Comentarios sobre el Instrumentum Laboris (I)
El pasado jueves se presentó el “Instrumetum Laboris”, documento de trabajo previo al próximo Sínodo Extraordinario sobre la Familia. Como quiera que me ocupa 62 páginas en un archivo de Word, es imposible que lo comente punto por punto. Pero sí compartiré con vosotros mis impresiones sobre algunos párrafos. Pondré el punto donde se encuentran. Las negritas, siempre son mías.
Ante de empezar, creo que conviene recordar que este texto es más una descripción de la realidad que un manual de soluciones. De eso se encargará el Sínodo, con la ayuda de Dios. En InfoCatólica aportaremos lo que creamos mejor para la Iglesia y los fieles:
8. En las zonas en las que sigue viva una tradición cristiana y una pastoral bien organizada, se encuentran personas sensibles a la doctrina cristiana sobre el matrimonio y la familia. En otras partes, por motivos distintos, se encuentran numerosos cristianos que incluso ignoran la existencia de estas enseñanzas.
Obviamente hay que llevar esa pastoral bien organizada allá donde los fieles ni siquiera conocen lo que la Iglesia enseña. Porque si no lo conocen, ¿cómo van a poder ponerlo por práctica o usarlo como guía para sus vidas?
9. En general, se puede decir que hoy la enseñanza de la Biblia, sobre todo de los Evangelios y las Cartas paulinas, es más conocida. Sin embargo, de parte de todas las Conferencias Episcopales se afirma que queda mucho por hacer para que tal enseñanza se convierta en el fundamento de la espiritualidad y la vida de los cristianos también en relación a la familia. Asimismo, en no pocas respuestas, se observa entre los fieles un gran deseo de conocer mejor la Sagrada Escritura.
La Palabra de Dios no basta con conocerla. Tiene que ser guía para la vida del cristiano. Si no, se queda en papel mojado, en texto muerto. Dice Hebreos que “la palabra de Dios es viva, eficaz y tajante, más que una espada de dos filos, y penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta las coyunturas y la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb 4,12). Hagamos que eso sea algo más que una bonita definición.
10. En esta perspectiva, resalta cuán decisiva es la formación del clero y en particular la calidad de las homilías, sobre lo que recientemente el Santo Padre Francisco ha insistido (cfr. EG 135-144). En efecto, la homilía es un instrumento privilegiado para presentar a los fieles la Sagrada Escritura en su valor eclesial y existencial. Gracias a una predicación adecuada, se pone al pueblo de Dios en la condición de apreciar la belleza de la Palabra que atrae y conforta a la familia.
Muy bien. ¿Se hace? Y si no se hace, ¿qué se piensa hacer para que se haga? ¿deberían los obispos dar instrucciones claras a sus sacerdotes para que ofrezcan una predicación adecuada, conforme a lo que enseña la Escritura y la Iglesia?
11. El conocimiento de los documentos conciliares y postconciliares del Magisterio sobre la familia, de parte del pueblo de Dios, en general es escaso. Ciertamente, los entendidos en ámbito teológico los conocen. Sin embargo, al parecer estos textos no impregnan profundamente la mentalidad de los fieles. También hay respuestas que reconocen con franqueza que, entre los fieles, dichos documentos no se conocen en absoluto. En algunas respuestas, se observa que a veces los documentos se perciben como realidades un poco “exclusivas”, especialmente entre los laicos que no gozan de una preparación previa. Se nota un cierto cansancio a la hora de tomar estos textos y estudiarlos. A menudo, si no hay alguien preparado, que sea capaz de hacer una introducción a su lectura, estos documentos se consideran difíciles de abordar. Sobre todo, se siente la necesidad de mostrar el carácter existencial de las verdades que se afirman en los documentos.
Volvemos al mismo problema. Si no se conoce lo que enseña la Iglesia, difícilmente se puede vivir conforme a esas enseñanzas. Es cierto que los documentos magisteriales suelen ser largos, con una terminología que no se usa comúnmente en la vida diaria, y que finalmente leen muy pocos en su integridad. Pero no hay nada que impida a las parroquias, diócesis, movimientos, etc, hacer resúmenes con lo esencial del magisterio.
12. Algunas de las observaciones recibidas imputan la responsabilidad de la escasa difusión de este conocimiento a los pastores, que, según el juicio de algunos fieles, no conocen en profundidad el tema matrimonio-familia de los documentos, ni parece que tengan los instrumentos para desarrollar esta temática. De otras observaciones recibidas, se deduce que los pastores, a veces, se sienten inadecuados y faltos de preparación para tratar problemáticas relativas a la sexualidad, la fecundidad y la procreación, de manera que con frecuencia se prefiere no afrontar estos temas. En algunas respuestas, se encuentra también una cierta insatisfacción respecto a algunos sacerdotes que parece que sean indiferentes respecto a determinadas enseñanzas morales. Su desacuerdo con la doctrina de la Iglesia genera confusión en el pueblo de Dios. Por esto, se pide que los sacerdotes estén más preparados y sean más responsables a la hora de explicar la Palabra de Dios y de presentar los documentos de la Iglesia concernientes al matrimonio y la familia.
Leemos en el evangelio de Lucas: “Les dijo también una parábola: ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?” (Luc 6,39). ¿Qué podemos esperar de un pueblo de Dios al que sus sacerdotes no solo no enseñan la verdad, sino que en ocasiones les enseñan la mentira? ¿y de quién es responsabilidad de arreglar esa situación? Porque de los fieles, ya les digo yo, no es. Obviamente esto no cursa para aquellos que tienen buenos sacerdotes en sus parroquias.
13. Un buen número de Conferencias Episcopales observa que, si se transmite en profundidad la enseñanza de la Iglesia con su genuina belleza, humana y cristiana, ésta es aceptada con entusiasmo por gran parte de los fieles. Cuando se logra mostrar una visión global del matrimonio y la familia según la fe cristiana, se percibe su verdad, bondad y belleza. La enseñanza es mayormente aceptada donde los fieles hacen un auténtico camino de fe, y no sienten sólo una curiosidad improvisada sobre lo que piensa la Iglesia acerca de la moral sexual.
Es decir, que el que quiere andar de verdad en la fe, anda en ella si se le predica y enseña adecuadamente. Pues, señores míos, ya sabemos lo que hay que hacer. Hecho de menos una referencia a la gracia en este pasaje. Porque esos fieles solo pueden obrar así por gracia.
13. Por otra parte, numerosas respuestas confirman que, incluso cuando se conocen las enseñanzas de la Iglesia sobre matrimonio y familia, muchos cristianos manifiestan dificultades para aceptarlas integralmente. En general, se mencionan elementos parciales de la doctrina cristiana, aunque relevantes, con respecto a los cuales se observa una resistencia, de distintos grados, como por ejemplo respecto al control de los nacimientos, el divorcio y las nuevas nupcias, la homosexualidad, la convivencia, la fidelidad, las relaciones prematrimoniales, la fecundación in vitro, etc. Muchas respuestas confirman que, por el contrario, la enseñanza de la Iglesia sobre la dignidad y el respeto por la vida humana es más amplia y fácilmente aceptada, al menos en principio.
El beato Newman describe antológicamente esta cuestión: “Lejos de mí negar que todas y cada una de las verdades de la fe cristiana, tal como son interpretadas por anglicanos o católicos, rebosan por todos lados problemas intelectuales que, personalmente, me veo incapaz de resolver, pero nunca he logrado ver la relación entre captar esas dificultades —con toda la pasión imaginable y con todas las ramificaciones que se les quiera buscar— y admitir dudas sobre la doctrina de que tratan. Tal y como yo lo veo, diez mil dificultades no hacen una sola duda“.
Yo me pregunto, ¿hay dificultades en aceptar lo que enseña la Iglesia o en ponerlo por práctica? ¿No será más bien que la dificultad en dicha práctica lleva al pecador a negar la enseñanza que está detrás de la misma? Y, sobre todo, ¿se explica a los fieles que una cosa es tener dificultad para comprender una enseñanza y otra negarla o rechazarla? Quizás deberíamos empezar por ahí. Por formar la conciencia de los fieles en la idea de que “las cosas no son como a mí me parecen sino como Dios lo indica y la Iglesia lo enseña". Es literalmente IMPOSIBLE vivir en santidad si no se parte de ese principio.
Por otra parte, no es casual que esos fieles se oponen a esas enseñanzas porque son, precisamente, aquellas que menos gustan al “mundo”, en el sentido bíblico del término. Son, por tanto, fieles mundanizados a los que les cuesta amoldar su vida a la voluntad de Dios expresada por su Revelación y su Iglesia. Esto no significa que yo pretenda que la solución a esa situación sea decirles: “soy cristianos mundanos y ahí os quedáis con vuestra increencia". No, más bien creo que hay que reforzar las explicaciones que lleven a esos fieles a entender y aceptar la verdad que los hace libres.
15. Algunas Conferencias Episcopales ponen de relieve que el motivo de tanta resistencia a las enseñanzas de la Iglesia acerca de la moral familiar es la falta de una auténtica experiencia cristiana, de un encuentro personal y comunitario con Cristo, que ninguna presentación —aunque sea correcta— de una doctrina puede sustituir. En este contexto, se lamenta la insuficiencia de una pastoral preocupada sólo de administrar los sacramentos, sin que a esto corresponda una verdadera experiencia cristiana atrayente.
Conviene no caer en el peligro de oponer sacramentalidad, fuente de gracia, a vida cristiana. ¿Se les ocurre a ustedes un sacramento más capaz de favorecer una experencia cristiana íntegra que el de la Confesión? Si tenemos buenos confesores que no se limiten a escuchar pecados y dictaminar penitencias ridículas, sino que comprendan que en el confesionario se forja la santidad de los fieles, ¿no veríamos desaparecer buena parte de esas resistencias?
Por otra parte, ¿por qué no aprovechamos mejor la ocasión para predicar bien la verdad sobre la familia durante el sacramento del bautismo, el del matrimonio y el de la Eucaristía en momentos especiales -primeras comuniones-, cuando muchos alejados del Señor y de la Iglesia asoman por nuestras parroquias?
15. Además, la gran mayoría de las respuestas pone de relieve el creciente contraste entre los valores que propone la Iglesia sobre matrimonio y familia y la situación social y cultural diversificada en todo el planeta. Existe unanimidad en las respuestas también en relación a los motivos de fondo de las dificultades a la hora de acoger la enseñanza de la Iglesia: las nuevas tecnologías difusivas e invasivas; la influencia de los medios de comunicación de masas; la cultura hedonista; el relativismo; el materialismo; el individualismo; la creciente secularización; el hecho de que prevalgan concepciones que han llevado a una excesiva liberalización de las costumbres en sentido egoísta; la fragilidad de las relaciones interpersonales; una cultura que rechaza decisiones definitivas, condicionada por la precariedad, la provisionalidad, propia de una “sociedad líquida”, del “usar y tirar”, del “todo y en seguida”; valores sostenidos por la denominada “cultura del descarte” y de lo “provisional”, como recuerda frecuentemente el Papa Francisco.
No debería sorprendernos ahora que “el juicio consiste en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Jn 3,19). Al fin y al cabo, ¿qué le dijo Cristo a San Pablo sino que le enviaba “para que les abras los ojos, se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, y reciban la remisión de los pecados y la herencia entre los santificados por la fe en mí” (Hch 26,18)?
Por supuesto que estamos rodeados de un mundo que vive en tinieblas. Por supuesto que todo arrastra hacia el pecado, hacia la vida alejada de Dios. Ahora bien, ¿creemos o no creemos en el poder de la gracia divina para librarnos de la esclavitud del pecado? No caigamos en el error de pensar que ser cristiano hoy es especialmente más difícil que cuando nació el cristianismo en medio de un mundo pagano y entregado a Satanás. Necesitamos apóstoles de la gracia, siervos de Dios entregados a la apasionante tarea de ser instrumentos del Espíritu Santo, quien, como dijo Cristo, “argüirá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn 16,8).
No somos soldados de un ejército derrotado por un mundo entenebrecido por el pecado y el error, sino miembros la milicia de Aquél que es Luz del mundo, Verdad que nos hace libres, Señor que vence al pecado en la cruz, obteniendo para nosotros el perdón de Dios y el triunfo sobre nuestra naturaleza caída.
17. Muchas respuestas plantean el tema de la necesidad de encontrar nuevos modos para transmitir las enseñanzas de la Iglesia sobre matrimonio y familia. Mucho depende de la madurez de la Iglesia particular, de su tradición al respecto y de los recursos efectivos disponibles sobre el territorio. Sobre todo, se reconoce la necesidad de formar agentes pastorales capaces de mediar el mensaje cristiano de modo culturalmente adecuado.
Reconozco que cuando me encuentro lo de “nuevos modos para transmitir las enseñanzas de la Iglesia", me pongo a la defensiva, pero comprendo que si no somos capaces de hacer que el evangelizado entienda lo que le explicamos, difícilmente podrá aceptarlo. Hay que “abajarse” a su realidad para, partiendo de ella, ayudarle a subir a la realidad del lenguaje evangélico.
19. Por último, es una consideración común que la catequesis sobre matrimonio y familia hoy no se puede limitar solamente a la preparación de la pareja al matrimonio; es necesaria una dinámica de acompañamiento vinculado a la experiencia que, mediante testigos, muestre la belleza de lo que nos transmiten el Evangelio y los documentos del Magisterio de la Iglesia sobre la familia. Mucho antes de que se presenten para el matrimonio, los jóvenes necesitan que se les ayude a conocer lo que la Iglesia enseña y por qué lo enseña.
Preparar a los cónyuges para el matrimonio y luego dejarles abandonados a su suerte una vez casados, es como enseñar a conducir a un joven y ponerle en la parrilla de una carrera de Fórmula 1. Formación, ayuda, consejo espiritual, apoyo cuando llegan las crisis -que siempre llegan-, son elementos imprescindibles. La tarea de los sacerdotes es fundamental, pero también pueden colaborar, y mucho, aquellos matrimonios que tengan años de experiencia conviviendo juntos. Para ello las parroquias deben ser verdaderas comunidades de fe y de vivencia cristiana. Una parroquia que funciona como una familia es lugar seguro para las familias cristianas, sobre todo cuando llegan las dificultades.
19. Muchas respuestas ponen de relieve la función de los padres en la catequesis específica sobre la familia. Los padres tienen un rol insustituible en la formación cristiana de los hijos en relación al Evangelio de la familia. Esta tarea requiere una profunda comprensión de su vocación a la luz de la doctrina de la Iglesia. Su testimonio ya es una catequesis viviente, no sólo en la Iglesia, sino también en la sociedad.
Si los padres no están formados para vivir en la fe, difícilmente pueden ayudar a sus hijos a andar por el camino de la vida cristiana. Consigamos que los padres sean buenos cristianos y, en buena lógica, querrán para sus hijos lo mismo.
Hasta aquí llegamos por hoy. En futuros días, Dios mediante, más.
Luis Fernando Pérez Bustamante
32 comentarios
---
LF:
¿De qué habla usted, si se puede saber?
Así va a creer Rita. Seguid así.
---
LF:
La solución consiste en una sola palabra: gracia.
Para saber eso no hay que ser pastor, príncipe, bloguero científico, ni enterado. Basta con ser cristiano.
__________________
Eso será si la gente va a confesarse.
---
LF:
¿Cuándo es la última vez que has oído predicar acerca de la necesidad de confesarse? ¿y cuándo la última vez que has oído a un cura diciendo "aquí me tienen ustedes para sanar sus almas mediante este sacramento"?
_______________
La verdad es que quizá la diócesis de Getafe no es la tónica general, pero mis párrocos en los últimos años, y los curas de alrededores no hacen otra cosa. Cada domingo, mínimo. Y yo vivo en un entorno de localidades pequeñas, pero en la parroquia de mi hermana, Alcorcón, igual.
Creo que aquí, el progrerío, que sí domina aún en parroquias de Parla, Fuenlabrada, como vestigio de un pasado agotado, se acaba. Se acaba por cuestiones de edad: esos curas son septuagenarios. El clero nuevo -y no tan nuevo, que los curas cincuentones no son en absoluto progres, para nada- aquí es otra cosa. No es que se llenen las Iglesias, la verdad, pero se predica sin complejos.
---
LF:
Me alegro muchísimo de que así sea.
¿Son curas jóvenes esos párrocos?
Me parece que en este punto está la clave:
13. Un buen número de Conferencias Episcopales observa que, si se transmite en profundidad la enseñanza de la Iglesia con su genuina belleza, humana y cristiana, ésta es aceptada con entusiasmo por gran parte de los fieles. Cuando se logra mostrar una visión global del matrimonio y la familia según la fe cristiana, se percibe su verdad, bondad y belleza. La enseñanza es mayormente aceptada donde los fieles hacen un auténtico camino de fe, y no sienten sólo una curiosidad improvisada sobre lo que piensa la Iglesia acerca de la moral sexual.
Efectivamente en este punto es donde el Sínodo debe reflexionar y poner énfasis sin tantas vueltas. Por supuesto requiere de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos preparados en la sana doctrina, y el ejemplo, ya que como dijo Benedicto XVI "la Iglesia crece por atracción".
Saludos
---
LF:
Pues sí.
Confiemos en que sean fieles a la Tradición.
---
LF:
1- No veo que una descripción de la situación indique duda alguna. Es simplemente una descripción.
2- Si no confiamos en que un Sínodo extraordinario será fiel a la Tradición, mal asunto. Ahora bien, que no va ser un camino de rosas y que habrá quienes quieran enredad, eso seguro. Pero Dios puede más.
93. Acerca del acceso a los sacramentos, las reacciones de parte de los fieles divorciados vueltos a casar son diferentes. En Europa (aunque también en algunos países de América Latina y Asia), prevalece la tendencia a resolver la cuestión a través de un sacerdote que condescienda a la petición de acceso a los sacramentos. Al respecto, se señala (en particular en Europa y en América Latina) un modo distinto de responder de parte de los pastores. A veces, estos fieles se alejan de la Iglesia o pasan a otras confesiones cristianas. En varios países, no sólo europeos, esta solución individual para muchas personas no es suficiente, ya que aspiran a una readmisión pública en los sacramentos de parte de la Iglesia. El problema no es tanto que no puedan recibir la comunión, sino el hecho que la Iglesia públicamente no les admite al sacramento, de modo que estos fieles simplemente se niegan a ser considerados en situación irregular.
Me llama la atención esta definición del "problema"
"El problema no es tanto que no puedan recibir la comunión, sino el hecho que la Iglesia públicamente no les admite al sacramento, de modo que estos fieles simplemente se niegan a ser considerados en situación irregular."
---
LF:
Si no te importa, vamos por el punto 19.
La base de todo el documento está en esta frase, recogida, no de la tradición sino del Papa actual, y que aparece en el número 80:
«La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre […] la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas» (EG 47)
Cuando se entiende que la "vida a cuestas" como con "sus pecados a cuestas", sin arrepentirse, pues mal vamos.
La iglesia debe acoger a todos, pero, sólo, si hay arrepentimiento de la vida que se llevaba y se desea vivamente "regresar" o "entrar" a la casa del Padre.
Entonces, la Iglesia, madre amorosa, vuelve los ojos y abraza a todo "hijo pródigo" sin mirar su vida pasada y para "renacer" a la "vida de la gracia",
«Te lo aseguro, el que NO nazca de nuevo NO PUEDE ver el reino de Dios....» San Juan 3, 1-8 que no es la "vida que se llevaba a cuestas" si no una nueva "vida". Y si se vuelve a tropezar, pues para eso está el sacramento tan olvidado de la confesión, para "volver a renacer" hasta 7 veces 7.
¿Cuándo el arrepentimiento y la penitencia se entendieron en la tradicción como palabras que cierran y separan y no como las únicas que abren las puertas de la Misericordia divina y unen a las ovejas perdidas con el rebaño fiel?;¿Cuándo a la Iglesia se pudo entrar sin arrepentimiento y penitencia?.
Hoy, parece que es la Iglesia la que se arrepiente y hace penitencia de sus "pecados" para acoger, por falsa misericordia, cualquier situación mundana o pecaminosa (hablemos con propiedad), cualquier abominación (son palabras bíblicas, echénle la culpa al Espíritu Santo, no a mi)
Y no se crea que uno actúa como el hijo mayor que se siente mal, se "enoja" y no quiere "entrar" o participar de esa "fiesta" del Padre por el Hijo pródigo que regresó.
Probablemente me equivoque, pero siento que en vez de ir a por la oveja perdida, se trata de llevar al rebaño fiel hacia las ovejas perdidas. Siento que se nos lleva al lugar del hijo pródigo, en vez de que sea el hijo pródigo, el que se acuerde de volver a la casa del Padre arrepentido y sintiéndose no ser "digno"
Estos documentos y otros recientes, no me dicen nada nuevo, y no me lo dicen,no porque lo diga este papa o quien sea, sencillamente ¡¡porque es lo que encuentro en el mundo!!, porque no son palabras que me "sepan a Vida Eterna".Estos documentos no son "escándalo para el mundo" porque el mundo los ve bien ( Y si no veánse los titulares de los últimos días).
Y, ojo, la única luz es la de la gracia y esta se consigue con oración,fidelidad al dogma, arrepentimiento de los propios pecados, confesión y comunión frecuente.
Este documento me turba y me confunde y lo que pueda salir después me acongoja.Sólo se ofrece misericordia...apenas se habla de arrepentimiento y penitencia.
"Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros." Lucas 15, 17-19
Entonces se “volvió hacia sí”, es una expresión hebrea que significa “hacer penitencia”.
En la teología judeocristiana el equivalente al término arrepentimiento es traducido del Hebreo ", que significa literalmente “volver” o "volverse"
" me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y en la ceniza” Job 42:6
"arrepentíos y creed en el evangelio" Marcos 1,15
"Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros."Lucas 15,21
En los manuscritos originales del Nuevo Testamento, las palabras griegas traducidas como arrepentimiento son 'metanoia' (con su forma verbal 'metanoeo') y 'metamelomai'; de las cuáles metanoeo (arrepentirse) es usada predominantemente para referir un cambio moral radical en el modo de creer y en el modo de actuar. Metanoia aparece unas 22 veces, a menudo relaciodo con la salvación, mientras que metanoeo aparece unas 34 veces.
Cuando las personas divorciadas,separadas, los homosexuales,..etc que se sienten mal o tristes de no entrar en comunión no es un malestar o tristeza conforme a la voluntad de Dios, si no mundano "Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte" 2 Corintios 7,10
"No he venido a llamar justos, sino pecadores.... A ARREPENTIMIENTO"
Gloria in excelsis Deo.
---
LF:
¿En qué momento el Papa ha dicho, sugerido o indicado que no hay necesidad de arrepentirse de los pecados?
Porque por más que leo, no encuentro semejante idea. Y sí esto:
"El problema no es ser pecadores: el problema es no arrepentirse del pecado, no sentir vergüenza de lo que hemos hecho"
Y esto:
El Papa pide a los presos de Castrovillari que se arrepientan de sus pecados
Ante de empezar, creo que conviene recordar queeste texto es más una descripción de la realidad que un manual de soluciones. De eso se encargará el Sínodo, con la ayuda de Dios.
----------
"Un dato importante que emerge de las respuestas es que frente a situaciones bastante difíciles, muchas personas, sobre todo jóvenes,perciben el valor del vínculo estable y duradero, un verdadero deseo de matrimonio y familia, en el que realizar un amor fiel e indisoluble, que dé serenidad para el crecimiento humano y espiritual. El “deseo de familia” se revela como un verdadero signo de los tiempos, que hay que acoger como ocasión pastoral."
------------
En corto, los jóvenes QUIEREN el matrimonio. Les gusta, les atrae, les parece bueno.
Se suele creer que no es así, pero yo ya lo había notado en mi experiencia personal y me alegra que el documento me lo confirme. Es una nueva generación, una generación buena, con principios y valores. Es algo que hay que aprovechar o como mínimo, agradecer.
¿En qué momento el Papa ha dicho, sugerido o indicado que no hay necesidad de arrepentirse de los pecados?
El problema no es ser pecadores: el problema es no arrepentirse del pecado, no sentir vergüenza de lo que hemos hecho"
Te devuelvo la pregunta:
(Editado)
---
LF:
No, a mí no me tienes que devolver nada. Esto no es un tribunal destinado a juzgar al Santo Padre. Y el tema del post, además, no es ese.
También muchos comentaristas,son excelentes,si lees,te recuerdo Charo, y todos los Charos que sufrén toda clase de Injusticias.
Algunos impresionan muy su conocimiento, es cierto lo que dice la comentarista, que haciendo un Clic,tiene la comunidad excelente doctrina, y todo muy fundamentado.
Muchos Saludos
---
LF:
No ponga su email como nick o las máquinas de spam le localizarán y le freirán.
Se lo he editado.
profético al subrayar la unión inquebrantable entre el amor conyugal
y la transmisión de la vida"?
Incluso se predica liberalismo desde dentro de la Iglesia.
Ponerse a estudiar las consecuencias sin ir a las causas, carece de sentido.
A menos que lo que se pretenda sea una cohonestación de lo que no se puede ni debe cohonestar.
Lo cual sería de lamentar porque, como ya muchos lúcidos y valientes lo han advertido, podría tener consecuencias gravísimas para la Iglesia misma.
El anterior sí era muy joven y, aunque era muy dado a creatividades litúrgicas, hay que reconocer que enganchó a los chicos de postcomunión dándoles clases de guitarra a continuación de la catequesis(con lo que siguieron viniendo a catequesis y a misa) y, en cuanto a doctrina, te aseguro que estaba lejísimos del progrerío y que insistía en la confesión con mucha contundencia y, de cara a las primeras comuniones, no escatimaba advertencias sobre el atuendo, comportamiento y disposiciones de los invitados.
El anterior, bastante joven también, y conservador a más no poder. El anterior tendrá ahora 52 y ¡qué decirte, si es del Opus Dei!(no de la prelatura sino diocesano).
Los dos jóvenes son clero ya formado en Getafe; los de 50 y tantos, en Madrid. Los dos jóvenes fueron "chicos Wojtyla" de los últimos tiempos de papado, pero los más mayores, también fueron "chicos juampablistas. De ahí las vocaciones de unos y otros.
Lo que sí hay que decir es que aquí, en este entorno de novorriquismo (ahora venido a menos por la crisis), pero de pueblitos que han crecido en los años del ladrillo con población extremadamente paganizada, mis párrocos predicarán muy bien, pero cualquier día van a acabar predicando a las paredees. A lo mejor por eso cambiamos de cura con tanta frecuencia.
De todos modos, en las poblaciones grandes, como Alcorcón, las iglesias se llenan mucho más, hay jóvenes en cantidad llamativa y, al decir de mi hermana, medio en broma, pero exagerando muy poquito, "como tardes más de tres semanas en confesarte, ya está el cura echándote el lazo para arrastrarte al confesionario".
Me consta que a curas de otros sitios le llama la atención, para bien, el de Getafe.
---
LF:
Pues ahora entiendo por qué va tan bien el seminario allá. Ni que decir tiene que siendo yo getafense, me alegro un montón.
---
LF:
No. Todas las Conferencias Episcopales han respondido. Sin excepción. No tienen ventaja alguna los liberales, aunque sus posturas sí han quedado reflejadas en cuanto a la descripción de la realidad.
Lo llamativo es la intención de los medios en general al hablar del próximo sínodo. Dice El Plural:
"El Vaticano anuncia una “pastoral de misericordia” para los excluidos: divorciados, madres solteras y gais.
Usará como instrumento de trabajo las respuestas enviadas por episcopados y congregaciones de todo el mundo sobre estos casos"
Y hace poco en un vídeo, una tipa de IU decía que e "este papa muestra apertura hacia el aborto y los matrimonios igualitarios". ¿De dónde saca esa barbaridad? Da igual: se crea un ambiente en el que esas afirmaciones se digan con naturalidad y, una vez dichas muchas veces, pasan a ser verdad (o como si pasaran...)
---
LF:
Cuando pase el Sínodo y la doctrina permanezca exactamente igual -otra cosa sería poner a la Iglesia en situación de cisma abierto-, tengo curiosidad por ver cuál será la reacción de toda esa gente.
Yo, pocas veces ( sé que peco por omisión)intento aclarar "conceptos". Diferencio entre el pecador y el pecado. El pecado es lo que es, no lo que nosotros "opinemos". Y para liberar al pecador del yugo del pecado, habrá que decirle qué es pecado y por qué; qué se puede hacer, etcétera. Yo soy tildado de hipócrita, fariseo, que juzgo, poco tolerante o irrespetuoso. En fin, paciencia.
Yo intento, primero, dar ejemplo. Segundo, dar testimonio de mi experiencia a pesar de las burlas ("maricón, reprimido, moralista, llevas doble vida"). Y tercero, aclarar "conceptos" o aconsejar si alguien me lo pide.
Los autores de cabecera son, entre otros, Pagola o la Caram. Básicamente son catequesis de lo importante que son los valores: la solidaridad, el amor, etcétera. Eso si, huyendo de todo lo que tenga que ver con la sexualidad.
En cuanto a los hábitos de los jóvenes católicos, imagínese. Si ya la concupiscencia nos lleva a pecar contra el sexto mandamiento, aún conociendo que está mal e intentando no pecar, imagínese cuando se "reeinterpreta" al gusto de uno. Fornicación y anticonceptivos están a la orden del día entre católicos de misa los domingos y catequesis después.
Existe un clima de lujuria, taciturno, oculto: es un clima cultural. Música, cine, televisión. Costumbres y conversaciones.
Los catequistas han de creer realmente en el Sexto Mandamiento; si no lo hacen, no pueden hablar, ni mucho menos dar testimonio. La Iglesia no puede desertar, y por miedo a perder fieles, obispos, presbíteros y diáconos están poniéndose de perfil.
Por no hablar de los colegios católicos (yo estudie en los maristas...).
Perdone la extensión, don Luis Fernando. Muchas gracias.
----
LF:
¿Cuál es tu diócesis?
---
LF:
Ese cura debería buscarse otro catequistas. Y si no, llevar él toda la catequesis de jóvenes.
No puede ser catequista quien no acepta toda la doctrina de la Iglesia. Porque si se apartan en eso, ¿qué garantías hay de que no se aparten en cualquier otra doctrina?
Pero ya me imagino que serán catequesis a lo "Dios-guay, qué buenos somos todos".
El tema clave que el documento pasa por alto es la no percepcion, por parte de muchos catolicos, de la NECESIDAD de aceptar y practicar esas enseñanzas. O sea, de que aceptar y practicar esas enseñanzas no es algo opcional.
Y tu tambien LF lo pasas por alto cuanto dices:
"Y, sobre todo, ¿se explica a los fieles que una cosa es tener dificultad para comprender una enseñanza y otra negarla o rechazarla?"
Porque ¿cuál es el problema de rechazarla, si el católico en cuestion no percibe que aceptarla sea necesario, o sea si el católico en cuestion piensa que esa enseñanza no es parte del "núcleo" que es necesario aceptar y practicar?
Hablando en general, el estado de una enseñanza de la Iglesia puede ser uno de los siguientes tres:
A. Vigente, y su aceptación y práctica es siempre necesaria.
B. Vigente, pero su aceptación y práctica es ahora opcional. Fue necesaria en épocas pasadas.
C. No más vigente.
A mi juicio, el punto clave es que muchos catolicos entienden que el estado de las enseñanzas de la Iglesia sobre temas de sexualidad, matrimonio y familia que menciona el punto 13 es el B: fueron necesarias en epocas pasadas pero ahora son opcionales. Y lo mismo pasa con enseñanzas y normas sobre otras areas.
Por eso, la solucion que menciona el mismo punto 13 es parcial:
"si se transmite en profundidad la enseñanza de la Iglesia con su genuina belleza, humana y cristiana, ésta es aceptada con entusiasmo por gran parte de los fieles. Cuando se logra mostrar una visión global del matrimonio y la familia según la fe cristiana, se percibe su verdad, bondad y belleza."
Hay que transmitir no solamente la "genuina belleza, humana y cristiana," de la enseñanza de la Iglesia, sino tambien, y antes que eso, la NECESIDAD de su aceptacion y practica: hacer entender que esas enseñanzas forman parte del "núcleo" de la voluntad del Padre, sin hacer la cual no se puede estar en su Reino (Mt 7,21).
---
LF:
Debe ser la vigésimo cuarta vez que digo que este texto no ofrece soluciones. Que se limita a explicar la situación.
Hay un gran desconocimiento sobre algo tan esencial para la vida del cristiano como son Los Mandamientos de la Ley de Dios a nivel general, e incluso entre las personas mayores, que llegan a confundir la separación con el divorcio y con la nulidad, e incluso piensan que el que se separa o divorcia de su marido o mujer y se vuelve a casar por lo civil, no comete pecado mortal, e incluso se puede acercar a la Comunión.
El sexto Mandamiento para la mayoría de la sociedad ha dejado de existir.
A ello han contribuido muchísimo, además de la dejación en sus obligaciones de muchos formadores católicos, y el cambio de sociedad, todos los medios de comunicación, televisión en particular.
Hoy estoy particularmente triste y abatida. Me entristece mucho todo lo que veo que ocurre a mi alrededor. Todo es desalentador. Esta no es la sociedad en la que yo nací y crecí. Cómo se dice en una escena de la película "De Repente el Último Verano", la vida es un camino de escombros.
Esta profunda tristeza se me cuela, bastante más a menudo de lo que yo quisiera, por los muros de mi Cartuja Particular.
Pido a Dios que no me deje de Su Mano ni un sólo segundo. Él sabe cuanto lo necesito.
LF:
Una vez más, me sorprende con su esforzado equilibrio:
-Opinar defendiendo su clara percepción de lo que nos ocurre, sin concesiones fáciles,y bancando con su vida personal lo que predica (ej. la mencionada trapa)
-Por otro lado, disciplinando su clara disidencia, y a contrapelo de su opinión, verle cuidarse que esta disidencia no permita favorecer al ataque a un Papa.
Muestras también, en sus rotundas definiciones como:
"El nuevo orden mundial quiere imponer sus ideas y destruir a la familia católica. Hay que impedirlo
27/06/14 11:53 PM"
Abrazo en Cristo, Señor de la Historia
Será conveniente que te dejes aconsejar en muchas ocasiones por quien tú creas que te puede aconsejar bien, pero el mejor consejo es no depender del consejo de nadie concreto, porque las decisiones en última instancia las toma uno mismo según su conciencia y tiene que ser uno mismo el que se acostumbre a decidir, aconsejado por todas las personas que haga falta, pero sin depender de ninguna.
En definitiva, no dejarse manipular por nadie, aunque se pueda y deba pedir consejo prudente a quien se considere prudente mientras no se demuestre lo contrario.
Saludos en Cristo.
---
LF:
El sacerdote no es una máquina administradora de perdón sacramental, sino verdadero guía y pastor de almas.
Un de los consejos fundamentales de San Francisco de Sales en su Introducción a la Vida Devota es precisamente el de hacerse con un director espiritual, con un buen confesor.
Un buen director espiritual no te dice qué tienes que decidir, te aconseja pero no decide por ti, aunque se lo pidieras.
Dejar un comentario