Semos peligrosos... y ultras

Como decía el gran Makinavaja, personaje del cómic creado por el genial Ivá, “semos peligrosos". No tenemos perdón del Gran Arquitecto. Nos enfadamos, y mucho, cuando desde la televisión que pagamos todos los españoles, una gentil y dicharachera dama tiene la feliz idea de sacar la imagen de una vaquilla con el Sagrado Corazón. Todo ello en el programa de mayor audiencia de todo el año: las Campanadas.

Y no solo nos enfadamos, sino que reclamamos que se aplique la ley todavía vigente.  Esa ley que el gobierno quiere cargarse porque de lo que se trata es de que cualquiera, en base a una ilimitada libertad de expresión, pueda insultar, vejar, mofarse y hacer escarnio de las creencias de los católicos. Digo católicos porque los musulmanes, sin ir más lejos, saben que su religión jamás será objeto de burla por parte de esos adalides de la libertad ilustrada. Son malos pero no estúpidos y no les apetece que su cabeza deje de estar sobre sus hombros.

Por supuesto, los medios de comunicación afines al gobierno, la izquierda y en general toda esa bazofia a la que se conoce como “woke", han salido en tromba para atacar a los que han cometido el enorme crimen de pedir que no se les ofenda. Es decir, no solo te pisotean y te agreden, que si encima te quejas, te machacan. 

Hay quienes, diciendo ser cristianos y católicos, ningunean la gravedad de lo ocurrido. Yo les recomendaría que se pasaran por la zona de comentarios de los medios de comunicación de la izquierda o por X (Twitter), esa red social que tanto odian desde que la compró Elon Musk pero no dejan de usar. Les aseguro que lo que se puede leer es odio. Pero no el odio típico que se tienen entre sí los adeptos de las diferentes sectas que conforman eso que se llama espacio político o el que se profesan los “hooligans” de equipos de fútbol de máxima rivalidad. No, es un odio profundo, esencial, violento, satánico. No albergo la menor duda de que si pudieran, volverían a quemar iglesias y a masacrar católicos por el hecho de serlo. No nos matan porque no es el momento procesal. Pero si pudieran, lo harían.

De nada vale el buenismo y pasteleo de esa parte de la Iglesia que cree que puede convivir pacíficamente en un sistema donde se pisotea la ley de Dios y donde se odia a todo lo que presenta Cristo y la fe cristiana. De hecho, se odia a España, porque España es la nación católica por excelencia. Son patriotas de su ideología inmunda, no de la patria de los Reyes Católicos que evangelizó el orbe entero. Esos buenistas son los tontos útiles y cómplices del régimen perverso en el que vivimos.

Acabo recordando a otro personaje del mencionado Ivá. Se trata de un recluta español, de esos de antes, cuando la mili era obligatoria, cuando este país no estaba al servicio del imperio yankee, cuando la izquierda otanista de hoy decía aquello de “Otan no, bases fuera". Ese muchacho que llevaba a gala el lema de “Nasío pa matá". Obviamente los católicos no hemos nacido para matar. Pero tampoco para que nos maten. Y hay muchas formas de morir. La peor de todas es la apostasía. Y esa muerte no nos la trae esa izquierda liberal y radical que odia todo lo que somos. La trae… ustedes ya saben. No hace falta que se lo diga.

Luis Fernando Pérez Bustamante