El Papa da la clave que toca aplicar en el sínodo
El papa Francisco aseguró ayer que las palabras de Jesús siempre «nos ponen en crisis; en crisis, por ejemplo, ante el espíritu del mundo, ante la mundanidad».
Y dio tres claves para comprender dicha situación y saber cómo actuar ante cualquier situación o dificiultad.
- Primero, su origen divino : Él ha bajado del cielo y subirá allí donde estaba antes.
- Segundo, sus palabras se pueden comprender solo a través de la acción del Espíritu Santo, Aquel que «da la vida». Y es precisamente el Espíritu Santo el que nos hace comprender bien a Jesús.
- Tercero: la verdadera causa de la incomprensión de sus palabras es la falta de fe: «hay entre ustedes algunos que no creen», dice Jesús. En efecto, desde ese momento, dice el Evangelio, «muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo». Ante estas defecciones, Jesús no hace descuentos y no atenúa sus palabras, aún más obliga a realizar una opción precisa: o estar con Él o separarse de Él, y dice a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?».
Analicemos esos tres puntos que pueden iluminar las discusiones en el próximo sínodo de octubre, especialmente en aquellos temas que son altamente polémicos. A saber, la comunión de los divorciados vueltos a casar, las relaciones prematrimoniales, las homosexuales, etc.
Primero. Origen divino de Cristo. Si Cristo es Dios, su palabra es divina y sus mandatos son de obligado cumplimiento. Y precisamente Él fue quien anuló el permiso para divorciarse que estaba presente en la ley mosaica.
Segundo. Solo el Espíritu Santo nos hace comprender las palabras de Cristo. Por tanto, intentar interpretarle conforme a la opinión del mundo o de los que, desde dentro de la Iglesia, buscan llevar a cabo una pastoral mundana que choca de frente con el mandato del Señor, es camino seguro al fracaso.
Tercero. La causa incomprensión de las palabras de Cristo es la falta de fe. Este es un aspecto fundamental. Lo que está en juego en el sínodo es ni más ni menos que la fe católica. Y Cristo no va a aparecer por Roma a decir a los padres sinodales: “no os preocupéis, que a partir de ahora los adúlteros dejan de serlo y vosotros podéis aceptar que los que se divorcian y se casan de nuevo vivan como si tal cosa fuera aceptable para mí, el Padre y el Espíritu Santo“.
No, Cristo no cambia su mensaje para que sea más aceptable a sus discípulos o el mundo. Ni lo cambia cuando les dice que tienen que comer su carne y beber su sangre, cosa que era un escándalo a los oídos de muchos, ni lo cambió cuando, al prohibir el divorcio, sus discípulos le dijeron que entonces era mejor no casarse.
Y si Cristo no cambia su mensaje, la Iglesia tampoco. Porque si la Iglesia lo pretendiera cambiar, entonces sí es posible que Cristo se haga presente de alguna manera, no precisamente amable, para impedir semejante traición. Y es que con una traición, la de Judas, ya fue suficiente.
Luis Fernando Pérez Bustamante
18 comentarios
Este domingo en las preces se pidió en mi parroquia "por los que se escandalizan por los necesarios cambios para adecuar la Iglesia a los tiempos actuales" ( fórmula aproximada). Y esto en una parroquia donde la liturgia es impecable y el sacerdote excelente. Realmente salí bastante desasosegado. Las ovejas perdidas como yo necesitan que les hablen claro, no que rebajen la importancia de nuestros pecados; nos complican la conversión en vez de facilitarla.
Estoy leyendo las memorias del vizconde de Chateaubriand, que fue por dos veces embajador de Francia en Roma, hombre de indudables virtudes ( desgraciadamente, aunque escribió "El genio del cristianismo" y se presenta como defensor de la fe me he dado cuenta que es un falso católico por muchas cosas que dice, Dios quiera que se convirtiera antes de su muerte ), y cuando habla de los cónclaves, y sobre todo del qué él vivió, que dio como resultado la elección de Pío VIII, se ven claramente las maniobras de los diferentes estados y de las diferentes facciones dentro de la Iglesia para la elección de uno u otro papa. Así que es claro que nadie puede pensar que al papa "lo elige el Espíritu Santo", otra cosa es que lo ilumine, que en esto sí creo aunque sin llegar a anular el libre albedrío, como es natural.
En fin, los caminos del Señor son inescrutables, y puede ser que un mal tenga como consecuencia un bien mayor.
Bueno si hay incomprensión vale, puede ser falta de fe. Ahora bien, cualquiera que sepa leer y lea el evangelio (no es necesario ser creyente) tiene por fuerza que sacar la conclusión de que Cristo establece una moral clara y coherente. Y que además en lo que se refiere al matrimonio, deja hiperclaro que es indisolulble, y que no se autoriza el divorcio y amancebamiento ni siquiera en caso de adulterio.
El problema es que algunos formalmente dentro de la Iglesia pretenden dar la vuelta a algo muy claro, con jeribeques y revueltas inútiles que solo engañan a quien se quiere dejar engañar.
¿Es eso por falta de FE? no sabría decirlo. Yo puedo pecar pero tengo fe. Ellos que hacen el mal conscientemente ¿no creen? no sabría decirlo. No se en que creen realmente, pero si parece que creen que existe Dios aunque luego no le hagan ni caso. ¿Es eso falta de fe? Yo no lo se. Lo que si se es que abdican de la lógica mas elemental, y son tan valientes que no se rinden ni ante la evidencia de las palabras de Cristo.
Un ateo puede no creer, pero si lee el evangelio sin prejuicios tiene que reconocer que para un católico no es posible el divorcio, y nuevas nupcias ni siquiera en caso de adulterio.
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LF:
El vinagre es imprescindible para aliñar adecuadamente las ensaladas.
El mismo sacerdote lamentó hace unos meses que en una nueva edición de un catecismo para jóvenes se hiciera referencia a los "pecados". ¿Qué pasa, que el concepto mismo de pecado debe desaparecer de las catequésis de nuestros hijos? ¿No existe el mal en sí? ¿no existe el demonio? (según una profesora de Religión católico del colegio católico de mis hijos no existe, es puro simbolismo... con un par, sí señor).
Yo creo, hidaspes, que debería hablar con el tal sacerdote que tan descaradamente reniega del Evangelio. Hombre, yo hablé con mi párroco porque nunca nombraba al demonio, y lo hizo en la siguiente homilía, sin que los fieles salieran despavoridos ni se hicieran de cruces.
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Que Cristo no vaya a cambiar su mensaje de acuerdo.
Pero que Cristo SE HARÁ presente de alguna manera puedes, pueden o podéis estar seguro que lo hará,... de alguna manera.
¿Y cómo lo hará? Pues lo hará de tal forma que en toda la redondez de este planeta Tierra se pueda ver y sentir. Y tanto para los que en ese momento sea de día como para los que sea de noche, o de entre día y noche y noche y día.
"Que la Virgen María nos ayude a “ir” siempre a Jesús, para experimentar la libertad que Él nos ofrece, y que nos consiente limpiar nuestras opciones de las incrustaciones mundanas y también de los miedos".
¡Sursum corda!.
Cuando el progrerío en la Iglesia Católica empezó a decaer por "agotamiento" intelectual y numérico (no tiene descendencia propia) tras el Concilio, cobraron fuerza movimientos netamente católicos que podían haber dado muchos frutos (y no los han dado por completo); buenos lectores de la realidad, rápidamente se "convirtieron" falsamente a estos movimientos para medrar en ellos y, infiltrados, neutralizarlos, dirigiéndolos hacia sus intereses político-sociales más abyectos (no pocos políticastros miembros los siguen manipulando, hasta ministros), lo más reprobable es que muchos obispos se pusieron la chaqueta de "conservadores" frente al "progresismo" ya caduco, para frenar espiritualmente a estos grupos de sinceros católicos: el resultado está a la vista. Tengo aún ciertas esperanzas en los desacomplejados Kikos, los demás han sido ya atomizados y desacreditados por tan abominable maquinación.
Aunque resulte paradójico, el católico es conservador de este mensaje revolucionario y exigente, que ahora se pretende endulzar de manera tan necia. No se dan cuenta, además, que la vida muelle que en general llevamos hastía a los espíritus mejores, que necesitan retos, necesitan que los pongan a prueba con dureza, y no invitaciones a continuar viviendo en el barrio de la piruleta.
A esto me refería.
Dios le guarde.
Perdón por este tercer comentario, prometo que será el último.
Agradezco al blogger su buen juicio, perseverancia y caridad explicando tantas veces como haga falta lo que nos enseñó Jesús.
El católico debe de ser como el árbol bien plantado que crece y crece en su ascendente verticalismo; que no gusta de verse como muerto de horizontal caído o dormido; que repugna el verse invertido contra su natural ser y nacer.
El verdadero católico el "radico-progresista católico" es aquel en quien de sus profundas raíces tradicionalistas, día a día, nace y crece el continuo progresismo de sus ramas y fruto que, día a día, más le acercan hacia la morada del Dios su creador.
El hecho de que utilice léxico "de párroco de pueblo ", sincero, espontáneo, ha confundido a muchos. Es "su" lenguaje para ser comprendido por todos los hombres : él quiere que el mensaje de Cristo y de su Iglesia llegue hasta a las gentes que antes no los escuchaban porque eran de alguna manera inaccesibles mentes más simples, el pueblo liso y llano.
Los que son prontos a la crítica de la sospecha o a buscar la paja en el ojo ajeno menoscababan sus palabras.
"Que la Iglesia sea Una como Tú, Padre, y Yo somos Uno, y el mundo crea que Tú me enviaste"
«Queridos hermanos, Jesús no ha venido para enseñarnos los buenos modales, las formas de cortesía. Para esto no era necesario que bajara del cielo y muriera en la cruz. Cristo vino para salvarnos, para mostrarnos el camino, el único camino para salir de las arenas movedizas del pecado, y este camino de santidad es la misericordia, que Él ha tenido y tiene cada día con nosotros. Ser santos no es un lujo, es necesario para la salvación del mundo. Esto es lo que el Señor nos pide.»
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LF:
Texto completo de esas palabras del Papa:
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=20064
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