Arrendará la viña a otros labradores
Son muchos los cristianos que se preguntan por qué permite Dios el mal en el mundo. Aun son más, probablemente, los que se preguntan por qué lo permite en el seno de su Iglesia. Sin ir más lejos, en este sínodo, al igual que en el del año anterior, el humo de Satanás ha contaminado el aire de la sana doctrina que la Iglesia tiene el deber de proclamar, salvo que quiera fornicar y adulterar con un mundo entregado a Satanás que anda ansioso por cobrarse esa pieza.
Ni que decir tiene que no tengo todas las respuestas a esas preguntas. Pero sí creo que los siguientes versículos nos dan algunas pistas:
Todo lo ha hecho el Señor para su fin, incluso al malvado para el día aciago.
Prov 16,4
No hay ningún mal que Dios no permita para un fin. Su soberanía es absoluta. Él crea al santo y al impío. Pero mientras que es autor de la santidad del santo, en ninguna manera es autor de la impiedad del impío. Simplemente, la consiente.
Y si nuestra injusticia sirve para mostrar la justicia de Dios, ¿qué vamos a decir? ¿Que Dios es injusto cuando descarga su ira? (estoy expresándome en términos humanos).
Rom 3,5
San Pablo está hablando de la infidelidad del pueblo de Israel -¿creemos que el pueblo de la Iglesia no puede caer en lo mismo?-, que sirve para mostrar la justicia de Dios cuando decide juzgar y castigar a dicho pueblo. Ahora bien, eso no significa que haya que obrar mal para que la justicia de Dios brille. Dice el apóstol inmediatamente:
Ahora bien, si la verdad de Dios queda resaltada con mi mentira y ello contribuye a su gloria, ¿por qué se me sigue juzgando como pecador? Y ¿por qué no hacer el mal para que venga el bien? Esto es lo que algunos afirman calumniosamente que nosotros decimos. Estos tales tienen bien merecida su condena.
Rom 3,7-8
El mal que Dios permite no solo es instrumento para mostrar su gloria y su justicia cuando lo juzga y castiga. También es permitido para ser instrumento de su gloria y misericordia:
… pues bien: Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvados del castigo! Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvados por su vida!
Rom 5,8-10
Estimados, Dios no nos salvó cuando ya eramos santos. Nos salvó cuando estábamos bajo el imperio del pecado, cuando lo único que merecíamos era la condenación y el castigo.
El bien supremo es la gloria de Dios, para la que todo ha sido creado, especialmente el hombre.
Esa gloria brilla tanto en su misericordia para con sus elegidos a los que salva por pura gracia, como en su justicia para con los que justamente se condenan. Lo primero es agradable a la mentalidad de muchos. Lo segundo, no tanto. Pero tan cierto es lo uno como lo otro.
Bien harían los que niegan la soberanía absoluta de Dios a la hora de elegir a unos para salvación, dejando al resto para ejemplo de su justa ira, en leer Romanos 9:
Así pues, tiene misericordia de quien quiere, y endurece a quien quiere. Pero me dirás: «¿Entonces, por qué reprende? ¿Es que alguien ha podido resistir a su voluntad?»
¡Hombre, quién eres tú para contradecir a Dios! "¿Acaso le dice la vasija al que la ha moldeado: «Por qué me hiciste así»?” ¿Es que “el alfarero” no tiene poder sobre el barro para hacer de una misma masa una vasija, bien sea para usos nobles, bien para usos viles?¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia las vasijas de ira preparadas para la perdición y -para mostrar la riqueza de su gloria sobre las vasijas de misericordia, que de antemano preparó para la gloria- también nos llamó a nosotros, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles?
Rom 9,18-24
¿Y bien? Lo que nuestros ojos contemplan, a saber: una Iglesia agitada, estrujada, objeto de intento de violación por los vasos de deshonra, aquellos que pretenden ser más misericordiosos que Dios, cuando solo son siervos del Padre de toda mentira, aquellos que pisotean la sangre de Cristo derramada en la cruz diciendo que el perdón no tiene condición alguna -ni arrepentimiento, ni propósito de enmienda, ni penitencia-; pues bien, todo esto es ni más ni menos que algo permitido por Dios para dos cosas:
- Para que brille su justicia cuando:
A esos malvados les dará una mala muerte, y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo.
Mt 21,41
- Para que Dios se glorifique en sus elegidos, en sus santos, a los que concede ser fieles en medio del error y la mentira:
Porque estoy convencido de que los padecimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria futura que se va a manifestar en nosotros.
Rom 8,18
Se nos da dado vivir en un momento donde no caben tibiezas, medianías, complicidades con el mal, justificaciones de comportamientos débiles. Los tibios son más despreciables para el Señor que los claramente malvados. Toca “sí, sí, no, no”. Con Cristo o contra Él. Con la Iglesia o contra ella. Con la Biblia, la Tradición y el Magisterio o contra ellos. Santidad o muerte.
¿A quién servirás tú? Ojalá digas como Josué:
Yo y mi casa serviremos al Señor. Rom 8,18
Laus Deo Virginique Matri
Luis Fernando Pérez Bustamante
44 comentarios
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LF:
Los arminianos (protestantes) y los molinistas puros (católicos) tenéis un problema. En cuanto se os muestra la soberanía absoluta de Dios en la Escritura, os entran los nervios y os ponéis a acusar de herejía a diestra y siniestra.
Si hablo de molinistas puros es porque lo que finalmente no fue condenado por el magisterio no era el molinismo puro sino una versión aguada del mismo.
Algo igual me pasa con la Gracia. Si Dios le da su Gracia a unos sí y a otros no... ¿Qué culpa tengo yo en el caso de que yo sea uno a los que no les ha sido concedida? Se me ha hecho nacer pues con el único propósito de que me condene y sufra... (nadie, a no ser los psicópatas pueden gozar haciendo el mal, sino todo lo contrario). Esa imagen de un Dios que a unos los hace nacer para salvarse y a otros para condenarse, no es la imagen de Dios que siendo niña me inculcaron tanto mis padres como mis educadores.
No estoy pasando por mis mejores momentos. Nunca hubiera podido imaginar que dentro del ambiente cristiano, e incluso la misma Iglesia, pudiera haber tal cantidad de maldad, hipocresía y herejía...
Estoy muy escandalizada y confundida.
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LF:
A ver, Isabel, que unos se condenan y otros se salvan, es algo que todos sabemos, ¿no? Pues imagínate si lo sabrá Dios. Y aun así, crea a todos.
La cuestión es que los que se condenan, se condenan justamente en pago de sus pecados. Los que se salvan, por gracia y elección de Dios. ¿Por qué y para qué elige a unos para salvación y a otros no? San Pablo (y luego San Agustín, Sto Tomás, etc) explica, más o menos, ese misterio arraigado en la soberanía divina. En cuanto misterio, no nos es revelado por completo, pero no deja de ser menos cierto.
No eres la única que no estás pasando por buenos momentos. Como tú estamos muchos. Pero no olvidemos que:
Sabemos que todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios, de los que son llamados según su designio.
Romanos 8,28
Como dice una de las plegarias eucarísticas: "Señor, cuéntanos entre tus elegidos".
"Oh feliz cumpla que mereció tan grande Redentor"
Ahora que ya conocemos su Misericordia, no vale mantenerse en el pecado.
" Lo que tengas que hacer hazlo pronto".
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LF:
Algunos llevan haciéndolo desde hace un año.
Lo peor es que no puedo. Hay algo que me impulsa a ser cómo soy. Con lo cual me debato entre la imposibilidad de ser cómo el mundo cree que se debe ser, y la amargura de mi vida.
Lo que tengo muy claro, es que si me falta la fe, quisiera no haber nacido.
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LF:
Isabel, lo tuyo tiene un nombre: cruz. Una cruz que Dios te ayuda a soportar y a llevar.
Y, como dices, hay algo que te impulsa a ser como eres y no como el mundo quieres que seas: gracia.
Todo eso es señal de predestinación a la salvación.
Clamaba: "Siempre estoy a favor del hombre ¡Yo soy el primer humanista!".
¡Cuán cierto es en su Mentira! Como retuerce "lo humano" para volverlo contra Dios y que encima parezca Dios el "inhumano".
Eso hacen muchos padres (o hijos de la mentira) sinodales.
Dudaron de Él, lo juzgaron y traicionaron, por sus dudas soberbias lo flagelaron, lo coronaron de espinas, ...
Todo esto está Cristo hoy sufriendo en Su Cuerpo, en Su Iglesia.
Seamos como María, con su FIAT lo acompañó sufriendo con Él hasta la Cruz.
Dios nos ayude a no ser como aquellos apóstoles que dudaron, o que cobardes huyeron a esconderse. Hoy estamos sufriendo esa Pasión.
Suframos con Cristo. Su cuerpo murió pero al tercer día resucitó glorioso.
Que no nos olvidemos nunca de acompañarlo.
Gracias por tus palabras.
"Algo igual me pasa con la Gracia. Si Dios le da su Gracia a unos sí y a otros no... ¿Qué culpa tengo yo en el caso de que yo sea uno a los que no les ha sido concedida? Se me ha hecho nacer pues con el único propósito de que me condene y sufra."
Voy a exponer mi punto de vista, y quizá te ayude, o quizá reciba críticas por parte de otros comentaristas que me ayuden a mi mismo. Sufrimos no solo por nuestros actos conscientes sino por el pecado original heredado. Un niño que nazca en un ambiente de pobreza y violencia sufrirá por ello sin culpa (le viene dado por los actos de sus ancestros), pero además ese ambiente moldeará su ser de modo que él mismo tenderá a perpetuarlo.
Esa pregunta de "qué culpa tengo yo" ya se la hizo Adán cuando acusó a Eva, y a Dios mismo por habersela dado como compañera. Esta acusación (y recordemos que Satán significa acusador) supone una ceguera ante la propia culpa (escoger a Eva, a la criatura, antes que a Dios y contra Dios). El sufrimiento en el mundo es justo y proviene del pecado original, y es tanto heredado como perpetuado por cada ser humano.
Ahora bien, Jesucristo nos ofrece el camino de redención. Se encarnó para, sin culpa, sufrir ese mismo castigo común a todos los seres humanos, y nos dio el medio para recuperar la gracia: obrar bien y cargar con la propia cruz sin quejas. Es decir, procurar que nuestras decisiones individuales sean acordes a la voluntad de Dios, y al tiempo asumir sin quejas el sufrimiento que nos llegue, ya sea heredado o proveniente de otros seres humanos vivos. La decisión aquí del ser humano es, ante el reproche de Dios (y todos lo recibimos, justamente, materializado en todo tipo de sufrimiento), acusarle o pedirle misericordia. ¿Habría perdonado Dios a Adán si este se lo hubiera pedido? Pienso que sí, pero sin embargo no aceptó la culpa y acusó en cambio a Eva, con lo que enraizó el mal en el mundo (juzgar a los demás, incluso al mismo Dios) del mismo modo que Eva enraizó la mentira y la tentación al no resistir a la serpiente. De estas semillas, plantadas por el diablo y regadas por los primeros hombres, proviene todo el mal, y Jesucristo nos da el antidoto contra ellas: resistir la tentación de hacer el mal, recibir la Palabra de Verdad para evitar caer en la mentira, y soportar el castigo recibido, la cruz propia, como justa, sin acusar a Dios.
Isabel, ánimo, debes centrarte en profesar un catolicismo humilde, sincero y abierto sin dejarte vencer por las modas de cada momento (ahora triunfa el "hedonismo" en las sociedades occidentales, lo más contrario a un católico que se precie de serlo y se repute como tal).
Yo me perdí en el mundo y busqué la felicidad en sus placeres; tan sólo logré meterme en un pozo oscuro del que sólo Dios pudo sacarme; que no te engañen. Yo tenía dinero y buen trabajo, mi vida se resumía en fiestas y mujeres, tenía todo lo que puedes desear del mundo y sin embargo... ¡Era tremendamente infeliz! ¿Cómo es posible que haciendo lo que uno quiere y le apetece en cada momento se pueda llegar a sentir la esclavitud? ¿Por qué me sentía vacío, rodeado de falsedad y mentira? ¿Por qué la vida había perdido su sentido y tan sólo vagaba por un escenario embotando mis sentidos y ocupando mi tiempo para no ver el terror que me acechaba?
De cara al exterior: Un triunfador feliz ¿No me veis? ¿Siempre con una mujer hermosa y de juerga? Vivo a tope la vida.
En mi interior: Mi alma estaba presa de la 'bestia' que daba aliento a la imagen del dragón (la imagen exterior).
Mi alma estaba encadenada, triste y desesperada; sucia y condenada porque cuando el diablo le ofreció todos los reinos y riquezas de este mundo dije que sí.
Que no te engañen, esta sociedad no produce en su seno personas felices; y cuánto más te esfuerces en llenar tu vacío con las "cosas" que el mundo te ofrece para que seas feliz, plena y colmada de placer, más estás exponiendo tu verdadera felicidad.
El Señor cumplió sus promesas conmigo, le grité desesperado y El vino a mí, me liberó de mi antiguo yo; me acompañó en el desierto, se mostró, me explicó las escrituras en relación a mi vida y me dejó muy claro que siempre había estado conmigo.
Ten paciencia Isabel, y no temas...
" El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios ". San Lucas 1; 35 al 37
Y como converso te diré: 'dichosa tú, que sin ver has creído'. San Juan 20; 29
Un abrazo y bendiciones para ti y para todos.
Y sí, cuando Dios decide desarrendar su viña y deshauciar a los arrendadores inicuos, no lo para ni la Colau.
Desearía expresar el nivel de responsabilidad del Papa, el que sea. Fue él quien inició esto al decir que la petición de Kasper para la comunión de adúlteros era "teología de rodillas".
Luego, el Sínodo sufrió toda una serie de errores incomprensibles si hubiera estado alguno de los dos Papas anteriores.
La encuesta de 2014 se olvidó del aborto y de la reproducción asistida, y la conclusión elogió a las parejas del mismo sexo y a la comunión de adúlteros. Y el cuestionario del 2015 proponía el divorcio eclesiástico de los ortodoxos. Además, están las desviaciones de las respuestas a las encuentas y los debates posteriores.
Me es incomprensible que Francisco haya dejado abierto el debate sobre cuestiones esenciales de la fe, y que los cardenales se hayan dividido en dos grupos: los heterodoxos de Kasper y Marx, y los ortodoxos de Sarah y Burke. Carece de explicación, eso nunca se habría dado con Juan Pablo II y Benedicto XVI, y hace comprensible la actual crisis de fe del Sínodo.
Siempre había quedado claro que la doctrina explicaba el camino de Dios y el camino de la carne, del mundo y de satanás, de la necesidad de emprender un camino penitencial y martirial con ayuda de la gracia. Y la pastoral era pasiva, activa y proactiva: guardar las ovejas, salir a buscar las perdidas y sanar a las enfermas, e ir por el mundo a predicar.
Pero en este Sínodo, y antes, se dice que la pastoral puede admitir el camino del pecado del mundo, la carne y satanás por una serie de causas: misericordia, obtención de la fuerza de la eucaristía, adúltero inocente, la vida por encima de las reglas, el bien de los hijos.
Y lo peor de todo: lo que se admita para los adúlteros, al romperse el dique, se admitirá para el resto de pecados. El mal ya no existirá.
Espero que se solucione para bien, pero el mal de estos dos años, 2014-2015, es irreversible, aún.
La angustia de la situación se aclarará cuando Francisco dicte la exhortación postsinodal el 2016. Demasiado tiempo.
Por lo demás, sí que estoy de acuerdo en que se ha llegado a un punto en el mundo y en la Iglesia en que la conciencia de Dios, del bien y de la verdad se ha oscurecido tanto que sólo una especial intervención divina podrá hacer que la Iglesia y el mundo no sean totalmente destruidos ahogados en la maldad humana, en la casi total perversión moral y espiritual en la que vivimos.
Ánimo a todos. Esa intervención se producirá; nos toca ahora llevar la cruz y ofrecerla con la Virgen María al Padre por la salvación nuestra y de los más posibles...
Riesgos, los vas a tener, sufrimientos también, y Dios, los puede permitir para lo que solo El conoce, y también y sobre todo, para que con El venzamos al pecado en la Cruz. Dios nos da la posibilidad de ser corredentores con El, para ello contamos con todos los auxilios de su gracia, y la promesa de permanecer con nosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos.
No te angusties, al contrario "Espera en el Señor, se valiente, ten ánimo, espera en el Señor", Salmo 26, 14.
Y es bueno unirse a otros hermanos en algún grupo o movimiento católico.
Sin embargo, Dios me ha permitido mantenerme católico practicante a pesar del humo de satanás que ha entrado en ella, a veces por mi culpa.
Comparto la sensación de vivir la fe como si fuese caminando por una cuerda floja sobre un precipicio variable según qué pecado: a veces es la hipocresía, otras la apostasía abierta, o la satisfacción de un interés, etc. El riesgo de caer por la propia falta es permanente, pero también está el riesgo de ser debilitado y botado por arrastre de las faltas ajenas.
Esas ideas son simples opiniones, que desagradan instintivamente a cualquiera, salvo a un pequeño grupo de entusiastas de la predestinación tomista, que se han dado en juntar en Infocatólica.
No sabemos si unos se salvan y otros se condenan. Eso es una hipótesis teológica, porque la Iglesia no ha afirmado nunca que haya nadie en el Infierno.
Es dogma de fe la existencia del Infierno, está condenada la apocatastasis como certeza de que todos nos salvamos, pero no queda excluida como posibilidad. Es decir, existe la posibilidad real de condenarnos, y, a pesar de ello, puede existir también la posibilidad de que todos seamos los elegidos de Dios, y todos nos salvemos.
En las Escrituras hay textos en un sentido y en otro, y no hay pronunciamiento magisterial. Además, entre Von Balthasar y San Agustin existe un mundo de posibilidades; por ejemplo, que la verdadera masa sea la de salvación, y los condenados sean cuatro, que en ejercicio de su libertad, se empecinen hasta el final en rechazar a Dios.
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LF:
La Escritura es clarísima. Romanos 9 no admite otra interpretación que la evidente. Y la doctrina de la predestinación a la salvación forma parte del Magisterio. Solo se admite como no herética una versión aguada del molinismo. Pero incluso esa versión acepta la predestinación.
A todo esto, no fue San Agustín sino Cristo quien dijo que se condenan más que los que se salvan. Ya sabes, lo de la puerta ancha y estrecha.
En todo caso, dado que mi postura en este asunto es absolutamente legítima, basada en las enseñanzas de San Agustín, Santo Tomás y concilios, solo faltaba que no pudiera mantenerla las veces que estime oportuno. Al que no le guste, que no me lea.
https://www.youtube.com/watch?v=aJHB8socg48
Es muy esclarecedor saber que los cambios que se están dando no son producto de una "evolución de la sociedad" sino de un cambio direccionado. Lo que estamos viendo y tratando de solucionar son sólo las consecuencias y no las causas.
Estimado, Luis Fernando:
Te parecería bien invitar al padre Paulo Ricardo cómo blogger del equipo de infocatólica?
Que Dios los bendiga.
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LF:
Gracias, pero no hablamos públicamente de posibles blogueros.
Por eso estoy absolutamente convencido de que nadie que sea condenado eternamente al infierno tendrá duda, tras el juicio de Dios, del merecimiento de su condena. Nadie en el infierno creerá que se he hecho una injusticia contra él. Aun entre blasfemias, reconocerán la sabiduría y la justicia de Dios. Porque hay una distancia infinita entre el torpe juicio de los hombres y el perfecto juicio de Dios, que todos sin excepción comprobaremos el día que tengamos que comparecer ante Él. Unos para la felicidad y otros para la desdicha.
Sentirán, eso sí, una rabia inmensa porque recordarán las numerosas veces y de diferentes maneras a lo largo de su vida en que Dios le llamó a la conversión, y ellos despreciaron esa llamada. Más que de Dios sentirán odio de ellos mismos. Eternamente.
- "Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Este es el testimonio dado en el tiempo oportuno, y de este testimonio - digo la verdad, no miento - yo he sido constituido heraldo y apóstol, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad"
que cuando escribió a los Romanos ese capítulo 9 de marras... En cualquier caso, de la parábola de la viña (mt 20, 1-16) se desprende que la elección se hace al final ¡Y que importa que Dios ya haya visto el vídeo!
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LF:
Dios quiere que todos se salven pero obviamente no todos se salvan. Y como resulta que Dios es omnipotente, esa voluntad salvífica universal no es útlima y definitiva, porque de lo contrario, todos se salvarían.
Eso está muy bien explicado en diversos blogs de InfoCatólica. Por ejemplo, lo acaba de explicar el profesor Eudaldo Forment en su último post:
http://infocatolica.com/blog/sapientia.php/1510140615-xxvii-la-misericordia-y-la-ju">http://infocatolica.com/blog/sapientia.php/1510140615-xxvii-la-misericordia-y-la-ju
La elección de los que van a ser salvados se hizo ANTES de la creación:
Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Efe 1,4
Usted tiene un claro problema personal con la Prelatura del Opus Dei. Y no es este el lugar para desahogos.
Sobre el Papa Francisco pienso que no controla las fuerzas satánicas que se han hecho con los resortes de poder en el Vaticano. Mi opinión es que, en gran medida, es la alta jerarquía, bajo ocupación masónica (como lo están las tres cuartas partes de nuestro planeta), la que dicta la hoja de ruta y el rumbo de la Iglesia, y creo que hasta en muchas ocasiones las palabras que tenía o no que decir públicamente el Santo Padre.
Algo dentro de mí me lleva a resistirme a pensar que esta situación es irremediable y que el único camino para el enfermo es morir para resucitar curado. Por eso quiero implorar al Señor como el leproso y decir: ¡Señor, si quieres puedes limpiarme, Tú lo puedes todo, si es posible limpia Tu Iglesia te lo suplico, porque me está matando ver cómo Te hieren y laceran Tu Cuerpo otra vez! Pero hágase Tu Voluntad mi Señor.
¿Será esto posible? ¿Reconducirá Dios a Su Iglesia mediante una acción única en sus dos mil años de historia? En mi corazón albergo esa esperanza, pero mientras llega Su decisión sigamos defendiendo la Casa de Dios con uñas y dientes, con oración, sacrificio y valor a la hora de denunciar todo lo que está pasando en Ella. Un abrazo a todos.
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LF:
Eso que dice usted no es ni lo que enseña San Agustín ni lo que enseña Santo Tomás. Ellos enseñan exactamente lo contrario. A saber, que la vida de los elegidos se basta, precisamente, en la elección.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Dios os bendiga.
Entiendo, según eso, que la predestinación no es una decisión ineluctable de Dios por la que, lo quieran o no, unos se irán al Cielo y otros al infierno. Sino que Dios ya conoce desde toda la eternidad cómo va a responder cada criatura ante su gracia (si la va a acoger, haciendo un buen uso de su libertad; o si la va a rechazar, haciendo un mal uso). Y, sabiendo eso, Él puede hacer sus planes, para los que cuenta, con todo detalle, con cada respuesta, buena o mala, de cada persona, ante sus requerimientos. No sé si me estoy explicando bien. No lo sé decir mejor. Quiero decir que si Dios "predestina" a unos a la Gloria es porque ya sabe de antemano que esos van a acoger la Salvación que Él les ofrece. Y si no predestina a otros, es porque sabe de antemano que la van a rechazar. A Él le gustaría predestinar a todos a la Salvación, pero ya sabe que habrá quienes se nieguen a ir al Cielo, así que no puede predestinarlos a todos. Otra cosa. Dices por ahí que, siendo Dios omnipotente, todos deberían salvarse, si Dios lo quisiera así para cada persona. Pero, ¿Dónde queda entonces la posibilidad, terrible, equivocada, pero real, de rechazar a Dios? ¿No es la libertad humana, que Dios nos ha concedido a cada uno, algo muy curioso que puede, en cierta manera, hacer impotente a Dios, si cabe hablar así? ¿No puede acaso un alma aferrarse tanto a su pecado, por un mal uso de su libertad, de tal manera que Dios sea incapaz, digamos, de llevarla al Cielo? No olvidemos que al Cielo solo se puede ir LIBREMENTE, habiendo entregado a Dios el corazón voluntariamente. ¿No queda Dios imposibilitado para salvar a alguien si este, de todo corazón, se niega a salvarse?. Es doctrina católica, si no me equivoco, que Dios da a cada persona, sin excepción, las gracias necesarias para salvarse. Así que quien se condena es porque quiere, no porque Dios no quisiera que se salvase. Un saludo cordial y digital.
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LF:
Gran parte los católicos han sido muy mal formados en lo que implica la libertad. El papa León XIII explica muy bien algo fundamental en una de sus encíclicas:
Si la posibilidad de apartarse del bien perteneciera a la esencia y a la perfección de la libertad, entonces Dios, Jesucristo, los ángeles y los bienaventurados, todos los cuales carecen de ese poder, o no serían libres o, al menos, no lo serían con la misma perfección que el hombre en estado de prueba e imperfección.
El Doctor Angélico se ha ocupado con frecuencia de esta cuestión, y de sus exposiciones se puede concluir que la posibilidad de pecar no es una libertad, sino una esclavitud.
Libertas Praestantissimum, 5
San Agustín y Santo Tomás enseñan, de forma clara, rotunda, sin vuelta atrás, que la predestinación a salvación es una decisión que Dios toma en base a su soberana voluntad y no en base al conocimiento de la respuesta del hombre a su gracia. Al contrario, ambos doctores de la Iglesia indican que esa aceptación de la gracia eficaz por parte del hombre es fruto de la voluntad salvífica de Dios. Es decir, Dios mueve la voluntad del elegido para que se salve.
Los momilinistas dicen que Dios elige a los que sabe que van a aceptar su gracia, pero en mi opinión convierten a Dios en mero espectador de lo que el hombre hace o deja de hacer en relación a su gracia.
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LF:
Ese artículo de Corazones.org es muy flojito y roza la herejía. Pero dice algo que algunos no parecen querer aceptar:
El magisterio ordinario y universal de la Iglesia propone la doctrina de predestinación completa como verdad revelada.
El resto del texto es de un semipelagianismo que tira para atrás.
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LF:
Apenas hay nada que haya escrito Santo Tomás que no sea doctrina segura. Es el más grande entre los grandes, tal y como han reconocido papas y concilios. El último, el concilio Vaticano II, que le cita como referente fundamental.
Ya que cita a Royo Marín, esto escribió él:
"El enigma indescifrable de la concordia entre la gracia eficaz y la libertad creada, entre la soberana independencia e iniciativa divinas y la cooperación voluntaria del hombre, solamente aparece radiante de luz y claridad ante los ojos de los bienaventurados en la visión beatífica. Los que vivimos todavía acá en la tierra tenemos que contentarnos con adorar el misterio" ("Teología de la salvación", 97. Royo Marín)
Alonso Gracián le cita profusamente en este artículo:
http://infocatolica.com/blog/mirada.php/1509031255-title
Y otra cosa: Santo Tomás está en el olimpo de los Doctores de la Iglesia, sin duda. Quizá sea el mayor teólogo que ha dado nuestra Iglesia. Pero hay que tener en cuenta que, en muchas cuestiones, él nos abrió los ojos para que otros después profundizaran en la verdad, pero en su tiempo erró en cuestiones importantes. Por ejemplo, negó la Inmaculada Concepción de la Bendita Virgen y asumió la teoría de la animación diferida del alma, cuestiones hoy cerradas por la Iglesia en el sentido contrario al como él las había expuesto. Luego, hay que basarse en Santo Tomás, sí, pero no aceptar todo lo que él dijo de forma acrítica y otorgándole un exceso de argumento de autoridad.
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