Ánimo, obispo Munilla

Ánimo Munilla y con nuestra oración!

Si hace pocos años, pongamos unos cuatro/cinco, alguien me dijere que habría un post como este le hubiera tachado de exagerado o extremista; sin embargo, rebus sic stantibus, hoy, lo leo, y me parece normal que se den ánimos a un obispo, no por las dificultades por parte de sus opositores no católicos, ¡sus opositores son los católicos curas y adláteres ora laicos ora religiosos!.

Esto no puede dejarse pasar sin más porque no es propio de una sociedad mentalmente sana. En la sociedad civil, si un nuevo, v.g., D. Comercial no goza del apoyo explícito de todo el equipo comercial de una empresa, ruedan cabezas, si no hay cambio de actitud tras el primer y único aviso, aquí, en nuestra querida ICAR, no, se puede, impunemente, jorobar al obispo y la única salida es esperar que los reventadores se jubilen.

Que me perdonen pero esto es de locos, no es normal ni en la peña recreativa de mi barrio, y transigir con ello, asustados con el "coco Sucumbíos" es causa de escándalo en el más evangélico sentido del término, claro que un destrozo más, a algunos, les importa un comino, pero a mi no, a ti tampoco LF,y, a muchos de nosotros pero mientras no se entre con zotal y lejía pura a lavar la podredumbre el pestazo a cadaverina seguirá siendo insoportable.

Munilla gotzaina, aurrerá!

¿Obispo Munilla, adelante!

Por supuesto, Luis Fernando. Todo mi apoyo y mi afecto, aunque sirvan de bien poco, a mons. Munilla.

Me duele mucho lo que está ocurriendo en San Sebastián. Y también que haya una página cuyo director (que se supone que es católico) que se dedique a avivar el odio contra este obispo. Porque visto todo lo que publica sobre él, está claro que no lo soporta. Lo siento por los creyentes que viven allí. Y lo siento por el obispo, que debe estar viviendo un auténtico calvario. Rezaré por él, y por el clero que olvida sus votos de obediencia.

Coincido con Norberto, aunque más que el modelo Sucumbíos intentan el de don Marcelo en Barna.

No se dan cuenta de que su tiempo pasó.

También, por mi parte, apoyo al Obispo de San Sebastián. Le avala toda una trayectoria de manifestación de catolicidad demostrada que, por cierto, cada día, a las 8 de la mañana demuestra en Radio María dando explicaciones y razones acerca del Catecismo de la Iglesia Católica. Algo impagable y gozoso.

Y al respecto de los que jalean el odio en su contra... una nada de la cual sería bueno desprenderse.

De todo corazón con el obispo de San Sebastián.

Estoy con Monseñor Munilla y con todos los fieles vascos. Que Dios bendiga sus decisiones pastorales.

Hace unos años conocí la realidad de la Iglesia en Vitoria, con un seminario, un edificio enorme, languideciente y una gran división entre nacionalistas y los que no lo eran. Con unas situaciones de descomunión debido a la cuestión política que me asombraron, y que omito por discreción. Sólo diré que impresionó la fe de unos fieles, con frecuencia muy poco sostenidos por sus sacerdotes.

Al sr. obispo le llamaban, y supongo que le seguirán llamando, el que viene y el que va, por su papel de responsable de las misiones diocesanas vascas. Alude a una situación en la que parece que el obispo le dejan hacer más fuera que dentro de su diócesis.

Para mí el camino a seguir es el de Munilla.

"... se llenaron de envidia y a las palabras de Pablo respondieron con ofensas a Dios." (Hechos, 13;45)

"Montar un cirio de tal magnitud que obligue a Roma a tomar la decisión de enviar a Mons. Munilla a otro destino."


Espero que Roma no lo abandone ni nos abandone, puesto que la batalla se desarrolla a nivel de párroco, el pastor que se encarga de cientos o miles de fieles. Y el rector depende del obispo...

En Barcelona, controla 10 parroquias y tendrás un distrito ocupado.

A Don José Ignacio la gente le apoya.

El, sabe lo que hace y lo hace bien.

Ya Cervantes decía: "Ladran Sancho, señal de que cavalgamos". Si le critican algunos, buena señal es.

No olvidemos de que si NSJ volviese a la tierra, le crucificarían de nevo en el siglo XXI.

Lo que ocurre hoy en día, está ya muy visto y requetevisto.

Como ejemplo ( y hay miles ), escuchar al Beato,

PÍO IX:

• " ETSI MULTA ", Encíclica sobre los ataques a la Iglesia y a sus obispos ( 21/11/1873 ):

Amplitud de esta guerra contra la Iglesia . La masonería.

" Admitirá tal vez, a alguno de vosotros, Venerables Hermanos, la amplitud que ha tomado esta guerra que en Nuestros tiempos se lleva a cabo contra la Iglesia Católica. Pero a la verdad, si alguien con detención examina la índole, modalidad y amplitud de esta contienda, en la que está empeñada la Iglesia casi en igual forma en todas partes del mundo, no le quedará la menor duda de que todas las presentes perturbaciones se deben en gran parte a los engaños y maquinaciones de unas mismas sectas. Entre éstas, se distingue la sinagoga de Satanás que contra la Iglesia de Cristo ejercita sus fuerzas, las lanza a su ataque, y las cierra en combate. Tiempo ha que fueron denunciadas por Nuestros predecesores, los vigías de Israel, ante reyes y pueblos, y con repetidas condenaciones derribadas por tierra; Nos tampoco desfallecimos en este oficio. ¡Ojalá se hubiera prestado mayor fe a los Pastores de la Iglesia, por parte de aquellos que podían haber apartado una peste tan perniciosa! Pero ésta, deslizándose siempre por sinuosos cauces, jamás interrumpiendo su tarea, seduciendo a muchos con sus engaños arteros, ha adquirido al presente tales proporciones, que abandonando ya sus escondrijos, se manifiesta potente y dominadora. Multiplicadas indefinidamente en el número de sus secuaces piensan estas sectas execrandas, que habiendo conquistado ya la opinión pública, les resta exclusivamente el término de sus aspiraciones. Conseguido el fin, que por tanto tiempo han ansiado, apoderándose del gobierno en muchas regiones, y, conquistadas la fuerza y el favor de la autoridad, se proponen audazmente a reducir a esclavitud durísima a la Iglesia de Dios, socavan los fundamentos sobre que descansa, procuran específicamente despojarla del esplendor de sus notas divinas por las que brilla de un modo especial ".

La mejor solución, la que propone muy acertadamente el respetable Blogger. La Oración permanente y confiada en Dios, Señor de todas las cosas.

Todos los días , a leer, meditar y rezar el:

SALMO 120.
El guardián del pueblo.

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.

***

Amén.

Te Deum Laudamus and Jubilate Deo.

Saludos. ( felices vacaciones, Hasta Septiembre )

Mi oracion por Mons. Munilla como con cualquier otro Obispo que emprenda una accion con el fin de enderezar entuertos y sanar viejas heridas. la autoridad es necesaria sin duda ahora que la autoridad actue eso es my importante.

Si Dios esta a mi lado a quien he de temer? y Dios esta
seguro a su lado Excelencia, animo y adelante.

Mi apoyo a Monseñor Munilla y, sobre todo, mis oraciones. Si algo se debe hacer, me lo digan, que haremos.

Dios bendiga y proteja a este Obispo y lo mantenga en su actual diócesis, caída recientemente en manos de los lobos de Bildu. Guipúzcoa necesita más que nunca un Obispo como Mons. Munilla.

La Santísima Trinidad y María Santísima le bendigan Monseñor Munilla. Desde América del Sur. Benedictiones!

Yo también con el Obispo Munilla. Mucho ánimo.

Por supuesto, Mons. José Ignacio Munilla cuenta también con todo el apoyo de la gran familia (y cada vez más grande) de Radio María, ¡y nosotros somos Legión! Curioso... Hay ver, ¿eh?, el extremo "conservadurismo" de estos supuestos "progres", que no quieren dejar entrar "aire fresco" y la "renovación" tan querida por el Concilio Vaticano II (y toda la Tradición Católica anterior, naturalmente). ¡Vivir para ver! Ánimo, Monseñor.

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LF:
Es curioso, pero hoy los que huelen a naftalina y a inmovilismo son los progres.

Mira esto:
"La gota que ha colmado el vaso es la salida de los seminaristas del País Vasco, que a partir de ahora irán a Pamplona. ¿Cómo hacer pagar esto al obispo? Intentando dañar su imagen pública y su capacidad como obispo. Munilla es el responsable de la Pastoral de la Juventud de la Conferencia Episcopal, y por ello tiene un papel importante de cara a la Jornada Mundial de la Juventud y es por ahí por donde quieren atacarle.

Su Diócesis albergará a cerca de 6.000 peregrinos que irán camino de Madrid. Para acogerlos hace falta la ayuda indispensable de las parroquias y los colegios religiosos. Y donde dominan los sectores más progresistas y nacionalistas su venganza se está centrando en negarse a ceder los espacios parroquiales para así dejar en evidencia al obispo si finalmente no consigue acoger a los jóvenes de medio mundo que pasarán por allí. De hecho, el obispo se está viendo obligado a pedir a las autoridades civiles el uso de pabellones polideportivos y colegios públicos. Aunque, es cierto, que son muchas las familias e instituciones religiosas que sí están colaborando con su obispo."
Por Javier Lozano:
http://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-07-12/munilla-aguanta-el-pulso-de-los-sacerdotes-nacionalistas-1276429352/

La Iglesia necesita cristianos y curas con el estilo del carácter vasco: Ignacio de Loyola, Javier, y muchos misioneros vasconavarros que ha iluminado el mundo con sus hazañas misioneras. Y eso es fruto de su carácter. Y tal carácter se alimenta con la espiritualidad apropiada, osea la del Monseñor Munilla. Las otras espiritualidades han matado a ese carácter.

Todo mi apoyo y mi cariño a Mons. José I. Munilla... ¡ánimo, Monseñor, estamos con ud.! Y, lo más importante, el Señor que le eligió para ser el buen pastor en medio de su rebaño (acosado por lobos con piel de cordero) está a su lado... nada pesan los sufrimientos de este mundo con tal de poder ser fieles a la misión recibida y así poder recibir un día la corona de gloria que no se marchita.

No creo yo que tenga que preocuparse Monseñor Munilla, ésta padilla de comilones, perdidos que sin talento, se dedican al politiqueo, ya que no sirven para que no sea meterle mano al chuletón, al marmitaco y al prójimo. Alguna habrá que sea capaz de meterle mano también a la prójima, pero será un caso raro. Éstos que se hacen llaman nacionalistas, la verdad, es que tienen una una impresión en su carácter éllos y éllas, que no es un sacramento ni mucho menos. Y claro, a su consciencia le entra la luz por donde le entra, y mirando por ahí es imposible ver algo de claridad.

Algunos dicen que son masones, y me lo creo, pues son verdaderas serpientes; pero qué, los católicos somos serpientes y palomas a la misma vez. ¡Qué preocupación nos pueden causar éstos mediocres disminuidos en todo y desviados de todas todas! Nada, puto caso, hacer lo que hay que hacer y bien hecho: sin duda lo primero aplicarle la ley y ponerlos en su sitio: en la puta calle, a cobrar el impuesto revolucionario, y a la cárcel lo antes posible. Me parece que no queda otra solución, pues pensar que éstos tipejos sirven para trabajar en algo, es simplemente de locos. Ytal, ytal, ytal...

También, pienso, que un@ iglesi@ basko y baska, sería un paso en su buena dirección, alejada de los demás y a su gusto. ¡Qué risa me dan éstos komilones! A tipos de éstos se refería Cervantes, cuando refería lo tarugos que eran los vizcaínos. ¡Qué clarividencia!

Monseñor, libre de hecho a la Iglesia Católica de lo que no le corresponde en derecho de ninguna de las maneras. Y nada de inventarse ni teologías ni pedagogías ni rollos macabeos: son mayores de edad, libertad de consciencia, cada uno en su sitio, elegido libremente... ¿Dónde ve usted el beneficio para nadie por mantener ésta situación? ¿Qué pintan estos tipos, en la misma Iglesia que S. Juan de Ávila, Fr. Luis de León, Fr Luis de Granada, S. Juan de la Cruz... y un largo etc, etc, de personas eminentísimas, que nada nada tienen en común con los interfetos? Lo dicho: nada de inventar teologías ni pedagogías, ni rollos macabeos. Tiene el cargo, pues tome la carga, y las cosas claras.

No ayudamos al obispo Munilla faltando al respeto a sus sacerdotes. Sobre todo si generalizamos.

No veo ningún beneficio para nadie con mantener tanto y semejante fraude. Pero estaría encantado de ver otras alternativas mejores que las propuestas, pero por favor, que no sean lloros, que sean soluciones. Y si puede ser que no sean vergonzosas, más que nada por el daño que hace el mal ejemplo, en la sociedad de la información en que vivimos... y los niños, y la gente que vuelve la espalda al producto averiado y pierde una buena oportunidad, etc, etc... en fin: no veo ningún beneficio para nadie mantener el fraude y el engaño, tan grande y tan total. Así de fácil.


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LF:
¿Qué fraude?

No creo que sea excesivo pensar que la gente que se acerca a la Iglesia Católica lo haga para beneficiarse de la gracia que confiere la Sangre de Cristo derramada: que no es otra cosa que la Doctrina Cristiana que esperan recibir. Y no es precisamente Doctrina Cristiana lo que dispensan los susodichos, que nada tienen en común con S. Pedro, S. Pablo, S. Agustín, etc, etc, y claramente, nada tienen que sus enseñanzas, actitudes y obras, con la Sangre Derramada que nos salva, sino todo lo contrario, expanden el veneno que llevan en sus entrañas podridas por todas partes. Así de clarito. Así de fácil.

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LF:
Por los susodichos, te refieres a los sacerdotes progre-nacionalistas, ¿no?

Claro clarito claro.

Estimado Monseñor Munilla:

El Señor, nuestro Dios, es nuestro apoyo, nuestra fortaleza, nuestro refugio en los momentos dificiles.
La Santa Palabra de Dios nos dice: "Que las fuerzas del Mal, "No" prevalecerán contra nuestra Iglesia".

Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana".

En la Santa Voluntad de Dios, cuente siempre con nuestra oración.

Dios le bendiga,
Silvia.

Lo de cambiar a los seminaristas de diócesis ya lo hizo monseñor en la diócesis de Palencia.Ahí los sacerdotes diocesanos se enfurecieron cuando los subestimó al decirles que era ”una revelación del Es píritu” argumentándole estos que quizá a ellos les estuviera revelando lo contrario.Lo que sucedió fue que el grupo de sacerdotes acabó dividido y él recurrió a dispersar a los de opinión contraria.Espero que no haya sucedido lo mismo...porque el Espíritu une y genera orden.Y porque pensar una Iglesia de buenos y malos es no creer en el ”Una” del Credo que profesamos, es un atentado a la diversidad y es intentar encerrar al Espíritu...aparte de ser una inmadurez supina.

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LF:
El obispo está para tomar decisiones. A unos curas les gustarán más y a otros menos. Pero todos los sacerdotes deben acatar lo que el obispo diga. Así de simple.
Y por cierto, que un obispo elija para estar cerca suya a los presbíteros más conformes con su línea pastoral, no sólo es muy humano. Es además puro sentido común.

Monseñor Munilla:
Me consta, porque un día le oí hablar en AEDOS (lo recordará), que usted es un hombre de Dios con las ideas claras, y además tiene lo que hay que tener,aunque eso es fácil de decir desde aquí. ¡Ánimo y un respetuoso abrazo desde Madrid. Josemari.

El obispo Munilla, dijo en su momento algo que indignó hipócritamente a muchos, De estos había muchos ignorantes, que no acertaban a descubrir, ni se preocuparon de ello, el profundo y real contenido de sus palabras. Otros, más conocedores, se daban cuenta de que tras el equívoco de sus afirmaciones había una verdad impactante y siniestra. El pensamiento anticristiano de la mayoría de la población trabajadora. Tal vez inconsciente, y de ligera apreciación como quien responde a unas preguntas sin tener en cuenta la trascendencia de las mismas. Todavía veo por las mañanas, muy temprano, a las madres y padres que llevan a sus pequeñines al colegio, envueltos y casi tiernamente aplastados en abriguitos y bufandas, aun casi de noche y a veces me pregunto. ¿Gente que así hace en España, con el celo y el rigor con que lo hacen, pueden ser anticristianas? ¿Tanta indiferencia por algo tan necesario para sus infantes como es el conocimiento de Dios desde sus principios? ¿Tanto interés en que vayan a que se les enseñe algo que, siendo de una gran utilidad, no se puede comparar con la verdadera vida trascendente y espiritualmente vital? Se palpa y se mastica un amor y un celo en los padres, y una enorme confianza en los niños hacia sus progenitores que maravilla. ¿Cómo pues, hemos llegado a esta situación? ¿Son esos padres conscientes de que llevan a sus hijos, a donde le enseñarán que deben dejar a sus padres morir mediante una artimaña de la medicina? ¿Que cuando ellos sean viejos (sí viejos; se dice así) van a ser eliminados como escombro, para dejar tranquila a una familia a la que ya el anciano resulta ya un fastidio? Apoyo al Obispo Munilla, al que veo que muchos no han respaldado porque no quieren ser acusados de aquello de que ha sido acusado el Obispo. De crueldad, y poner delante del giganteo sufrimiento de la gente de Haití. Estoy totalmente seguro de que Munilla es más sensible que tantos otros, que se rasgan las vestiduras cuando este hombre ha dicho la verdad más trágica que se cierne y ya convive con esta España y Europa cuasipagana. Bendito Obispo, que supo decir sin miedo, la verdad que quiere ser desechada por las gentes. Igual que su maestro Jesús, sufre la incomprensión y el reproche de los que saben que dice la verdad. Es su oficio, y a su deber se entregó al denunciar la verdad. Si fueron o no oportunas sus palabras y su reflexión es otro asunto. Estoy en perfecta comunión con el obispo en todo esto, y me parece que lo que dijo ha resultado ante ese escándalo sobrevenido arteramente, más eficaz que tantas declaraciones que se leen y se olvidan. Dios sabe lo que hace.

Somos muchos y cada vez son mas en Gipuzkoa los que apoyan a nuestro tan apreciado Obispo D. José Ignacio Munilla. Es tan sencillo y simpático que con su trato personal cautiva a todo el mundo. Esto se palpa cada vez que visita una parroquia y habla con los feligreses. Se oyen frases como esta: Mira que decían que era tan malo los curas y frailes viejos y muchas viejas monjas, pero ahora comprobamos que todo eso era una gran mentira, y no digamos las calumnias de Arregi. También debemos puntualizar que D. José Antonio Pagola es muy creyente y una gran persona, que no entra en ese grupo, porque su bondad y la educación recibida desde la cuna le impiden actuar como los anteriores. No en vano fue el que aplacó y sacó las castañas del fuego en el Obispado del prepotente Setién.