Cristo no murió por nuestras "situaciones irregulares"
Desgraciadamente gran parte de la Iglesia está asumiendo en la práctica -el magisterio sigue intacto- una visión del pecado que no tiene nada que ver con lo que dice la Revelación. Esa visión consiste básicamente en una banalización del mismo.
Por ejemplo, se banaliza el pecado del aborto cuando se equipara a la víctima inocente asesinada con la mujer que ha ordenado matar a su hijo no nacido. Ciertamente son muchos los casos en que la mujer actúa así movida por presiones externas, que pueden llegar a ser tremendas, pero no es menos cierto que otras muchas, muchísimas, abortan simple y llanamente porque sí, porque no quieren tener un hijo en ese momento de sus vidas.
Se banalizan los pecados del adulterio y la fornicación cuando se esconde el hecho de que ambos no son meras “situaciones irregulares” sino pecado mortales que, de no ser objeto de arrepentimiento, llevan al que los comete al infierno.
Se banaliza hasta extremos intolerables el pecado de la herejía, cuya extensión en la actualidad es fruto sobre todo de la ausencia de una política pastoral encaminada a librar al pueblo de Dios de esa plaga, lo que provoca que millones de almas estén en grave peligro.
Se banaliza el pecado de la falta de práctica religiosa. Siendo yo pequeño tenía muy claro que si no iba a Misa un domingo, tenía que confesarme cuanto antes. Hoy se te ocurre decir que no ir a Misa es pecado mortal, y te miran como un bicho raro.
Se banaliza el pecado de llevar una vida cristiana mundana, que afecta a todos los ámbitos de la vida, pero especialmente al ocio, que lleva a un consumo desenfrenado, que deshace las relaciones familiares, etc.
Podría seguir poniendo muchos ejemplos. En realidad, se resta importancia al pecado porque se da por hecho que es inevitable, imposible de erradicar de la vida. Y porque se piensa que a Dios, al fin y al cabo, no le importa gran cosa que pequemos. Lo cual es pisotear la cruz de Cristo. Si a Dios le diera más o menos igual nuestros pecados, no habría enviado a su Hijo a morir en la Cruz para obtenernos la redención. Cada vez que negamos la gravedad de nuestras faltas, nos burlamos de los sufrimientos del Señor clavado de pies y manos al madero. Él no se dejó crucificar para que ahora digamos “pelillos a la mar” cada vez que incumplimos los mandamientos.
Además, estamos ante ausencia radical de la predicación sobre la gracia. Ciertamente al hombre le resulta imposible por sus propias fuerzas llevar una vida conforme a la voluntad de Dios. Pero no hay pecado que pueda resistir la obra de la gracia de Dios en el alma. Si se nos ha dado el Espíritu Santo, ¿cómo vamos a tener excusa para no crecer en santidad? ¿acaso no creemos en la Omnipotencia de la Tercera Persona de la Trinidad para transformarnos a imagen de Cristo? ¿Quizás Aquél que da fuerzas a los mártires para permanecer fieles a Dios no será capaz de darnos fuerzas para librarnos de nuestros propios pecados? ¿Quién está robando al pueblo de Dios el derecho a saber que el pecado no tiene la última palabra en las vidas de los fieles? ¿Quién esconde la gravedad de no dejarse guiar por el Autor de la Vida, permitiendo que los hijos de Dios vivan poco más o menos igual que los hijos de las tinieblas?
Una Iglesia de cristianos mundanos está abocada al fracaso. Una Iglesia más preocupada de quedar bien con el mundo que de salvarlo, está abocada al fracaso. Una Iglesia que traiciona de facto el mandato de Cristo de hacer discípulos -no meros simpatizantes-, está abocada al fracaso. Y como Dios no va a consentir que la Iglesia fracase, antes o después la sacudirá grandemente, para que vuelva sus ojos a la Cruz, a la penitencia, a la santidad.
Santidad o muerte. Para nosotros como personas redimidas pero también para toda la Iglesia.
Luis Fernando Pérez Bustamante
39 comentarios
Así nos va...
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LF:
Sí le veo, se lo pregunto ☺
www.magnificat.tv/es/node/8424/29
Yo pienso que no todos los pecados son iguales, aunque todos puedan ser mortales. No es exactamente lo mismo faltar a Misa un domingo que no ir jamás. Ni es lo mismo aprovecharse de todas las secretarias de la empresa que casarse en segundas nupcias por razones aparentemente justificadas.
Y no digo que no sea pecado, no me malinterprete. Pero sin duda el que tiene muchas dificultades para llegar a Misa porque tiene que trabajar, tiene hijos pequeños o ese día se enfermó, no comete el mismo pecado que el que se pasa el domingo tirado a la bartola y burlándose de la Iglesia. Ambos deberían confesarse pero a uno el cura le absolverá con la mano izquierda -es una expresión que suele decir mi confesor a manera de broma- y al otro quizás no sea tan fácil absolverlo, si acaso llega a ese punto.
Lamentablemente, en estos días los pecados no se ventilan en el confesionario sino en los portales de Internet y para la hora que el penitente llega al confesionario -si es que llega- ya va absuelto o condenado, según le haya ido en los comentarios.
De allí que los criterios públicos sobre la gravedad de los pecados se hayan vuelto tan banales como el último vestido de Maripichi que salió en la Hola. Yo digo que sí, usted dice que no, aquél dice que tal vez y el otro se burla de los que todavía se confiesan "con un hombre más pecador que yo".
En otras palabras, tiene usted razón. Pero la banalización la hemos hecho nosotros, no la Iglesia ni los confesores. Hasta hoy jamás me he enterado de lo que mi confesor le dice al siguiente penitente ni al anterior. ¿Le dirá que no ir a Misa es pecatta minuta o le dirá que se va a ir al infierno si vuelve a faltar una sola vez? No lo sé. Lo único que sé es que cada día las filas del confesionario son más cortas, porque unos no creen que sea necesario confesarse y otros porque no creen que sirva para nada. Y nada de eso lo ha dicho la Iglesia.
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LF:
Ni he dicho que todos los pecados sean iguales, ni siquiera los mortales, ni he dicho quién ha hecho la banalización, aunque desde luego hay menos culpa en eso en los fieles que en los confesores, pastores, etc.
Este es el Cristo en el que yo creo. No en ese juez implacable, ceñudo, colérico, antipático, amenazante, y encima enfadado porque no valoramos lo que hizo por nosotros, que describes.
Respecto a la pérdida del sentido del pecado (fenómeno que ya advertía el gran apologeta C.S.Lewis en la juventud de los años 40) concedo que es un grave mal. Pero no se arregla con amenazas y anatemas, eso seguro. Este mal se arregla con bien, enseñándoles a la gente cuál es el bien, y viviendo esas enseñanzas. No es que se banalice el adulterio, es que hoy el matrimonio no tiene ningún valor, y si no se le da valor al matrimonio, ¿cómo se creerá la gente que el adulterio es malo? Lo mismo con el convivir sin casarse: si lo que importa hoy es "que nos queramos" (y no dudo de que dos personas que viven amancebadas pueden "quererse" mucho), ¿cómo explicar que eso está mal? No es que se banalice llevar una vida cristiana mundana sino que muchos ven inalcanzable una vida de santidad y otros no saben ni que eso exista o no lo ven como algo que les atraiga. Así con todo. Menos anatemas y condenas, y más pintar de modo que atraiga el bien. Vencer al mal con el bien y no empezar a echar fuego por la boca o por las teclas.
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LF:
Así que yo, que en el post hablo del sacrificio redentor de Cristo y de la obra del Espíritu Santo en el alma... en realidad lo que hago es describir "un juez implacable, ceñudo, colérico, antipático, amenazante, y encima enfadado".
Oye, vete a provocar a otro sitio, majete.
En mis años de vida nunca he visto a la Iglesia en un estado tal de desgobierno moral y efectivo y de desidia y de cobardía semejantes. Y eso hay que anotarlo en el debe de su máximo dirigente.
Se puede argumentar que antes no se sabían muchas cosas que ahora se saben sobre la infidelidad de tantos sacerdotes o religiosos a su ministerio. Bien, pero al menos había una hipocresía, se guardaban las formas porque sabían que obraban mal. Ahora es muchísimo mas grave porque desde dentro de la Iglesia se promueven todos esos males que VD denuncia. No toda la Iglesia, pero importantes sectores de la misma, que no apostatan formalmente, pero que la traicionan en lo mas hondo tratando de pervertirla. Esta situación no puede durar mucho tiempo mas porque es esquizofrénica y mas pronto que tarde tiene que estallar.
Una vez en la mili oí a un teniente que le decía al sargento: "fulano, desengáñate, no hay malos soldados sino malos oficiales. Yo creo que en la Iglesia pasa igual, no hay malos católicos sino sobre todo malos pastores.
¿Cómo puede dormir bien el Papa viendo el desgobierno que esta permitiendo en la Iglesia cuando el tiene precisamente la principal obligación de evitarlo?
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LF:
Pensar que este Papa, concretamente este, es el principal responsable de una situación que lleva produciéndose desde hace décadas, es querer meterse con él así porque sí.
Que me cuenten qué hicieron sus predecesores -los mismos que hicieron cardenal a Kasper y obispo a Bonny- y luego hablamos.
Es más, la falta de una buena predicación generalizada sobre la gracia la llevamos arrastrando desde hace siglos.
No es misericordia dejar al pecador en el pecado, lo mas misericordioso que se puede hacer por alguien es sacarle de su pecado que es lo peor que le pasa y la causa de todos sus males.
Para poder ser perdonado es preciso arrepentimiento y proposito de enmienda. Esto es de cajón, como alguien puede ser perdonado por algo de lo que no se arrepiente, que sigue haciendo, se enorgullece de hacer y no piensa cambiar ? Dios no puede perdonar y reconciliarse con el hijo prodigo hasta que no tiene intención de volver a casa.
Tenemos falta de fe, pensamos que el pecado nos puede hacer felices y que Dios nos coharta de esta felicidad cuando el caso es el contrario, el pecado nos aleja de Dios, nos destruye y aunque no terminemos de creerlo nos hace profundamente infelices.
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LF:
Sería altamente recomendable usar frases que no dejen lugar a interpretación torcida. Por ejemplo, cuando el Papa dice que es "absurdo pretender vivir con Jesús, pero sin la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia y que no se puede creer en Jesús sin la Iglesia", se le entiende la mar de bien.
Y cuando dice...:
«Fidelidad a la Iglesia; fidelidad a su enseñanza; fidelidad al Credo; fidelidad a la doctrina, custodiar esa doctrina. Humildad y fidelidad. También Pablo VI nos recordaba que nosotros recibimos el mensaje como un don y debemos transmitirlo como un don, pero no como una cosa nuestra: es un recibido que damos. Y ser fieles en esta transmisión, ser fieles. Porque nosotros hemos recibido y debemos dar un Evangelio que no es nuestro, que es de Jesús, y no debemos, decía Él, convertirnos en dueños del Evangelio, señores de la doctrina recibida para utilizarla a nuestro placer».
... también se le entiende.
Es cierto lo que dices: "Y como Dios no va a consentir que la Iglesia fracase, antes o después la sacudirá grandemente, para que vuelva sus ojos a la Cruz, a la penitencia, a la santidad". Pero me cuesta imaginarme cómo se podrá retornar a transmitir, con fidelidad, las enseñanzas de Jesús.
Que el Espíritu Santo te siga iluminando en la transmisión de la sana doctrina.
Pues bien, es ahora cuando estoy descubriendo la Gracia, tanto en su aspecto doctrinal como en su aspecto real, como experiencia de vida. No se predica la Gracia, ni su significado. El católico de hoy está formado en el pelagianismo tanto en teoría como en la práctica.
Yo diría que el problema va más allá de la predicación de la Gracia, el problema es que no se predica sobre la Santísima Trinidad ni sobre la relación concreta de los hombres con la Santísima Trinidad. La Gracia es parte de esa relación, pero echo la vista atrás y a mí el Dios que se me enseñó es un Jesús medio hippy que nos ama. Es ahora cuando estoy descubriendo la relación del Hijo con el Padre (esto fue fundamental en mi vuelta a la fe, redescubrir que Jesús no actúa por si sólo sino que está unido al Padre, por ejemplo Juan 12:44), así como la función santificadora y reveladora del Espíritu Santo. No recuerdo que en mi infancia, adolescencia y primera juventud se me haya hablado alguna vez de santificación, del Espíritu Santo en nosotros, de la obediencia de Jesús al Padre, etc. Seguro que se comentaban de pasada pero el acento siempre se pone en Jesús, tu amigo bueno que te quiere.
Cuando se predica la Santísima Trinidad todo encaja naturalmente en su sitio: el infierno (la privación eterna de la Luz Divina), la santificación (el Espíritu Santo moldeándonos a semejanza de Cristo para que podamos ver el Rostro y la Luz que irradia de Él), la Gracia, el pecado original, la expiación, el amor como sacrificio, la verdad, la Biblia, las reliquias, la Iglesia, los demonios... todo. Todo proviene de la Santísima Trinidad... y todo se dirige a Ella... incluso el infierno sólo se puede explicar desde la Santísima Trinidad.
Un saludo.
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LF:
En realidad la fe es un todo cohesionado, que necesita ser predicada y transmitida en su integridad. Si se deja de enseñar algo, el edificio se tambalea.
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LF:
Lo de provocar fisuras en el Magisterio no es nuevo. Empezó en tiempos apostólicos. Lo que ocurre es que ahora los medios de comunicación masivos facilitan la cosa.
Ejemplos:
Eres el único practicante de la casa: ni tus padres ni hermanos van a misa
El hermano de tu novia se ha ido a vivir con su novia
Todos tus amigos conviven con sus parejas
Tus tíos están divorciados y están arrejuntados con otras personas
La simpática pareja de la parroquia, resulta que está casada por lo civil tras el "fracaso" de su matrimonio canónico y el sacerdote lo sabe y les da la comunión tranquilamente.
La catequista dice que hay que tener relaciones sexuales con la persona que se ama, se esté casado o no.
En el grupo de jóvenes de la parroquia, fulanito se ha ido a vivir con su novia y todos muy felices por ello.
ETC ETC ETC
Y tú mientras, manteniendo la castidad con tu pareja y manteniendo la castidad contigo mismo....
Y a ojos de todos eres un tonto.
¿Qué hacer?
1) Denunciarlos a todos y pasar a la soledad más absoluta
2) Tragar y sufrir en silencio
3) Convertirte en uno de ellos
4) Salir corriendo de ese lugar
4a) Perder la Fe
4b) Fuir hacia una secta evangélica
4c) Hacerse "filolefe"
Casi todos estamos en la 2)... Pero a ver cuánto aguantamos
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LF:
Primero de todo, rezar por ellos. Y mantenernos fieles por gracia dando testimonio.
En el caso del sacerdote y la catequista, plantarles cara. Pero eso ya depende de la capacidad que tenga cada cual para hacer tal cosa.
Un matrimonio puede fracasar, pero en este momento es cuando la Iglesia debe ofrecer pautas para en vez de ir a buscar pareja el fiel pueda vivir en ese estado de vida concreto.
Incluso en el caso de los hombres plantear el diaconado permenente, o en ambos casos un compromiso pastoral mas fuerte
La clave está en la palabra IMPOSIBLE: si tiene que trabajar de forma que no pueda asistir a ninguna Misa, si está enfermo o tiene que cuidar a un enfermo, si no existe ninguna parroquia católica a su alcance...
Q grande eres LF.
No viene al caso pero que mano a mano mas bueno voy a ver en tu tierra esta tarde entre Ponce y Juli. Por cierto, fiesta tan denostada y perseguida por los llamados antitaurinos y defensores de los animales. A ver para cuando un post sobre este tema, en cierto modo muy relacionado con lo que vivimos, la pérdida del sentido de Fe y Pecado y el aumento del buenismo, la solidaridad y la tolerancia como grados minimos del amor.
Saludos!
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LF:
No era mi tierra y ya no vivo en ella.
El mismo que dijo "venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré", también dijo "jamás os conocí; apartaos de mi, obradores de la iniquidad" y también "apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles".
Es el Señor mismo el que se pone como buen Pastor y como Juez. Ambas facetas son inseparables. Dices que solo crees en el buen Pastor. Yo creo en los dos, intento no dividirlo, intento no crearme un Jesucristo a mi conveniencia.
Cristo dice:
9 .... “Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad.”
2 Corintios 12; 9.
'Así con todo. Menos anatemas y condenas'
Cristo dice:
...y si tampoco hace caso a la comunidad, entonces habrás de considerarlo como un pagano o como uno de esos que cobran impuestos para Roma.
San Mateo 18; 17.
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LF:
No sé qué tiene de malo convocar un sínodo sobre la familia. Los sínodos, como los concilios, se convocan cuando al Papa le parece oportuno. El problema no es el sínodo. El problema es que ha aparecido de forma clara lo que estaba soterrado. Pero Dios sabe más que nosotros y puede permitir esto para acabar con ello. ¿Cómo? Solo Él sabe.
Si hubo en varios una sensación de borrón y cuenta nueva en el Vaticano II, es porque las doctrinas disruptivas se venían incubando mucho tiempo atrás en la Iglesia.
La Iglesia Católica ha sufrido y ha resistido graves crisis a lo largo de su historia: la reforma protestante; o cuando habían 2 ó 3 Papas simultáneamente; o la pornocracia del s.X-XI; o la amenaza del Islam temprano; o las persecuciones romanas; o la traición de Judas Iscariote y la negación de Pedro... Para decir algunas.
No pretendo banalizar las crisis, sólo apelo a la esperanza que Cristo sostiene a Su Iglesia a lo largo de la Historia que Él quiere que tenga, a pesar que hasta sus mismos miembros sólo se empeñan en destruirla.
¿Qué se pierde? ¿Dónde o cuándo se pierde el rumbo? Si uno es honesto y mira su propia miseria, y se atreve a extrapolar sumando las miserias personales y multiplicándolas por lo largo de la historia, es relativamente fácil darse cuenta que un desvío o la suma de los desvíos, pueden lograr una catástrofe.
Dios nos dijo que Él estará siempre con nosotros, que sin Él nada podemos hacer y nada somos. Pero lo olvidamos fácilmente.
Saludos
¿Acaso no es el pecado la "situación irregular" del hombre?... ¿O es que el pecado es la situación "regular" del hombre?
Puede que sea demasiado profundo para meditarlo en agosto, pero merece la pena intentarlo porque hay que entender la necesidad de la Gracia como consecuencia de esta "situación irregular": no fuimos creados para el pecado, pero, como consecuencia de este, Cristo tuvo que entregar su vida para poder "regularizarnos".
En cuanto a que no se predica sobre la Gracia, me parece –por experiencia- que más que predicación, lo que hace falta es más testimonio de vida auténtico, porque si no se ve cómo actúa en las personas (cf CEC 2005), todo queda en palabrería hueca, casi magia.
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LF:
Si no se predica la gracia, ¿cómo se va a experimentar de forma que se pueda dar testimonio?
La Biblia habla de pecados. El término "situación irregular" es una forma como cualquier otra de no llamar al pecado por su nombre. Al adulterio se le llama adulterio. Al aborto, aborto. Etc.
Esos son los tiempos de hoy, iglesia solo duerme.
Doctrina del anticristo:
“conquista para sí a mucha gente, diciéndoles que realicen libremente sus deseos, que no se mortifiquen demasiado con vigilias o con ayunos, proponiéndoles que amen solamente a su dios –cosa que él simula ser– hasta que liberados así del infierno lleguen a la vida. Por eso, de esta manera engañados dicen: ‘¡Oh desdichados de aquéllos que vivieron antes de estos tiempos, porque afligieron su vida con duros tormentos, ignorando la compasión de nuestro dios!’ Pues él, confirmando su doctrina con falsas señales, les muestra tesoros y riquezas y les permite enriquecerse según sus deseos, de manera tal que ellos piensan que de ningún modo les conviene mortificar sus cuerpos y castigarlos. Sin embargo, les manda observar la circuncisión y el judaísmo, según las costumbres de los judíos, haciendo más leves –de acuerdo con la voluntad de ellos– los preceptos más duros de la Ley, que el Evangelio convierte en gracia en virtud de la digna penitencia. Y dice: ‘Yo borraré los pecados de quien se convierta a mí, y vivirá conmigo eternamente.’ También rechaza el Bautismo y el Evangelio de Mi Hijo, y se burla de todos los preceptos confiados a la Iglesia. Y nuevamente, con diabólica irrisión, dice a quienes le sirven: ‘Ved quién y cuán insensato ha sido el que a través de sus mentiras estableció esta observancia para la gente sencilla.”
El Anticristo, poseído por el diablo, cuando abra su boca para su perversa enseñanza destruirá todo lo que Dios había establecido en la Ley Antigua y en la Nueva, y afirmará que el incesto, la fornicación, el adulterio y otros tales no son pecado”.
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LF:
A lo sumo aprendiz algo aventajado de verdaderos apóstoles de la gracia, como el P. José Rivera, en proceso de beatificación, y el P. José María Iraburu, presente entre nosotros.
Mis oraciones por todos uds,, por la Iglesia y especialmente por el actual Papa.
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LF:
Nos alegramos mucho de haberte ayudado a encontrarte con la gracia de Dios. Tal cosa es, sin duda, fruto de la propia gracia, :D
Y si no toda la culpa es suya, creo que tiene que tomar medidas urgentes que no esta adoptando y que lo reclaman el bien de la Iglesia y de las almas. Yo no tengo nada personal contra el, pero me preocupa muchísimo, y sinceramente estoy como el P. Lombardi, confuso, todavía no se si este Papa apoya a Kasper o no. Ten en cuenta que todavía no ha desmentido al rector de la UCA.
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LF:
Kasper, y el resto de obispos alemanes, ya intentaron quebrar el brazo de San Juan Pablo II en este tema de los divorciados vueltos a casar. Y aunque el papa polaco no cedió, tampoco jubiló a los prelados germanos.
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LF:
Hombre, alguno hay ahora.
QUÉ ESTÁ PASANDO ?
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LF:
Yo, de liturgia, lo justito. Eso tendrías que preguntárselo a Raúl del Toro.
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LF:
¿Qué pasaría si la Iglesia dejara de ser Iglesia?
Yo hay preguntas que ni me las hago ni respondo cuando me las hacen.
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LF:
Yo me limito a constatar lo que sale de la propia Iglesia. Otra cosa es los ataques que recibe de fuera. Pero no son tan peligrosos como los ataques doctrinales que parten de dentro y con los que casi nadie hace nada.
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