Monseñor Piris es una víctima más del conflicto por los Bienes
Aunque soy y seré siempre madrileño con sangre cántabra, llevo una década viviendo con mi familia en tierras oscenses. Mis hijos, sobre todo la pequeña, son más fatos que otra cosa y la verdad es que estamos la mar de contentos viviendo aquí. La parroquia a la que pertenecemos es muy maja y mi mujer es una catequista valorada por nuestro párroco. Personalmete no estoy muy involucrado en las actividades diocesanas, pero tanto el actual obispo como el anterior saben de mi disponibilidad para colaborar en aquello que crean oportuno.
¿A qué viene esa presentación si el post va a tratar sobre el obispo de Lérida? Pues porque quiero que quede claro que en relación al conflicto por los Bienes de la Franja, se pueden ver los toros desde el lado oscense de la barrera sin necesidad de caer en el sectarismo -si, he dicho sectarismo- y la simplificación. Y me temo que eso es lo que ha ocurrido al juzgar la labor de Mons. Piris en este berenjenal. He procurado informarme bien de todos los aspectos del conflicto que afectan a la actuación don Joan. Así que creo que sé bien de lo que escribo.
Lo primero de todo, hay que recordar que no fue Mons. Piris quien empezó la feria. Es decir, no fue él quien se negó a acatar la voluntad de Roma manifestada en las diversas sentencias que la Santa Sede emitió sobre los Bienes. Tampoco fue él quien dispuso que el guirigay eclesial pasara al ámbito de la política y el de los tribunales civiles. Es decir, no es el prelado que se saltó el mandato que San Pablo dio a los cristianos en el capítulo 6 de la primera epístola a los Corintios. Muy al contrario, está sufriendo las consecuencias de las malas acciones de otros.
Antes de seguir adelante, quiero dejar bien clara mi postura sobre los Bienes. Es exactamente la misma que la de la Iglesia. Es decir, las obras deben ser devueltas a sus legítimos dueños, que son las parroquias de la diócesis de Barbastro-Monzón. Pero tengo clarísimo que no está en manos del actual obispo de Lérida lograr tal cosa. Está atado de pies y de manos. Ha manifestado su intención de que se cumpla lo dictaminado por Roma, pero a menos que la Santa Sede le envíe un batallón de la Guardia Suiza para, en una noche sin luna y tormentosa, entrar por las bravas en el Museo de Lleida y sacar a toda velocidad las piezas de arte religioso para llevarlas hacia la frontera aragonesa, no veo en qué manera se puede cumplir la voluntad de la Sede Apostólica.
En otras palabras, por más que Mons. Piris quiera que los Bienes regresen a Aragón, y él ya ha dicho en repetidas ocasiones que eso es lo que quiere, no tiene capacidad alguna de lograr que ocurra tal cosa. La Generalidad catalana se lo impide. Los tribunales, aunque van dando la razón a la diócesis oscense, no han dicho su última palabra.
Y aunque el cirio montado en relación a otras piezas pertenecientes a las parroquias de la diócesis de Huesca -vecina de la de Barbastro- es independiente del asunto de los Bienes de la Franja, la situación del obispo ilerdense es más o menos la misma. El problema lo ha heredado pero no está en sus manos la solución. Por tanto, no tiene sentido alguno la denuncia canónica que los alcaldes de los pueblos oscenses afectados han presentado ante Roma contra el obispo. Quien no puede hacer algo, no puede ser acusado de no hacer ese algo. Es puro sentido común.
Hoy el obispo ha mostrado su hartazgo ante lo que le toca vivir. Para los oscenses, es el Alí Babá que comanda a los cuarenta ladrones catalanes. Y para los catalanes, es el traidor que se somete a una potencia extranjera, Roma, y está dispuesto a devolver algo que ellos consideran suyo. Pues miren ustedes. Ni lo uno ni lo otro. Mons. Joan Piris es, sobre todo, víctima de los errores de sus antecesores en el cargo y de la falta de autoridad eclesial por parte de quien pudo haber zanjado esta batalla absurda hace ya muchos años.
¿Podría hacer algo más? ¿podría realizar algún gesto -p.e, salida del consorcio del museo de Lérida- que demostrara aún más claramente que no quiere que los bienes sigan en Lérida? Sí, podría hacer todos los gestos a la galería que se quieran. Pero la solución, desgraciadamente, sólo puede llegar de los políticos o de los tribunales. O sea, tendrá que llegar de los tribunales, porque nadie puede esperar que los políticos que gobiernan Cataluña y Aragón vayan a ponerse de acuerdo. No lo hicieron ni cuando pertenecían al mismo partido político y no lo van a hacer ahora que pertenecen a partidos distintos.
Sería un detalle que mientras llega o no llega esa solución, todos los católicos -fieles, sacerdotes y obispos- dejáramos de amargar la existencia a don Joan.
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: Mañana empieza mi periodo vacacional. Por tanto, mi actividad en este blog se verá muy reducida.
12 comentarios
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LF:
Mañana mismo saldrá mi nombramiento como archipámpano seglar-canónigo de la Catedral de Lérida.
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LF:
Sí, es cierto. Recibimos 200.000 euros al mes de la comisión de Medios de la Conferencia Episcopal. Y además Mons. Piris, a cambio de escribir este post, me ha dado bajo cuerda 50.000 euros para que me compre un buen coche.
Una pregunta personal, ¿usted tiende a venderse al mejor postor?
Se lo digo por aquello de que cree el ladrón que todos son de su misma condición.
http://www.periodistadigital.com/religion/arte/2011/03/01/religion-bienes-franja-lleida-obispo-piris-.shtml
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LF:
Obedeció siempre a la Santa Sede. Cuando Roma ordenó la retirada del litigio en la vía civil QUE NO HABÍA INICIADO Mons. Piris, se produjo la retirada.
Esa es la clave de este asunto. Él ha obedecido a Roma en todo momento. Otros no pueden decir lo mismo. Y en todo caso, el obispo no puede hacer ya nada para lograr que se cumpla la voluntad de la Santa Sede.
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LF:
Cuando digo en mi post que me he informado del tema es porque, efectivamente, lo he hecho. Pero claro, no era plan de que dedicara el artículo a explicar en detalle la actuación de Mons. Piris.
Tengo delante de mí el relato de todos los actos llevados a cabo por el actual obispo de Lérida. Intentaré resumirlos, pero la zona de comentarios del post no está para estos menesteres.
Lo cierto es que la continuidad del obispado en la vía civil, de la que tú te quejas, tuvo como objetivo el mantener su posicionamiento a favor de la validez de la resolución eclesiástica de la Signatura Apostólica. La diócesis NO apoyó los fundamentos jurídicos de la demanda que había sido planteada por la Associació dels Amics del Museu de Lleida.
De hecho, el 27 de enero de 2009, Mons. Piris, ante la problemática con la que se encuentra desde su toma de posesión y a requerimiento del Obispo de Barbastro-Monzón y con la ABSOLUTA INTENCIÓN DE CUMPLIR CON LA RESOLUCIÓN DE LA SIGNATURA APOSTÓLICA NOTIFICÓ AL CONSELLER DE CULTURA DE LA GENERALIDAD DE CATALUÑA, como Presidente del Consorcio que gestiona el Museo de Lérida, donde estaban y están las 113 obras litigiosas, QUE LAS RESOLUCIONES DE LA SANTA SEDE LE OBLIGABAN A SU DEVOLUCIÓN y en consecuencia entendía que se le debía facilitar la salida de las obras para CUMPLIR LA RESOLUCION ECLESIÁSTICA.
Una vez que el tribunal dictó sentencia, el Obispado de Lérida manifestó que acataba la misma y que ni se apelará ni se adherirá al recurso la “Associació d’Amics del Museu” interpuso el día 13 de septiembre de 2010, por lo que ante la Audiencia Provincial de Lérida, el Obispado de Lérida SE HA APARTADO DEL PROCESO Y DEL RECURSO, otra prueba evidente de su ACATAMIENTO A LA RESOLUCION VATICANA.
Tú, a callar. Todo lo que tenías que escribir en este post, lo escribiste al acusarme de haberme vendido por dinero, y de paso vendido a InfoCatólica, a Mons. Piris. Así que punto en boca.
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LF:
Ya, ¿y cómo piensas que puede devolverlos? ¿le ayuda la Guardia Suiza, como digo en mi post? ¿Se va al Museo con un AK-47, por si aparecen los Mossos, y los carga en su coche para llevarlos a Barbastro?
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