¡Qué se habrá creído ese cardenal censor!
Allá por el año 2003, concretamente un 20 de enero, la comisión episcopal para la doctrina de la fe de la Conferencia Episcopal Española, publicó una nota sobre el libro “Dios y Jesús. Hacia una nueva comunidad”, del teólogo Juan José Tamayo. En la misma se decía:
La aportación del autor no es sino una versión renovada del antiguo error arriano: negación de la divinidad de Jesucristo, presentación de Jesús como un mero hombre, negación del carácter histórico y real de la resurrección, y de ésta como dato fundamental de la fe cristiana. Las conclusiones a las que llega Don Juan José Tamayo Acosta son incompatibles con la fe católica.
Y además se recordaba:
Ante la repetida comparecencia de Don Juan José Tamayo Acosta en los Medios de Comunicación, mediante artículos periodísticos, entrevistas y publicaciones, la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, considera, además, necesario informar de que en la actualidad, el citado autor carece de misión canónica para enseñar teología y no ejerce la docencia en ningún Centro Superior de la Iglesia. Advertimos cómo el autor, en los últimos años, ha seguido en sus publicaciones teológicas y manifestaciones públicas una trayectoria que le aparta de la comunión eclesial, lo cual es incompatible con la condición de teólogo católico.
Es por ello que el cardenal Sistach ha prohibido dos veces (1 y 2) el uso de una parroquia católica de su archidiócesis para que el señor Tamayo pronuncie una conferencia. Don Juan José es perfectamente libre de opinar lo que le apetezca sobre cualquier tema, pero la Iglesia no acepta ni su arrianismo ni sus constantes ataques a la fe católica. Así que es lógico que un obispo no quiera que su diócesis colabore en la difusión de las múltiples herejías de ese teólogo arriano.
Ante semejante realidad, resulta sumamente aberrante que Catalunya Cristiana, semanario oficial de la archidiócesis de Barcelona que se distribuye además en el resto de diócesis catalanas, haya tenido el descaro de ir a entrevistar a Tamayo y darle una página entera. No cabe la menor duda de que semejante acto es una provocción directa al cardenal Sistach. Además, pública y notoria. “¿Usted le censura?, ¡Nosotros le ponemos mesa, mantel, focos y espacio en nuestro medio!".
En cualquier empresa o institución seria, una provocación semejante sería acompañada inmediatamente del cese del responsable de la burla al “jefe". Es harto probable que los responsables de Catalunya Cristiana piensen que el cardenal Sistach está ya a punto de jubilarse como arzobispo de Barcelona -sospecho que el Papa tiene otros planes- y que no tendrá ni ganas ni valor de ponerles en la calle, que es donde merecen estar. Pero quizás el cardenal piense que lo mejor que puede hacer para facilitar las cosas a su sucesor, venga dentro de unos meses o dentro de un par de años, es quitarle de en medio a semejantes provocadores.
Además, según cuenta Germinans germinabit, el último editorial de Catalunya Cristiana está dedicado a alabar a Sor Viqui Molins, esa monja secesionista que no tiene empacho en decir que iría de mil amores a acompañar a una mujer a asesinar a su hijo no nacido. Miren qué maja es doña Viqui en esta entrevista en La Vanguardia:
¿Y nunca riñe usted a nadie?
No. A una chica le advertí que vigilase para no quedarse embarazada de un chico tras haber parido un hijo de otro que se largó… “No, no", me aseguró. Y, ¡pam!, embarazada. Jamás digo: “Ya te lo dije", sino “¿lo quieres tener?". Y sí quiso, y yo la he ayudado.
Y si hubiese preferido abortar, ¿qué?
Pues también la hubiese ayudado y acompañado en todo, por supuesto.
¿Y no la riñe su obispo, la jerarquía?
Antes me amonestaban más, pero yo les decía: “Que yo también soy iglesia, eh".
Pues oigan, como si tal cosa. El semanario que pueden leer todos los católicos catalanes cada domingo en sus parroquias se dedica a ensalzar a esa señora. Ante lo cual, uno se pregunta: ¿creen de verdad los obispos de las diócesis de Cataluña que sus fieles se merecen eso? Porque aunque Catalunya Cristiana dependa sobre todo de la archidiócesis de Barcelona, el resto -que yo sepa- también lo distribuye.
Luego nos quejamos de que hay crisis en la Iglesia, de que la gente ya no va a Misa, de que no hay vocaciones, de que… Demasiado poco nos está pasando. Si se deja que el humo de Satanás ahoge a los fieles, ¿qué pretenden?
Luis Fernando Pérez Bustamante
22 comentarios
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LF:
Nunca agradeceremos lo suficiente a Pablo VI que aceptara llevar a don Marcelo a Toledo. Lo que hizo en su seminario ha salvado literalmente a la Iglesia en España del abismo. Y habría sido casi imposible que hubiera podido hacerlo en Barcelona.
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LF:
En Madrid también siguen en sus trece los de Entrevías. Se ve que hay cardenales la mar de felices con esas anomalías en sus archidiócesis. Pero vamos, es impensable que, por ejemplo, Alfa y Omega le dedique una página entera a un hereje.
El secesionismo de algunos sacerdotes y religiosos está al mismo nivel (o sea, por los suelos) que la declaración de la CEE cuando proclamó que la unidad de España era un "bien moral": son temas opinables a los que debemos darles la importancia que tienen, y hay que ser católico antes que patriota.
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LF:
Falta que algún obispo de diócesis catalana decida prohibir de ahora en adelante la difusión del semanario en su diócesis. Así tomarían nota todos.
Gracias a ti, pero no te preocupes. Hay muchos escamados ante lo que tenemos por delante y no es fácil contenerse.
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LF:
Este comentario es respuesta a uno que borré a petición de su autor. En un rato lo borro también porque es offtopic.
Pidamos envié Dios un pastor a estas tierras como lo fue aquel que escribió este texto, el Magno "Torras i Bages".
La cretinez no tiene límites, cuando se desata es imparable, y quienes tendrian que haberla parado o pararla ahora no lo van a hacer, o sea, que solo Dios puede parar esto. Digo yo...
Todo esto tiene de bueno que ya solo podemos confiar en Dios. En el fondo no está mal porque eso es en definitiva lo único que se puede hacer, ahora y siempre...
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LF:
Sor Lucía Caram y Sor Teresa Forcades van vestidas de monjas y son tal para cual. Casi es más coherente la tal Vicky.
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LF:
Solo con lo que está haciendo para parar los excesos secesionistas de la Iglesia en Cataluña -no todos aparecen en la prensa-, se puede decir que el cardenal Sistach está siendo finalmente un buen cardenal.
Saludos cordiales.
Si es así, perfecto. Nada que alegar. Simplemente es que hay otras gentes que amamos a Jesús de otra manera.
Lo digo para que no identifiquéis cristianismo con catolicismo.
Saludos y espero, de corazón, que vuestra opción os haga bien.
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LF:
Más allá, o incluso en contra, del magisterio de la Iglesia puede haber cristianismo. Catolicismo, no.
No se puede ser católico y no aceptar todo el Magisterio de la Iglesia Católica. Eso es protestantismo, en cualquiera de sus variantes.
Esto que digo es mero sentido común.
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LF:
No hay más que ver lo difundido que están las obras de Pagola para entender que el arrianismo, o al menos cierto tipo de semiarrianismo, está de vuelta. Pero lo peor es que quieren esconderlo, para que no sea claro. Tamayo es más bruto. Pagola, más sibilino.
Muchos años atrás esto ni hubiera pasado ni tan siquiera se hubiera contemplado. La "autoridad" de la Iglesia no se ponía a discusión y además hablaba con claridad.
Cuando un bautizado se colocaba fuera del Magisterio de la Iglesia se le declaraba "hereje" con todas las letras y se le excomulgaba de forma pública y notoria.
La jerarquía de la Iglesia de estos días no está por la verdad, sino por lo políticamente correcto y no les importa convivir con el mismo diablo con tal de no hacer ruido y que los medios de comunicación se les vuelva contra ellos.
Jesús es el camino, la verdad y la vida, y eso lo proclamamos a los cuatro vientos, pero quitamos que el camino es la Cruz. Todos buscamos a Cristo, pero es el Cristo de la sonrisa, el Cristo que sana, el Cristo compasivo y clemente. Nos negamos a abandonarnos en la Cruz de Cristo, porque en el fondo somos unos cobardes, mediocres y flojos, que hacemos oídos sordos al llamado de Cristo a defender la verdad.
Costaría demasiado para nuestra comodidad enfrentarnos a lo de Entrevías o Tamayo, o Pagola o etc. etc. Y por eso nos va como nos va. Quitamos la Cruz, arrancamos la voz profética, y nos quedamos con el Dios de albornoz y pantuflas.
Me duele, de verdad, hermanos, me duele. Estamos llamados a la santidad y nos conformamos con las medianías, con ser buenas personas.
Bendiciones
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LF:
Lo de muchos años atrás es... muchos, muchos, muchos. Vamos, tantos que algunos no habíamos nacido. Y yo ya me voy acercando al medio siglo de edad.
Colaboradora y acompañante de una criminal... Crimen contra el ser más indefenso e inocente de todos cómo es el bebé en gestación.
Que sea lo que Dios quiera.
Eso es tibieza. Y "a los tibios les vomitara Dios de su boca"....!!!!
No me gusta considerarme protestante porque no estoy en esa iglesia ni me gusta hacer una opción por el enfrentamiento.
Pero a la vez no me considero católica porque no comparto aspectos morales del magisterio de la iglesia.
Así que me considero cristiana, sin más apellidos. Y creo que no soy nada original.
Sé de muchos que comparten esta sensación mía de que Jesús fue la encarnación del amor de Dios, pero que la Iglesia ha sido demasiado humana, demasiado amante del control sobre los demás.
Y lo dicho. Me siento hermana de los católicos... ¿por qué no?
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LF:
No existe una iglesia protestante. Existen multitud de comunidades eclesiales protestantes. Seguro que encaja en alguna. Ah, y a muchos protestantes les encanta eso tan guay de decir: "soy cristiano sin apellidos". Queda muy mono.
Yo, sin embargo, digo lo mismo que San Paciano de Barcelona: "Cristiano es mi nombre, católico mi apellido".
Dicho lo cual, este no es el tema de este post.
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LF:
Confunde usted al teólogo arriano Juan José Tamayo con el sacerdote Gil Tamayo, actual secretario general y portavoz de la CEE.
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