Honor y gloria inmerecida
Es un honor y una gloria inmerecida que Dios concede, el ser despreciado, vilipendiado, acusado de fariseísmo, rigorismo y otros “ismos” por el “terrible” delito de defender la fe de los Padres de la Iglesia, de los Concilios y de los Papas que fueron fieles a Cristo.
¡Viva Cristo Rey!
Luis Fernando Pérez Bustamante
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