Comentarios sobre el Instrumentum Laboris (III)
Tercera parte de la serie sobre el “Instrumentum laboris”. Recuerdo de nuevo que el texto es más una descripción de la realidad que un manual de soluciones, aunque ciertamente se ofrecen algunas indicaciones que conviene tener en cuenta.
Llegamos al Capítulo IV “La familia y la vocación de la persona en Cristo":
31 … la gran mayoría de las respuestas afirma que la familia puede ser ese lugar privilegiado, dejando entender —y a veces constatando explícitamente— que existe una distancia preocupante entre la familia en las formas como se la conoce hoy y la enseñanza de la Iglesia al respecto. La familia se encuentra objetivamente en un momento muy difícil, con realidades, historias y sufrimientos complejos, que requieren una mirada compasiva y comprensiva.
La Iglesia va por un lado y el mundo por otro. Y dentro de la Iglesia, hay familias que viven más según las formas y maneras del mundo que lo indicado por la Iglesia. Como quiera que convivimos todos bajo el mismo cielo, es evidente que se producirá un contraste cada vez más acusado entre el modelo de la familia cristiana, que va camino de ser minoritario en muchos países, y el resto.
Tampoco esto es nuevo. Cuando el cristianismo se extendió por el mundo pagano, se encontró modelos familiares muy diversos. Desde la poligamia hasta el fenómeno de la división de familias de esclavos, que sin duda suponía un drama espantoso. La moral sexual entonces era bastante laxa, tal y como atestigua San Pablo. La mirada compasiva y comprensiva que propuso el apóstol no fue otra que la de evangelizar y sacar a esas familias del pecado.
34.. Las familias no son sólo una entidad que el Estado debe proteger, sino que deben recuperar su papel como sujetos sociales. En este contexto, son numerosos los desafíos para las familias: la relación entre la familia y el mundo del trabajo, entre la familia y la educación, entre la familia y la salud; la capacidad de unir entre ellas a las generaciones, a fin de que jóvenes y ancianos no sean abandonados; el desarrollo de un derecho de familia que tenga en cuenta de sus específicas relaciones; la promoción de leyes justas, como las que garantizan la defensa de la vida humana desde su concepción y las que promueven la bondad social del matrimonio auténtico entre el hombre y la mujer.
Todo eso está muy bien, y por pedir que no quede, pero las leyes las hacen aquellos a quienes votamos y no parece que entre sus prioridades figure la promoción de esas leyes justas. Más bien lo contrario.
36… La primera experiencia de amor y de relación tiene lugar en familia: se subraya la necesidad de que cada niño cuente con el calor y el cuidado protector de los padres y viva en una casa donde habita la paz. Los niños deben poder percibir que Jesús está con ellos y nunca están solos. La soledad de los niños a causa de la mayor fragilidad de los vínculos familiares está presente, en particular, en algunas áreas geográficas. Asimismo, las correcciones deben tener como finalidad que los niños puedan crecer en un ambiente familiar donde se viva el amor, y los padres realicen su vocación a ser colaboradores de Dios en el desarrollo de la familia humana.
Gran parte de los niños que llegan a catequesis para la primera comunión no saben ni rezar un padrenuestro o apenas han oído hablar de Jesucristo. Los padres no pueden ser colaboradores de Dios si no creen en Él o tienen una fe muy superficial. Y los que sí creen y tienen una fe madura, tienden a obrar en consecuencia en la educación de sus hijos. Volvemos a la raíz de todos los problemas. Donde no hay cristianismo o es una mera realidad residual, no podemos esperar que surja de la nada un tipo de familia firme, asentada y cristiana.
39. El papel de los padres, primeros educadores en la fe, se considera esencial y vital. No pocas veces se hace hincapié en el testimonio de su fidelidad y, en particular, en la belleza de su diferencia; a veces se afirma simplemente la importancia de los distintos roles de padre y madre. En otros casos, se subraya el carácter positivo de la libertad, la igualdad entre los cónyuges y su reciprocidad, así como la necesidad de que ambos padres participen tanto en la educación de los hijos como en las tareas domésticas, como afirman algunas respuestas, llegadas sobre todo de Europa.
Les aseguro que jamás vi planchar a mi padre y no me creó ningún trauma. Bromas aparte, el hecho de que la mujer se haya incorporado masivamente al mercado de trabajo hace necesario que se produzca un reparto de responsabilidades a la hora de atender las tareas domésticas. No puede ser que ambos trabajen y al llegar a casa uno se dedique a estar tumbado a la bartola mientras que otro arregla la casa.
Ahora bien, que no es lo mismo ser padre que madre lo sabemos todos aquellos que hemos tenido padre y madre y somos padre o madre. Cuando cualquiera de los dos no cumple su rol, los hijos sufren.
41. En las respuestas se pone de relieve con insistencia la importancia de que los padres compartan y expliciten su fe, comenzando por el estilo de vida de la pareja en la relación entre ellos y con los hijos, pero también compartiendo su conocimiento y conciencia de Cristo, que —como constantemente se ha recalcado—debe estar en el centro de la familia.
Otra vez lo mismo. Es muy repetitivo. Si no hay fe en los padres, nada hay que compartir. Si hay fe, se comparte. Y si los padres no comparten su fe con sus hijos, es que tienen un serio problema con la misma.
45. Un dato importante que emerge de las respuestas es que frente a situaciones bastante difíciles, muchas personas, sobre todo jóvenes, perciben el valor del vínculo estable y duradero, un verdadero deseo de matrimonio y familia, en el que realizar un amor fiel e indisoluble, que dé serenidad para el crecimiento humano y espiritual. El “deseo de familia” se revela como un verdadero signo de los tiempos, que hay que acoger como ocasión pastoral.
¿En serio? ¿de verdad que hoy abundan los jóvenes que quieren casarse para toda la vida? Eso sería un “signo de los tiempos” si en verdad ocurriera, pero sinceramente, no veo a una juventud ansiosa por ir al altar o al juzgado. Y muchos que querrían, sencillamente no pueden por razones económicas.
48. Se subraya, por último, la importancia de una estrecha colaboración entre las familias/casas y la parroquia, en la misión de evangelización, así como la necesidad de que la familia participe activamente en la vida parroquial, mediante actividades de subsidiariedad y solidaridad en favor de otras familias.
Para participar en la vida parroquial, tiene que haber vida parroquial. Es decir, algo más que las misas de domingos y fiestas de precepto. Y bien sabemos que no ocurre tal cosa en todas nuestras parroquias. Muchos han pasado una vida entera acudiendo a Misa con las mismas personas y no saben prácticamente nada de ellas.
49. Se subraya con mucha frecuencia la necesidad de una pastoral familiar que aspire a una formación constante y sistemática sobre el valor del matrimonio como vocación, sobre el redescubrimiento del ser padres (paternidad y maternidad) como un don.
No puedo dejar de recordar lo que dice el autor de Hebreos: “Pues los que después de tanto tiempo debíais ser maestros, necesitáis que alguien de nuevo os enseñe los primeros rudimentos de los oráculos divinos, y os habéis vuelto tales, que tenéis necesidad de leche en vez de manjar sólido” (Heb 5,12).
¿Cuántas veces no habremos oído en nuestra vida la expresión “hace falta una pastoral para…"? Pasan los años y sigue haciendo falta. Es decir, sabemos lo que hay que hacer, pero o no sabemos cómo hacerlo o nos conformamos con soltar cuatro generalidades de vez en cuando que luego no se traducen en acciones concretas.
49…El acompañamiento de la pareja no se debe limitar a la preparación al matrimonio, respeto a la cual se señala —por otra parte—la necesidad de revisar los itinerarios formativos.
Los cursos prematrimoniales son insuficientes, pero al menos deberían servir para que quienes se casen sepan de verdad lo que hacen, ya que el número de parejas de novios que llegan al matrimonio sin siquiera ser católicos practicantes es cada vez mayor. Mucho me temo para que muchos el cursillo prematrimonial sea poco más que cumplir con un acto burocrático para que les puedan casar. Yo propondría una catequesis matrimonial para novios de larga duración.
49… Se hace presente la necesidad de que la catequesis asuma una dimensión intergeneracional, implicando activamente a los padres en el camino de iniciación cristiana de sus hijos.
En multitud de casos habrá que recordarles el camino de iniciación cristiana que dejaron abandonado tras su infancia o adolescencia. Se puede intentar aprovechar las catequesis de primera comunión para, al menos una vez al mes, dar catequesis a sus padres. Y quién sabe si de ahí salen grupos para catequesis de adultos.
Acaba el capítulo IV. Hasta ahora no he visto nada que sirva para gran cosa. Se nos dice lo que ya sabemos y se apuntan cosas que llevan diciéndose desde hace décadas pero que luego pocas veces se hacen. Si esto sigue así, lo mismo acabo antes la serie.
Luis Fernando Pérez Bustamante
29 comentarios
Si la misma Iglesia es incapaz de citar la Palabra de Dios con la claridad de San Pablo y proclamar lo que dispone en tantos lugares.... ¿De qué Biblia se habla?
La familia es una Iglesia Doméstica, cuyo fin primordial es la generación y educación de la prole.
Con el esposo como cabeza de la mujer, así como Cristo de su Iglesia, abierta siempre a la vida, con grave pecado en toda antinatalidad... etc etc
¿Qué parroco se atreve a enseñar eso si hasta el clarísimo mandato del velo en la Iglesia lo han suprimido del CDC acomplejados ante las féminas recién "liberadas"?
Si la misma Iglesia se avergüenza de la Palabra de Dios ante los hombres, ya se puede marear la perdiz en el enésimo sínodo que no servirá de nada.
Se ha perdido la Fe en la Palabra de Dios y todos los malabarismos para torcer sus claras palabras y adaptarlas al mundo moderno serán inútiles.
El germen de todo está en la supuesta - y falsa-"liberación femenina" de los. 60. Y la raíz no se quiere combatir,, sino asimilar con todo malabarismo posible.
Si Cristo no edifica en vano trabajan los albañiles
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LF:
Aviso. No voy al permitir un solo debate sobre lo indicado en este comentario. El que esté de acuerdo, bien. El que no, también bien. Pero no habrá intercambio de pareceres entre comentaristas.
Una familia se edifica sobre un varón y una mujer unidos. Es el orden dispuesto por Dios. Ese es el núcleo, ahí hay una raíz de análisis.
Y no los quiere iguales porque si no no los habría hecho distintos.
En TODA la Palabra de Dios. .. TODA, ojo, ¿ Qué enseñanzas-raiz, o ideas-fuerza nos enseña el Señor sobre lo que desea de uno y otro?
Desde el Génesis hasta las Cartas de San Pablo (y algunas cosillas del Apocalipsis).
No tengamos miedo, vayamos a la fuente divina de Sabiduría sin. complejos ante el mundo.
Todos nuestros padres y antepasadoa bebieron de ahí sin ningún problema, como la cosa más natural... y no era perfecto, seguro, pero sí menos malo que lo de ahora.
Confiemos en la Palabra de Dios.
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LF:
Ni arruinas ni dejas de arruinar. Es que sé como funciona esto.
1.-Deduzco que si del sínodo va a salir un nuevo documento magisterial de los que difícilmente los fieles llegan a conocer en profundidad, poco vamos a adelantar.2.-Resulta interesante lo de volver a la Palabra de Dios. La pastoral de Jesucristo según la muestran los evangelios,está en las antípodas de las "soluciones pastorales" meros transuntos-muchas veces- del pensamiento debil,y de ahí nos viene mucho mal.3.-Cuánto se arreglaría confesando mucho y bien -la misericordia de la verdad- a los fieles.4.-Me gusta lo de iglesia doméstica y lo de la Iglesia como familia de familias.5.-El mundo está mal porque la Iglesia está débil.Los creyentes fuertes en la fe son la sal y la luz del mundo, pero si la sal se vuelve sosa...Tened sal en vosotros y vivid en paz unos con otros.6.-Si los directores no corrigen eficazmente los ruidos disidentes, no suena la sinfonía de la fe y es muy difícil para muchos seguir la melodía.
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Pero, como tú mismo has insistido tanto, es sólo un análisis de la situación. Lo sustancioso vendrá en el Sínodo.
(No obstante, menos mal que al Sínodo no están invitados ciertos comentaristas que se creen que de verdad "todos nuestros padres y antepasados bebieron de ahí (?) sin ningún problema". Entendiendo por "ahí" su particular interpretación de la Palabra de Dios, y por "sin ningún problema" el hecho de que los varones estuvieran encantados y las mujeres fueran desdichadas.)
Disminuiría el número nominal de católicos, que se acercaría al número real de seguidores de Cristo y de su Iglesia.
Al final de cuentas, al feligrés "de a pie" se le encuentra en la parroquia, no leyendo encíclicas (que sería maravilloso). Quisiera ver un programa parroquial serio y definido. Yo he propuesto en numerosas ocasiones en las parroquias a las que asisto impartir cursos de ética cristiana, de familia, de matrimonio, de derecho canónico, de sacramentos, etc...
Hasta ahora, mi primer enemigo son los mismos párrocos, a quienes les da miedo dar ese paso hacia la enseñanza de la verdadera doctrina de la Iglesia. No sé muy bien por qué, pero jamás he logrado un "sí, adelante".
Espero que esto pueda cambiar pronto, antes de que seamos nosotros la generación anciana costumbrista.
Saludos LF y que Dios te bendiga. Por cierto, a Andrés López (de México) lo ordenaron diácono la semana pasada. Una gran bendición. Se ordena presbítero en un año, si Dios lo permite.
http://www.revistaecclesia.com/el-sinodo-de-la-familia-que-viene-un-amor-que-nunca-se-acaba/
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LF:
Lo edité para que apareciera el link, y no el texto entero.
Tenemos la enseñanza del Magisterio que nos dicen como deberían ser las cosas y por qué deberían ser así.
Lo que no tenemos parece ser es el modo de ir desde donde están las cosas en la realidad a cómo deberían ser.
Hay varios enfoques, uno seguir pensando que todo depende de nosotros y seguir rumiando la frustración del evidente fracaso. Otro el decir bueno, no hay forma de llegar a como debería ser así que mejor bajar las expectativas cuando no en algunos casos no tener ninguna.
Pero hay otro enfoque poco intentado o por lo menos no muy visible en la blogosfera: ser más humildes y clamar ayuda a Dios. Pero clamar ayuda, de rodillas, con la humildad del publicano no con la soberbia del fariseo que mira el mundo caerse a pedazos y en el fondo está satisfecho porque así se siente menos oscuro que el resto.
No vaya a ser que uno de estos días el Señor venga y nos muestre que siempre hemos sido parte del problema y no de la solución. Basta darse cuenta que no todo está perdido porque Mamá trabaja horas extras y por caminos que reciben mas rechazo que acciones de gracia.
Es mejor que no se lleve a cabo el matrimonio, a que unan a una pareja con un vínculo sagrado, que en el caso de que alguno de ellos sea católico practicante, le va a destrozar la vida.
Si cómo ocurre en la mayoría de los matrimonios celebrados por la Iglesia, no tienen una fe comprometida y madura, es mejor que opten por el matrimonio civil o el emparejamiento que tan de moda está en estos momentos.
El sacramento del matrimonio, sólo para los católicos practicantes, no para los "católicos bautizados y no creyentes, de bodas, bautizos y comuniones, por favor.
En uniones sacramentales dónde uno de los contrayentes o los dos no tienen fe y no existe por tanto el compromiso que se adquiere cuando el matrimonio está cimentado en Dios, hay mucho sufrimiento con cargas muy negativas de por vida, y no solamente para una o para las dos personas de la pareja, sino para los hijos.
Desde muy joven he estado en la Iglesia activamente y esto que os cuento de los últimos siete año, a mi me ha cambiado la vida, mi forma de vivir el matrimonio y la familia, el trabajo, mi forma de ver y vivir la Iglesia, la parroquia, todo. Esta parroquia se ha convertido en una familia entrañable con una catequesis fuerte, y muchos detalles maravillosos
Posiblemente sea esta la llave, y no tantas reuniones, sínodos, etc... Esta es la reforma que la Iglesia necesita.
Un saludo y Dios nos guarde
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LF:
Cuidad a ese párroco.
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A eso se le llama ahora "mejorar" respecto de nuestras madres y abuelas.
Aquellas eran todas infelicísimas, las de ahora no caben de gozo divorcio tras divorcio, cama tras cama, macho tras macho. Es de lógica, ¿verdad?
Que hagan todos los sínodos que quieran. Hasta que no se pongan a predicar la Palabra de Dios como siempre durante XX siglos enseñando sin complejos lo que entendemos como los valores de la Familia Tradicional no cambiarán nada de nada.
Todos los Papas lo hicieron, todos los santos lo hicieron, y mal que bien, era mejor que lo de ahora.
Quieren sofocar las consecuencias mientras les tiemblan las piernas al mirar a las causas.
¿Alguien se piensa que el modernismo no ha penetrado a la familia y al concepto de varón y de mujer tanto como al resto de doctrina?
¿Se puede ser tan necio de creer que el demonio se haya olvidado de lo "primero" ("Varón y hembra los creó")?
"Seréis como los hombres". Es la segunda manzana de Eva. Y el varón le ha dejado comer a ella y también se la ha comido él.
Tiene todo el sentido espiritual que si por aquel primer pecado acabamos fuera del paraiso, ahora con este segundo "seréis como varones", acabemos con los Últimos Tiempos.
LF:
Una de las primeras cosas que uno tiene que hacer al analizar un estudio-diagnóstico es entender que uno no puede elegir qué partes le gustan y cuáles no, para luego sacar conclusiones sólo de las que le parecen que se acomodan a su criterio. Uno acepta los resultados tal como son o los desecha de plano, no hay medias tintas.
Así pues, este documento señala puntos positivos, no todo es negativo. Si nos interesa sacar bien del mal, los (pocos, si se quiere) puntos positivos son nuestra mejor arma.
Por eso desde la primera parte de su serie, yo señalaba este párrafo. Es de importancia capital: Existe un deseo por la familia estable. No podemos ahogar ese deseo en el pesimismo salvaje que solo nos hunde más, hay que rescatarlo y potenciarlo por donde se pueda.
Hace pocos días descubrí un documento que demuestra que la tasa de divorcios a nivel mundial no es la que se anuncia, de hecho es mucho menor. La tasa del 50% está basada en proyecciones erradas, en realidad sólo uno de cada 5 matrimonios fracasa en el mundo.
¿De qué sirve saberlo? Como el documento afirma, no es lo mismo ir al altar a lanzar una moneda "a ver si nos va bien", que ir con la tranquilidad que hay un 80% de probabilidades de que seamos fieles para siempre.
Hoy, usted mismo se enfrenta con la disyuntiva de acabar pronto su serie y desechar el documento por inútil, o seguir adelante y encontrarle lo bueno. ¿Se atreve a desechar a la nueva generación por lo mismo?
Yo no. Yo me aferro como a un clavo ardiendo a la creencia que la nueva generación es más sabia que las anteriores. Lo veo en mis hijos y sus amigos; lo veo en la Jornada Mundial de la Juventud, lo veo en cada trabajo voluntario que hay por allí. Los jóvenes de hoy son generosos, entregados, caritativos, mucho más de lo que fuimos nosotros a su edad. ¿Podrían ser fieles esposos y buenos padres? No veo por qué no.
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LF:
En ningún caso he dicho que el documento sea inútil. Repase mis anteriores posts. Solo digo que se nos dice lo que ya sabemos. Pero bueno, que se diga las veces que sea menester.
Es que la mayoría no se casa por esa misma razón, no se creen capaces de comprometerse de esa manera.
Y tienen razón porque nadie lo es y menos en el mundo actual y como este continuará empeorando.
Por eso hay que encontrar la Perla y comprar el terreno donde está el Tesoro antes de hacer el compromiso.
Es el camino más sencillo y seguro porque por más que expliquen mejor la doctrina, sin un deseo de santidad el sacramento del matrimonio corre el riesgo de reducirse a la fiesta, el vestido, los novios bailando, y buenas intenciones que se caerán cuando vengan los niños, las enfermedades, el adiós a las ilusiones de la juventud, etc.. O peor aun, terminen como esos señores o señoras con varias décadas de casados que cuando escuchan que los divorciados vueltos a casa piden comulgar, dicen, ahh y yo que me aguante tantos años de matrimonio, jeje. Y sonríen como si hubieran dicho algo de que alegrarse.
Yo no. Yo me aferro como a un clavo ardiendo a la creencia que la nueva generación es más sabia que las anteriores. Lo veo en mis hijos y sus amigos; lo veo en la Jornada Mundial de la Juventud, lo veo en cada trabajo voluntario que hay por allí. Los jóvenes de hoy son generosos, entregados, caritativos, mucho más de lo que fuimos nosotros a su edad. ¿Podrían ser fieles esposos y buenos padres? No veo por qué no.
Opino todo lo contrario.
No creo en absoluto que ésta generación sea más generosa, entregada, caritativa, etc. que las anteriores.
En primer lugar porque no quiero ser injusta, decir que por supuesto habrá juventud estupenda y extraordinaria, y de hecho sé que la hay, pero por desgracia la gran mayoría no es así.
La gran mayoría de ésta juventud es egoista, violenta, agnóstica o atea, irresponsable, inmoral... y por lo tanto con esas caracterìsticas no creo en absoluto puedan ser buenos maridos o esposas, ni buenos padres. No quieren más que derechos, pero pocas o ningunas obligaciónes; se les habla bien y te contestan mal, pues son maleducados a tope. No importa la educación que se les haya dado o intentado dar en la casa, si es que se les ha dado alguna, que no sea más que caprichos, sino que tienen que salir al colegio, a los institutos, a la universidad, y allí van a convivir con otros niños y chicos a los que sus padres o no han podido o no han querido, o les ha sido más cómodo no darles ningún tipo de moral y/o educación. Y ya sabemos lo de "Junté yo buenas manzanas con otras ya enmohecidas, no mejoré las podridas y pudriéronse las sanas."
Y no hablo desde una postura personal, sino por todo lo que veo y compruebo a mi alrededor. Para colmo desde hace más de cuarenta años, empezó el grave problema de la droga a ponerse de moda, y rara es la familia en dónde no ha hecho presa. Y donde entra la droga, entra la ruína.
Ya quisiéramos la mayoría de los padres de ahora, tener el respeto y la obediencia de los hijos, que tuvimos nosotros con nuestros padres. Los de mi generación estuvimos a lo que mandaran nuestros
padres y ahora a lo que mandan nuestros hijos.
Incluso y dada la situación actual no creo que nada podamos hacer para arreglar nada. La gente se ha acostumbrado a vivir sin Dios, y viven "aparentemente" muy a su gusto. Y no quieren volver a lo que tuvimos en el pasado, que obliga a un esfuerzo y a un modo de vida que no quieren, porque en el fondo lo que pasa es que han dejado de creer en Dios.
No le veo a la sociedad que ha caído tan bajo, ninguna salvación. O ocurre algo muy grande y muy grave que cambie las conciencias, o vamos cuesta abajo y sin frenos.
LF,
Sí es verdad que parece que muchos jóvenes pasan del tema. Pero no es así realmente.
Casi todo el mundo que conozco, aspira a tener una pareja estable. Solo que hoy está muy rebajado el nivel, porque "pareja estable" significa relaciones sexuales desde los 15 (o antes...).
Pero el deseo está ahí. La ambición de vivir una Verdadera Historia de Amor sigue ahí generación tras generación. (¿Y es que acaso muchas películas de Cine, que es lo que hoy en día educan en Moral, no tienen este tema permanentemente (a pesar de numerosos defectos)? El hombre siempre transmite mediante el arte sus aspiraciones, solo que nuestra generación no puede dar más de sí porque es decadente).
Mientras mayores es cierto que tienen una idea de familia un poco más asentada, pero efectivamente es lo que dices: no tienen dinero para casarse.
La Economía se está convirtiendo, desde mi punto de vista, en la Bestia del Apocalipsis. Todos estamos a su merced y se ha llegado a lo que decía San Pablo: "Llegará un tiempo en que prohiban el Matrimonio"... ¿Alguien se esperaba que estando esa advertencia en la Biblia el Demonio iba a ser tan tonto como para no implementar dicha prohibición de forma sutil para que no la apreciemos?
Lf e ines: antes de estos anos era modernista sin saberlo
es el encuentro con cristo vivo quien ensena la verdad
un abrazo
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LF:
Bueno, si le hacen rector del seminario, tendréis muy buenos curas en las diócesis.
Saludos y rezad por mi comunidad parroquial, que no venga un "buey" que destroce todo lo anterior, aquí habría mucho para destrozar.
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LF:
Hombre, digo yo que el obispo no mandará a un cura que sea de una honda absolutamente diferente.
Gracias a Dios mis hijos no son sus hijos. A lo mejor, literalmente, gracias a Dios.
¿Es acaso sólo un fenómeno latinoamericano? ¿Ocurre sólo en mi país, sólo en mi parroquia o sólo en mi casa? Si es así, ¿por qué el documento recoge el hecho como si fuera un fenómeno mundial? ¿Por qué yo lo conocía antes de leerlo, si no soy claravidente ni profeta? ¿Quién está rezando el Rosario cada jueves y cada domingo en mi parroquia? ¿Quiénes están construyendo casas, recaudando fondos, visitando huérfanos? ¿Por qué todos los amigos de mis hijos son honestos, educados, respetuosos y adolescentes? ¿Son gremlins?
La verdad, si usted disfruta pensando que el mundo ya se acabó, no es muy cristiana que digamos. "Evangelio" significa buenas noticias. "Evangelizar" es difundir buenas noticias. ¿Qué está haciendo usted?
No sé si soy peor o mejor cristiana que usted, éso sólo lo sabe Dios, desde luego usted no. Y lo que yo haga o deje de hacer, es cosa entre Dios y yo.
En mi comentario de ayer escribí, que para no ser injusta, siempre hablo en general, sabiendo que hay una pequeña minoría comparada con el total, de juventud buena y cristiana, pero vuelvo a repetir,comparada con el total de la población joven, una muy pequeña minoría.
La gran mayoría de la juventud está tal y cómo yo la describí ayer, y no rectifico ni en una coma, y el que no lo quiera ver es porque no tiene ojos en la cara, o porque prefiere mirar para otro lado. ¿Quienes son los que asisten a misa? Unos poquitos, la mayoría gente mayor. ¡Qué pocos jóvenes se ven en las Eucaristías normales! Y digo normales, no en las de algunos movimientos de la Iglesia. Y dije que hablaba en general, no de mi caso en particular en que a pesar de todo, no me puedo quejar para cómo está hoy día la sociedad. Gracias a Dios, mis hijos no han caído en la droga (plaga de nuestro tiempo) y son honrados. Y tengo unos sobrinos estupendos, también libres gracias a Dios de las drogas y de otras situaciones negativas, con sus carreras universitarias terminadas o a punto de terminarlas, y una de ellas con las oposiciones ganadas y con plaza, a los veintiún años, además de ser un bellezón. Así que cómo verá no lo decía por mí situación personal, que usted a pesar de que lo expliqué muy bien, me atribuye.
Pero cómo, gracias a Dios tengo ojos en la cara, veo cómo está la sociedad y el ambiente en general. Y no me hable de que en España o en Sudamérica hay o puede haber ambientes diferentes. Como sabrá en España hay una gran cantidad últimamente de sudamericanos, y no son precisamente (hablo del colectivo en general, no de casos particulares), ejemplos de nada. Cuando salgo temprano los domingos por la mañana de casa, veo frecuentemente a chicas borrachas cómo cubas que vienen del botellón, hasta algunas con los zapatos en la mano, y muchas de éstas chicas, son sudamericanas.
Si usted tiene unos hijos super bien educados, religiosos y estupendos, dele gracias a Dios, porque hoy más que nunca, es usted y todos los amigos y los padres de los amigos de sus hijos, unos auténticos privilegiados.
Así que por favor, no haga resonar las monedas de su bolsillo a los que sómos pobres de solemnidad. Bastante desgracia tenemos.
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8. En las zonas en las que sigue viva una tradición cristiana y una pastoral bien organizada, se encuentran personas sensibles a la doctrina cristiana sobre el matrimonio y la familia.
Pero yo no me lo creo.
9. En general, se puede decir que hoy la enseñanza de la Biblia, sobre todo de los Evangelios y las Cartas paulinas, es más conocida.
Pero yo no me lo creo.
13. Un buen número de Conferencias Episcopales observa que, si se transmite en profundidad la enseñanza de la Iglesia con su genuina belleza, humana y cristiana, ésta es aceptada con entusiasmo por gran parte de los fieles.
Pero yo no me lo creo.
26. Existe, por tanto, gracias a la fuerza de la tradición, de la cultura y de la intuición, el deseo de mantener la unión entre el hombre y la mujer.
Pero yo no me lo creo.
31. La familia es reconocida en el pueblo de Dios como un bien inestimable,
Pero yo no me lo creo.
35. Un cierto número de respuestas hace hincapié en la imagen de la Trinidad reflejada en la familia.
Pero yo no me lo creo.
36. De manera casi constante, en las respuestas se subraya la importancia de la familia de Nazaret como modelo y ejemplo para la familia cristiana.
Pero yo no me lo creo.
37. Las respuestas recibidas ponen de relieve la importancia del amor vivido en familia, definida como “signo eficaz de la existencia del amor de Dios”, “santuario del amor y de la vida”.
Pero yo no me lo creo.
38. Emerge aquí la idea de la familia como “primera escuela de humanidad”: en esto se la considera insustituible.
Pero yo no me lo creo.
(y podría seguir así hasta el final)
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Uno no debe leer sólo lo que quiere leer, ni tampoco leer sólo lo que confirma sus prejuicios. Uno debe leer todo. Hay luces y sombras. Los cristianos somos, o al menos estamos llamados a ser luz, no sombra.
Y si yo tengo una vela encendida, no la pongo bajo la cama, sino la pongo en alto para que alumbre toda la habitación.
Esa actitud negativa, esa tendencia permanente a esconder lo bueno, a creer que no existe, a asumir que todos los demás están mal, no es cristiana.
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LF:
¿Y se puede saber quién está leyéndolo solo en clave negativa?
A mi me parece que el texto, que simplemente es un resumen de las respuestas a la encuesta enviadas por las CCEE, se limita a resumir lo que hay. Y me alegra comprobar que es bastante realista, sin ocultar ni lo malo (que es mucho), ni lo bueno.
Para curar, primero hay que diagnosticar. Decir las cosas con claridad es el primer paso.
Ahora queda esperar (como bien dices en cada post) a ver lo que resuelve el sínodo que es el que debe aplicar las acciones en base a estos informes.
PD: el párroco de JJ hará mucho bien. Tengo yo para mí que la crisis de la Iglesia católica comenzó hace muchas décadas en los seminarios, con la complicidad de ciertos obispos. La resolución del problema de qué tipo de pastoral y teología se enseña a los curas es clave.
¿Y se puede saber quién está leyéndolo solo en clave negativa?
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No señalo nombres, pues usted mismo ha dicho que no haga alusiones personales. Pero basta leer los comentarios y el tono de las tres entregas para darse cuenta que la gran mayoría sólo ve nubarrones en el cielo, sin importar lo que diga el documento, más de uno incluso diciendo que no le importa lo que diga.
En mi opinión profesional como investigador de mercados, eso es un error. Un estudio no debe verse con ojos parcializados ni con conclusiones preconcebidas, porque entonces el estudio entero se desperdicia. Uno recibe los datos y los analiza como son, no como uno quisiera que fueran.
Pero como cristiano y católico, el problema es aún mayor. Si esto fuera el estudio de una empresa, yo podría decirle al dueño: "¿Sabe qué? Esto ya no tiene remedio. Cierre y empiece algo nuevo". Allá él si me cree o no. Pero como católico y sabiendo que la Iglesia seguirá adelante, sean cuales sean los resultados del estudio, es mi obligación encontrar los puntos positivos y potenciarlos. Lo mismo haría si el dueño de la empresa me hubiera dicho "no voy a cerrar, no quiero despedir empleados, encuéntreme una solución".
Puestos en ese tono, sabiendo que tenemos que seguir adelante y preguntándonos CÓMO podemos seguir adelante, hay muchas cosas del documento que se están pasando de largo, no porque no estén allí, sino porque no queremos verlas. El "deseo de familia estable" es para mí la más valiosa de todas.
Ya sé que el documento no pretende dar soluciones, pero la manera que se analice llevará a soluciones o a callejones sin salida. Ignoro qué conclusiones sacarán los obispos, pero si ellos hicieron público el documento es porque esperan algo del pueblo de Dios. Y no veo cómo el pesimismo anticipado pueda ayudarlos en algo.
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LF:
Ah, se refiere a los comentarios. Bueno, es que la gente ve las cosas como las ve. Y no creo que sea por gusto.
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