El cartel que indignó a algunos curas vascos
Sabrán ustedes, y si no lo saben se lo digo, que en la diócesis de Bilbao existe un foro de cura abertzales que cuenta con una web en la que suelen compartir sus anhelos, sus opiniones, su espiritualidad de altos vuelos, etc. No está claro cuántos sacerdotes forman parte de ese foro. Mis fuentes me dicen que son una minoría no excesivamente numerosa pero sí ruidosa. La diócesis vizcaína no tiene el mismo problema que su vecina guipuzcoana en cuanto al número y la influencia del clero batasuno/filo-batasuno, pero no hay que ir muy lejos para encontrarse ni más ni menos que un párroco de Bilbao que hace no mucho dijo que “Eta, cuantos más militantes, mejor”.
El caso es que a esos curas no les ha gustado nada, lo que se dice nada, el cartel de la Campaña del Domund de este año. Dicen en la web que dicho cartel “nos ha indignado a muchos y hemos decidido enviar íntegramente la colecta que se haga ese fin de semana, a través de CARITAS, a Somalia, con la intención de paliar la hambruna de aquel territorio“.
Y ustedes se preguntarán si se puede saber qué hay en dicho cartel que les moleste tanto a estos presbíteros. Pues muy fácil. Aparece el mapa de España y en el mismo están las vascongadas y Navarra. Y claro, para quien pone por delante de Cristo, de la Iglesia, del Domund y de cualquier otra cosa su idolatría hacia la causa nacionalista separatista, un cartel así es toda una ofensa, un “intento claro de españolización“.
Cuando ayer comenté este tema con un sacerdote amigo, su reacción fue inmediata: “están enfermos, están locos“. Ojalá fuera una enfermedad mental la que provocara semejantes actitudes impropias de sacerdotes católicos. De ser así, su responsabilidad moral estaría disminuida o incluso anulada. Pero no, su enfermedad no es de orden psicológico o psiquiátrico. Es una enfermedad del alma. Y mortal. El problema es que no solo enferman ellos, sino que son como células cancerígenas que se extienden por todo el Cuerpo de Cristo en la Iglesia del País Vasco.
Actitudes como esa demuestran que el drama que se vive en esa tierra no desaparecerá con un mero comunicado de la banda terrorista. La violencia no es otra cosa que la consecuencia final de un odio -en este caso a España- que vemos presente en ese foro de curas de Vizcaya. Y si está presente dentro de la Iglesia, ¿cómo no lo va a estar en medio de quienes no tienen como referente a Cristo?
Mucho camino tienen por delante los obispos de las diócesis vascas. Su labor es muy compleja. Debemos tener paciencia y confiar en que el Señor les ayudará a tomar las medidas oportunas en el tiempo oportuno. Nadie piense que en 2-3 años se puede solucionar un mal que lleva instalado décadas. Pero nadie piense tampoco que ese mal va a desaparecer por sí solo por el método “biológico". Una de las claves del futuro de esas diócesis está en sus seminarios. Y eso lo saben todos. Por eso hay que ser optimistas. Se empiezan a hacer las cosas bien. Antes o después, se recogerán los frutos.
Luis Fernando Pérez Bustamante
31 comentarios
Que Dios nos ayude.
@majovimo
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Y yo creo que la labor no es sólo de los obispos de las diócesis vascas. Más allá de la sorpresa por la indignación de algunos curas vascos por ese cartel, me gustaría que cada uno de nosotros fuera capaz de reaccionar promoviendo una corriente que hiciera aparecer las cosas en su sitio. Porque, como apunta el comentario de Manuel J. Vicente Montes, las distorsiones se pueden dar en todas las regiones.
Pero que además los que se sientan molestos sean presbíteros de la Iglesia Católica (esto es, universal), es realmente de camisa de fuerza, de manicomio.
Y encima parecen querer disimular su odio fanático con un donativo a Somalia. Deberían leer a Pablo: "Aunque repartiera todos mis bienes entre los pobres y entregare mi cuerpo a las llamas, si no tuviese caridad de nada me sirve" (1 Cor. 13,13)
Todo esto me hace pensar en que nosotros deberíamos de ser más "beligerantes"; porque los creyentes tenemos cierta tendencia, digamos, a conformarnos. Ni optimismo, ni pesimismo: realismo con compromiso y consecuencia con lo que decimos siempre.
Lo que no puede haber espacio es para ideologías del odio/cizaña entre españoles, ni siquiera silencio sobre las cosas que son OBJETIVAS.
Nadie elige a sus padres. Nadie elige a su Patria. Ambas cosas son OBJETIVAS, y a ambas cosas Dios exige amar. Son los deberes de amor más grandes después de al propio Dios.
Los Obispos deben enseñar estos principios, hablando con claridad de España, y la unidad que hemos recibido de nuestros antepasados, toda ella además pactada y voluntaria, y como estas realidades, que son buenas porque son de unión, hay que tomarlas como regalos de Dios.
Hay que enseñar estas grandes verdades, con sus principios y sus matices, desde la sobrenaturalidad y convencidos de que son cuestiones RELIGIOSAS (cuarto mandamiento) y no políticas como se quiere hacer creer para seguir con la cabeza dentro del hoyo como el avestruz.
Las cosas solo se cambian cambiándolas y lo que más cuesta es dar los primeros pasos que rompan con la inercia de lo nefasto recibido. Pero mientras antes se den mejor.
Los Obispos, por la Ley de Dios, deben situarse frontalmente frente a todos los nacionalismos sembradores de cizaña, porque eso no puede ser sino del demonio.
Y lo mismo, porque es creciente la reacción, hablar contra los separadores que están asimilando esa misma cizaña pero en dirección opuesta.
Necesitamos que sea la Iglesia la que lidere la necesidad de unidad EMOCIONAL de todos los españoles, en la convicción de que el demonio es el gran sembrador de cizaña.
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LF:
1- Escribo sobre la actualidad. No es mi culpa que tengamos unas elecciones generales en menos de un mes y que los obispos haya publicado una nota sobre la misma. Tampoco es mi culpa que quienes más han intentado destruir España matando inocentes digan ahora que van a intentar destruirla sin poner bombas.
2- Sobre un artículo acerca del llamado nacional-catolicismo, espere usted sentado. Yo hablo casi siempre de la actualidad, no de un régimen en el que solo viví los 7 primeros años de mi vida. Cuando termine la reseña del último libro de Luis Suárez, quizás diga algo de mi cosecha.
De todas formas, si no le gusta sobre lo que escribo, no me lea.
Y NADA, absolutamente nada, basado en el ODIO puede ser moralmente admisible.
Cuando haya un nacionalismo en alguna parte de España que no se base en el odio a España se podrá decir que es moralmente legítimo. Pero lo otro no.
Otra cosa. Es una "enfermedad", sí, pero no "psicológica" sino moral, me parece.
Por el contrario, el patriotismo, en cuanto amor por la patria, reconoce a todas las demás naciones los mismos derechos que reclama para la propia, y por tanto, es un amor social ordenado.
Esto es lo que nos dice el Beato Juan Pablo II.
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Muy de acuerdo en todo Asclepio, salvo en lo de "democráticamente" constituida. No es la democracia la que determina las naciones sino al revés, al menos en España. España es algo previo al estado del que se dote. Es España la que se ha dado a sí misma en esta época una Constitución tal y cual y no al revés.
De alguna manera, en el discurrir de la Historia cuya autor es Dios mismo, las naciones y pueblos se van formando. Parecido a como lo hacen las personas. Es la forma que tiene Dios de dr identidad a individuos y pueblos, en base a una interminable genealogía a la que debemos gratitud de alguna manera en conjunto porque de todos ellos se ha valido Dios para formarnos.
Revisemos la Biblia y tomemos como ejemplo el propio pueblo judío. Dios habla tanto a los individuos como a las naciones/pueblos, y no es lo mismo lo que espera de los fieles que de los infieles.
Tanto las personas como las naciones tienen responsabilidades en el Plan de Salvación de Dios y ambos están sujetos como tal al juicio de Dios.
Hay que huir de un nefasto y erróneamente facilón espíritu de "internacionalismo", No somos católicos por ser "internacionalistas", que no lo somos, somos católicos porque la religión católica es, desde el rechazo de los jefes judíos a Cristo, una religión para todas las naciones.
Y no somos ciudadanos del Vaticano. Nuestra bandera no es la vaticana, es la española, que es la patria que Dios ha querido darnos para hacer bien a nosotros y al resto del mundo.
Sacamos la bandera del vaticano para honrar al Santo Padre, no porque sea la nuestra.
Nuestra bandera - católica debemos hacerla- es la española. A ver si nos dejamos de ocurrencias, nuevas modas y demás. La batalla es la misma de siempre, es la misma que contra la secta de Mahoma, contra la herejía protestante, contra el criminal francés y contra el oso ateo marxista, es la batalla de los hijos de la Tierra de María frente a los Hijos de las tinieblas y sus muchos disfraces.
España es la pieza más deseada por Satanás, la que nunca ha podido doblegar, la más devota de la Mujer que pisa su cabeza, la gran evangelizadora de continentes, la que más almas ha llevado a Dios en los 5 continentes y eso desata su ira.
Para destrozar a su gran enemiga el demonio lo primero que necesita es desunirnos, sembrarnos de cizaña, llenarnos de falta de autoestima, de complejos, martillearnos con falsos o verdaderos agravios hasta dejarnos inermes e imposibilitados de batallar.
No se da un paso atrás en ninguna de las virtudes que hacen a un pueblo íntegro, comenzando por el mismo amor a la propia Patria, a la propia historia y al respeto y honra que merecen quienes nos precedieron en la Historia de nuestra Fe.
Olvidaros de los políticos, de la Tv y de los "pensadores" oficiales, os contagiarán de mundanismo, de verborrea sin sabiduría. Nuestra batalla es contra Principados y Potestades, demonios que nos cercan desde el aire esperando ver caer a la Tierra de María Santísima.
Mariano, mira la historia de España. Toda nuestra gloria ha coincidido siempre con una unidad fuerte frente a duros enemigos. En cuanto no tenemos un proyecto común acabamos siempre enfangados en mediocridad y decadencia. Así llevamos ya dos siglos.
Que no te contagien.
Y los obispos bajo cuyo gobierno hemos llegado a este desastre (Larrea, Larrauri, Uriarte, Setién, Blázquez...) los nombró todos Juan Pablo II. ¡Qué lince!
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LF:
No metería a Mons. Blázquez en el mismo saco. Recuerda aquello de "un tal Blázquez" que dijo Arzallus.
Me fijaría también más en la Secretaría de Estado, que creo que fue la que más influyó en algunos de esos nombramientos. Sin con ello olvidad que, efectivamente, quien firmaba los nombramientos era el Papa.
Los españoles debemos revindicar la verdad histórica, es decir, la realidad de las cosas. No podemos dejar que gente como estos curas trate de romper nuestra Patria en pedazos, sembrando odio y mentiras entre nuestro pueblo, sobre todo en los más jóvenes.
Que en España se critique el uso de nuestro mapa común es tremendo. Esos curas son tan españoles como cualquier andaluz, madrileño, valenciano, murciano, gallego, catalán, etc. Ni más ni menos. Si esta verdad no les gusta, que se fastidien (y les fastidia, a lo que se ve).
Simplemente he querido decir que España es una nación soberana y democrática que se rige por una Constitución libremente aprobada y aceptada mayoritariamente en referendun.
Constitución de 1978:
Artículo nº 1: " España se constituye en un Estado social y democrático de derecho....etc "·
Por lo demás, me parece aceptable su extenso comentario.
Respetables saludos.
No creen; si creyeran no se atreverían a estas cosas
Cualquier viejecilla ignorante que va a las misas matutinas, es más y mejor recibida por Jesús
Estos se han dejado llevar por el Mundo (Cosmos)
Son muy IMPORTANTES... en el Reino de Cristo no.
¡¡¡¡Anda que si uno no tuviera su fe en el Evangelio!!!!!
«Ser católico es amar a la Patria, sin ceder a nadie mejora en ese amor. Y, a la vez, tener por míos los afanes nobles de todos los países. ¡Cuántas glorias de Francia son glorias mías! Y, lo mismo, muchos motivos de orgullo de alemanes, de italianos, de ingleses..., de americanos y asiáticos y africanos son también mi orgullo. - ¡Católico! : corazón grande, espíritu abierto» (Camino, 23 ed. Madrid 1965, n° 525).
J. Escrivá de Balaguer
Mira, no se si será real, pero transmites odio a todo lo que suene a nacionalismo vasco.
No sabes el daño que hacen los que juntan en una mano la bandera de la Iglesia y en la otra cosas exclusivamente políticas como la patria sea ésta la que sea. Muchos de los que rechazan la bandera de esa patria también pueden rechazar por asociación la otra (la Iglesia de Cristo). Esto lo veo todos los días: cuando por aquí digo que soy católico, que sigo a los obispos, a Benedicto, etc, muchos suponen que soy un 'facha'. Lee los comentarios de tus lectores, parece que si no compartes ese patriotismo español, estás en pecado mortal.
Reconociendo que es cierto que parte de la Iglesia del País Vasco está mal ¿Te has planteado cuantos han abandonado o sencillamente no les interesa la Iglesia porque la asocian a asuntos meramente políticos como ésta o aquella patria?
Estoy de acuerdo con el estilo 'San Pablo' para asuntos como aborto, herejías, etc, hay que hablar alto y claro pero te equivocas cuando pones al mismo nivel esos asuntos con otros que nada tienen que ver con la Iglesia.
Por último, que unos asesinos digan que dejan de matar es una buena noticia, ¿no?. Si tuviéramos claro la tragedia que es que un alma se condene, todo lo que pueda llevar a disminuir el envilecimiento generados por el terrorismo en una sociedad es una buena noticia (sin concesión políta alguna, por supuesto). Alegraros un poco, hombre.
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LF:
Yo no odio el nacionalismo vasco. Más bien detesto la mentira, sea del tipo que sea. Y buena parte del nacionalismo vasco está construido sobre la mentira. Ahora bien, creo legítimo cualquier nacionalismo que no quiera destruir el bien común de la unidad de España. Un bien común que ha sido declarado como tal por la plenaria de la CEE.
Esos que dicen que dejan de matar lo han dicho en repetidas ocasiones anteriormente. Y luego han vuelto a matar. Será buena noticia el día en que entreguen las armas. Hasta entonces, no me lo creo. Y como yo, la mayoría de los españoles.
Sobre ETA, no tenemos por qué fiarnos de la palabra de unos asesinos que no se arrepienten de nada, ni piden perdón por nada, ni renuncian a nada. Ni tampoco entregan las armas, efectivamente. El comunicado de ETA tiene carácter estratégico, de cara al robo a España de su población y territorio vascos y navarros.
El amor a la Patria tiene todo que ver con la Iglesia Católica, porque está prescrito por el Cuarto Mandamiento de la Ley de Dios, según dice el Catecismo. Y la defensa de la verdad histórica también, porque mentir es pecado.
Jesucristo Nuestro Señor dejó dicho que "la verdad os hará libres". Los vascos seréis libres, no solamente cuando os hayáis sacudido a ETA de encima, sino también toda la red de mentiras entretejida sobre vosotros por el nacionalismo "vasco". Y con vosotros, el resto de España.
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Jon,
Si quieres de verdad ser fiel en todo no caigas en voluntarismos vanos. Lo que los demás hagan o no hagan, o porque se eescandalicen, no puedes hacer renuncia de la fe.
Es mandamiento de Dios - y de los gordos- amar a la patria, a la comunidad a la que uno pertenece por herencia, está en toda la doctrina.
Un buen cristiano es imposible que sea perfecto si amando a lo propio necesita odiar, despreciar, lo ajeno. Y eso es el nacionalismo, en estos lares (hay matices ciertos).
Te preocupa que te llamen "facha" por hacer lo que Dios te dice que hagas: que ames a España entera además de a Euskadi porque eso es el regalo que Dios ha querido darte como parte de tu identidad.
Pues tendrás que sopesar tus amores.
Sobre el amor a la patria a partir del cuarto mandamiento, desgraciadamente muchos han dado más importancia a esta interpretación que al mandamiento directo y 'sin interpretaciones' de amar al prójimo como a tí mismo. Cuantos muertos, cuanta desgracia ha provocado en la historia esa exaltación de 'la patria'. La patria no es algo inmutable, a lo largo de la historia han aparecido y desaparecido países. Y cuando hay un potente sentimiento identitario que no coincide con el de la patria 'oficial', se puede producir un fuerte sentimiento de rechazo.
Lo de 'facha' no me preocupa, Catholicus, es el ejemplo que pongo para que veáis que por aquí (y seguro que en Cataluña) desgraciadamente se hace una asociación directa de católico 'ortodoxo' con ultraderecha española, es decir, asocian el catolicismo de verdad con la política. Y como rechazan lo uno también rechazan lo otro. Resultado: el País Vasco y Cataluña tienen el mayor número de curas y teólogos herejes de toda la península. Ya se que uno no defiende herejías si no quiere pero al menos podéis reflexionar un poco sobre esto, porque lo más importante es acercar al rebaño a la Iglesia ¿no?
Sobre ETA, efectivamente, son unos asesinos y todo lo demás que comentáis pero sorprende que no veáis que esto se ha acabado, esta vez el guión es muy diferente. Eso sí, preparaos para un maremoto de Bildu o su equivalente, es decir: la izquierda más radical, independentista, abortista, feminista, etc, etc de toda Europa.
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