Primera medida para paliar el daño realizado por el P. lgnacio Peries
La archidiócesis de Rosario (Argentina) ha hecho público un comunicado en el que desautoriza al P. Ignacio Peries por el programa de televisión en el que llevó, y elogió, a varias parejas homosexuales, con hijos incluidos. Aunque el programa se emitió el 25 de diciembre, el asunto no llegó a los medios de comunicación digitales católicos hasta esta semana. Como dice el refrán, “nunca es tarde si la dicha es buena”.
El comunicado tiene la virtud de citar la encíclica Lumen Fidei y la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, documentos magisteriales del papa Francisco. Así se disipa la idea que algunos están planteando de que la acción de ese sacerdote puede encontrar acomodo en este papado.
El texto afirma que el programa ha causado desorientación en los fieles. Que las respuestas del sacerdote se alejan de las enseñanzas de la Iglesia e incluso del derecho natural. A eso se une que nadie en el programa expuso lo que la fe católica indica en esos casos.
Finalmente, se dice que no se ha logrado que el P. Ignacio Peries se explique porque estará fuera del país hasta el próximo 15 de febrero. Pues bien, creo que cabe esperar que a su regreso el sacerdote pida disculpas, se retracte de su error y use ese mismo programa para explicar la doctrina católica sobre la homosexualidad, las uniones homosexuales y la adopción de niños por parte de ese tipo de parejas. Es la única manera de reparar, siquiera en parte, el daño causado.
Mientras tal cosa ocurre, agradezcamos al arzobispo de Rosario que haya ordenado la publicación de esa nota. Era necesario. Era imprescindible. Esperemos que el Señor nos permita acabar esta triste historia diciendo “bien está lo que bien acaba".
Luis Fernando Pérez Bustamante
6 comentarios
editado
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LF:
Alguna palabra de lo editado entraba en spam y no se podía publicar si no se retiraba. De todas formas, con lo que sale ya se ve cuál es su opinión.
Por otra parte, considero muy oportuno que se invoque la autoridad del Papa Francisco para respaldar tal comunicado. Con ello se responde de antemano ante una eventual explicación del Padre Ignacio, quien podría perfectamente basarse en algunas expresiones poco claras del Pontífice para justificar lo realizado en su programa.
Por último, una cosa es decir que el Papa positivamente ampara y promueve semejantes aberraciones, y otra bien distinta es sostener que la ambigüedad de algunas de sus expresiones, pueden suscitar el surgimiento de programas como los del Padre Ignacio. Un ejemplo muy claro de ello, es eso de hacer lío en los jóvenes, cosa que ha llevado a muchos grupitos juveniles de Iglesia al desorden, creyendo que el Pontífice les ha invitado a rebelarse en contra de la doctrina y de la moral católica.
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