El arzobispo Franzini dice que piensa ejercer de pastor
“Promoveré la disciplina común de toda la Iglesia e insistiré con habilidad en la observancia de todas las leyes eclesiásticas, en primer lugar aquellas que están contenidas en el Código de Derecho Canónico“. No me negarán ustedes que como declaración de principios de un arzobispo que llega a pastorear su nuevo rebaño, la frase de marras es cuanto menos poco común en nuestros tiempos. Pero es la que ha pronunciado Mons. Carlos María Franzini, arzobispo electo de Mendoza, días antes de tomar posesión de su cátedra episcopal en la archidiócesis argentina.
Por si cabía alguna duda sobre su intención, ha remachado que piensa velar “con dedicación para que no se introduzcan insensiblemente malas costumbres, principalmente en lo que respecta al ministerio de la palabra y la celebración de los sacramentos“.
No recuerdo a ni un solo obispo que haya entrado en su diócesis diciendo algo parecido. Aún más, no recuerdo a muchos que lo hayan dicho una vez instalados como pastores del rebaño de Cristo. El Código de Derecho Canónico tiene secciones enteras que parecen no existir en muchas diócesis católicas de todo el mundo. Los artículos están ahí, pero como si no estuvieran.
Se producen los escándalos litúrgicos, doctrinales y morales sin que nadie haga gran cosa por ponerles remedio. Y a quienes decimos que eso no puede seguir así, se nos acusa de inquisidores, de no tener caridad, de no haber entendido el mensaje del evangelio, etc. Como si la batalla contra el error y el pecado fuera cosa del pasado. Como si permitir que la herejía y las situaciones irregulares de tipo moral fuera el ideal para una Iglesia que quiere ser fiel a Cristo.
Y es que una cosa es no faltar a la caridad en el ejercicio de la autoridad sobe el pueblo de Dios, y otra muy distinta faltar a esa caridad desentendiéndose del ejercicio de dicha autoridad. No es buen pastor quien mira para otro lado cuando religiosos, sacerdotes y seglares de su rebaño arremeten contra la fe de la Iglesia o viven públicamente en pecado.
No es fácil encontrar el equilibrio entre la disciplina y la caridad. No hay muchos manuales de instrucciones destinado a los obispos o superiores de órdenes religiosas. Pero la mera intención de hacer las cosas bien ayuda mucho. El Señor sabe derramar su gracia para que sus pastores obren conforme a su voluntad. La principal preocupación de un obispo ha de ser la salvación de las almas que le han sido encomendadas. Son verdaderos padres de los fieles y como tal han de comportarse.
Un buen obispo no puede por sí solo solucionar todos los problemas que haya heredado en su diócesis. Pero sin buenos obispos, es imposible arreglar nada. Nuestro primer deber como fieles es rezar por nuestros pastores. Eso está antes que hacer cualquier crítica, por muy justa que nos parezca. Pidamos al Señor que les ilumine en su tarea pastoral.
Luis Fernando Pérez Bustamante
14 comentarios
Y luego que le dicen q es Vd. un radical
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LF:
Lo mismo es que lo soy, caballero, :D
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LF:
Siempre hay una primera vez, :D
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LF:
Ateología. Interesante palabra, :D
Rezo por el y por la Santa iglesia.
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Una persona me dijo que no hay que mirar al mundo y su crisis, sino a la Iglesia y a su crisis interna causada por sus propios miembros, dado que el mundo depende de la Iglesia y su acción salvífica.
Si el Código Canónico tiene secciones enteras que no existen en muchas diócesis, esto tiene un nombre: corrupción, desvinculación, desafección, desconfianza.
Lo que primero se ha instalado en la Iglesia, luego ha repercutido en el mundo, en especial, en España y su situación de crisis institucional, nacional, económica y moral, fiel reflejo de lo que sucede en la Iglesia española.
En mi colegio, Marianistas, nos daban clases "deformación religiosa". Y eran excelentes profesores, pardiez.
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LF:
Hombre, pues no tiene uno más que ver lo que hizo el cardenal Marcelo, primado de España, para saber que ha habido buenísimos obispos en estos últimos 50 años.
Que bendición tan grande que el Arzobispo Franzini tenga claro su misión de "episkopos" el que desde arriba observa, cuida y vigila. Ojalá todos los obispos y arzobispos no se les olvide ese pastoreo tan vital en la Iglesia.
Los feligreses tenemos que apoyar a los obispos en esa misión, ayudando a cuidar la grey, denunciando abusos litúrgicos y sacramentales y poniendo en cintura a cuanto sacerdote, religioso, monja o teólogo le de por ser librepensador por fuera de la doctrina de la Iglesia Católica; para eso sirve el báculo.
Felicitaciones!!!! y mucho ánimo y fortaleza para los Obispos, en particular, a Monseñor Franzini.
Pero siempre hay que creer en los milagros, y también que un Obispo pueda convertirse... ¡ROGUEMOS AL SEÑOR!
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LF:
Los que no somos de Argentina, y por tanto no conocemos su trayectoria anterior, esperamos que haga lo que dice que va a hacer.
El tan "manido espíritu del concilio" ha caído presa de sus contradicciones y ha devenido en su negacion.
En una década mas o menos vamos a ver una Iglesia muy distinta en lo disciplinar y doctrinal. Para los que nacimos despues de 1960 va a ser curioso, sobre todo si no frecuentamos ambientes eclesiales en donde están las nuevas hornadas.
A mi hasta hace nada me hablaban del Evangelio como un obra marxista, todas esas ideas han desaparecido. Cosas veredes.
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