En guerra por amor a la verdad y por la verdad en el amor
Ocurre con frecuencia, por no decir siempre, que cuando determinados blogueros católicos escribimos en defensa de la verdad que está presente de forma absoluta en nuestra fe, recibimos la acusación de no tener caridad, de ser integristas, fariseos, etc.
Es cierto que la verdad sin caridad se convierte en una pálida sombra de lo que Dios quiere para el hombre. Siendo ella la que, según Cristo, nos hace libres, corremos el riesgo de afearla, de convertirla en un instrumento de agresión más que de salvación. Como dice San Pablo “Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza, la caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad” (1ª Cor 13,13).
Cuando el Padre manda al Hijo a morir por nosotros en la Cruz, lo que brilla es el amor. No en vano, como recuerda San Juan, “Dios es caridad” (1 Jn 5,8;16) -vale igual decir “amor"-. Pero también dice la Escritura que “si alguno de vosotros se extravía de la verdad y otro logra reducirle, sepa que quien convierte a un pecador de su errado camino salvará su alma de la muerte y cubrirá la muchedumbre de sus pecados” (St 5,19-20). No sé ustedes, pero a mí se me ocurren pocas cosas que demuestren tanto amor por el prójimo como ayudarle a salvar su alma. Y sé que no hablo solo por mí sino por la inmensa mayoría de esos blogueros si digo que lo que buscamos con nuestros escritos no es el demostrar lo mucho o poco que sabemos, que al fin y al cabo lo sabemos por el don de la fe, sino para ser instrumentos en las manos de Dios de cara a la salvación de los hombres.
Además, no tenemos nada de qué presumir o de lo que gloriarnos. Hacemos lo que debemos. Como Cristo dijo: “Así también vosotros, cuando hiciereis estas cosas que os están mandadas, decid: Somos siervos inútiles; lo que teníamos que hacer, eso hicimos” (Luc 17,10). Y “evangelizar no es gloria para mí, sino necesidad. ¡Ay de mí si no evangelizara!” (1ª Cor 9,16).
Aun así, a veces es patente que nuestra “carnalidad” aparece en la labor que llevamos a cabo. Nos queda mucho para llegar a decir con San Pablo “y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gal 2,20). Además, no es igual saber la verdad y comunicarla que andar en ella. Cuántas veces ha sonado en mi conciencia el trueno de la voz de Dios que dice: “Tú, en suma, que enseñas a otros, ¿cómo no te enseñas a ti mismo?” (Rom 2,21). Es por ello que os ruego que recéis mucho para que el Señor nos conceda crecer en santidad y para que podamos dejar a un lado nuestras miserias cuando cumplimos el servicio de ser testigos de su evangelio y de la fe de su Iglesia. Necesitamos vuestras oraciones como el campo seco la lluvia. Especialmente, rezad para que la soberbia no se enseñoree de nuestras almas. Es quizás la principal tentación a la que nos enfrentamos.
Pero pecados, defectos y miserias humanas aparte, lo cierto es que hoy es quizás más necesario que nunca defender la verdad y combatir el error. No creo exagerar si digo que es una auténtica batalla por las alma de millones. Una guerra total, sin descanso. Y San Pablo la describe muy bien: “no es nuestra lucha contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal, que habitan en los espacios celestes” (Ef 6,12). No pasamos de ser simples soldados de infantería bajo al mando de Cristo, nuestro gran Rey, quien ya derrotó a Satanás y sus huestes en la cruz (Col 2,14), pero sin duda el Señor nos quiere en el campo de batalla.
Uno de los más formidables enemigos que tenemos que enfrentar es la falsa imagen de un Dios misericordioso al que le da igual el pecado del hombre. Ese falso Dios perdona dejando al pecador en sus pecados. Ese falso Dios parece incapaz de liberar a las almas de la esclavitud del error. Ese falso Dios salva a todos sin en realidad salvar a nadie, porque ya me dirán ustedes qué tipo de salvación es aquella que nos deja atados al viejo Adán y no nos conduce a la vida eterna en el nuevo Adán, que es Cristo.
Ese falso Dios es fruto de un desconocimiento absoluto del poder de la gracia. Se pisotea la gracia de Cristo, la cruz de Cristo, la sangre de Cristo, cuando se predica un falso evangelio que consiste en repetir “Ni yo te condeno tampoco” a la vez que se oculta “vete y no peques más” (Jn 8,11). Son muchos los que, a veces con sana intención, pretenden ser más buenos que Dios. Convertimos la buena nueva “Dios nos ha salvado” en la gran mentira “Dios nos ha salvado… pero ahí os quedáis en vuestros pecados, en vuestra incapacidad de ser fieles, etc".
Mas como nos recuerda el profeta Ezequiel en uno de los pasajes más maravillosos de la Escritura, el Señor nos pide: “Volveos y convertíos de vuestros pecados, y así no serán la causa de vuestra ruina… Arrojad de sobre vosotros todas las iniquidades que cometéis, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo… Que no quiero yo la muerte del que muere. Convertíos y vivid” (Ez 18-30-32).
Es lógico que el mundo, en el sentido bíblico del término, rechace a ese Dios (Jn 3,19) que ama tanto al hombre que envía a su Hijo en rescate a la vez que pide, y concede, la conversión. Pero lo que no podemos consentir, de ninguna de las maneras, es que dentro de la propia Iglesia campen a sus anchas los enemigos de la verdad y la auténtica caridad. Como advierte el apóstol: “Pues esos falsos apóstoles, obreros engañosos, se disfrazan de apóstoles de Cristo; y no es maravilla, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. No es, pues, mucho que sus ministros se disfracen de ministros de la justicia” (2ª Cor 11,13-15).
Huid como alma que lleva el diablo de los falsos maestros, o hermanos, que os hablan de un Dios que ama el pecador pero no detesta el pecado. Huid del abismo de la condenación que oculta el poder del Espíritu Santo para transformarnos a imagen de Cristo, de forma que dejemos atrás todo aquello que nos aleja de la comunión plena con el Padre. Creed en Dios, pero no como los demonios, de quienes la Escritura dice “Mas también los demonios creen y tiemblan” (Stg 2,19). Y, nuevamente, os ruego que recéis por aquellos que, en medio de nuestras imperfecciones y pecados, intentamos servir al Señor y su Iglesia, en comunión con nuestros pastores, en esta guerra por la salvación de muchos. Que Dios nos llene de su caridad para poder comunicar su verdad con amor, paciencia y sin amargura.
Luis Fernando Pérez Bustamante
38 comentarios
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LF:
Tú estás entre esos "determinados blogueros" del principio del post. Gracias por ello.
Colaboracionistas de satanás en la Iglesia, y enemigos del hombre, vinculados al neoliberalismo,ya en la tierra tienen patente de Santos.
El liberalismo es más peligroso que Boff,enemigos de la CRuz de Cristo, no lo confiesan en el Mundo, se acomodan al mismo, en toda crisis caen parados.El Padre de la Mentira está sobre ellos.Que Dios te Bendiga.
Que Dios, nuestro Señor, nos libre de la soberbia.
Gracias LF!
Usa muchas citas de la Biblia, traídas casi siempre a contrapelo, para argumentar sus teorías. Le pesa mucho su pasado protestante, y resulta muy evidente para los que le leen. Supongo que sin ignorar que sus pretendidos "enemigos" pueden usar otras tantas para rebatir lo que usted dice.
Por conversaciones que he tenido con diversas personas (mi presencia por aquí se debe al estudio de determinados fenómenos) no sólo no le está haciendo un favor a la Iglesia con sus diatribas, sino que está alejando a muchas con su "antiapostolado" y su difusión de la religión del miedo, en donde Dios parece un padre maltratador que apalea a sus hijos por la más mínima falta y los tiene atemorizados con visiones de castigos futuros si no se someten íntegramente a la voluntad de sus cuidadores. Comprenderá usted que eso no es cristianismo, y que la gente huya despavorida de semejantes muestras de culto que más que liberar a una persona la aniquilan.
Lo siento: flaco favor le está haciendo a la Iglesia. Es usted responsable del abandono de muchos fieles. Y parece que incluso está orgulloso de que sea así. Le sobra mucha gente, Luis Fernando. Y debería de buscar las causas de esa fobia social que tiene usted, y que nada tienen que ver con la fe, sino con algún conflicto interno que debe resolver.
Espero y deseo, por su felicidad y su vida, que sea capaz de encontrarlo. Estoy seguro que su forma de hablar, escribir y tratar a los demás cambiaría de forma muy positiva.
Cuídese.
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LF:
1- Sí, uso muchas citas de la Escritura, pero lo hago en conformidad con el Magisterio. El que diga lo contrario, que lo pruebe. Es decir, le reto a usted a que muestre cuándo he citado algo de la Palabra de Dios en contra de que lo Iglesia enseña. Y si no puede, habrá que concluir que lo que le ocurre es que le molesta que se use la Biblia en conformidad con lo que cree la Iglesia para argumentar.
2- A Dios gracias no tengo ninguna herida interna. Es evidente que en la vida he tenido momentos muy complicados, pero ¿quién no? Mi pasado protestante es eso. Pasado. Hay muchos otros blogueros católicos que hacen lo mismo que yo sin haber sido protestantes. Y yo hace 15 años que dejé de serlo. Fue una etapa importante de mi vida, pero nada más. Y hace mucho que la dejé atrás. Al que no le guste lo que hago, que se busque otra excusa para criticarme. Esa no cuela.
3- Es bastante probable que haya muchos a los que mi forma de decir las cosas, que no es diferente a la de otros blogueros católicos, les resulte contraproducente. Pero lo tienen facilísimo: que dejen de leerme. Que "huyan" todo lo lejos que puedan de este blog e incluso de este portal. El masoquismo no es sano, créame.
4- Soy todo lo feliz que puedo dadas las circunstancias de salud y familiares que me ha tocado y me toca vivir. Amo a Dios por encima de todas las cosas. Y a su Iglesia. Tengo una esposa a la que quiero más que a mí mismo y unos hijos que, poco a poco, van encaminando su vida. Y aunque a veces me cansa hacer lo que hago, tengo el enorme privilegio de trabajar en aquello que el Señor me dio como vocación. No sé qué más podría pedir.
Sencillamente, no te conoce y se dirige de ese modo a la idea que tiene de ti.
Cientos sino miles estamos contigo, LF y con Infocatólica porque se han presentado de forma auténtica, con humildad y valentía, con firmeza en la doctrina y sumo respeto por la conciencia y dignidad del ser humano.
Si te atacan en lo personal es que, simplemente, se han quedado sin argumentos.
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LF:
Cuanto más tiempo pasa, menos me afectan los ataques personales. Sé que van en el paquete. Como bien dices, recurren a ellos cuando se quedan sin argumentos.
¿Y cual es el dios que te has fabricado a tu imagen y semejanza, Rodrigo? ¿Un padre indiferente al que le da lo mismo lo que hagas? ¿Un títere que siempre te da la razón, sean cuales sean tus caprichos? ¿un don nadie que ni siquiera es capaz de hacerte mejor?
Nada de eso es Dios, Rodrigo. Eso son sólo proyecciones de un deseo de impunidad apenas disimulado. Pero para eso, hazte seguidor de Nietzsche o Ayn Rand. Querían lo mismo que tú, pero por lo menos eran valientes.
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LF:
No conocen al Dios de Hebreos 12,4-14.
A mí me parece más bien que las causas de los abandonos son otras, bastante anteriores incluso al nacimiento del director de infocatólica.
Le recomiendo, a usted y a todos los que como usted protestan siempre contra esta presunta "religión del miedo" que se complace en asustar y atemorizar con visiones de castigos futuros, que lean con más frecuencia el Evangelio. No le hablo del Antiguo Testamento, no, sino del Nuevo. Los Evangelios. Pero enteros, completos. No sólo los pasajes que a usted le complazcan. Se sorprenderá de la cantidad de veces que habla Cristo del infierno y del fuego de la gehenna. A lo mejor se llevan ustedes una sorpresa y descubren otra imagen de Cristo, desconocida hasta ahora para ustedes. Y lo mismo hasta abandonan y pierden la fe. Pero eso ya no será culpa ni de Cristo, ni del director de este portal.
Cuídese mucho usted también, amigo estudioso de fenómenos.
El señor Pérez Bustamante puede contar con nuestras oraciones para seguir adelante en su impagable labor evangelizadora.
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LF:
Muchas gracias por las oraciones.
Solución, tienes a solas que primero hincarte de rodillas y pedir al Señor que te ilumine, Si quieres un acortamiento pídele a nuestra Madre. Sé valiente, cuando nadie te vea. Observa la verdadera Misericordia de nuestro Dios. ¿tienes algo que perder? Sí claro el miedo.
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
No soy un experto, pero personalmente me resulta llamativo cuando se habla de seguir el Evangelio y en realidad se coge sólo una parte, por ejemplo sólo la parte de la misericordia, que está sin duda, ó la parte de la ayuda a los necesitados que también está, pero se olvidan las partes en las que Jesús manda cumplir la ley, los mandamientos, etc. La misma palabra mandamientos indica que es algo que se nos manda. Jesús trajo más misericordia, pero partiendo de que existe la ley.
Del mensaje de Jesús no se puede coger parcialmente lo que más nos guste a cada uno y desechar lo que no nos apetece. Se falsearía su mensaje si nos centráramos en el cumplimiento de la ley sin tener en cuenta la misericordia. Y también se falsea cuando se pretende que todo valga en nombre de la misericordia.
Sin normas no sería necesaria la misericordia, si todo vale no es necesario ser comprensivos con lo que se hace una práctica normal.
Y además estar en el error perjudica al hombre, y hacérselo ver puede ser una obra de misericordia, aunque para ello hay que entrar a veces a analizar las cosas de una forma más profunda y no quedarse sólo en aspectos superficiales ó emotivos (por ejemplo; es que son adultos y se quieren). Como el caso del llamado matrimonio homosexual, perjudica al concepto de familia porque lo devalúa al hacerlo similar a cualquier tipo de unión, etc. Que se promueva el uso del preservativo está induciendo a una sexualidad sin responsabilidad, así cuando falla el anticonceptivo (ésta es la principal causa de abortos) y viene un embarazo no deseado se recurre al aborto, porque antes se ha sembrado la idea de tener relaciones sin estar dispuestos a asumir la vida que venga (como ocurre en la familia tradicional). El resultado es una vida humana perdida, una mujer con secuelas posaborto y un entorno cómplice de todo ello... Peor cuando a los jóvenes se les induce a una sexualidad sin responsabilidad y luego pasan por este todo esto, no avisarlo sería irresponsable. Ya digo por no querer ver más allá de lo inmediato y encima querer dar lecciones.
En el caso de la mujer adúltera, Jesús dice que el que esté libre de pecado tire la primera piedra y luego le dice a la mujer que no peque más, pero porque se ha reconocido (públicamente diría) la existencia del pecado. Ahora se pretende que el pecado se enseñe como algo normal e incluso algo bueno (las relaciones homosexuales, el uso de preservativos por ejemplo)... y eso no creo que esté en las enseñanzas del Evangelio.
El hacerse una religión a la medida ya ha ocurrido, Enrique VIII creo un cisma porque se había encaprichado de la jóven Ana Bolena. También ya ha ocurrido la persecución de quienes lo denuncian, no ser flexible con la intenciones del rey le costo la cabeza a Tomás Moro (y es santo). Antes también le costo la cabeza a San Juan bautista decirle al rey Herodes que no podía estar liado con la mujer de su hermano.
Si queremos hacer una religión a nuestra medida sólo tenemos que saltarno las partes que a cada uno no nos gusten, pero creo que para ser fieles al Evangelio hay que cogerlo completo.
Comencé a buscar alguna frase para comentar, según mi estilo de comentar haciendo pie en alguna parte emblemática de un artículo, pero ¡es que son casi todas emblemáticas!.
Felicitaciones LF, y que Dios te bendiga y fortalezca.
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LF:
Pues nada, muchas gracias.
Siempre se han llamado así y así vienen en el Catecismo no por casualidad.
Hacer eso, objetivamente, son actos de amor.
La confusión viene de que este mundo confunde el amor con la ñoñería. Y en esa clave errada se lee todo el Evangelio. Por eso acaban silenciando o arrancando todas las durisimas invectivas de Cristo o los apóstoles... que haciendo eso no hacían otra cosa que AMAR correctamente.
Su comentario despacha caridad a raudales, caridad en cantidad.
Se ha hecho un flaco favor a sí mismo y al Dios que pretende presentar. Comprenderá que su apostolado no ha hecho sino acercar más a muchos a La Verdad de la que habla el artículo. Gracias Rodrigo, gracias a tu comentario creo menos en tu Dios.
Contaba el cineasta Amenabar que abandono la fe cristiana tras leer el episodio en que Jesus libero al poseso de Gerasa, ordenando a la legión de demonios que el pobre hombre tenia en su alma, irse hacia unos cerdos. Esos pobres cerditos se volvieron locos y acabaron despeñándose hacia el mar de Galilea.
No dude que la misma seriedad y profundidad de motivos puede tener uno para abandonar la fe católica tras leer a LF, que la de nuestro afamado Amenabar tras leer la crueldad de Jesus con esos inocentes puercos.
El amor verdadero no es sino acomodarse a la Voluntad de Dios para cada uno.
Tienes enormes dones para anunciar la sana doctrina, y para denunciar a los lobos con piel de cordero.
Dios nos pedirá cuentas por los talentos que no producen, que se ponen a dormitar con tal de no tener problemas.
En mi modesta opinión te has santificado muchísimo en esta tarea Luis Fernando, y has hecho inmenso bien a muchos.
Las imperfecciones no cuentan porque ya van descontadas en todo lo que hacemos.
Que Dios te bendiga a ti y al resto mucho en vuestra excelente tarea.
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LF:
Gracias.
A propósito, Luis Fernando, ¿Cómo puedo contactar a la RIES?
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LF:
En su blog. Les escribes un comentario pidiéndoles lo que sea y les dejas tu email para que te contacten.
En lo personal me encanta mucho leer las respuestas que Luis Fernando da: Claras, inteligentes y apegadas a lo que la Iglesia enseña. Me sirven mucho también para saber defender mi fe cuando soy cuestionado personalmente por otras personas.
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LF:
Pues si te sirve para eso, ya me doy por agradecido a Dios.
Hoy ha sido el que 'somos objeto de estudio'. Si hemos sido seleccionados para un estudio, sin nuestro consentimiento, no me afecta, pero SI tengo curiosidad de ¿qué se trata? y sobre todo de los resultados.
Sería honesto de parte del 'estudioso' nos diera comentarios de sus conclusiones, ya que termine de estudiarnos. La gran mayoría de los comentaristas coincidimos con el articulista y la Fe de la Iglesia.
¿Qué significa eso en tu estudio? ¿Qué deduces de ahí?
No seas malo y dinos algo cuando termines tu trabajo.
... La misericordia difiere de la justicia pero no está en contraste con ella...
El amor, por su naturaleza, excluye el odio y el deseo de mal, respecto a aquel que una vez ha hecho donación de sí mismo: nihil odisti eorum quae fecisti: «nada aborreces de lo que has hecho».
Estas palabras indican el fundamento profundo de la relación entre la justicia y la misericordia en Dios, en sus relaciones con el hombre y con el mundo...
Edulcorar a Cristo y su evangelio, omitir los textos que molestan, callarse o seguir la corriente al mundo es lo más parecido a ser agnóstico y convertir la iglesia en una ONG.
Hoy rezaré completas por ti, por esta labor que hacéis tan provechosa para mi y otros miles de cristianos que queremos seguir de cerca al Señor.
Paz y Bien.
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LF:
Gracias por las oraciones.
si en america hubieran ni siquiera 100 catolicos como usted, le aseguro que nuestro panorama fuera muy distinto, ah y me gusto la heraldica.
que cristo y maría le bendiga.
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LF:
En América hay muchos buenos apologetas católicos. Y algunos andan por este portal, :)
Dios te siga bendiciendo, Luis. Es una gracia estar en InfoCatólica y tener un Director y hermano como vos. Gracias por tu fidelidad.
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LF:
Gracias a ti por formar parte de la familia infocatólica.
Perdona que a partir de este momento, personalice opinión sobre tu tarea, es con toda humildad.
En tu caso, permiteme mi opinión, creo que haces una excelente tarea con los dones y gracias recibidos.
Tener espaldas para generar debates, animarse a ellos, no es tarea para cualquiera, creo que has tomado como misión cuidar las fronteras de nuestra querida Iglesia, sabes que tienes el talento para ello y lo usas.
Esta "eficiente" administración de las gracias recibidas, solo se puede hacer a partir de la profunda alegría del encuentro con Dios.
El talento para generar debates y conducirlos, nos enriquece a muchos de quienes te seguimos, algunas veces no tan convencidos de algunas miradas que propones, pero siempre ayuda, aclara.
Debo confesarte con un poco de verguenza,que algunas veces me divierto muchísimo cuando te enbroncas y aparece tu personal manera de hacer "corrección fraternal"
Estimado LF, tu misión estimo que la cumples cabalmente y con humildad me permito animarte a seguir adelante, es lo mejor que puedo decir de alguien.
Abrazo en Cristo, Señor de la Historia
Plenamente de acuerdo contigo. Evidentemente si no se cree en el poder de la gracia sobrenatural, y en el poder de Dios ante la debilidad de la creatura todo resultaría justificable. Pero el cristianismo nos propone ser perfectos porque Dios no nos niega su gracia.
La búsqueda de un mundo que pueda decirse no tiene necesidad del amor de Dios, que le basta y se sacía con el amor a sí mismos.
No es ya el te perdono, pero no peques más, sino que todo pecado esta perdonado, luego no hay pecadores.
El anhelo de una cruz vacía, con un cartelito de "cerrado por falta de pecadores".
estoy convencido de que tu camino de salvación pasa por cumplir la misión que te ha sido encomendada: luchar por la Verdad.
Como dice Fernando Casanova (ex-pastor pentecostal converso al catolicismo) es mejor que te hieran con la verdad a que te maten con la mentira.
La palabra verdadera, la Palabra de Dios, hiere y sana, por eso aparece varias veces como una espada:
"La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo" (Heb 4,12)
La misma lengua de Cristo es una espada: "de su boca sale una espada aguda de doble filo" (Apocalipsis 1, 16)
"se llama «Fiel» y «Veraz» (...)Viste un manto empapado de sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. (...) De su boca sale una espada afilada, para herir con ella a las naciones" (Apocalipsis 15, 11-19)
Decir la verdad suele doler, tanto al que la dice como al que la escucha, pero es verdadera caridad.
"Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y otro le convierte,20. sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados." (Santiago 5, 19-20).
Hoy es un buen día para pedir a San Atanasio, luchador incansable contra la herejía, que te proteja y te guíe.
Un abrazo en Cristo.
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LF:
Magnífico intercesor para esta causa, Manuel. Gracias por tus oraciones.
como católico malagueño podría pensar que este artículo magnífico te lo ha provocado el "desgaste" tan tremendo que ha generado el tema del pregón de las glorias, eso, o es mucha casualidad la sucesión temporal. Lo cual es otra muestra más de que Dios saca bienes absolutamente de todo.
Quiero decir que comparto contigo y con todos los católicos fieles el dolor y la preocupación por lo que está pasando en Málaga y en todas partes. Anoche se lo decía a mi parroco, la Iglesia me duele cada vez más de una forma que ya me da hasta "miedo", en paralelo a que ha ido creciendo mi vida de oración, buscando la unión con el Señor. Cada vez palpo con más evidencia que Cristo y su Iglesia son una misma "cosa".
Gracias por el trabajo tuyo en particular y de todos los que haceis infocatolica. Hace ya tiempo que lo sigo diariamente pero practicamente no me he atrevía a hacer comentarios, pero esto de Málaga me ha tocado tan cerca que ya no lo he podido evitar.
Por supuesto que cuentas con la gratitud y las oraciones.
Un abrazo en el Señor.
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LF:
Muchas gracias. En realidad lo de Málaga es solo una gota en el vaso. Pero fue la que lo derramó, :)
"Ese falso Dios parece incapaz de liberar a las almas de la esclavitud del error."
Hay dos posibles tipos de error relacionados con el tema de este articulo.
Uno es el error de pensar que el pecado en sí, cualquier pecado, no tiene relevancia para la salvacion. Personalmente no creo que este error sea frecuente, porque seria un "sola fide" al extremo. O sea, no creo que ni el catolico mas light piense que, si alguien tiene fe, se salva aunque sea un asesino serial, por decir algo extremo.
El otro tipo de error, que a mi juicio es el mas frecuente, es pensar que una conducta particular X, que en su momento Jesús y/o San Pablo consideraron como pecado, ya no lo es. Donde X puede ser el volver a casarse luego del divorcio, las relaciones homosexuales, etc. Y ni hablar de la anticoncepcion, que ni Jesus ni San Pablo mencionan y que para esta gente es directamente el equivalente moral del geocentrismo.
Con relacion a esto, volviendo a la afirmacion del artículo que cité, ¿puede Dios "liberar a las almas de la esclavitud del error"? Por supuesto que puede, porque es todopoderoso. Pero la experiencia muestra que voluntariamente limita el ejercicio de su poder teniendo en cuenta las limitaciones de la naturaleza humana, para no violentarla.
Ejemplo: le tomó siglos al Magisterio de la Iglesia entender que "la tortura ... es contraria al respeto de la persona y de la dignidad humana", como dice el Catecismo #2297. De hecho, el #2298 reconoce que "los pastores de la Iglesia ... incluso adoptaron en sus propios tribunales las prescripciones del derecho romano sobre la tortura".
Esta observacion no la hago para desalentar la difusion de la verdad. De hecho, cualquiera de esas conductas X que mencioné no es mala porque Dios la prohibe arbitrariamente, sino que Dios la prohibe porque es mala, porque es contraria a nuestra naturaleza (recordando que las tendencias erroneas derivadas del pecado original son una negacion de nuestra naturaleza, no una parte intrinseca de ella, o sea tienden a destruirla y no a afirmarla). Por lo que evitar esa conducta X es siempre un bien para la persona.
En fin, si te parece que este comentario no aporta al publico lector, borralo tranquilamente. No soy un comentarista magnifico, pero por lo menos soy consciente de que a veces soy pesado.
(Imagino tu respuesta: "¿A veces?")
Pese a todo y todos, siempre encontrará respuestas adecuadas.
Aunque algunos no nos conocemos todavía, e incluso a algunos nuestras miserias nos alejan, una cosa está clara: donde dos o más se reúnen en Su Nombre, Cristo está en medio de ellos (Cf Mt 18,20); hasta el fin del mundo (28,20). También, los que sencillamente queremos seguir a Cristo, encontraremos no amigos, sino hermanos, a lo largo del camino.
Que Dios le bendiga...y a esos determinados blogueros.
Si la memoria no me falla, te estoy leyendo desde el 2002, y Dios me sirve de testigo que desde entonces me alegra el corazón la obra que haces.
Comulgo con este escrito perfectamente, me encanta su humildad/caridad al valorar la situación propia, pero me llama la atención esta parte: “Uno de los más formidables enemigos que tenemos que enfrentar es la falsa imagen de un Dios misericordioso al que le da igual el pecado del hombre.”. Me pregunto ¿qué lo hace formidable? ¿lo extendida de esta imagen? ¿el número de personas que la promueven? ¿el número de los que adolecen de ella? O ¿es formidable así como lo es Satanás quien es uno solo?
Parece contra-intuitivo, pero entiendo que esa imagen de Dios la promueven los mismos que le han dicho a la gente que les basta con poner un poco de empeño personal para salvarse. O sea, no conozco a ningún católico (ni protestante tampoco) que le diga a la gente que siga pecando o que pueden quedarse en su pecado. Los que sí conozco en multitudes son los que no creen que necesiten un influjo especial y actual de la gracia para salvarse, sino que es su propio esfuerzo el que produce poder para alcanzar el cielo. Me parece que esos mismos han terminado diciéndole a la gente que les basta con empeñarse y que al final, un Dios justiciero, no ya soberano, terminará dándoles lo que se han ganado. Para esta gente la “Santidad” no es tema común en su predicación. El listón está muy bajo. Para esta gente el objetivo es acabar con los pecados famosos: adulterio, fornicación, anticoncepción, aborto, droga, tráfico, corrupción, criminalidad y sus familiares. Son unos heraldos persiguiendo esos. Curiosamente los pecados del espíritu le preocupan poco.
No me sorprende que quienes conozco que tomaron la bandera de la misericordia y la no-condenación siempre promueven la santidad. Esta gente anda detrás de otros pecados, los que Dios (y sus cohorte de santos) ha dicho que mueven su alma a aborrecimiento. Y entiendo que por eso se les acusa constantemente de hacerse ciegos con los pecados famosos, y no falta el que con malicia les acusa de promoverlos.
Entiendo que se encuentra de todo, pero otra tentación grave es sacar de proporción el énfasis de los hermanos de otras líneas o hacer monigotes grotescos de sus posturas sencillamente porque no se comparten.
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LF:
Me sonaba MUCHO tu nick pero no me acordaba de dónde. Ahora ya lo he visto: de Iglesia.net, je je.
Mañana vamos a dar una noticia sobre una magnífica conferencia del cardenal De Paolis que menciona en parte lo que comentas.
Un gran defensor de la Verdad fue santo Domingo de Guzman,este pasaba las noches en oración y con lágrimas y compasión repetía en voz alta "¿Qué será de los pobres pecadores?" y unida a esta otra tanto o más importante "que yo no sea motivo de condenación" En nuestra defensa de la verdad¿Nos mueve,nos conmueve como a Jesucristo,como a santo Domingo...la suerte del pecador? Ojalá que así sea.
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