El mal entró en el templo de la calle Jazmín
Eran las ocho de la tarde-noche madrileña. Alrededor de cuarenta fieles esperan que salga el sacerdote para oficiar la Misa. Poco antes había entrado un personaje pintoresco. Llevaba un gorro de paja y una raqueta en la mano y vestía bermudas azules y blancas de cuadros, así como una camisa blanca. De repente saca una pistora de la funda de la raqueta, se acerca a una mujer embarazada y le descerraja un tiro en la sien. Da unos pasos más y dispara a una señora en el pecho. A continuación se acerca al altar, apunta la pistola hacia el sagrario pero acaba por suicidarse con un tiro en la boca.
En seguida llegan las asistencias sanitarias. Intentan animar a la mujer embarazada pero ven que ya ha fallecido. Una doctora decide hacer una cesárea para sacar a su bebé. Está en parada cardio-respiratoria pero consiguen reanimarle e inmediatamente se lo llevan a la UVI del hospital de La Paz. La criatura está muy grave y no se sabe el daño neurológico que sufre. La otra mujer herida en el tiroteo es también ingresada y su estado es grave pero parece que podrá salvar su vida.
Hasta ahí el relato de los hechos. Hoy se van conociendo más datos sobre el asesino y sus víctimas. Lo habitual en estos casos es suponer que el agresor está loco. Puede que sí, puede que no. Cuando el mal se encarna, a veces se disfraza de locura para justificar su proceder. El asesino tiente antecedentes policiales de todo tipo. También se asegura que solía vivir en la calle y dormir en albergues para personas sin hogar. Lo cierto es que el sujeto había planeado su crimen, pues en un bar preguntó por el horario de misas. Las razones de su crimen sólo las sabe Dios y, si acaso, los demonios que le estén entrevistando ahora en el infierno -sí, ya sé que no se puede asegurar que esté ahí y tal y cual… pero paso-, donde le espera una eternidad de castigo y sufrimiento.
Lo cierto es que una vida se ha visto truncada de manera absurda y otra está a punto de llegar a su fin. Una madre muerta, un bebé muy grave y otra mujer herida así porque sí. Porque a un miserable le dio por irse de este mundo llevándose a inocentes por delante. El que lo haya hecho en una iglesia no creo que sea casual. A Satanás le gusta poner a los cristianos ante situaciones que les lleven a preguntarse por qué Dios permite el mal.
La respuesta al mal siempre es la misma. Cristo derrotó a la muerte en la Cruz. Su resurrección es sello que nos garantiza la vida eterna a quienes ponemos nuestras vidas en sus manos. La mujer fallecida acudía a su encuentro en la Misa. Quiera Dios que haya pasado de la liturgia en la tierra a la que se celebra en el cielo. Rogamos por su alma y por todos aquellos que la amaban y sufren hoy su pérdida. Rogamos también por su hijo. Que pueda vivir y sin sufrir consecuencias indeseables por el tiempo en que su cerebro se quedó sin oxígeno. Y levantamos también nuestras plegarias por la mujer herida para que pueda recuperarse prontamente.
Mientras Cristo no regrese en gloria y poder, seguiremos sufriendo sucesos como el de ayer. Pero a quienes se conceda la gracia de morir en comunión con Dios, la eternidad les tiene deparada otra realidad. Concretamente esta:
Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo. Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: “Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado".
Ap 21,2-4
Y esta:
Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay árboles de Vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus hojas sirven de medicina para los gentiles. Y no habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán culto. Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente. Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos.
(Ap 22,1-5)
Hoy hay lágrimas en nuestros ojos. Hoy vivimos entre gritos y fatigas. Hoy acarreamos nuestras respectivas cruces. Pero sabemos que el Señor es nuestra meta, nuestro destino, nuestra esperanza. A él sea la gloria ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Luis Fernando Pérez Bustamante
24 comentarios
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas
del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
No tenemos ni idea de quién era el tipo en cuestión, y ya hacemos las peores cábalas posibles.
Era un tipo con una vida desastrosa de la que desconocemos el origen. Por lo que hizo y la forma en la que lo hizo, es bastante más probable que sea locura, que malicia.
Cualquiera que haya tratado un pelín con la gente de la calle, se da cuenta que están mal. Hasta que punto, ni idea.
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LF:
Yo no demasiadas cábalas. Ha pasado lo que ha pasado y punto.
Simplemente no lo sabe, y además - por difícil que sea - debemos rezar por su alma.
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LF:
No lo afirmo al 100%. Más bien lo sugiero. Creo que hay alguna probabilidad de que así sea. Es más, si me piden mi opinión, creo que está allí. Y como nadie lo va a decir, como prácticamente todo el mundo dar por hecho que Dios es tan "bueno" tan "bueno" que sin la menor duda perdona a quien muere justo después de matar a inocentes y sin pedir perdón, lo digo yo.
A ver si los curas se animan a hablar como lo hace LF, vamos, que no son los laicos los que deben recordarnos los novísimos.
Claro que a falta de pan buenas son tortas, pero es un despropósito, oiga.
El mal existe y el mal actúa, el mundo no es rosa.
Pidamos al Señor por todos los involucrados en este crimen.
Pero si el tipo estaba perturbado, podría no ser un asesino. En mi opinión creo que Dios tendría más indulgencia con este desdichado que con otros muchos perfectamente normales que hasta hacen ligeras chanzas de sus mandamientos.
Espero no ser nunca uno de ellos.
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LF:
Bueno, me remito a lo que he escrito en el post:
Cuando el mal se encarna, a veces se disfraza de locura para justificar su proceder.
Los nazis estaban en sus cabales cuando hicieron lo que hicieron. Idem Lenin y Stalin.
Sobre todos los demás protagonistas de esta historia solo queda rezar. Y por nosotros también, para que el demonio no nos gane esta partida.
En cualquier caso agradezco tu sinceridad LF, porque das tu opinión sin miedo a ser o no políticamente correcto, que hasta en esto nos están cambiando el agua: en dar nuestra opinión libremente, aunque podamos estar equivocados.
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LF:
A mí no me alegra lo más mínimo que una sola persona vaya al infierno. De hecho, Dios no quiere la muerte del que muere, tal como dice el profeta Ezequiel.
Ahora bien, como dice Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi "La gracia no excluye la justicia. No convierte la injusticia en derecho. No es un cepillo que borra todo, de modo que cuanto se ha hecho en la tierra acabe por tener siempre igual valor. Contra este tipo de cielo y de gracia ha protestado con razón, por ejemplo, Dostoëvskij en su novela Los hermanos Karamazov. Al final los malvados, en el banquete eterno, no se sentarán indistintamente a la mesa junto a las víctimas, como si no hubiera pasado nada".
Gracias LF por tu siempre valiente opinión. Dios nos perdone a todos nuestras faltas de caridad con el prójimo.
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LF:
Desde luego no seré yo quien le pida explicaciones a Dios si ese asesino acaba en el cielo.
SÓLO DIOS JUZGA,PERO NO ME CAMBIARÍA POR ESE ¿POBRE? DESGRACIADO.
AHORA A REZAR POR ESA MUJER CRISTIANA CUYA MUERTE SÓLO DIOS PUEDE COMPRENDER EN SU MISTERIOSA PROVIDENCIA Y A REZAR TODAVÍA MAS POR ESE INSTRUMENTO DE SATANÁS,AL QUE SEGURO QUE LE HARÁ MAS FALTA QUE A ELLA.
Por otro lado me sorprende la contradicción de este mundo. La medicina es capaz de salvar a un niño en estos casos y matar en el vientre materno a otros (evidentemente muchos otros) ¡que desgracia y desvergüenza!
"A continuación se acerca al altar, apunta la pistola hacia el sagrario pero acaba por suicidarse con un tiro en la boca."
Oremos por Ellos.
Dios conceda a quienes rodean a esta familia, un infinito amor y sabiduría, para poder consolarles, animarles, acompañarles y aconsejarles de manera tal que puedan reconocer y agradecer la presencia divina en las tragedias de la vida.
17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
23 Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis;
24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
No me nada nada que añadir.
Hoy es día de Theresita, ella con su oración salvó al condenado a la horca, el malhechor Pranzini, la cosa fue así:
Oí hablar de un gran criminal que acababa de ser condenado a muerte por unos crímenes horribles. Todo hacía pensar que moriría impenitente. Yo quise evitar a toda costa que cayese en el infierno, y para conseguirlo empleé todos los medios imaginables.
Sabiendo que por mí misma no podía nada, ofrecí [46rº] a Dios todos los méritos infinitos de Nuestro Señor y los tesoros de la santa Iglesia; y por último, le pedí a Celina que encargase una Misa por mis intenciones, no atreviéndome a encargarla yo misma por miedo a verme obligada a confesar que era por Pranzini, el gran criminal.
Tampoco quería decírselo a Celina, pero me hizo tan tiernas y tan apremiantes preguntas, que acabé por confiarle mi secreto. Lejos de burlarse de mí, me pidió que la dejara ayudarme a convertir a mi pecador. Yo acepté, agradecida, pues hubiese querido que todas las criaturas se unieran a mí para implorar gracia para el culpable.
En el fondo de mi corazón yo tenía la plena seguridad de que nuestros deseos serían escuchados. Pero para animarme a seguir rezando por los pecadores, le dije a Dios que estaba completamente segura de que perdonaría al pobre infeliz de Pranzini, y que lo creería aunque no se confesase ni diese muestra alguna de arrepentimiento, tanta confianza tenía en la misericordia infinita de Jesús; pero que, simplemente para mi consuelo, le pedía tan sólo "una señal" de arrepentimiento...
Mi oración fue escuchada al pie de la letra. A pesar de que papá nos había prohibido leer periódicos, no creí desobedecerle leyendo los pasajes que hablaban de Pranzini. Al día siguiente de su ejecución, cayó en mis manos el periódico "La Croix". Lo abrí apresuradamente, ¿y qué fue lo que vi...? Las lágrimas traicionaron mi emoción y tuve que esconderme... Pranzini no se había confesado, había subido al cadalso, y se disponía a meter la cabeza en el lúgubre agujero, cuando de repente, tocado por una súbita inspiración, se volvió, cogió el crucifijo que le presentaba el sacerdote ¡y besó por tres veces sus llagas sagradas...! Después su alma voló a recibir la sentencia misericordiosa81 de Aquel que dijo que habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por los noventa y nueve justos que no necesitan convertirse...
Había obtenido "la señal" pedida, y esta señal era la fiel reproducción de las [46vº] gracias que Jesús me había concedido para inclinarme a rezar por los pecadores. ¿No se había despertado en mi corazón la sed de almas precisamente ante las llagas de Jesús, al ver gotear su sangre divina? Yo quería darles a beber esa sangre inmaculada que los purificaría de sus manchas, ¡¡¡y los labios de "mi primer hijo" fueron a posarse precisamente sobre esas llagas sagradas...!!! ¡Qué respuesta de inefable dulzura...!
LF, es cierto el mal entró en el templo, pero creo que está en nuestras manos hacer algo para que saliera el bien, para Dios no hay tiempo y como dice la florecilla de Lisieux:
“¡Que grande es el poder de la oración¡ Se diría que es la reina que todo momento tiene entrada libre al rey y puede conseguir todo lo que pide.”
...que el "mendigo" asesino de la iglesia tenía en propiedad un piso de más de 80 metros en un bloque con piscina y pádel situado en la madrileña calle Dulce Chacón; también poseía varios coches y una moto blanca. Estaba cachas (en la casa se ve una estupenda tabla de abdominales) hasta hace unos meses, y era también socio de GREENPEACE...
324. " La permisión divina del mal físico y del mal moral es misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo, muerto y resucitado para vencer el mal. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo, por caminos que nosotros sólo conoceremos plenamente en la vida eterna ".
Misterio inefable producido como consecuencia del pecado original.
Hoy día más de 100.000 indigentes tan desgraciados como el asesino Iván Barrial, deambulan por nuestras calles con el posible diabólico demonio siempre tentador y a cuestas.
Y el diablo puede apoderarse de ellos y de todo su ser, con plena y decidida posesión diabólica hacia el mal.
El demonio existe con absoluta evidencia y además con un gran poder concedido por el mismo Dios.
En el Padre Nuestro, decimos "... y líbramos del mal ", que es lo mismo que decir: líbranos siempre del maligno por antonomasia que es el autor del mal, satanás principe de la mentira.
Debemos aborrecer con todas nuestras fuerzas el mal ( satanás ) y hacer siempre el bien. Es un razonable imperativo categórico.
Este suceso abominable que comentamos ( ¿ posesión diabólica ?: " "El demonio me persigue, lo tengo siempre detrás" ) es el ejemplo de una sociedad semidestruida, aberrante y sumamente olvidada de Dios.
El hombre consecuente e inteligente, ante tanta tragedia y barbarie, se vuelve inexorablemente a Dios y aborrece radicalmente el mal.
De tal manera, que se puede decir ( dentro de el misterio ) que - el más existe para que el hombre se salve -.
No dejemos nunca de rezar.
In hoc signo vinces.
Por cierto, del primero ya no se habla, y eso que se dijo que era la expresión del terrorismo fundamentalista cristiano, y del segundo, ¿podría ser un terrorista satánico por las palabras que dijo?
Por poner un ejemplo del viejo cine, en "La gata sobre el tejado de zinc" un ricacho prepotente a las puertas de la muerte se emociona por única vez en su vida acordándose de su infancia al lado del trotamundos de su padre, un "homeless" cuya única propiedad era una maleta con la que saltaba de tren en tren llevando a su crío de la mano. El magnate reconocía en la hora suprema que nunca jamás se había sentido tan querido como por el "pobre diablo" de su padre.
A ver si a estas alturas va a resultar que, en la vida real, mendigo es igual a proyecto de Hannibal Lecter...
Estoy de acuerdo con usted. Un indigente y un asesino despiadado no son la misma cosa.
saludos.
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