Dos más dos son cuatro y secularización más apostasía es muerte
Hay cosas que no pueden dejar de ser como son. Si a dos le sumas dos, da siempre cuatro. Si a una manzana le rompes el rabillo que la une al árbol, cae al suelo. Y si a una sociedad cristiana le quitas a Cristo y el evangelio, se va derechita hacia el abismo.
Es lo que le ocurre a España. Desde que los españoles decidieron mayoritariamente olvidarse de la fe en la que fueron bautizados y vivir sin tener en cuenta a Cristo, su evangelio y lo que enseña la Iglesia, la descomposición social es imparable. Y si no lo remedia la nueva evangelización de la que tanto se habla -veremos lo que se hace-, el resultado final será catastrófico a todos los niveles.
Porque catastrófico es que una nación se convierta en un país de ancianos, sin niños por las calles, sin jóvenes en edad de trabajar, sin familias estables y sin valores suficientes para revertir la situación. En breve publicaré una reseña del libro “El suicidio demográfico en España” de Alejandro Macarrón, editado por Homo Legens, pero ya adelanto que el mismo pone los pelos de punta a cualquiera. Lo que nos vamos a encontrar de aquí a la vuelta de la esquina si las cosas no cambian es algo que dudo que tenga parangón en la historia de este país. Baste decir que hoy nacen menos niños en España que durante el peor año de la Guerra Civil. Y que a mediados del siglo XIX, las españolas tenían más hijos cada año que los que tienen hoy, a principios del siglo XXI. Si alguien cree que eso es normal y deseable, que se lo haga mirar.
Además, no solo se da el hecho de que las españolas y las extranjeras residentes en España, tienen menos hijos. Es que una de cada tres no están casadas. Es curioso que justo cuando la izquierda mediática, política y eclesial se ha burlado y ha atacado al obispo de Córdoba por haber repetido lo que San Pablo pide a los cristianos sobre la fornicación, se ponen delante de nuestros ojos una de las consecuencias de dicho pecado. Los niños nacen fuera de un ámbito familiar sano, con su padre y su madre unidos en un proyecto de vida. La otra consecuencia es aún peor y consiste en que no se permite nacer a los hijos de la fornicación.
Y sin embargo, lo que se propone desde los medios de comunicación generalistas más importantes, desde la izquierda anticlerical y desde la derecha pagana, es más de lo mismo. Más y peor, porque incluso llegan al ámbito de la educación de nuestros hijos y nuestros nietos. El actual régimen político y social que tenemos en España es como el mal amigo de un alcohólico, que en vez de ayudar al enfermo a dejar la bebida, le compra una botella de whisky de garrafa cada día. Es cuestión de tiempo que la cirrosis acabe con el paciente.
En medio de este marasmo mortal, solo la Iglesia tiene la capacidad, que Dios le da, de dar una solución que revierta la realidad y vuelva a situar a este país en la senda de la vida y de un futuro de esperanza. Pero ojo, existe la tentación para muchos de dejarse llevar por la corriente de suicidio moral que impera en la sociedad. El principal enemigo de la Iglesia lo tiene dentro, no fuera. Me refiero a los agentes de secularización que no han sido expulsados de la comunión eclesial. Son los que, a pesar del desplome de la natalidad, tienen todavía el valor de pedir que se cambie la doctrina sobre los anticonceptivos e incluso sobre el aborto. Son los que quieren que el sacramento de la confesión sea una parodia, de manera que pierda su potencial regenerador del alma de aquellos que están llamados a ser levadura santa de una masa enferma. Son los que piden que la Iglesia sea más mundana -que no cercana, como pretenden- en vez de ser sal de la tierra y luz del mundo.
Mientras la Iglesia en este país no se libre de esos agentes secularizadores, mientras no se agarre como una lapa a su fe, a su doctrina, a su liturgia, a su tradición, estará total o parcialmente impedida para llevar a cabo la misión a la que ha sido llamada. Y si no realiza esa misión, ¿para qué servirá? Para nada. Desaparecerá por el sumidero de la historia con el resto de la nación.
Es pues tiempo de que tengamos muchos Demetrios al frente de nuestras diócesis y de que los fieles ocupemos el lugar que nos corresponde. El futuro es nuestro si somos fieles a Dios y su Iglesia en el presente. Y si no lo somos, mejor no hubiéramos nacido.
No quiero acabar el artículo sin una luz de esperanza. El Señor ama a España. El Señor quiere reinar en España. El Señor va a reinar en España si nosotros somos realmente templos de su Espíritu. Además, esta es tierra de María. A su intercesión nos acogemos para que el anuncio de la verdad arraige de nuevo en los corazones de los españoles.
Luis Fernando Pérez Bustamante
32 comentarios
Por tanto,volvemos al debate de siempre: ¿menos fieles pero realmente católicos en su modo de vivir y pensar; o más fieles aunque sean descafeinados? Creo que la Iglesia en España se ha decantado claramente por la segunda opción,tal vez esperando a que lleguen tiempos más favorables.O es lo que a mi me parece desde fuera.
Respecto a lo que dice el obispo de Córdoba,nada que objetar. Creo que es coherente con lo que la Iglesia piensa. A mi no me afecta,claro,pero me extraña que cierta gente se eche las manos a la cabeza.
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LF:
Dice usted que "si los curas se pusieran más ortodoxos,la sangría sería aún mayor". No ha ocurrido tal cosa a lo largo de la historia. No sé qué pasaría ahora. Pero en todo caso, es mejor ser auténticos que falsos.
Yo soy partidario de intentar limitar la población con métodos "civilizados".Creo que somos muchos, aunque aquí puede haber mucho debate. Eso sí,no soy nada partidario del aborto ni muchísimo menos de otras "soluciones". Pero sí lo soy de la planificación familiar no impuesta. Si una pareja quiere tener 11 hijos,que los tenga.
Yo no creo que avancemos hacia una muerte de la sociedad,Luis Fernando. Tal vez avancemos hacia el fin de esta sociedad tal y como la conocemos. Como ha pasado tantas y tantas veces. Y habrá nuevas dificultades,y cosas más positivas,y cosas más negativas. ¿Será esa sociedad mejor o peor que la actual? El tiempo lo dirá.
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LF:
Una sociedad sin hijos se muere. Eso no admite discusión. Es ley de vida.
Ya,pero en los tiempos de hoy (que es lo que importa), como ya he dicho antes,la opinión pública y la Iglesia no sintonizan totalmente o mayoritariamente, como en otras épocas. En esas épocas se podría ser más ortodoxo que ahora,pero hoy chocar contra el sentido de la sociedad y ponerse más duro aumentaría la secularización.No creo que la Iglesia tenga un pelo de tonta,y según mi opinión no se ponen más duros,no porque no quieran,sino porque no pueden.
Con respecto a lo de ser auténticos,de acuerdo.
Desde luego,eso no admite discusión. Pero no tenemos una sociedad sin hijos,sino una con menos hijos por pareja que en tiempos pasados.No es lo mismo.
Y me callo ya.
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LF:
A ver, que no... que no es simplemente que tengamos menos hijos y entonces será una sociedad... con menos hijos. Es que al tener mejos hijos hoy, mañana habrá menos hijos de esos hijos... y si sigue la rueda, llegará un momento en que apenas habrá jóvenes capaces de tener hijos. Pura cuestión biológica. Si una raza no cría, acaba desapareciendo.
Al final, llegaron los bárbaros.
Un saludo
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LF:
La Iglesia en el mundo jamás. En algunas partes del mundo, no le quepa la menor duda. Ya ha ocurrido en algunas ocasiones a lo largo de la historia.
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LF:
El Islam hace lo que tiene que hacer. Pero el problema no es ese. Lo es el retroceso de la fe cristiana. Si no hubiera ese retroceso, el Islam no avanzaría prácticamente nada.
Por eso no es cierto que "si los curas se pusieran más ortodoxos,la sangría sería aún mayor". Si el clero se pone ortodoxo y exigente, la comunidad creyente se deshace de los "tibios" (que son poco productivos) y se quedan los entusiastas que tienen muchos hijos... que a su vez serán entusiastas porque 1) lo son sus padres; 2) lo son sus hermanos; 3) lo son sus maestros.
Además, los entusiastas crean sistemas de apoyo a las familias numerosas (guarderías, leyes pro-familia, asociacionismo familiar, escultismo, formación no reglada).
Si una chica tiene 4 hermanos pequeños no le importa tanto ser "responsable de guardería" en la parroquia o movimiento. Si cada familia paga 3 euros a la chica, ella además se gana un dinerito. ¡Todos cobran conciencia de la necesidad de apoyar a los padres!
Además, así se forma una generación de cuidadores, profesores, gente con vocacióna trabajar con niños...
En fin: la ortodoxia con hijos se retroalimenta; tener muchos hijos te hace relativizar los lujos materiales, así que te centras más en los goces espirituales y la relación entre personas.
Además, la mayoría de las conversiones (dicen los sociólogos) se dan por matrimonio: los creyentes de comundiad ortodoxa y exigente pueden casarse con agnósticos, de esos que son hijos únicos; el agnóstico hijo único de repente se ve "engullido" por ese clan numeroso y alegre de su esposa, su fe, su forma de vivir... suele contagiarse. Incluso si no se convierte, los hijos serán creyentes.
Nada de esto se da si los creyentes son tibios, apenas sociológicos... aunque vayan a misa (o a la sinagoga o a la mezquita) 3 veces al año, los tibios tienen pocos hijos, como los paganos, y no les pasan la fe.
Por eso, cuanto más ortodoxa y estricta se ponga una comunidad, más recursos desarrolla para que sus exigencias sean soportables con apoyo comunitario, una mejor organización y soporte grupal... y eso aumenta la fertilidad.
La mujer que sabe que la tribu le ayuda a criar hijos tiene más hijos. Pero para eso hay que tener conciencia de tribu: los tibios no generan tribu; los entusiastas y ortodoxos, sí.
Además, una vez nace una primera generación de jóvenes entusiastas, su misma juventud AÑADIDA a la exigencia de los retos que les plantean les hace ser creativos, organizados, inventores, etc...
En cambio, una sociedad de individualistas envejecidos no genera nada de eso: se mantiene por inercia mientras ocupan las poltronas del poder y hay dinero fácil, luego se hunde.
En fin: ortodoxia + demografía + comunidad/grupo de apoyo es la causa de que el siglo XXI acabe con más porcentaje de creyentes comprometidos que al iniciarse.
Pero... ¿creyentes cristianos o musulmanes?
El libro es de Anselm Grün, ¿Qué debo hacer? Respuestas a las preguntas que plantea la vida, Sal Terrae.
La pregunta se localiza capítulo 7, Espiritualidad y cuestiones de fe, página 158.
La respuesta que da es ambigua, y hubiera sido necesario que hubiera dado más concreciones.
De otro lado, todo el libro parece más bien un manual de autoayuda y de consultorio psicológico con consejos personales, con casi ninguna referencia a los sacramentos y a la espiritualidad católica.
Por ejemplo, si recuerdo bien, una le dice que hace yoga, pero él no le dice que deje de hacerlo y lo sustituya por otro ejercicio, porque el yoga forma parte de la Nueva Era y conduce hacia los postulados de una creencia no católica: chacras, cuerpo sutil, prana...
Aquí está la respuesta polémica:
PREGUNTA. Después de algunas decepciones como mujer, he encontrado una compañera con la que soy feli. Las dos hemos recibido una formación cristiana, pero no tenemos ninguna posibilidad de vivir nuestra fe en el contexto de la comunidad católica. Chocamos con la hostilidad y la desconfianza
¿Qué podemos hacer al experimentar este rechazo?
RESPUESTA. Puedes dar gracias por la felicidad que estás viviendo con tu compañera. Apoyaos mutuamente en vuestro camino espiritual. Leed juntas la Biblia, meditad juntas y seguid los caminos espirituales que os resulten adecuados. Buscad comunidades católicas que no os rechacen... Si no, entrad en contacto con un convento en el que no os sintáis rechazadas... Podéis apoyaros mutuamente. Pero también es bueno que os sintáis sostenidas por una comunidad. No os toméis como algo personal el rechazo que habéis vivido en algunos círculos eclesiásticos. Vuestra convivencia crea inseguridad en muchas personas y les recuerda las contradicciones de su propia vivencia de la sexualidad. En vez de juzgar a otras personas, percibid que...se sienten incomodas con vuestra concepción de la vida. Confiad en vuestro sentimiento y en vuestra conciencia, y vivid vuestra relación en un clima de confianza en Dios.
Lo que está claro, contra lo que se pretende hacer creer, es que hoy en España hay MAS CATOLICOS PRACTICANTES QUE HACE 15 AÑOS, lo dice y reconoce el CIS - pero bastantes más -, que la práctica religiosa es muy superior en las familias con 3 o más hijos, que las que tienen menos o no tienen, o sea que la sangría si se da en algún ámbito en el futuro es en el de los ateos y agnósticos.
Por cierto, Jesucristo en el sermón de Cafarnaum Jn,6, lo que empezó siendo una multitud que se reunió para escucharle al final quedó reducida a la mínima expresión, los que le decían "Te seguimos porque sólo Tú tienes palabras de vida eterna". El resto, los demás, la inmensa mayoría se fueron. La eficacia y autentidad de la evangelización no se mide por la cantidad sino por la calidad y la ortodoxia.
Y no hables de como eran las cosas en otros tiempos que no se sabe cuáles son y no están para defenderse.
Roi, tus prejuicios ofuscan tu capacidad de raciocinio.
¿Por qué cuando habla y actúa el Papa, hasta los ateos escuchan lo que dice y observan lo que hace? Por su autoridad, coherencia y seriedad.
Eso es lo que falta en la Iglesia católica local "española": llena de complejos por falta de buen manejo de las situaciones temporales precedentes, indolente en la enseñanza de la doctrina, metida en la más baja política hasta la médula, esquiva de los reales problemas que aquejan a la feligresía, negligente en la conservación de su patrimonio, colaboracionista y pactista con el poder político más zafio y ruín, y un sinfín de aspectos negativos que han hecho que los católicos se alejen de ella. No en vano, hay fuste en el pueblo católico español, la cosa cambiará a mejor si se sigue el camino de una ortodoxia inteligente (sin tibiezas) y adaptada a los tiempos presentes, alejada de los aspavientos y sinrazones del pasado.
Una iglesia sin esto, es un cuerpo sin alma, es decir sin espíritu. Un cadaver.
Leyendo al P Iraburu, me descubri Semipelagiano y descubrí muchos pelagianos anónimos.
Interesante artículo- Gracias.
Jn 15,1-8: No dijo: «Sin mí podéis hacer poco», sino: «Sin mí no podéis hacer nada».
Quien no está unido a Cristo no es cristiano
Editado. Se puede leer el texto entero aquí:
http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/PASCUA/DO-05B/EV-Ag.htm
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Saludos.
Pura lógica,pues,totalmente de acuerdo. Si esa tendencia se aplicara durante muchas generaciones, la población iría disminuyendo. Pero desaparecer implicaría un número infinito de generaciones manteniendo esa misma tendencia,lo cual es casi imposible.
El "problema" es que,si tenemos un número superior a dos hijos por pareja estable,entonces la población aumenta,tanto más cuanto mayor sea ese número por encima de dos. Hoy en día,los progresos de la medicina y la higiene hacen que sea extraño que una persona muera antes de tener la posibilidad de engendrar su descendencia,incluso si nace con problemas congénitos. En tiempos pasados (digamos antes del s XX,para que Chimo Vice no se enfade) en España morían muchos niños y jóvenes sin haber llegado a tener hijos,con lo que el nacimiento de hijos debía ser claramente superior a dos,lo que daba al diagrama de población esa forma de pirámide,unido a que la esperanza de vida era mucho más baja.
Si no queremos que la población se dispare,e incluso si queremos que disminuya durante unas generaciones, la media de hijos deberá ser inferior a dos por pareja(el punto en el que estamos), para luego,una vez superada la fase de pirámide inversa, estabilizarla con una media de nacimientos ligeramente superior a dos,ya que sabemos que alguna muerte siempre existirá,que habrá parejas que no podrán tener hijos o que habrá gente que no constituirá pareja a lo largo de su vida. Así,la pirámide de población dejará de ser tal para convertirse en una columna con pequeñas variaciones.
Claro que esto son conjeturas matemáticas.La tendencia puede variar,incluso más de una vez en la vida de un individuo. No creo que seamos capaces de mantener un control de población mundial tan ordenado incluso queriéndolo. Y además no tendría en cuenta acontecimientos extraordinarios de gran mortandad como guerras u otros desastres. Las personas no somos máquinas,ni números. Lo que yo creo es que ya somos muchos,y algo se debe hacer al respecto. Desde luego,habrá quien esté de acuerdo y habrá quien no.
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LF:
Mire, no hace falta un número infinito de generaciones en las que ocurra eso para el colapso social. Basta con dos o tres décadas para que las consecuencias sociales y económicas sean devastadoras. Por ejemplo, será literalmente imposible pagar las pensiones, al menos a un nivel compatible con la supervivencia. El precio de la vivienda también se desplomará, lo cual puede tener el efecto beneficioso de facilitar el acceso al mismo de los cada vez menos jóvenes que queden pero implicará igualmente una crisis financiera brutal -la de ahora será un chiste- y una pérdida patrimonial para esos ancianos con pensiones ridículas. Y mejor no hablamos de la situación personal de quienes no tendrán hijos que puedan atenderles. Claro que siempre habrá el recurso a la eutanasia, pensarán algunos.
Usted dice que hay que hacer algo porque somos muchos. Yo digo que los que no son cristianos no pueden hacer o dejar de hacer nada. Van haciendo un seguidismo absoluto y ovino del espíritu de este mundo, al que pertenecen y configuran, y sufrirán las consecuencias de todas las políticas abortistas y anticonceptivas que están marcando esta era. Los cristianos, si en verdad lo son, serán quienes rompan con ese molde nefasto, abriéndose a la vida y teniendo los hijos que Dios les quiera dar. De hecho, la inmensa mayoría de las familias numerosas de este país en el presente son católicas. Y en el futuro serán católicas y musulmanas. Los no creyentes desaparecerán. Su esterilidad espiritual irá acompañada de la esterilidad biológica.
Ya ha dado su opinión y yo la mía. Fin al debate.
Me parece interesantísimo su comentario. Y en cierta manera estoy de acuerdo con que el futuro es de los que tienen más hijos,claro que habría que ver qué tipo de futuro sería ese si todas las tendencias se pusieran a "competir" por tener la mayor natalidad. Pero como he dicho,no somos máquinas ni números.
Por otro lado,su relato es un poco como el cuento de la lechera,dicho sea sin intención de ofender. Como Luis Fernando dice muchas veces,la Iglesia tiene hijos pero no nietos. Una pareja católica que siga las directrices de la Iglesia puede tener muchos hijos, pero que éstos sean a su vez católicos convencidos con otros tantos hijos,ya es otro cantar. Es que si así fuese, ya han existido suficientes generaciones como para que solo existieran católicos convencidos,o por lo menos que su cantidad fuera una gran mayoría dentro de la población total,y no es así.
Por último,no estoy de acuerdo con lo que dice usted sobre que los "tibios" no crean tribu. Puede que no creen una tribu definida e identificable,pero si su número es grande,contribuirán de manera muy importante a la ideosincrasia de un territorio o país. Que es la "tribu" más importante,aunque no sea claramente identificable,influirá mucho precisamente en las actitudes de los hijos de las otras "tribus" más pequeñas para establecer su pensamiento.
De todas maneras,muchas gracias por su comentario y su claridad de exposición.
Una pareja puede utilizar anticonceptivos y tener 5 hijos. y viveversa, utilizar métodos naturales y no tener hijos. Son cuestiones totalmente diferentes.
Por último señalar que estoy de acuerdo en la falta de valores que se da en la sociedad actual, pero también en que si las condiciones sociales, económicas y laborales cambiaran habría mucha gente que se animaría a tener más niños.Con esto no pretendo negar el egoismo actual de muchas personas que prefieren no sacrificar ninguna comodidad y no crear nuevas vidas, pero éste no es el único factor que incide en la falta de nacimientos.
¿ Qué pasa a esta sociedad que cada día la veo más enferma ?¿Qué agentes la envenenan con sal diluida que muere poco a poco y no es consciente,que le lleva a su destrucción y muerte lenta y agónica?.
Asistimos a un suicidio de la cultura que todos con nuestras ideas impulsamos u omitimos, homicidios masivos de la vida en sus origenes,ya no hace falta la guerra de adultos se extermina antes,se plantea la anticoncepción masiva para casi todas las mujeres, se potencian formas de convivencia de matrimonios entre iguales,uniones civiles u homomonio,tendrán que plantear cual es su función social, para pedir ese "matrimonio por ley" que nunca será tal.
Vemos grupos subversivos contra la Iglesia para destruirla como el enemigo entra en su seno y se disfraza diluido y cambia lo dicho en el tesoro de la fe y algunos siguen haciendo caso, aunque eso no sea de Jesucristo.
Es necesario una autentica educación sexual-afectiva con principios éticos que dignifiquen lo que estamos destruyendo,Potenciar el matrimonio heterosexual comunidad de vida y amor abierto y complementario. Traer la vida a este mundo es de padres humanos padre-madre,implica verdadera convivencia familiar. alegría y felicidad, conflictos también, pero siempre esta la capacidad humana de superarlos.
Leyes que amparen la vida y una ética que por lo menos sirva a la convivencia social Una sociedad que no nacen hijos,se invierte la pirámide de población en tres generaciones es una sociedad envejecida,y tiende a desaparecer.ej. Si tenemos 8 personas unidas forman 4 matrimonios pero dicen sólo tendremos un hijo cada pareja,tenemos 4 hijos, para la 2ºgeneración forman dos matrimonios y tienen un hijo cada uno, a la 3º generación sólo existe un matrimonio y tendrá un hijo o ninguno .Esto implica una reducción enorme.pero es la realidad de Europa y de España 1.3 hijo por matrimonio y llegará el día que los inmigrantes ni puedan suplir ¡las raíces cristianas de Europa en crisis total!
La causa se llama feminismo, y está metida hasta la médula en la misma Iglesia en su praxis externa .No en la interna.
Pocos lo creerán, pero esa es la razón por la que la natalidad es menor en las naciones católicas que en las pagano-protestantes.
No se defiende oficialmente el feminismo, pero antes muertos que atacar todos sus postulados, píldora incluida, y tortas hay por hacerse los simpáticos.
Ni un solo sacerdote se atreverá a alabar el AMOR de nuestras madres y esposas y señalar que eran muy superiores en eso, en AMOR, a las "profesionales" de ahora.
Que se atarean y obedecen y se entregan por DINERO y VANIDAD profesional a otros hombres, empresas etc.
El mundo cristiano al revés.
Aún suponiendo que lo que dijeses fuese verdad, que no lo es, en cualquier caso esa misma presunta vanidad y amor al dinero sería achacable a los hombres. ¿ O es que la motivación para trabajar es distinta en el hombre que en la mujer?.
Me parece a mi que más de una mujer que no hace más que luchar para sacar a sus hijos adelante y para ello no tiene más narices que trabajar fuera de casa (como es el caso de la mayoría de las madres hoy en día) tendrían muchas cosas que enseñarte....
En términos absolutos sí hay mas católicos practicantes hoy en España que hace quince años, aunque a algunos como vd. les escandalize reconocerlo. Le remito a los estudios periódicos nada sospechos del CIS.
El estudio al que hace referencia y que intenta vincular con el sr. Miró i Ardèvol no lo niega. Hay que interpretar con rigor y sin precipitación los datos facilitados.
Además quién lo va a saber mejor, ¿los que asistimos y partipamos de la celebración de la Santa Misa los domingos, o los que pro costumbre o convención social no lo hacéis?
1. A Chimo Vice: No se engañe, Chimo, de buena fe se lo digo. Los números absolutos no son una buena referencia. Puede que haya más católicos practicantes que hace 15 años (lo dudo, habiendo visto los datos; en todo caso sería achacable al mero incremento de la población). Pero en términos sociológicos, lo relevante son las cifras relativas, y esas dicen que hay *bastantes* más no creyentes y *muchos* más no-practicantes. Quien quiera ignorar esto, se engaña, de veras.
2. A todos: Es una obviedad que si la forma de vida de la mayoría de la sociedad y la propuesta por la Iglesia divergen... pues divergen y se separan. Esto es de Perogrullo. Como consecuencia, esa mayoría social verá cada vez más a la gente de religión como "raros", "fanáticos", etc. Es bastante lógico, ¿no?
3. Si además, la respuesta de la Iglesia es "enrocarse", pues obviamente habrá *aún más* gente que verá a sus seguidores como raros, fanáticos, etc y no querrá asociarse mucho con ellos. Pero por otra parte, la Iglesia no puede "abrirse" sin perder su mensaje esencial. Este es un delicadísimo equilibrio que no tiene ninguna solución obvia.
4. El hecho de que las familias creyentes tengan más hijos no es garantía de que en el futuro habrá más creyentes o una proporción mayor de creyentes. Eso ha sido así durante décadas y la sociedad se seculariza cada vez más. El motivo es obvio: los hijos no tienen por qué seguir la fe de los padres o hacerlo de la misma manera. Si los hijos de gente religiosa fueran automáticamente religiosos, en igual medida, nunca habría habido secularización.
5. Es cierto que hay un gravísimo problema demográfico en las naciones desarrolladas, denominado "burbuja de ancianos", frente a otro gravísimo problema en las naciones menos desarrolladas, denominado "burbuja de jóvenes". Los dos son endiablados y tampoco tienen una solución obvia. Bueno, sí, hay una: el reequilibrio por migración, que es lo que está sucediendo de facto. Eso presenta sus propios problemas, como sabemos, pero es el "proceso automático" lógico.
6. Sinceramente, no creo que el Islam se expanda en Occidente fuera de los colectivos en los que predomina originalmente (árabes, etc.). La tendencia de los occidentales no es a abrazar el Islam, sino al sincretismo tipo "New Age" y la secularización.
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