Los varones tirapiedras
Sepan ustedes, estimados lectores, que “hay grupos de varones que se dedican al deporte de tirar piedras contra los demás desde el universo de los blogs y de algunas webs“. Teresa Forcades dixit. Sepan ustedes además que por culpa de esas críticas, “tuve una amonestación del Vaticano, a la que respondí". Teresa Forcades dixit también.
Como quiera que me encuentro entre los tirapiedras, he pensado si decirle algo a esta “víctima” de mi actividad deportiva. En realidad no es que yo le tire piedras a Sor Teresa. Más bien es ella la que tira pedruscos gigantescos contra la doctrina católica. Y claro, como llevo más de una década dedicado a difundir y defender esa doctrina, me resulta un “pelín” violento el ver como desde mi propia Iglesia hay gente empeñada en atacarla.
Es decir, si un protestante o un Testigo de Jehová arremete contra la fe católica, me puede sentar mejor o peor, pero no puedo esperar otra cosa. De hecho, yo mismo me dediqué a semejante tarea durante los años previos a mi reconversión al catolicismo. Pero Dios no quiso que me pasara el resto de mi vida dando coces contra el aguijón y me tiró del caballo de la soberbia del libre examen de las Escrituras. Su gracia, y sólo su gracia, me concedió el don de profesar la fe que fue entregada una vez a los santos, la fe de la Iglesia de Cristo.
Por eso me molesta que esa fe sea prostituida. Eso, y no otra cosa, es lo que hace Sor Teresa Forcades. Pero no solo ella. También lo hace, sin salir de la teología española, el P. Juan Masiá, jesuita, el teólogo Torres Queiruga y tantos otros. Si no pretendieran ser católicos, si no fueran sacerdotes -o monja- en ejercicio, no les haría gran caso. Por ejemplo, pocas veces me habrán ustedes leído un post rebatiendo las tesis teológicas de Xabier Pikaza, cura secularizado y felizmente casado, o de José Segovia, pastor reformado de Madrid. Durante los años siguientes a mi regreso al catolicismo mantuve infinidad de debates con evangélicos, pero hoy por hoy considero más necesario combatir a la secularización interna de la Iglesia que entablar disputas doctrinales con los hermanos separados. Y es que, sin la menor duda, hacen mucho más daño a la Iglesia Católica los protestantes de dentro, que además son teológicamente liberales, que los protestantes de fuera.
Ciertamente podría dedicarme a otras cosas. Podría ser catequista de niños de primera comunión o de confirmación -a esto ya me he ofrecido pero es que apenas hay jóvenes confirmantes en mi parroquia-. Podría dedicar gran parte de mi tiempo a ser voluntario de Cáritas. Podría involucrarme mucho más en el día a día de mi parroquia y de mi diócesis. Podría, y sin duda preferiría, pasarme las horas muertas rezando y/o leyendo a los Padres de la Iglesia, las vidas de los santos, los libros de buena teología y espiritualidad católica. Podría incluso estudiar ciencias religiosas o teología, tal y como está haciendo mi querida esposa. Pero la Providencia ha ido guiando mis pasos y aunque mañana quizás haga otra cosa, ahora hago lo que hago.
Debido a que mi actividad eclesial es la que es, la polémica es mi compañera de viaje. De la misma manera que sufrí todo tipo de críticas, ataques y reacciones airadas por parte de quienes habían sido mis hermanos en la fe protestante evangélica, hoy soy un personaje molesto para los teólogos heterodoxos que pululan por la Iglesia Católica. Pero existe una diferencia bastante importante entre unos y otros. Los protestantes evangélicos, al menos los más formados, no tienen inconveniente en debatir con apologetas católicos. Los “católicos” heterodoxos tienden a rehuir el debate, pues están acostumbrados a recibir los vítores de ese sector eclesial y mediático que les encumbra, que les tiene en palmitas. A todo lo que llegan es a quejarse de que unos pocos les plantamos cara, pero son absolutamente incapaces de rebatir nuestros argumentos con algo que no sea una mera repetición de típicos tópicos sin sustancia real.
Un posible debate con ellos debería de tener dos fases. La primera consistiría en discernir si lo que sostienen es la fe y la moral católica u otra cosa. Y ahí saben que tienen todas las de perder. Son conscientes de que se apartan del Magisterio y de hecho hacen de ello su modus vivendi. Cuando yo hablo de cuestiones doctrinales con un protestante, no tengo que dedicar mi tiempo a demostrar que lo que él sostiene no es catolicismo. Es más, pensaría que le estoy tomando el pelo si le dijera que es católico, apostólico y romano. Pues bien, eso es lo que hacen los Masiá, Quieruga y Forcades. Tomarnos el pelo a todos pretendiendo que son lo que no son. Si al menos admitieran que su teología no es catolica, podríamos pasara a la segunda fase del debate.
Dice Sor Teresa que debido a lo que hacemos algunos, ha recibido una amonestación del Vaticano. Pues si esa fuera la verdad, sería verdaderamente triste. Si en la Iglesia todos hicieran lo que les corresponde hacer, a Forcades no le habrían amonestado por la actividad de los “tirapiedras” sino por la petición expresa de los obispos. Es decir, no corresponde a los blogueros católicos velar por la sana doctrina. Lo hacemos con gusto o con disgusto, pero no tenemos la más mínima autoridad eclesial para corregir los errores de quienes hacen las veces de ciegos que guían a otros ciegos al abismo de la herejía. Esa tarea es responsabilidad de los obispos y, en los casos donde haya dudas o la autoridad episcopal ordinaria no llegue, de la Santa Sede. Incluso antes que nosotros, simples blogueros, están los teólogos que sí son ortodoxos y que podrían hacer una labor fundamental en esa tarea de combatir la herejía en el seno de la Iglesia. Pero los pocos que lo hacen -en InfoCatólica conocemos a algunos- tienen que ver cómo se convierten en apestados a los que se les pone el sambenito de fundamentalistas. La mayoría de los teólogos ortodoxos prefieren la comodidad, la cobardía y la tibieza que mira para otro lado cuando la fe es pisoteada por sus camaradas de profesión y/o vocación teológica.
¡Qué más quisiera yo no tener que dedicar una sola línea a Forcades! Sería señal de que se habría convertido a la fe católica -rezo por ello pues sería motivo de gozo para todos- o de que Roma habría hecho algo más que amonestarla. Porque esa amonestación no ha servido absolutamente para nada. Sor Teresa Forcades sigue haciendo exactamente lo mismo que provocó la llamada de atención. Si acaso, con más ganas y más repercusión mediática. Así que mientras la Iglesia no haga con ella lo que el sentido común, no digamos ya el bien espiritual de los fieles, dictamina, pues unos cuantos seguiremos “tirando piedras". De hecho, si no lo hiciéramos nosotros, las propias piedras lo harían.
Luis Fernando Pérez Bustamante
38 comentarios
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LF:
Pues hale, no te prives, je je.
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LF:
Pues tú imagínate si la comparas con alguna de las doctoras de la Iglesia.
Jeje me recuerda a mis sobrinas cuando ya no pueden más con los primos con quienes se habían empeñado en participar en sus juegos.
Esta es la profundidad mental que al final reluce en nuestra monja super star.
Menuda generación, Jesús.
Horario:
09:30: Presentación: María Cancelo
10:00: J.A. Pagola. Presenta: Andrés
11:30 descanso
12:00 T. Forcades. Presenta: Miguélez
13:30: Celebración. Carme Soto e Marisa.
16:00: L. Carvajal. Presenta: Pedro
17:30: Mesa redonda cos tres relatores, moderada por Pilar Wirtz
http://escoladeespiritualidade.blogspot.com/
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LF:
Se apoyan ellos a sí mismos para hacer más bulto. Siempre ha sido así.
Todos estos, cuando pueden exhibir la "amonestación" ya se creen mártires, o por lo menos, confesores. Ascienden unos cuantos peldaños en el escalafon del prestigio progre. Ese tipo de aplausos mundanos, respaldados por una persecucuón de carcas y fundamentalistas, es un timbre de honor en su mundo.
Ha ganado mucho de lo que más le importa a ella: ha ganado puntos a ojos de sus fans; incluso ha ganado nuevos fans; puede exhibir un "certificado de persecucuión de la jerarquía instigada por los fundamentalistas".
Pero al final, nada: no la queman en la hoguera, no la torturan en los siniestros calabozos de la Inquisición, ni siquiera la silencian o le censuran sus librillos (conste que no quiero que quemen a esta señora ni a nadieeeee, ¿queda claro?)... Por el contrario, venderá más librillos, saldrá en más teles, será la monja guay y mediática más molona del cristianismo new age.
Es que ser hereje en el siglo XVI tenía sus riesgos. Eran valientes aquellos herejes, herejes pero valientes. Los de ahora, por más que diga Carmen Bernabé que Forcades es valiente... pues mire, no.
Hoy día, ser hereje es tan barato y tan chupi, que basta ser un poco simpatiquillo, decir cuatro sentencias parecidas a las frases de calendario de Paulo Coelho, de esas que el mundo aplaude con las orejas ("Dios nos propone a hombres y mujeres que nos quedemos embarazados de Él"... Oooooh! qué valiente, lo que ha dicho!) otras que suenen cultas, con palbro griego (Dios es "amor de reciprocidad o de pericoresis"... OOOoooooh, qué cosas dice ¡pericoresis!...), y soflamas salpicadas con eso de la persecución, ¡ay pobrecito yo, o pobrecita yo, que me amonestan...! al mismo tiempo que tu público, para el que realmente actúas, te agasaja y te llena de parabienes, ¡y ya tenemos mártir!
Sor Forcades explota ese filón como nadie, porque está acompañada, por puro azar, que no mérito, de una imgaen mediática que "da bien" en las cámaras.
Tiene duende, engancha, trasmite, enseña y emociona dice el presidente de su club de fans. Y añade: A sus 44 años, alta, delgada y guapa, tiene una mirada penetrante y una sonrisa sempiterna. Habla con fluidez, sin papeles delante y con muchos gestos. La expresividad y la gestualidad son dos de sus principales características. No es de extrañar, pues, que seduzca a los oyentes
Es tan patético que se escriba algo así de una monja que se ha creado el personaje de mártir, que esa misma escenificación desmiente todo el valor de su "martirio".
Sobre todos cuando acaba la reseña así:
Y Forcades sonrió al público, que estalló en una gran ovación
Pues ya tienes tu premio, Teresita, la ovación del mundo instalado; y los elogios de Vidal por tu belleza, esbeltez, duende, mirada, sonrisa y capacidad de seducción...una boutade total del periodista, que le quita un poco de martirio a tu martirio; pero como al tipo de público al que se dirigen esas reseñas les mola mucho ese estilo de equívocos...
Vamos, que tenemos personaje para rato.
Teresita, mona, yo no soy varón. Y de esa estrategia tuya sé un poco, en mis modestos niveles, pero algo de eso sé. Pero el tinglado y el circo mediático gafapasta-clerical se vetan vacuo cuando se le rasca como el mismo circo enticlerical al que os pegáis como lapas a ver si os cae un aplauso del Wyoming o así.
No cuela, no a los que ya estamos de vuelta.
(perdón por la extensón, LF, pero la máscara de esta gente, cuado se asom a uno detrás, hiede y me exaspera el circo Forcades y todos los demás de este mundillo)
Cuando la señora que insulta al marido pase la noche en el calabozo, entonces podremos empezar a hablar de justicia, de igualdad de género y sobre todo de CREDIBILIDAD.
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Así es, dicho de manera concisa y contundente.
Y que tal monstruosidad (porque es una monstruosidad, ¿verdad?) le haya ganado a esa pobre monja tan sólo una "amonestación" vaticana, marca a las claras la debilidad desfalleciente que afecta a ciertos estamentos clave de la Curia.
Sin comentarios.
Alabado sea Dios, que ha puesto en nuestro camino a Sor Teresa. No sé cómo ha sido capaz la Iglesia Católica de aguantar tantos años, siglos incluso, sin las brillantes aportaciones de esta mujer.
Pero veo que ni asi.
afirmo que Religión Digital es la web de satanás.
Triste pero es el tiempo el que les cobra cuentas cuando deberían de ser los obispos.
Esto, siendo monja católica en ejercicio, es
totalmente contrario a la Doctrina de la Iglesia Católica, y una opinión suma y absolutamente heterodoxa, dañina y herética.
Fue amonestada por el Vaticano ( Cardenal Rodé ) y respondió públicamente desde una revista amiga que: " su fe le hace dejar constancia de su obediencia al Magisterio eclesial".
Pero mientras tanto, está monja de clausura que se pasa la clausura por el forro de sus zapatos, sigue la burla y está haciendo por el mundo lo que le viene en gana.
Y naturalmente muchos católicos, protestan ante este increible escándalo monjil.
Nadie le tira piedras. Es ella misma la que se está apedreando religiosa y doctrinalmente el cerebro con su herético proceder.
Cada día que pasa, hace más alarde mediático creciente y pseudoteológico en sus numerosas conferencias ; y sigue con su escandalera ante el festivo y asombrado público y naturalmente, fuera y muy elejada de su monasterio y clausura.
Lo de ser monja de clausura debe ser para ella y su Abadesa una broma.
Supongo que alguién tendrá que llamarla otra vez al orden y acabar de una vez con su empanada mental, su soberbia y su heterodoxia doctrinal.
Y meterla en su celda que de modo voluntario y personal ha propiamente elegido.
Está claro que no se puede estar a la vez en la procesión y repicando.
También puede optar por dejar de ser monja y católica y vivir su vida; a lo que tiene perfecto derecho, pero dejarnos al resto de los demás escandalizados humanos en paz.
¿Alguien se acuerda de la canción de eurovisión de hace 16 años? ¿Alguien se acuerda quien fue el cuarto ministro de Educación y Ciencia de Adolfo Suárez? En fin, lo efímero tiene esas cosas. Alabado sea DIOS.
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LF:
El P. Apeles era muy friki pero que yo sepa nunca dijo nada contrario a la doctrina católica.
La que se está montando en Galicia con "A Escola de espiritualidade..." es más grave que las famosas Romaxes gallegas, por lo menos estas eran una vez al año.
Al parecer la celebración será por dos mujeres.... ¿También van a consagrar?
Y D. Julian callado. Después de lo el codex Calixtinus ahora esto....
Ver enlace de lo que se nos avecina el día 5 de noviembre:
http://escoladeespiritualidade.blogspot.com/
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LF:
¿Qué tiene que ver lo del Codex con esto?
Nada.
Un abrazo.
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LF:
D. Julián se entera de todo. Otra cosa es que haga algo. En el caso de Queiruga, por ejemplo, lo que hace es impedir que la Iglesia, y más concretamente Añastro, haga lo que tiene que hacer. Claro, que eso lo que va a provocar es que el palo llegue de Roma. Pero allá él.
No, LI, es que tanta tontería exaspera.
Y es que, aún mas ridículas que las performances de sor Forcades poniendo a la cámara su lado intelectual "con duende", son los delirios de JM Vidal, que parecen coplas de Amor Cortés.
Ay que ver el mundillo este qué películas semonta, qué personajes fabrica y encumbra, qué estereotipos promueve, qué fantasias nos vende y como consigue ante lo más vano del mundo hacerse una imagen de realidad.
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LF:
Coplas de Amor Cortes... me mondo, jo jo jo
La hermana Forcades se ve sin duda como una adelantada de su tiempo. Como ejemplo de los recientes nombramientos del Nobel de la Paz a tres mujeres, y como ha destacado el cardenal Turkson destaca por su "lucha no violenta por la seguridad de LAS MUJERES y por los DERECHOS de LAS MUJERES para participar plenamente en las tareas de PACIFICACIÓN", cosas que no están nada claras hoy por hoy ni en los países de tiranías musulmanas, y en gran riesgo en la corrupta antidemocrática pseudonación de Cataluña y la esquizofrénica antiespañola España nacionalista-socialista, guerracivilista.
Esta hermanita no se sitúa ya en la derrota inminente del estado de bienestar occidental por el suicidio o ahogamiento de su sociedad (ahorcada, forcades) a que nos abocamos, sino que está previendo y adelantando proféticamente, especialmente en su nación el machismo que viene, mucho peor, si es que existía en lo peor del cristiano: el fundamentalismo musulmán. Una incivilización donde el hombre SÍ somete a la mujer hasta la lapidación -ahí sí-, y se impone el hombre sobre la mujer por el simple hecho de su ley sharia, la poligamia... No sé si la hermana Forcades teme o confía en Cristo pero le ha visto las orejas y los dientes al perro-lobo-Alá: el dominio musulmán es del que ella quiere salir ganadora, a su manera, negociando con él, pagándole, pacificándolo. Como hacen los cobardes con los terroristas, sometiéndose. Pretende ser la apacentadora de la bestia. ¡Y quizás los musulmanes la conviertan en mártir cristiana, y la declaremos santa!
-«¿De quién son esta cara y esta inscripción?»
Le respondieron: –«Del Califa.»
Entonces les replicó: –«Pues pagadle al Califa lo que es del Califa y a Alá lo que es de Alá. »
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LF:
Mientras el Señor no disponga otra cosa, aquí seguiré.
Pero mientras Santa Teresa fundaba conventos y construía a la Iglesia, esta otra Teresa es una destruye conventos y propagadora de herejías.
!Qué pena que un nombre tan grande como el de Teresa lo lleve una monja tan chica de Espíritu¡
Va a ser que a los españoles nos va el anticlericalismo, siempre y cuando los clérigos son de la otra cuerda.
Jesucristo perdonaba a una prostituta pero nosotros nos encarnizamos con una monja. Será que nunca hemos pecado y nos podemos permitir la lapidación sumaria.
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LF:
Que no, que es la monja la que lincha la fe católica, la que se encarniza contra el magisterio de la Iglesia. Que eso no admite la menor duda.
Nosotros lo único que pedimos es coherencia. A la monja, que debería dejar de serlo y hacerse cuáquera, como ya sugirió hace no mucho, y la Iglesia, que no puede cometer la irresponsabilidad de dejar que una de sus religiosas haga escarnio público de sus doctrinas.
Bendiciones!
Bendiciones!!
El fenómeno de linchamiento es del colectivo al individuo, así que formalmente se está linchando, con razón o sin ella, a esta monja; lo que es antiestético y bárbaro, impropio de católicos.
En el fondo hay un planteamiento sobre si se puede ser católico y feminista, y creo que la Iglesia no ha condenado el feminismo (puede que lo haga o no)
A replantearse si es respetable el feminismo o no.
¿Por qué no va ser respetable una monja feminista, o una feminista monja?
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LF:
Esto no tiene nada que ver con feminismo o machismo. A mí me importa un carajo que Teresa sea monja. Si se llamara Rodolfo y fuera fraile, diría exactamente lo mismo.
Lo que no toleramos un número cada vez mayor y más activo de fieles es la presencia en nuestra Iglesia de religiosos que se pasan por el arco del triunfo la doctrina y la moral católicas. Si quieren sostener algo diferente a lo que enseña la Iglesia, que se larguen. Y si no se largan, no pararemos hasta que les echen quienes tienen autoridad para echarles. Y si no les echan, tendremos que explicarnos las razones por las que no cumplen con el ministerio que se les ha encomendado. De tal manera que si no les echan por temor pastoral a las reacciones del sector pseudo-eclesial que arropa a esos heterodoxos, pasarán a tener temor pastoral a la reacción de quienes sí somos fieles al Magisterio.
Así están las cosas y cada vez van a ir a peor.
Estoy hasta el gorro del uso de el uso de argumentos llenos de tópicos para no aceptar lo que la Iglesia manda que se crea y se acepte en cada momento. Lo hacen los lefebfvristas -autoproclamados intérpretes autorizados de la Tradición-, por un lado y los heterodoxos progreliberales -que si la inquisición, que si galileo, que si patatín y patatán-, por el otro. Unos y otros apelan al pasado, aunque con diferentes intenciones. Son las dos caras de una misma manera. El caso es buscar excusas para la rebelión contra la autoridad doctrinal de la Iglesia a día de hoy.
Pues bien, no me da la real gana de que se use mi blog para dar publicidad a esos argumentos. Búsquese otro.
Hay que ser corto de miras para creer que hay algo contra Teresa Forcades por ser mujer; maxime cuando sus apologistas la defienden, sin rubor, de maneras que nunca usarian con in varon. Es más, se diria que Forcades hace el papel de "la chica" en estas historias de victimismos vidalianos, y ese papel dice poco en su favor y en el quienes han creado y encumbrado al personaje.
A las mujeres que no somos personajesde cuota no suele gustarnos el papel de "la chica" , ni los varones que secundan esos guiones predisenados.
(De nuevo sin tildes... sorry)
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LF:
Soy mero testigo de lo que el magisterio enseña. Hago lo que la propia Iglesia me llama a hacer. Y cuando digo la propia Iglesia, me refiero también a un buen número de obispos, que me animan a seguir por este camino, mientras que todavía no ha habido uno que me diga lo contrario. Así que sospecho que sus previsiones sobre mi posible excomunión muestran más su deseo que la realidad.
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