No le parece mal ser madre sin casarse
Una periodista y un portero de fútbol españoles están esperando su primer hijo. Bonita noticia, sin duda. Un nuevo ser está ya en este mundo, esperando a crecer cómodamente en el seno de su madre hasta que llegue el día en que pueda ver la luz. El caso es que tanto su madre como su padre llevan viviendo unos cuantos años juntos pero han decidido que eso de casarse no va, al menos por ahora, con ellos.
Según se puede leer en un periódico de difusión nacional en España, la periodista llevaba un tiempo comentando a su círculo más cercano que no le parecía mal la idea de ser madre sin estar casada: “Esta de moda en la sociedad de hoy en día tener hijos sin que las parejas estén previamente casadas“, afirma.
Y ciertamente, en esta sociedad paganizada y apóstata, que ha renunciado mayoritariamente a las raíces cristianas de sus antepasados -y no me refiero a los de hace varias generaciones sino incluso a los que todavía viven-, lo de tener hijos sin casarse es “lo más normal del mundo“.
Algunos, mayormente católicos, pensamos que es cosa buena que los niños nazcan en familias asentadas, con unos padres unidos con la sana intención de no separarse hasta que la muerte les separe. Lo creemos porque nuestro Señor Jesucristo reveló que esa, y no otra, es la voluntad de Dios. Y además, es evidente que la estabilidad es buena para la salud psicológica de los pequeños, que son siempre las únicas víctimas realmente inocentes en caso de separación de sus progenitores. Con esto no digo que dichos progenitores, sea uno o el otro, no lleguen a ser víctimas igual de inocentes. Al fin y al cabo, la ley de divorcio en España no es otra cosa que una ley de repudio, en la cual uno de los cónyuges puede decidir dejar al otro simplemente porque le da la gana.
La ley mosaica permitía al marido repudiar a la mujer y casarse con otra. En tiempos de Cristo, había dos escuelas farisaicas de interpretación de dicha ley. Una permitía a los hombres dejar a sus esposas por algo tan simple como el no estar de acuerdo con la forma que tenían de cocinar. La otra era más restrictiva, pero finalmente se dejaba siempre la decisión en manos del “cabeza” de familia. Lo que hizo Jesucristo no fue dar a la mujer la potestad de hacer lo mismo sino quitar al hombre esa posibilidad. A los apóstoles les dijo que el divorcio se había permitido “por la dureza de vuestros corazones", pero “en el principio no era así".
Sin embargo, el verdadero drama espiritual no consiste en que los que no conocen los caminos del Señor opten por vivir así. El problema está cuando quienes son católicos viven como si no lo fueran y siguen ese camino de perdición, una de cuyas características es vivir en fornicación -manteniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio- o en adulterio -casándose, divorciándose y volviéndose a casar-.
Enseña el apóstol San Pablo:
mortificad, pues, vuestros miembros terrenos, la fornicación, la impureza, la liviandad, la concupiscencia y la avaricia, que es una especie de idolatría, por las cuales viene la cólera de Dios, y en las que también vosotros anduvisteis un tiempo, cuando vivíais en ellos. ero ahora deponed también todas estas cosas…
Col 3,5-8a
Y luego añade:
Vosotros, pues, como elegidos de Dios, santos amados, revestíos de entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad, soportándoos y perdonándoos mutuamente, siempre que alguno diere a otro motivo de queja. Como el Señor os perdonó, así también perdonaos vosotros.
Col 3,12-12
Es prácticamente imposible que en la vida de un matrimonio no haya ocasiones en que el hombre y la mujer tengan que soportarse y perdonarse mutuamente. Salvo en los casos en que su grado de santidad ha alcanzado un grado superior a lo habitual, siempre habrá momentos en que uno le falle al otro y viceversa. Y no hablo solo de infidelidad sexual -que también se puede dar- sino de faltar al cónyuge en cosas tan tangibles como el cariño, la preocupación por su bien, la falta de apoyo cuando le hace falta, el comportamiento irritable, etc.
Los impíos difícilmente soportan las crisis matrimoniales. Y los cristianos solo pueden superarlas por la gracia de Dios. Los primeros muchas veces ni lo intentan. Los segundos están llamados a mantenerse unidos a pesar de que la crisis perdure en el tiempo. Y si son capaces de perseverar en la fidelidad, el mismo Señor que les mantiene unidos les dará la oportunidad de volver quererse como en el principio de su relación o incluso más.
Los padres católicos deben inculcar en sus hijos la necesidad de seguir su ejemplo cuando crezcan y quieran formar una familia. San Pablo nos pide que no nos unamos en yugo desigual con los incrédulos (2ª Cor 6,14). En el caso de un joven cristiano, es preferible esperar a ennoviarse con otro cristiano que hacerlo con aquellos que no ven el matrimonio bajo la luz del evangelio. No es imposible que el matrimonio entre un creyente y un incrédulo tenga “éxito". Pero sin duda es más difícil y, dada la imposibilidad de volverse a casar, puede convertirse en motivo de fracaso existencial para el creyente. O, lo que es peor, causa de vivir en pecado mortal.
Por último, sería deseable que a los que no creen en el evangelio -incluso aunque estén bautizados- se les recomiende vivamente no acudir a la Iglesia para hacer una parodia de boda sacramental (*). Más que nada porque difícilmente puede haber sacramento del matrimonio si los contrayentes no se unen conforme a la voluntad de Dios. Además la Iglesia no está para proporcionar una ceremonia vistosa, sino para ser testigo y canal de la gracia que Dios da a quienes quieren vivir siguiendo sus mandatos.
Luis Fernando Pérez Bustamante
(*) Recomiendo la lectura de la siguiente entrevista en Ius Canonicum al P. Miguel Ángel Ortiz, profesor de derecho matrimonial y juez en el tribunal de apelación del Vicariato de Roma:
En qué medida la falta de fe puede ser motivo de nulidad matrimonial
54 comentarios
Supongo, y habrá que dar un voto de confianza, en que aunque tengan ese niño fuera del matrimonio, querrán lo mejor para el pequeño... Por lo demás, pues ojalá algún día reciban la fe de Dios y formalicen su situación.
Sí señor, esos son unos principios sólidos sobre los que edificar tu vida: "está de moda..."
Si hay dos testigos cualificados y ambos manifiestan su voluntad de contraer matrimonio (no cualquier otra cosa a la que pongan ese nombre, si no una unión indisoluble basada en el amor, la amistad, el respeto, entre un (1) hombre y una (1) mujer abiertos a la vida), el casamiento es válido, aunque no sea como la Iglesia lo manda. Así lo creo yo, y si no es así, por favor sácame del error.
Gracias. Bendiciones+
Pero, además, de la "farándula" no se puede esperar -normalmente- mucho más.
Cada vez entiendo mejor las repugnancias que sentían los Padres por los espectáculos: son la antieducación en activo. "La moda" es lo mismo.
Mi comentario va en el sentido de que al matrimonio "canónico" hay que darle una relevancia especial sin entrar en los manipuleos experimentales civiles estatales occidentales de corte masónico. Bendito el día que el matrimonio canónico ya no tenga efectos civiles en el Estado, que se vayan al carajo con sus "inventos".
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LF:
Casillas, que yo sepa, no ha dicho nada.
La experiencia demuestra que, salvo que el cónyuge católico sea verdaderamente practicante, muchas veces dichos compromisos son papel mojado.
Tengo entendido que todo sacramento es canal de gracias. Incluso de la gracia de la Fe, si hiciera falta y Dios lo dispusiera. Por lo tanto creo que nunca es aconsejable evitar el casamiento sacramental.
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LF:
Yo no aconsejo evitar el casamiento sacramental. Aconsejo evitar celebrar ceremonias que no son un matrimonio sacramental.
Y vista la cantidad de nulidades matrimoniales que se dan, es evidente que eso ocurre en multitud de casos.
Es decir, no se trata de una moda de "no a la boda", sino de que Iker Casillas no es cristiano pues ni siquiera está bautizado. Independientemente de que tenga pareja y no se case. El caso de ella es distinto, pero como se trata de una cuestión de pareja eso de casarse, pues ella lo tiene difícil.
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LF:
¿Quién ha bendecido ese matrimonio civil y en qué diócesis?
Yo en cambio tengo entendido que bautizado o no, con papeleta civil o sin papeleta, un concubinato es siempre no más que eso: un vulgar ayuntamiento. Ningún "casamiento" meramente civil es impedimento para efectuar nupcias sacramentales. Faltaría más que la condición de no bautizado constituyera una exepción a esto, que es básico.
Si Dios no ha unido, para la Iglesia NO hay vínculo válido. Cualesquiera sea la condición de los "emparejados".
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LF:
Tienes razón.
No estoy bautizado ni he hecho la comunión, para que fuera mi elección. Mi madre me dijo que si un día me quería casar por la Iglesia o mi mujer quería, sólo tenía que bautizarme y ya está, no pasa nada.
Alguien tendrá que decirle que para bautizarse de adulto tiene que pasar por una catequesis prebautismal de al menos un año.
Y el problema es el que viene de lejos: el matrimonio hoy en día "ya no tiene sentido", no vale para nada, no tiene gracia...hay que devolverle su significado y belleza
Creo que hay falta de seriedad en este asunto por parte de la propia Iglesia, o del clero mejor dicho.
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LF:
Tema complejo, sin duda. Canónicamente no es cosa fácil negarle el sacramento del matrimonio a dos bautizados.
Por que no esté "bendecido" por la Iglesia no tiene porque ser malo.
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LF:
Dos cosas:
1- Yo no he dicho nada malo de los hijos fuera del matrimonio. Entre otras razones porque ellos no tienen culpa alguna. Y hay muchas madres solteras que han dado una magnífica educación a sus hijos.
2- Si eres seminarista, sabrás que objetivamente tus padres viven en pecado mortal. No sé si esto te parecerá malo o bueno. A mí me parecería preocupante e intentaría que solucionaran esa situación antes de tener que presentarse ante el Señor. Sin que eso signifique que ellos hayan sido malos padres.
En principio, estoy de acuerdo con él. Vivir el Evangelio, a veces, es muy difícil y, sin la ayuda de Dios, de hecho es imposible. Ya lo dijo Nuestro Señor: "Sin Mí, no podéis hacer nada".
Sin embargo, lo anterior no quiere decir que vivir al margen del Evangelio sea fácil. O que lo sea siempre. De hecho, yo cada vez estoy más convencida de que las personas que viven como si Dios no existiera, se imponen a sí mismas, por ese motivo y sin que se den cuenta, yugos mucho más duros que el yugo del Señor, que es suave, como Él mismo también dijo. Al fin y al cabo, Dios es nuestro Padre y, cuando quiere que algo sea o se haga de un modo determinado, lo quiere siempre porque eso es lo mejor. Él creó al hombre, así que conoce al ser humano mejor que nadie. También mucho mejor que lo que el propio hombre se conoce a sí mismo, por supuesto.
Yo doy gracias a Dios por todas las estupideces que no he hecho en mi vida gracias a mi fe cristiana. Y no me quiero imaginar las consecuencias, si las hubiese hecho.
Yerras al creer que tus padres te han dado una buena herencia espiritual "por" no estar casados. Es al revés, ha sido "a pesar" de no estar casados.
En cuanto a que se puede llevar una "mejor vida de pareja" estando habitual y fatalmente en pecado mortal, mira, me vas a disculpar pero entiendo que desde el punto de vista teológico (y se supone que un seminarista debe ver las cosas bajo este aspecto), tu apreciación es francamente paupérrima.
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LF:
No domino la escatología, lo siento.
Y si no lo tienes claro pregunta.
Por otra parte la esquizofrenia criteriológica, no me refiero a la psicopática, va en aumento, en la sociedad y en la Iglesia, ¡así nos va!.
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LF:
La respuesta es fácil. Son más los lazos que le unen a los hijos que el que le une al padre de ellos.
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LF:
No diga usted cosas raras. La falta de dinero no impide a nadie celebrar el sacramento del matrimonio.
Tu respuesta supone que la madre es madre/padre, ella dispone y el varón acompañante puede ser cualquiera; modelo de familia "alternativo". Y luego los psicólogos hablan de familias desestructuradas, neurosis infantil/juvenil, etc.
Sara Carbonero et alii son unas perfectas ignorantes que no se han preocupado más que de ellas y su físico, nada de sus conocimientos.
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LF:
Mi respuesta es lo que ellos te dirán. No hace falta que te explique que yo considero que yo abogo por una familia con padre y madre casados.
"Esta de moda en la sociedad de hoy ..."
Es decir, no hago las cosas porque piense que están bien o mal hechas, o por el bien de mis familia, de mis hijos, ... sino porque está de moda en la sociedad de hoy.
Mi padre, que en paz descanse, siempre decía en estos casos: "Y si se pone de moda tirase por un barranco, pues todos a tirarnos por el barranco..."
Un saludo,
En qué medida la falta de fe puede ser motivo de nulidad matrimonial
Su actitud y la de su novia Srta. Carbonero ante el matrimonio es la típica de la pérdida de Fe que está corroyendo a buena parte de la juventud actual. Al no tener Fe no creen en la fuerza y eficacia de los sacramentos. Los ven como un mero rito o acontecimiento social. O bien tienen miedo de comprometerse en su relación de por vida y ante testigos. En el fondo es una cobardía.
¿Hablas en serio?
¿O quizás te crees que las papeletas que venden los funcionarios de los estados democráticos tienen validez canónica?
Para que la Iglesia considerase válido ese matrimonio haría falta que la Carbonero solicitase a la Iglesia la dispensa de la forma canónica, forma a la que están obligados todos los católicos. Si se le concede dicha dispensa entonces estamos ante un matrimonio natural (no sacamental), que en efecto es indisoluble, pues las notas esenciales del matrimonio (unidad, indisolubilidad y apertura a la procración)son previas al sacramento pues pertenecen al matrimonio en cuanto realidad natural (estamos ante exigencias del derecho natural), que es previo al sacramental. Dicha indisolubilidad es tan solo intrínseca, es decir, los contrayentes no pueden disolver por su propia voluntad el matrimonio. Pero existe la posiblidad de disolución extrínseca: el privilegio paulino por el cual si este matrimonio fracasase, la parte bautizada podría solicitar la disolución pontificia en favor de la fe para contraer nuevo matrimonio con un bautizado.
En el caso de que no solicitase la dispensa de la forma canónica, al estar bautizada y obligada a ella, si contrajese matrimonio meramente civil, sería inválido a los ojos de la Iglesia.
Espero no haberle mareado demasiado con prolijas explicaciones, pero dado que este comentario se publica en abierto, espero que sirva para aclarar dudas de otros.
Fíjate que no se tiene en cuenta para nada si los concubinos son bautizados uno o ambos o si han concurrido o no al ritual contractual civil. Sólo importa la intención con la cual se han unido. Y eso a mí me parece maravillosamente acertado, pues de esa intención, de su pureza, de su fuerza, de su claridad, dependerá en gran medida el futuro de ese matrimonio natural.
El hecho de plantearlo como pecado mortal no es válido.Muchos "matrimonios" como el de mis padres son más válidos que los que celebramos en la Iglesia. Alguno crítica que la herencia espiritual recibida "a pesar" y no "gracias a". No se pueden decir las causas por las que no han contraido matrimonio pero uando el matrimonio sacramental no se puede celebrar por cualquier motivo razonado no se puede plantear esa unión de dos personas como pecado mortal. El mayor mandamiento de nuestra fe es el amor incondicional. Estos padres se amarán porque si no, no se habrían unido y comenzado una vida de pareja, educando a sus hijos con amor y en la fe. Educación que ha favorecido una cultura vocacional y mi vocación, pues se me inculcó la fe desde pequeó. Antes de hablar de pecados hay que conocer la situación y sobre todo no juzgar, porque sólo Dios es juez.
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LF:
La casuística es siempre complicada. Pero existiendo la posibilidad de nulidad de un matrimonio anterior, no sé qué razón puede haber para que no lo soliciten y se lo concedan en caso de que haya razones de peso suficientes.
Me reconocerás al menos que su situación es "altamente irregular". De hecho, supongo que no comulgarán.
"Lo creemos no solo porque nuestro Señor Jesucristo reveló que esa, y no otra, es la voluntad de Dios. Pero además lo creemos porque nos parece lo mejor precisamente para esos pequeños..."
La voluntad de Dios sobre cualquier área de la vida es siempre necesariamente lo mejor, porque Dios es infinitamente sabio y bueno: por ser infinitamente bueno quiere solamente lo mejor para nosotros, y por ser infinitamente sabio sabe perfectamente qué tenemos que hacer para procurarlo.
En otras palabras, la voluntad de Dios, fáctica o normativa, no es arbitraria, sino que siempre está unida a su sabiduría y su bondad. El Dios verdadero es Logos y Amor.
Por lo tanto, siempre que examinemos rectamente un tema sobre el que conocemos la voluntad de Dios explícitamente expresada, nos vamos a dar cuenta de que esa voluntad ordena lo mejor. Por lo que no tiene sentido decir que en un tema particular "nos parece que lo que Dios ordena es lo mejor", como si las cosas pudiesen ser de otro modo. Visto desde otro ángulo, si no nos damos cuenta de que lo que ordena Dios es lo mejor, es simplemente porque tenemos que ver y pensar mejor el tema.
Así, si Dios ordena que los que quieren ser padres establezcan una comunidad de vida para toda la vida, es porque es lo mejor para todos de acuerdo a la naturaleza humana, que El creó. Por lo tanto no tiene sentido decir "creemos que esto es cosa buena porque es la voluntad revelada de Dios y además porque nos parece lo mejor ". Si algo es la voluntad revelada de Dios, es porque es lo mejor. Dios no ordena algo que no sea lo mejor.
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LF:
Voy a ver como lo vuelvo a redactar.
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LF:
Sí. Gracias por avisar.
No me parece bien el planteamiento del pecado mortal referente a la situación de mis padres.
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- Por lo que aquí aparece: No es lo que a ti te parezca bien o mal.
-Es lo que dice la Iglesia. Y la Iglesia dice que todo ayuntamiento entre hombre y mujer si no está bendecido por el Sacramento del Matrimonio es causa de pecado.
-De cualquier forma si eres seminarista. Aquí tienes un principio evangélico de probar tu fe enfrentándote a tus padres en favor de lo que, supongo yo, te deben de enseñan en el seminario.
Que yo sepa, cuando no se puede celebrar un matrimonio sacramental, paciencia.
Quienes no obstante se empeñan en ayuntarse, son pasibles de las consecuencias que ello acarrea.
Y las excepciones (si existieran, que no creo)las pone la Iglesia, no los hijos agradecidos ni los supuestos seminaristas iluminados.
Letizia Ortiz se casó civilmente bajo el derecho canónico de 1983, que en los cánones que afectan su situación, fueron modificados por Benedicto XVI en 2009. Su boda civil pudo ser válida en determinadas circunstancias que no se dieron. Ella estaba formalmente apartada de la iglesia. Entre 1983 y 2009, según el CDC, no estaban obligados a la forma canónica los formalmente apartados y aplican para ellos las mismas normas que los no católicos. ¿Qué es apartado formalmente? Depende de cada obispo. En la práctica siempre generó dudas. Por eso para no poder anular su boda con Felipe, debió firmar su fe.
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No es correcto decir que quienes no se casan canónicamente no están casados. La Iglesia reconoce casados a los no católicos casados por sus respectivas formas.
La Iglesia reconoce casados sacramentalmente a católicos que se casaron SIN forma canónica y son libres de comulgar, aquellos que:
- Se bautizaron después de casarse.
- Casados con bautizados no católicos, cuando media dispensa y cualquier tipo de celebración (canónica, evangélica, civil).
-Cualquier otra circunstancia por la que se dispense de la forma canónica.
- Imposibilidad total de celebración canónica,ej, casos de guerra.
No se reconoce como matrimonio sacramental el canónico cuando uno de los contrayentes no es bautizado. Será sacramental al bautismo del inconverso.
Y "católico" en el parrafo anterior debe entenderse como "católico practicante", no en el sentido de meramente ir a Misa los domingos, sino en el de "poner en práctica" los mandamientos.
El tema pasa tambien por una cuestion de respeto a la libertad del otro. Si el otro no cree, o directamente no le importa, que la abstinencia periodica sea el único medio moralmente lícito para espaciar los nacimientos, no se lo puede pretender obligar a vivir de acuerdo a lo que uno cree. Y es muy claro que, hoy en dia, solamente alguien que esté decidido a hacer la voluntad de Dios, y convencido de que la anticoncepcion es contraria a esa voluntad, va a abstenerse de usarla.
Me parece un poco exagerado el tono de algún comentarista y si hablamos de temas de fe no veo normal esas disquisiones inquisitivas.
Lo que la Iglesia dice no puede tomarse al pie de la letra, literal... si no seríamos fanáticos. La Iglesia se ha complicado mucho y en muchas ocasiones -por no decir en casi todas- está totalmente lejos del Evangelio. Jesús no era ritualista, no era rubricista, no era un fanático y perdonadme pero aquí, hay personas más papistas que el papa -Que gracias a Dios es poco papista-.
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LF:
¿Ya te has quedado a gusto?
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LF:
Dos cosas:
1- No di los nombres.
2- He dicho que es normal que quien no sea católico practicante piense así.
Así que ya me dirá dónde está mi crítica y satanización a esa pareja.
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¡¡Muy bueno!!
Y si le agregas: "Y los preceptos de la Iglesia", entonces queda excelente.
Tiempo atrás escribí un comentario en El Confidencial Digital en términos similares acerca del daño que causan a los demás los comportamientos de estas personas famosas, ya que al imitarlos están descristianizando el mundo. No fue publicado.
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LF:
No es un problema de tener o no tener fe, sino de ser consecuente con esa fe. Una persona católica querrá casarse por la Iglesia y no vivir amancebada. Así de simple.
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