En Alemania apenas quedan católicos
Si lo que publica Dier Spiegel es cierto, y no parece improbable que lo sea, solo cabe sacar una conclusión en relación a la situación del catolicismo en Alemania. A saber, que apenas existe. Es una especie en extinción. Hablamos de una nación en la que más o menos la mitad de sus ciudadanos han sido bautizados en la fe católica. La otra mitad son luteranos. Aunque dada la inmigración turca, cada vez son más los nacidos en el país que profesan la religión musulmana.
A nadie extraña que estén así las cosa. El cardenal Lehman ha reconocido que los obispos alemanes se imaginaban que ese sería el resultado de las respuestas al cuestionario con motivo del próximo sínodo. Y eso a pesar de que los prelados evitaron que los fieles respondieran a algunas preguntas. Concretamente a las relacionadas con el aborto y el “matrimonio homosexual". Pero, seamos sinceros, si casi el 70% de los encuestados dicen no tener en cuenta los dogmas de la Iglesia, podemos deducir lo que opinan sobre esos temas.
Llama la atención que la mayoría de los que se pasan las enseñanzas de la Iglesia por el forro, decidan acudir a Misa y comulgar. Si lo que se encontraran en los púlpitos fuera la predicación de la fe y moral católica, seguramente desistirían de hacerlo. Ni irían a Misa ni, desde luego, osarían profanar la Eucaristía. Y ese es el gran drama de la Iglesia en Alemania: un número ingente de fieles llevan seguramente décadas sin ser educados y formados en la fe católica. Mucho me temo que si la encuesta se realizara solo entre los sacerdotes germanos, los resultados no serían muy diferentes.
Puede que haya quien crea que el rechazo del magisterio alcanza solo a la moral sexual. Pero quien no cree en lo que la Iglesia enseña sobre el matrimonio y los sacramentos, ¿por qué va a creer en el resto de dogmas? Un católico que decide lo que cree y deja de creer ha abandonado el catolicismo para convertirse en protestante. El protestantismo acepta el libre examen. Dado que el luteranismo en Alemania es mayoritariamente liberal, cabe pensar que esos católicos heterodoxos son tan liberales como sus camaradas de herejía luteranos. Que les pregunten si creen en la virginidad de María, en la historicidad de los milagros, etc. Verán como los resultados son similares.
Este, y no otro, es el resultado de décadas de pastoral funesta. Cinco siglos después, la reforma protestante ha triunfado casi por completo en el país donde nació. Lástima que sea en su versión “liberal". Lutero murió seguramente más “católico” que gran parte de los que han respondido al cuestionario de marras. Algunos ilusos dirá que esos datos han de ser interpretados como la respuesta del “sensus fidei". Es más, se alegran de que las cosas estén así porque es lo que necesitan en su cruzada secularizante. Pero es que allá apenas quedan “fidei". La Iglesia en Alemania vive una gran farsa por la cual se pretende que se acepten como católicos a quienes viven como si no lo fueran. Sabemos que el sacramento del bautismo imprime carácter, pero también lo “imprimió” en Lutero.
Ante un drama espiritual de estas dimensiones caben tres actitudes:
1- Seguir como si nada ocurriera. Salvo alguna declaración ocasional, no se recuerda en los últimos años de ninguna acción conjunta del episcopado alemán encaminada a que sus fieles sean de verdad católicos y no luteranos disfrazados de “catolicismo” modernista.
2- Intentar forzar al resto de la Iglesia a que acepte la realidad y cambie la doctrina, de manera que, por ejemplo, se acepte que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar. Quizás se conformen con que esa sea una “norma” a aplicar solo en los países donde el catolicismo esté en esa situación. Es decir, dirán algo así como “que en Alemania o Suiza se acepte eso no significa que en España o Chile se haga lo mismo". Tendríamos entonces un catolicismo a la carta, que dependería de lo que cada episcopado nacional quisiera. Estaríamos ante una situación de cisma abierto, pero ¿acaso no lo estamos ya?
3- Predicar la fe católica. No se trata de empezar de cero, porque hay un porcentaje pequeño de católicos alemanes que realmente profesan la fe de la Iglesia. Pero al mismo tiempo, cabe indicar que no es lo mismo predicar a quien nunca ha oído hablar de la fe que a quienes se han apartado de ella y piensan que siguen siendo lo que no son. Es más, si de repente los obispos alemanes decidieran que solo puede ejercer como sacerdote quien no se aparte mi medio milímetro de la fe católica y además no tenga miedo de predicar la misma abiertamente, seguramente no habría curas suficientes para atender a un número importante de parroquias. Habría, por tanto, que reestructurar por completo las diócesis, de manera que no quedara ni rastro de herejía en los púlpitos y confesionarios. Pero para hacer eso es necesario un valor y una determinación que no parece abundar.
Los últimos papas han hablado en repetidas ocasiones del avance de la apostasía en Europa. Pero a la apostasía no se la combate desde el error ni desde una complacencia cómplice. El papa Francisco ha pedido salir a las periferias para predicar el evangelio. Y ciertamente debemos llevar la buena nueva a todas partes. Pero hay naciones enteras, por no decir continentes, donde lo primero que hay que hacer es evangelizar a los que creyendo ser cristianos católicos, no lo son. Si no evangelizamos a los bautizados que acuden a Misa, ¿cómo vamos a hacerlo con los demás? Hay países en el que ni siquiera cabe aplicar al catolicismo la fábula del “Rey desnudo”. No es que el rey esté sin ropa. Es que está muerto. Y además, hiede como Lázaro tras cuatro días en la tumba. Hoy, como entonces, es necesario que se oiga la voz del Señor diciendo: “Lázaro, sal fuera". Esa voz no es otra cosa que la fe de la Iglesia.
Luis Fernando Pérez Bustamante
24 comentarios
nada puede sorprender sobre el resultado de la encuesta, los "católicos" alemanes viven en una profunda ignorancia en materia de la doctrina de la Iglesia y gran parte del clero y del Episcopado alemanán vive en abierta confrontación con Roma, aqui se hace lo que les viene en gana y cuando uno dice algo ni caso, yo lo he experimentado en carne propia. Aquellos que quieren vivir fieles a la ensenanza de la Iglesia no lo tienen nada fácil pues inmediatamente se les tilda de fundamentalistas, retrogrados etc. El estado de la Iglesia aqui es para llorar ... pero la confianza en las palabras de Jesús alienta a los pocos católicos a seguir dando testimonio de su fe.
Libertad Seidel
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LF:
La ignorancia invencible es un eximente completo. No creo que sean tan ignorantes. A estas alturas todo el mundo sabe lo que enseña el magisterio de la Iglesia. Y quien no lo sabe es porque no quiere.
Es fundamental que los fieles auténticos den testimonio.
Me temo que no mucho mejor.
Me duele Alemania, me duele España, me duele Europa.
La cuna convertida en tumba.
El Señor marca los tiempos y se acerca la hora del ayuno y la penitencia, o no quedará nada por lo que llorar. De nosotros depende.
Un saludo en la Fe.
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LF:
No, de mi artículo no se deriva que todo sea dogma. Pero la encuesta habla de DOGMAS.
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LF:
No, mucho mejor no. Quizás algo. Solo quizás.
La Iglesia ya tiene esas herramientas. Pero hasta esas herramientas necesitan un pequeño meneo en algunos asuntos -litúrgicos, por ejemplo-.
Creo que lo de Alemania puede decirse también de gran parte de las iglesias de Europa y en menor grado quizás, de las de América. HA habido (¡y hay!) profusión de bautismos y matrimonios inválidos, o casi, hechos sin la debida responsabilidad y la necesaria inquisición y seguimiento. Pero luego todos tan panchos con las estadísticas del Anuario.
Este vaciamiento en la feligresía tiene su correlato entre los religiosos, cuyas órdenes y congregaciones están desapareciendo a ojos vista.
Cuanto antes muera y sea enterrada esa lamentable "iglesia de la hipocresía", esa que creyó que podía seguir coqueteando con un mundo que había renegado de Cristo, tantísimo mejor. Aunque tengan que entregarse catedrales para ser usadas como museos. (De hecho en Italia hace unos años el gobierno ofreció a la Iglesia la devolución de los templos confiscados, que son todos menos las 4 basílicas vaticanas, y la Iglesia desistió porque no podría mantenerlos).
La Iglesia de Cristo está construida con "piedras vivas". Los mármoles en cambio, y también las almas de quienes perdieron o jamás tuvieron la fe verdadera, son piedras muertas.
Hagamos coincidir de una buena vez las estadísticas terrenas con las celestiales.
¿Que no? Vean: los responsables editoriales del portal ultraprogre "Atrio" publican un artículo de la conocida activista progay y ella misma lesbiana activa Beatriz Gimeno, en el que piden "la cabeza" de monseñor Fernando Sebastián, cardenal recientemente electo por el papa Francisco. Lo más bonito que se le dice al ilustre obispo y teólogo es "homófobo", pero en realidad todo hace suponer que se está orquestando una iniciativa para pedir que los tribunales de Justicia condenen tal "atrevimiento" del octogenario cardenal español.
Y los promotores de "Atrio" parecen tan contentos con dar difusión a escritos de personas tan anticristianas como Beatriz Gimeno.
Es decir, "tiempo al tiempo".
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LF:
Atrio no representa al católico español medio.
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LF:
¿Según yo? ¿y por qué no dices según el cardenal Lehman? ¿tú has visto a ese cardenal diciendo al "Spiegel" que se meta en sus cosas?
Los medios de comunicación están para informar. Este también, aunque a ti, por los comentarios que sueles poner, te repatee.
Dado que el protestantismo acepta el libre examen, se puede ser perfectamente protestante liberal y creer cualquier cosa. Así que en Alemania sí quedan muchos protestantes liberales. Católicos, muy pocos. De hecho, hay más protestantes liberales entre los católicos bautizados que católicos fieles al magisterio de la Iglesia.
Como para andar diciendo a otros que arreglen sus problemas. ¿Y nosotros qué hacemos? ¿mirar a la luna?
Lo mismo está ocurriendo en Catalunya, se ha descristianizado gracias a la secularización, el nacionalismo absoleto de los clérigos, de impartir a los niños unas catequesis, sin fondo espiritual, solamente informativo. Coloquialmente hablando: descafeinado. Un clero revelde al Magisterio, entregado a ideologías nacionalistas, e incluso alguno hasta paganas. Esos son los que contribuyen a los resultados que nos muestran.
Y todo esto se convierte en siembra fecunda intergeneracional de la apostasía lenta, silenciosa y tranquila.
Esta tendencia sólo la cambiará la caridad. La verdadera caridad, y no ese sucedáneo engañoso del buenismo. Por lo tanto, la santidad.
Y tenemos tan pocas ganas de ser santos...
Quizás, la más importante es que Der Spiegel no es precisamente un medio imparcial. Lo comparan con Time y Newsweek que son todo, menos imparciales.
Segundo, que se trató de una encuesta en línea respondida por jóvenes a través de la computadora. Quien quiera haga el experimento, párese en el atrio de su parroquia y pregunte cuántos han respondido una encuesta en línea recientemente. Basta con que le pregunte a diez para darse cuenta cuál es la realidad.
Tercero, se trató de una "versión simplificada" (sabe Dios qué es eso) de la encuesta enviada A LOS OBISPOS. En el mejor de los casos, está mal dirigida; en el peor, está sesgada.
Sólo con esos antecedentes, la única conclusión válida sería que el semanario Der Spegiel presenta tendenciosamente los datos de una dudosa encuesta en línea realizada entre jóvenes atados a un ordenador (no necesariamente católicos).
Si a eso sumamos la posibilidad altamente probable que los "diez mil jóvenes alemanes" sean realmente "ciento cincuenta chinos" a los que les pagan medio centavo de dólar por llenar encuestas con un resultado preestablecido yo me tomaría los datos con una pizca de sal, al menos.
De todos modos esa información del Der Spiegel, toda llena de "peros", se parece tanto a la realidad...
Lamento decir que en Argentina, la realidad es muy similar a la que describe Der Spiegel.
Multitud de católicos sólo se "sujetan" al libre examen y desprecian el Magisterio de la Iglesia.
Y este desprecio viene principalmente de ámbitos de "católicos" maduros... que han llegado a su "mayoría de edad" -como les gusta describirse-, y saben discernir.
Por tanto cualquiera que defienda la Doctrina de siempre es mal mirado y en general se deja de lado, no sólo por los laicos, sino sobre todo por los sacerdotes.
Pero en mi país decimos: "la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer".
Eso sucede porque el Episcopado Argentino destruyó los buenos seminarios... y ha nombrado rectores de las Pontificias Universidades justamente a personas como las que describe este diario: que no tienen en cuenta los dogmas de la Iglesia, y que enseñan un "magisterio" propio, paralelo al de la Iglesia... muy contaminado con la "Teología de Género". Y así nos van engañando.
Si se aplica su proposición 3ª, iniciará un movimiento masivo de cisma (desobediencia al Papa) y apostasía-herejía (abandono total o parcial de la fe católica), como el que "casi" protagonizó Helmut Schüller con su movimiento a la desobediencia Pfarrer-Initiative en 2011:
infocatolica.com/?t=noticia&cod=17895
Su principio inaplicable:
"3- Predicar la fe católica. No se trata de empezar de cero, porque hay un porcentaje pequeño de católicos alemanes que realmente profesan la fe de la Iglesia. Pero al mismo tiempo, cabe indicar que no es lo mismo predicar a quien nunca ha oído hablar de la fe que a quienes se han apartado de ella y piensan que siguen siendo lo que no son. Es más, si de repente los obispos alemanes decidieran que solo puede ejercer como sacerdote quien no se aparte mi medio milímetro de la fe católica y además no tenga miedo de predicar la misma abiertamente, seguramente no habría curas suficientes para atender a un número importante de parroquias. Habría, por tanto, que reestructurar por completo las diócesis, de manera que no quedara ni rastro de herejía en los púlpitos y confesionarios. Pero para hacer eso es necesario un valor y una determinación que no parece abundar."
Lo que a la práctica se impone es su tesis 1ª, porque nadie quiere pasar a la historia humana como el que inició la ruptura explícita y mundial del catolicismo:
"1- Seguir como si nada ocurriera. Salvo alguna declaración ocasional, no se recuerda en los últimos años de ninguna acción conjunta del episcopado alemán encaminada a que sus fieles sean de verdad católicos y no luteranos disfrazados de “catolicismo” modernista."
Pero lo que se dará en realidad será su principio 2º, pues algunas supuestas revelaciones proféticas postbíblicas preconizan un posible cisma que se dará, parece ser, de forma inevitable, y da la sensación que muy pronto:
"2- Intentar forzar al resto de la Iglesia a que acepte la realidad y cambie la doctrina, de manera que, por ejemplo, se acepte que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar. Quizás se conformen con que esa sea una “norma” a aplicar solo en los países donde el catolicismo esté en esa situación. Es decir, dirán algo así como “que en Alemania o Suiza se acepte eso no significa que en España o Chile se haga lo mismo". Tendríamos entonces un catolicismo a la carta, que dependería de lo que cada episcopado nacional quisiera. Estaríamos ante una situación de cisma abierto, pero ¿acaso no lo estamos ya?"
Aún recuerdo la "fase previa" al Concilio Provincial Tarraconense en la que, con tal de opinar y forzar los debates, salieron "católicos" hasta de debajo de las piedras (no pisaban la iglesia desde el día de su Primera Comunión, salvo en algún que otro entierro o funeral), gentes que incluso me parecían exteriormente no sólo agnósticas sino hasta ateas (y no me equivoqué, sólo aparecieron en aquella coyuntura llamados por los propios sacerdotes coordinadores). Evidentemente, no se trató tema espinoso alguno y todo discurrió en un ambiente muy políticamente correcto, o sea, que ni fu ni fa que es lo que se pretendía desde la propia clerecía (y a vivir que son dos días...).
Debemos preguntarnos quién es católico: si son "todos los bautizados", la encuesta es correcta (sólo basta ver quién gana las elecciones en Alemania); si son "los sinceramente católicos", la respuesta es errónea.
No seamos tan derrotistas, el catolicismo es cosa de bautizados, pero no totalmente, es cosa de sinceros creyentes que siguen las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo y es a éstos a quienes hay que sondear.
Lo extraño es que muchos parecen alegrarse por ello: parecen creer que ahora estamos más cerca de que "todos seamos uno". Todos apóstatas en una congregación herética.
O dicho de otra manera: el mejor gancho para la evangelización es el testimonio de tu vida, mucho más que la predicación, las diapositivas, los murales, las guitarras...que es la fiesta para la que muchos se preparan.
Ese testimonio de vida, de coherencia, lo tiene que dar cada cristiano a nivel personal y la Iglesia a nivel colectivo. A nivel personal sabemos como hacerlo. Está claro que a nivel colectivo, ni idea tienen los responsables de la Iglesia de dar ese testimonio. No es sólo en Alemania como se ha dicho, en todo el mundo la unidad y la comunión de la Iglesia es deficiente. No hay correa de transmisión entre Roma y los obispos ni entre los obispos y sus sacerdotes. Ni que hablar tenemos de las congregaciones religiosas y sus colegios...
La esposa del Señor es un cuerpo enfermo y desorganizado, la cabeza no rige sobre los miembros y cada uno va a su aire e incluso contra los otros.
Si la reforma de la Curia mejora ésto, bienvenida sea.
Acá no se trata de matar al mensajero, porque lo que dice sabemos de sobra que es cierto. Hemos caído en una hipocresía de décadas para mantener la ficción del cuento del rey desnudo. HA sido un complejo corporativista que a la postre resultó suicida. Y que llegó a encubrir monstruosidades como las de Maciel y los pederastas. O que promovió las aberraciones doctrinales progres que nos quisieron vender el cuento del "cristiano anónimo": puedes ser cristiano y a la vez mundano y salvarte, casi sin proponértelo.
Hay que remover esos vicios y propiciar un sinceramiento de lo que significa "ser católico".
Y aunque al final resultemos ser pocos, tendremos la satisfacción de poder sabernos cabalmente "hermanos".
LF, leo Infocatólica para informante con rigor, lo que los grandes medios generalistas no van a hacer ¿Es que tengo que tomarme en serio lo que diga una autodenominada BDJK, "Federación de Juventudes Católicas Alemanas", una organización seudocatólica que se inventa un estudio para justificar su heterodoxia
“Pero hay naciones enteras, por no decir continentes, donde lo primero que hay que hacer es evangelizar a los que creyendo ser cristianos católicos, no lo son.”
El Cristianismo se inicia con Jesucristo y el Catolicismo empieza en el año 313. Desde mi punto de vista ganamos poder, el del Imperio Romano, pero perdimos VIRTUD. En el año 1870 se perdieron los estados pontificios y desde el año 1869 comenzó el CVI y en el año 1870 el Dogma de la Infalibilidad. Desde mi punto de vista empezamos a recuperar gran parte de la Virtud perdida. En el 1962 el CVII, con BJXXIII, que termina en el año 1965 con PVI, en NOSTRA AETATE podemos leer sobre las diversas religiones no cristianas:
“La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres”
Creo que lo que importa a la inmensa mayoría de los jóvenes (y no tan jóvenes) es la VERDAD. Hoy vivimos en la Era de la Información. El nacimiento de Internet (al gran público) es de hace unos 20 años y es necesario partir de la base de lo que nos UNE a todas las religiones verdaderas que tiene como eje principal: la paz, el amor, la fraternidad.
Es una paradoja que podamos ver, que a veces, personas que no tiene la "etiqueta de cristianos" (en una de las 500 confesiones de cierta envergadura que se pueden contar desde Jesús hasta hoy, si bien la Católica es sin lugar a dudas la más sobresaliente) puedan tener un comportamiento más "cristiano" en su día a día, que por ejemplo un católico o protestante bien considerado por una práctica del culto intachable.
Quizás la clave de todo esté en un CVIII que especifique que hay en concreto de santo y verdadero de otras religiones, incluso si es necesario desde el Dogma de la Infalibilidad. A partir de este... “CVIII”, en el mundo global en el que vivimos existirá una referencia clara de los católicos y de lo santo y verdadero sin la “etiqueta” de católico.
Al final, lo que cuenta es el camino recorrido hacia la santidad y éste camino se recorre porque en nuestro interior existe la semilla de Dios: nuestra alma creada a imagen y semejanza Suya. No importa el lugar de nacimiento, ni el seno de la familia con la religión que hayamos nacido, lo que trasciende es el anhelo de retornar a Dios y quizás el Catolicismo sea uno de los mejores (o el mejor) de los caminos (a pesar de todos sus grandes y graves errores históricos).
Lo mejor que podemos hacer los seres humanos es recorrer a buen ritmo el Camino porque cuanto más Camino hayamos recorrido más alentaremos a los demás a recorrer y más despertaremos el Amor en sus corazones.
Ánimo y un abrazo.
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