no les deja en la ignorancia sino que les muestra el evangelio. Pues de eso se trata.

Y lo del samaritano incide en lo que yo he dicho. La ortodoxia sin amor al prójimo está más cerca de la condenación que la heterodoxia con amor.

Pero el amor no hace buena a la heterodoxia, la cual ha de ser rebatida y dejada a un lado.
24/01/07 11:33 PM
  
sofía
LF,
Precisamente eso es lo que digo, que los samaritanos eran los heterodoxos para Jesús, pero aun diciendo que la salvación viene de los judíos, quita importancia a su tradición, al decirle que ni en ese monte ni en Jerusalén, sino en espíritu y en verdad.
Es decir, yo no creo que esté reñido creer que la Iglesia Católica sea la verdadera, con el reconocimiento de que lo importante es tener la actitud de amor al prójimo del samaritano de la parábola, aunque él dé culto a Dios en "el monte equivocado"(sea heterodoxo)
Buenas noches
POSTDATA: ¿Qué le pasa a mi lenguaje?
25/01/07 12:20 AM
  
Luis Fernando
Que no, que no le quita importancia. Fíjate si no se la quita que habla de que la salvación (¿hay algo más importante?) viene de los ortodoxos, no de los "herejes".
Lo que ocurre es que Cristo mismo sabía que el muro que separaba a Israel del resto iba a desaparecer con el Nuevo Pacto. Él era el puente no sólo entre Dios y los hombres sino entre el pueblo elegido y el resto de la humanidad. Pues ahora imagínate una doctrina que niegue eso....

Creo que cuando Nelson usa el término "lenguaje" se refiere a tus argumentos, que no son nuevos.
25/01/07 12:40 AM
  
sofía
Yo no utilizo argumentos, sólo hablo espontáneamente de lo que pienso, con sinceridad. Y no sé a que viene decir que mi lenguaje prueba la buena salud de vuestra fe (en todo caso probará la mía)¿O piensa que yo soy una prueba de que no se debería intentar usar el cerebro?
LF, he elegido este ejemplo, precisamente porque queda claro que los ortodoxos eran los judíos, pero eso no le hace decir a Jesús que tienen que dar culto en Jerusalén sino que unos y otros tienen que adorar a Dios en espíritu y en verdad.
Por eso yo creo que por mucho que pueda pensar que existe una forma correcta u ortodoxa de dar culto, aunque se lo advierta a los otros, más importante que el lugar o la forma ortodoxa, es que se dé en espíritu y en verdad.
Buenas noches por segunda vez (no podía dormir)
25/01/07 1:26 AM
  
sofía
Postdata
Olvidé decir que es que una doctrina que niegue a Jesucristo no se puede llamar cristiana, pero hay muchas otras verdades de menor importancia que no afectan apenas nada. Y algunas que se consideran muy importantes (como el ejemplo del dogma de la virginidad perpetua) y su importancia a efectos prácticos no se ve. Parece más bien un obstáculo un poco absurdo.
25/01/07 1:33 AM
  
ayante
Sofía: creo que a lo que se refería Nelson Medina al hablar de tu lenguaje y la salud de la fe no es a lo que tú dices. Se trata de que no es un buen síntoma para nuestra fe (la de todos, se supone que también la tuya) que haya personas que quieren definirse como católicas sin compartir completa y sólidamente la fe católica que se supone está en la base de tal definición.
Por otra parte, no veo cómo se puede debatir un tema sin usar argumentos. Y en todo caso, hablar espontáneamente y no tiene por qué ser mejor, así a secas, que hablar usando argumentos. Porque si uno está equivocado,lo está, aunque lo esté todo lo espontáneamente que quiera (no digo que sea tu caso).Y el que uno esté o no equivocado se prueba con argumentos. Espero que no me digas que da igual estar o no equivocado con tal de ser espontáneo... Creo que esto es parte de este discurso raro, postmoderno, y bastante destructivo intelectualmente que está muy de moda ahora en los políticos y en la farándula de la tv....
25/01/07 9:35 AM
  
ayante
Por lo demás, estamos en lo de siempre: el celo por la Verdad y la caridad. Suscribo totalmente lo que dice Luis Fernando. La defensa ortodoxia (="buena doctrina") es deficiente, e incluso contraproducente sin amor.Y es un error en el que a veces caemos en estos debates. Mea culpa. Yo también me disculpo. Pero tampoco creo aceptable ni bueno, que, con el pretexto de la caridad, se acepten todo tipo de errores y desviaciones.
25/01/07 9:37 AM
  
sofía
Precisamente todo ese párrafo de discurso postmoderno etc...en el que me quieres encasillar, va en la línea de lo que supongo que quería decir Nelson. Y lo que yo digo no es que haya que ser espontáneo o dejar de serlo. Dependerá del momento. Yo, cuando estoy de charla con un amigo, dejo fluir el pensamiento, cuando hago preguntas y cuando contesto. Y eso es lo que yo suponía que estaba haciendo, no un debate, ni la exposición de una tesis doctoral. Jamás he oído hablar de nada de esto en la TV, ni en ninguna parte. Son cosas que voy pensando, la mayoría sobre la marcha, y que no había dicho nunca antes de entrar en internet. Pensaba que estaba hablando con un amigo (no me refiero a los que me dais "lecciones" de vez en cuando, sino a LF, puesto que ando por su zona hace tiempo, aunque tal vez, tampoco debería considerarle así, puesto que parece ser que yo no soy una persona para vosotros sino un error con patas, a quien le colocáis etiquetas.
25/01/07 4:20 PM
  
Luis Fernando
Sofía, por mi parte, aunque no estemos de acuerdo en muchas cosas, considero que eres de las personas que más aportas al blog.
Desacuerdos, los que haga falta. Respeto, siempre.
25/01/07 4:33 PM
  
sofía
Gracias.
25/01/07 5:28 PM
  
nachet
Yo tengo claro que la Iglesia católica es la verdadera Iglesia que Cristo fundó en los Apóstoles. También es cierto que es una Madre a la que le faltan muchos hijos. A lo largo de la historia tal vez muchos se hayan alejado de la madre por su responsabilidad y otros por culpa de actitudes de la madre, pero nadie duda que la Madre quiere a todos sus hijos, y los quiere en casa.
Sofía, yo, personalmente, aunque discrepe de algunas cosas que opines, en absoluto te considero "un error con patas". Si alguien te define así, bórrame de su opinión.
Otro detalle: la virginidad perpetua de María es cierto que no sale en los Evangelios, sin embargo es una tradición antiquísima legada por la Iglesia de Oriente (lo que hoy son, en su mayoría, ortodoxos) y proviene de las primera comunidades. A falta de pruebas en contra, y aceptando que no es preciso creerlo firmemente para alcanzar la salvación, a mí me parece que tiene visos de ser cierto. Cuando investigas un poco te das cuenta de qu...
26/01/07 11:54 AM
  
nachet
Cuando investigas un poco te das cuenta de que los dogmas de la Iglesia no son caprichos o reglas interesadas, sino que tienen muchísimo sentido y una base cristológica e histórica muy profunda.
26/01/07 11:55 AM
  
A.C.S.
Gracias, Nachet. Tengo la impresión de que no siempre se sabe aceptar que alguien no piense exactamente como los de "mi grupo".
27/01/07 3:16 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.