Si la sal pierde su sabor...
Pocas cosas hay tan penosas en este mundo como ser un cristiano soso, sin sustancia, adaptado al ambiente, repetidor de consignas más o menos grandilocuentes que no dejan ver la raíz real de los problemas que aquejan a la sociedad. Pocas cosas hay tan absurdas como ser católico y escribir un artículo sobre la crisis sin mencionar una vez siquiera a Cristo, el evangelio, la Iglesia y sus enseñanzas. Y sin embargo, eso es lo que veo en un comunicado publicado por un grupo de jóvenes de cierto movimiento eclesial con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino. Prefiero no decir ni el movimiento ni la diócesis a la que pertenecen. De hecho, no voy a copiar párrafos del texto para evitar que alguien lo encuentre en la red y les identifique. No es necesario pues me temo que no son los únicos que sufren de esta idiocia espiritual.
Es de sentido común que cuando un católico aborda de manera pública la crisis que sufre nuestra sociedad, base su mensaje en aquello que Cristo y los apóstoles dijeron acerca del mundo y del papel que los cristianos juegan en el mismo. Sin embargo, es sumamente tentador caer en un discurso humanista que, aparte de estar infectado de pelagianismo barato si no está enraizado en la doctrina católica, solo sirve para endulzar al alimento amargo del reino de pecado que nos rodea.
Y sin embargo, el mismísimo Cristo empezó su predicación siguiendo las pautas avanzadas por San Juan el Bautista: “Arrepentíos porque el reino de los Cielos se ha acercado” (Mt 4,17). Y en relación a la tan nombrada y anunciada nueva evangelización, o empezamos por ahí, o no vamos a ningún lado. No se podrá salvar quien no es consciente de su necesidad de salvación. No podemos ser instrumentos de conversión si ocultamos o disminuimos la existencia y gravedad del pecado. Tanto del personal como del comunitario. Esto último conviene tenerlo en cuenta porque no solo pecan las personas sino también los pueblos. Y el que lo niegue, que me explique qué otra cosa es el hecho de que España lleve bastante tiempo alejándose del evangelio. Otra cosa es que haya Lots -muchos o pocos, eso lo sabe solo Dios- que no sigan ese camino de iniquidad.
Intentar afrontar la crisis de valores de la sociedad en que vivimos con discursos que podrían llevar el sello de una ONG caritativa o de un sindicato de izquierdas, es como querer curar un cáncer con acupuntura o gotas de solución homeopática. Hace mucho más un obispo diciendo…
Es realmente difícil creer que haya sucedido. Ha sido como una bofetada. El gobierno del Presidente Obama acaba de decir a los católicos de los Estados Unidos, “¡A la mierda con vosotros!” No hay otra manera de explicarlo.
… que otro buscando desesperadamente en el diccionario el término más suave para describir una acción lamentable de determinado gobernante. Y lo mismo se puede decir de un sacerdote, de un religioso o de un seglar.
Es comprensible que la prudencia esté presente en todas nuestras acciones y nuestras manifestaciones. Pero es de cobardes el usar la prudencia como excusa para no llamar a las cosas por su nombre. Si hace 20 siglos se hubiera sido tan “prudente” como son muchos cristianos hoy en día, el cristianismo no habría sobrevivido a su primera generación.
Y es que ya lo dijo el Señor: “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres” (Mt 5,13)
Debemos optar por ser sal repugnante al paladar del mundo antes que veneno azucarado que endulza engañosamente a quienes van derechitos a la condenación eterna y el infierno. O, en otras palabras: “¡Ay de mí si no anunciara el evangelio!” (1ª Cor 9,16). El verdadero evangelio, señores. No una falsificación del mismo.
Luis Fernando Pérez Bustamante
36 comentarios
Vamos, digo yo.
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LF:
Son jóvenes. No tinene culpa de haber sido formados así. Espero que lean esto y que no lo vean como un ataque a ellos.
Con católicos com tú me siento mucho menos sola.
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LF:
Somos muchos así. Pura gracia.
Tampoco les juzguemos, ser joven y católico, hoy día no es naaaaada fácil. Esos chicos viven en un ambiente hostil y tampoco podemos pedirles el "martirio". Los chavales, especialmente durante su adolescencia necesitan estar integrados en el grupo, para un joven es lo más importante.
Los que si debemos testimoniar, somos lo que ya tenemos una edad en la que el "que dirán" deberíamos desterrarlo de una vez por todas. Ojo, empezando por mi, no voy a venir de beatificado porque obviamente no lo soy y muchas veces me puede el "espíritu de este mundo".
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LF:
Dos cosas:
1- He decidido no decir quiénes son precisamente por eso. No se puede pedir peras al olmo, ni energía y celo apostólico a quien no ha sido formado adecuadamente.
2- Es fundamental que desde temprana edad sepan que están en minoría y que dar testimonio de Cristo les va a provocar grandes sinsabores a nivel humano. Y, ojo, un joven armado con el escudo de la fe es un arma evangelizadora potentísima.
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LF:
Las citas las tomo de la versión de la Biblia que hay en la web del Vaticano, pero es cierto que a los españoles nos chirría bastante. Lo que no sé es si a los hispanoamericanos les chirría el tuteo.
esto es abarcable a todo tipo de problemas, también los de tipo economico y laboral. Pero en nuestra sociedad nombrar a Cristo, sobre todo pòr parte de los creyentes, parece que "no vende", buscamos otras soluciones, más actuales, más a la moda. sin darnos cuenta que apartando a Cristo del hombre y de sus problemas podemos incluso perder al hombre, al que queremos salvar.
Todo lo anterior, sin nombrar ni una sola vez a Jesucristo, suena a marxismo clerical. El mismo que ha denunciado muchas veces “Germinans germinabit”
A lo mejor me estoy equivocando de comunicado (no creo), si fuera así me lo dice y cuelgo el enlace del que yo estoy hablando. No lo hago por respeto a su decisión.
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LF:
Pues dado que apenas doy una pista sobre el mismo, es fácil que se equivoque. Pero es igual.
Si los jóvenes no están dispuestos a estos martirios no sangrientos, dudo mucho que si llega el caso de dar la vida por su fe, la entreguen con total libertad y Amor a Dios, perdonando a sus verdugos
La soberbia precede a la ruina; el orgullo, a la caída (Prov 16, 18).
La soberbia es odiosa al Señor y a los humanos (Eclo 10, 7.
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LF:
Me parece perfecto pero, ¿qué tiene que ver la soberbia con este post?
Lo malo comienza cuando esas afinidades o sanas identificaciones se vuelven excluyentes y, por tanto, reduccionistas del amor divino por el hombre. Cristo es infinitamente misericordioso, pero echa a latigazos a los mercaderes del templo; impide la lapidación de la adúltera, pero le pide que no peque más. Es decir, el amor de Dios, del que participa muy imperfectamente el amor humano, supone realidades que parecen contrapuestas en una mirada superficial, pero que constituyen una profunda unidad de sentido en aras de la salvación de las almas.
Hay misericordia, sí, y hay ley; hay perdón, y hay exigencia; hay luz, y hay lucha; hay dolor y hay redención. Si quieren, cambiemos el orden de los términos; esto es lo de menos. Todo forma una unidad maravillosa. No nos quedemos sólo con una de las partes de su misterio, pues ello desnaturaliza por completo el mensaje evangélico y la misma persona de Cristo.
“Pues dado que apenas doy una pista sobre el mismo, es fácil que se equivoque. Pero es igual”
A lo mejor las citas a la soberbia que hace Santiago Agrelo se refieren a su capacidad para subestimar la sagacidad de sus lectores.
Es broma Je,Je.
Hoy en el blog de “Germinans germinabit” comentan algo en el mismo sentido.
Saludos.
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LF:
Je je je, :D
No podemos ni callar ni adaptarnos al lenguaje de los no cristianos porque si lo hiciesemos así no solamente sería un suicidio sino que defnderíamos pesimamente el honor de Dios y de su Iglesia .
A mí el articulo de LF me parece muy acertado .
Un post ni es soberbio ni deja de serlo: no es sujeto capaz de algo tan peligroso. Pero lo somos quien lo escribe y quienes lo leemos. Y es cada uno de nosotros el que ha de hacer discernimiento sobre la propia vida y la propia soberbia.
Eso sí,el lenguaje del post, el tono, los juicios, no me parece que reflejen en modo alguno el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
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LF:
Ah, ya entiendo lo que quiere decir. Pero vamos a ver, ¿empezó o no empezó Cristo predicando sobre la necesidad de arrepentirse? ¿dijo o no dijo lo de la sal? ¿dijo o no dijo San Pablo lo de "ay de mí si no predico el evangelio"?
Es que, hablando de juicios, me parece cosa grave que un arzobispo me acuse públicamente de no reflejar el evangelio de nuestro Señor. Pero no tiene demasiado sentido que entre en un debate público con usted, usando la Escritura como arma de doble filo que es y como herramienta que sirve "para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia" (2ª Tim 3,16). Eclesialmente no estamos al mismo nivel. Yo soy seglar y usted sucesor de los apóstoles.
@majovimo
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LF:
La anterior respuesta es la última que va a recibir por mi parte. Y tampoco dejaré que otros debatan con él en este blog. No es el lugar adecuado. Si pone más comentarios, serán publicados y punto final.
Caridad y verdad, et et, principio católico, hasta dónde yo sé.
"Si el que se llama hermano es fornicador, o avaro, o servidor de los ídolos, o maldiciente, o borracho, o ladrón: con este tal ni comáis alimento"
¿Reflejarán estas palabras de San Pablo el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo?
PAX CHRISTI,
Sí, es él. Pero no voy a admitir inter-relación suya con otros comentaristas.
La zona de comentarios de mi blog no está para debates entre seglares y arzobispos. El que quiera replicarle, que lo haga en su facebook.
http://www.abc.es/20120130/internacional/abci-homilias-contra-obama-iglesias-201201301742.html
Otro ejemplo en la H.ª, «Mit brennender Sorge», que se hizo leer en todos los púlpitos en la Alemania nazi:
http://www.vatican.va/holy_father/pius_xi/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_14031937_mit-brennender-sorge_sp.html
Ahora, en España, a esto se le llama «meterse en política» y, por lo visto, «soberbia» por ser «excluyentes y, por tanto, reduccionistas del amor divino por el hombre». Pos fale.
No predendía en absoluto replicarle. Ni a él, ni a nadie.
Solo respetar muy profundamente al santo y egregio Señor Arzobispo ( rara avis por estas lides ) ; y aquí PAX y después gloria, que es lo que he escrito.
Siempre pretendo ( como es notorio ) actuar de buena voluntad.
Y buscar la obligada fraternidad entre los honorables hermanos en la fe.
Respetuosos saludos.
No me cite usted así. Creo que no me ha entendido. Estoy diciendo lo contrario de lo que parece deducir de mis palabras. El reduccionismo viene tanto de una lectura moralista u ordenancista de la Palabra de Dios como de otra en la que sólo se centre en el perdón, la misericordia y el amor incondicional.
Y puede haber tanta soberbia en una tendencia como en otra. Y puede haber, por supuesto, tanta soberbia en un seglar como en un cardenal.
De lo que esos chicos no dicen, deduces lo que son. Y una vez que los has identificado, sólo es cuestión de buscar sambenitos para colgárselos: cristiano soso, sin sustancia –supongo que habrás querido decir insípido-, adaptado al ambiente –hasta la adaptación al ambiente la consideras despreciable-, repetidor de consignas grandilocuentes, enfermo de idiocia espiritual, cobarde.
Si se tratase de tu opinión personal sobre ellos, no tendría nada que decir. Pero te presentas como voz de la ortodoxia y no lo eres, te presentas como juez de tus hermanos y nadie te ha constituido, te presentas como si el evangelio fuese tuyo y es del Señor. Puede que ellos en su comunicado no hayan nombrado a Cristo, pero tú, nombrándolo, no parece que lo hayas respetado, pues les faltas al respeto a ellos.
El artículo al que hace referencia en su post, tal y como lo describe, me recuerda tantos y tantos textos similares que he tenido que padecer a lo largo de mi vida. Uno espera encontrar una nota cristiana en el tratamiento del asunto que sea (por la persona o el grupo que firma el texto) y lo que se encuentra es un manojo de lugares comunes, que podrían haber sido escritos por cualquier "buen chico" que sabe lo que tiene que escribir.
Al leer estas cosas, siempre queda el regusto de una fea duda: Acaso se avergüenza el autor/autores de su particularidad cristiana? O piensa tal vez que no es "correcto", o no es "oportuno" insistir públicamente en ella?
Son anédoctas no más, pero descorazonadoras.
Y, puesto que no ha mencionado ni citado literalmente el grupo concreto que le ha dado ocasión a estas reflexiones, no veo qué sentido tiene que se le acuse de identificar ni colgar sanbenitos a nadie.
Muchas gracias por el artículo. Estas cosas hay que decirlas. Y repetirlas. A ver si, poco a poco, vamos despertando.
Saludos cordiales
Somos nosotros los que debemos dar testimonio y ellos vendrán después de nosotros, no al revés.
Acepto la regañina como parte de Infocatólica que soy y acepto lo que me indica mi pastor, disculpándome en la parte que me toca.
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LF:
¿Tu pastor? ¿qué pastor?
sobre la "prudencia" nos tenemos que acordar que hay dos prudencias: la que viene del respeto humano (prudencia mundana) y la Virtud (infusa, propia del Espíritu Santo) de la prudencia. En este post hablan muy bien del tema, centrandose en el Aquinate: http://es.groups.yahoo.com/group/valetodo/message/16239
En resumen, prudencia no es cobardía...
Bueno, como una vez me dijo un catequista: 'hasta la persona más estúpida puede aportar algo a la comunidad cristiana, aunque sea el que los demás reaccionen e intenten ser más espabilados que ella'.
El texto dice lo que dice. A partir de ahí, cada uno interprete según le parezca. Pero el texto dice lo que dice.
Un abrazo.
Saludos cordiales, Mons. Agrelo.
Pelín osados veo yo a la muchachada cuando aún no han tenido tiempo ni de fundar una familia.
Tenemos que rezar más, Sant Josep ajuda'ns!
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