Un obispo emérito que hace daño a las ovejas heridas
Mons. Juan María Uriarte dejó de ser obispo de San Sebastián el 21 de noviembre del 2009. Es decir, hace cuatro años casi exactos. El nueve de enero del año siguiente Mons. José Ignacio Munilla tomó posesión de dicha diócesis. Hasta ahí, todo normal, dentro de las circunstancias propias de la Iglesia en el País Vasco, que no ha sido precisamente un instrumento de ayuda al sector de la sociedad vasca que más ha sufrido en los últimos cuarenta años: las víctimas de ETA.
El que tenga alguna duda sobre lo que digo, que pregunte precisamente a los familiares de los asesinados o heridos por la banda terrorista. En el evangelio vemos el caso de la viuda que protesta ante un juez injusto, que finalmente le hace caso para no tener que estar escuchando sus quejas. Pues bien, a algunos no se nos olvidará nunca la imagen de cierto pastor cambiando de acera para no encontrarse con viudas y huérfanos del terrorismo etarra.
Hay varias maneras de ser obispo emérito. Pero ahí tenemos a Benedicto XVI dando ejemplo de cuál es la mejor de todas. En vez de estar en la arena pública, se retira a rezar. Por supuesto, si el papa Francisco quiere hablar con él o consultarle algo, está ahí, siempre a su servicio. Pero ha dejado de ser el protagonista. Apenas se le ha visto en un par de actos públicos. Recibe visitas y espera tranquilamente a que el Señor le llame a su presencia.
Hay otra forma de ser obispo emérito que es aceptable. Se trata de aquellos prelados que mantienen cierta actividad pública, administrado el sacramento de la confirmación, escribiendo libros y artículos, dando conferencias, retiros, etc, pero absteniéndose por completo de tocar nada que tenga que ver con el ministerio episcopal en la diócesis donde fue obispo. Es decir, se trata de obispos eméritos que sirven a la Iglesia en vez de ser piedras de tropiezo a los pastores de las diócesis que ellos una vez ocuparon.
Y luego están los obispos eméritos que son una calamidad, un peligro, un desastre, un quebradero de cabeza para sus sucesores. Conozco bien al menos a un par de ellos que entran dentro de esa descripción, pero hoy toca hablar de Mons. Uriarte.
Tema Pagola aparte -aunque también se las trae- solo en los dos últimos años ha dado titulares como estos:
Mons. Uriarte asegura que las víctimas de ETA no deben marcar la política del gobierno
Mons. Uriarte pretende que las víctimas del terrorismo no tengan un papel decisivo en el fin de ETA
Mons. Uriarte desea que Estrasburgo emita una sentencia sobre la doctrina Parot que pondría en la calle a muchos etarras (nota mía: así ha ocurrido)
Mons. Uriarte aparece con el lehendakari vasco para acusar a la policía de matar a 94 personas
Monseñor Uriarte vuelve a arremeter contra las víctimas de ETA
Ante semejante despliegue, yo me pregunto: ¿no sería altamente conveniente que el Nuncio de Su Santidad en España hablara con Mons. Uriarte para pedirle que haga el favor de no seguir enredando en este tema, pues cada vez que abre la boca causa dolor entre las víctimas de una banda asesina? Porque eso, y no otra cosa, es lo que pasa.
En su última entrevista concedida a un medio de comunicación ha puesto en un mismo lado el perdón que tiene que pedir ETA con el que, según él, habrían de pedir las fuerzas de seguridad que han luchado contra ETA por supuestos excesos. El argumento de los “excesos” no lo toma de sentencias judiciales que demuestren que haya habido abusos de autoridad, maltratos o torturas, sino de las denuncias de los etarras, que aseguran que les han tratado mal. Es decir, comparte, una vez más, el discurso abertzale y nacionalista.
No contento con ello, este jueves este jueves va a compartir conferencia con Txema Montero, que fue eurodiputado por Herri Batasuna, brazo político de ETA. Aunque Montero fue expulsado de HB por pedir el fin de la violencia de ETA, es evidente cuál es su ideología política y cuál su postura sobre esa sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, que ha servido para poner en la calle a decenas de terroristas asesinos, lo cual ha provocado la indignación y las lágrimas de las víctimas.
Hasta ahora el actual obispo de San Sebastián, Mons. Munilla, ha guardado un silencio prudente sobre la actitud de Mons. Uriarte. No le corresponde a él entrar al trapo del daño que el obispo emérito sigue causando a la parte más débil de la sociedad vasca. La Iglesia tiene instancias superiores -Roma concretamente- para poner fin a este sin sentido. Le pedimos a Dios que se haga cuanto antes.
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: En los comentarios a las noticias sobre Mons. Uriarte, hay quien le da la razón por reclamar que el Estado pida perdón. Lo cierto es que el Estado ya hizo lo que tenía que hacer con los que desde el mismo quebrantaron la ley para “combatir” a los terroristas: los mandó a la cárcel -Gal, general Galindo, etc-. Ninguno de los que hicieron tal cosa ocupan hoy cargos de responsabilidad pública o son reivindicados por nadie. Sin embargo, el mundo abertzale sigue homenajeando a los asesinos. ¿Cómo va a pedirse lo mismo a unos que a otros? Es intolerable lo que plantea este obispo emérito.
26 comentarios
Si de combatir el terrorismo se trata, el único exceso posible es la muerte de un inocente, cosa que no ha ocurrido esta vez. Este Uriarte... Mejor no opino sobre él.
A mí me gustaría saber cuándo va a ser Mons. Uriarte el que pida perdón a las víctimas del terrorismo por el daño que, sin duda, les ha hecho con todo lo que ha ido diciendo y que Luis Fernando nos ha recordado; así como, también, al Estado español, por sus calumnias indemostradas e inexplicadas, sin que, además, el Estado haya tomado medidas legales contra él por ello, que podía haberlo hecho.
Qué vergüenza, por Dios. Más le valiera a este hombre quedarse callado. Creo que hubiera sido mejor para él acabar su Ministerio episcopal como Obispo de Zamora, diócesis que tuvo asignada como Obispo antes que la de San Sebastián y no como Obispo de esta última ciudad (dicho sea con todos los respetos al Beato Juan Pablo II, que fue quien, después de Zamora, le envió a San Sebastián y que no creo en absoluto que conociera entonces la auténtica catadura moral de Uriarte).
Parece ser que tanto en Vascongadas como en Cataluña, es en dónde más se nota el número tan bajo que hay de católicos practicantes.
He puesto católicos, por ser "políticamente correcta" pero me gusta más la palabra cristianos. El cristiano es el seguidor de Cristo. y esa es la mejor denominación de Origen.
Pero esos no importan. No son ovejas del rebaño, debe ser. Y ha sido solo cosa de esos traviesos etarras.
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LF:
Digamos que en la diócesis de San Sebastián hay ahora un obispo con bastante más sensibilidad hacia las víctimas. Por ejemplo:
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=5302
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LF:
En realidad, Mons. Uriarte no justifica el terrorismo de ETA ni tiene simpatía por el mismo. Pero hace gala de determinados tics que sí han servido al entorno etarra para autojustificarse. Y es es muy grave.
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LF:
La violencia no consiste solo en pegar tiros y poner bombas. Bien los saben los vascos que no se arrodillan ante el ídolo del nacionalismo abertzale.
A mi cuñado lo destinaron allí recién salido de la academia de la guardia civil, se casó con mi hermana y se fueron recién casados. El primer problema detrás del peligro, fue que nadie les quería alquilar una vivienda. Cuando al fin lo lograron, (un piso en no muy buenas condiciones), mi hermana hizo amistad con otras esposas de guardias civiles, y salían juntas a pasear, y les tiraban piedras. Luego tuvieron que enfrentarse como dije anoche a la muerte en atentados de varios compañeros jóvenes como ellos. Mi cuñado podría haber sido una de las víctimas, pues el coche donde iba a ir él, fue objeto de un atentado en carretera donde murieron sus ocupantes. A mi cuñado al final le habían cambiado el turno.
Hace unos dos meses me contó que en su estancia en Vascongadas, su lectura era la Biblia, que se leyó en su totalidad.
Lo único que ha dicho ese obispo es que también hay ovejas heridas en el otro lado. Creo que te falta visión cristiana de lo que, a todas luces, es deber de todo pastor: cuidar de TODAS las ovejas. El decir que hay ovejas heridas en el otro lado hiere, el no decirlo, también. Si hace, porque hace, si no hace, porque no hace. Creo que no eres justo.
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LF:
En el bando de ETA, habrá gente que tenga todavía a sus hijos, hermanos, etc, en la cárcel. Y eso seguramente les causa sufrimiento. Pero están en la cárcel por haber matado. Los otros tienen a sus hijos, hermanos, cónyuges, etc, en el cementerio. No hace falta que le explique la diferencia.
La realidad es que LAS OVEJAS víctimas de Eta están llorando y quejándose de lo que está haciendo este obispo. Es decir, a esas no las cuida ni poco ni mucho. Y la realidad es que este obispo parece haber olvidado que es emérito y que en estos temas quien debe tener la voz cantante en representación de la Iglesia ya no es él sino los obispos de San Sebastián, Bilbao, Vitoria y, si acaso, el arzobispo de Pamplona. El día menos pensando va a conseguir que todos ellos se vayan a Roma a quejarse al Papa.
Así se formó ETA, con la ayuda de "algunas" sacristías.
Era solo contra Franco decían,pero se pasaron en su pensamiento.¡Mala gente!
Cuando no estamos a lo que hay que estar pasa lo que pasa.
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LF:
Ya, lo entendí.
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LF:
Eso siempre.
Es más, la única forma cristiana que existe para liberarse en parte del dolor por el ser querido perdido es el perdón.
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LF:
¿Y qué pinta eso en este post?
Que no venga nadie a mi blog a quejarse de la moderación de comentarios en las noticias. Cualquier queja, al email de contacto de InfoCatólica.
LF titula su artículo como Un Obispo emérito que hace daño a las ovejas heridas, y me parece bien y de agradecer que un laico comprometido denuncie la injusticia, pero necesitamos también las voces de pastores que sanen, apoyen y cuiden a esas ovejas heridas.
Así que ánimo a todos los pastores que tanto nos ilustran en esta página a denunciar también abusos como los de Uriarte.
-¿Cómo llegó... a ser obispo?
-¿Por qué desde ayer mi mail aparece en el cuadro correspondiente sin que yo lo escriba y/o cómo hago para que desaparezca?
Gracias.
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LF:
- Me aseguran que fue un buen obispo de Zamora.
- Ni idea. Yo no lo veo.
A ver si empezamos a tener un poquito de humildad y respeto hacia los lectores de este medio. En definitiva: Que te bajes de la parra, guapito.
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LF:
Ya, vale. Bien, ese ha sido tu último comentario en este portal y en este blog.
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