¿Existe un enfrentamiento entre obispos y religiosos?
Los religiosos españoles, y supongo que los del resto del mundo, andan molestos. En los últimos meses se han sentido ¿atacados? por algunos obispos. De hecho, aunque la llegada del P. Elías Royón, sj, a la presidencia de la Confer ha servido para suavizar las cosas, todos sabemos que en los últimos años ha habido “mal rollo” entre los representantes de la Vida Consagrada y la Conferencia Episcopal. Por supuesto, de vez en cuando había tal o cual declaración conciliadora, pero el cielo de las relaciones entre religiosos y obispos ha estado mayormente encapotado. Cierto que no ha habido grandes trombas de agua pero la lluvia fina también moja el suelo.
Vida Nueva informa en su web de uno de los últimos episodios de dicho desencuentro. Al obispo de Almería, Mons. González Montes, no se le ocurrió otra cosa que escribir un borrador sobre “La Iniciación Cristiana en la Catequesis e Instrucción Cristiana con particular atención a la Escuela Católica” en el que, ¡vaya por Dios!, dice lo que multitud de fieles pensamos acerca de la deriva de la escuela católica en nuestro país. Entre otras cosas, el obispo almeriense asevera:
Estos colegios no sólo han perdido en gran medida su carácter confesional, presionados por las condiciones impuestas para ser económicamente sostenidos dentro del sistema de financiación concertada con las administraciones públicas, sino que también, debido a la crisis de vocaciones que padecen los institutos religiosos, corren el riesgo grave de una pérdida definitiva de identidad como colegios católicos…
y:
Se ha de observar, por otra parte, que si muchos colegios católicos se han convertido en centros educativos atrayentes, se lo deben hoy más a su condición de centros de calidad para la comunicación de los saberes y las ciencias, que a su identidad católica, debilitada y obligada a convivir, para seguir siendo subvencionada, con la ideología laicista que inspira la escuela en general.
En realidad, creo que es mejor que ustedes se lean el texto entero del obispo, porque no tienen desperdicio. Podría dedicar dos o tres posts a analizar lo que Mons. González Montes asevera y seguramente me quedaría corto.
En todo caso, no es el obispo de Almería el primero que ha señalado que existe un problema con la escuela católica en este país. El Cardenal Cañizares dijo en abril de este mismo año que “la escuela católica no ha ejercido bien su función educativa para mejorar la sociedad española“. Es más, añadió que “hemos de reconocer que en la escuela católica no hemos sabido presentar una alternativa y es necesario hacerlo porque la escuela católica tiene una visión del hombre y la mujer nuevos, en la que está el futuro y la esperanza“.
De hecho, el mismísimo Benedicto XVI pidió recientemente que el “ethos católico impregne todos los ámbitos de los centros educativos de la Iglesia“, y es de suponer que si el Papa pide algo es porque no tiene del todo claro que así ocurra. No hace falta que demos una lista de los conflictos habidos en los últimos meses entre obispos e instituciones educativas católicas en todo el mundo. Lo de la Universidad “católica” de Notre-Dame en EEUU es un ejemplo muy claro de lo que digo.
Además de lo relacionado con la escuela, es evidente que las diferencias entre obispos y religiosos han llegado a otros ámbitos. Por ejemplo, si las religiosas de EEUU están en plena Visita apostólica es por algo. Si alguna editorial española propiedad de determinada orden religiosa está “supervisada", por decirlo suavemente, por la CEE, es por algo. De hecho, en este país hubo un momento en que parecía que el discurso de los obispos sobre la realidad social y moral de este país encontraba siempre un eco crítico e incluso desleal entre miembros y representantes de la Vida Consagrada. Ante una realidad como la planteada por los obispos, cabe dos actitudes entre los religiosos. Una, la de ponerse a la defensiva y al contraataque, ocupando el papel de víctimas y presentándose ante el mundo entero como los profetas que son poco menos que perseguidos por la jerarquía católica. Otra, la de hacer un análisis autocrítico para discernir si por un casual los pastores pueden tener razón. Si no toda, al menos parte.
Lo cierto es que, o mucho me equivoco, o en la Vida Consagrada no existen apenas indicios de autocrítica. Al menos no en relación a su relación con quienes tienen el ministerio de gobernar, regir y pastorear la Iglesia. Que no son ellos sino los obispos. No se trata de dar la razón a los pastores en todo. Se trata de entender que ellos no son un grupo de hombres caprichosos a los que les encanta fastidiar a frailes, monjes, monjas, etc. Y que si se quejan de algo, es porque tienen el deber de quejarse. Se trata de aceptar algo tan sencillo como que si hay una diferencia de criterio importante en temas fundamentales, toca a los religiosos aceptar la autoridad episcopal. Si eso no lo entienden o, peor aún, lo entienden pero no lo aceptan, su problema es ciertamente grave, pues denotaría una auténtica crisis de fe.
No podemos tapar el sol con un dedo. El enfrentamiento entre obispos y religiosos existe. Los discursos diplomáticos y conciliadores pueden ser necesarios de cara a crear buen ambiente y para no dar una imagen de división, pero es mejor coger al toro por los cuernos que mirar para otro lado y que el morlaco nos pegue un día una cornada de las que te mandan para el hospital en estado grave.
La relativa autonomía de las órdenes religiosas respecto a la autoridad episcopal tiene sentido si es para el bien de la Iglesia. En caso contrario, habrá que ir pensando en cómo reconducirla e incluso restringirla. No solo en España, sino en todo el mundo. Si la secularización interna de la Iglesia afecta de forma muy especial a la Vida Consagrada, conviene atajar esa enfermedad con una buena medicina. Porque aunque existe la tentación de dejar que la biología acabe con el problema, a mí eso me recuerda al dicho de “muerto el perro, se acabó la rabia". Aquí no hay perros sino personas que un día entregaron su vida al Señor -aspecto que nunca debe olvidarse- y que necesitan ser conducidas hacia el buen pasto de la fidelidad al carisma de sus fundadores. O se consigue tal cosa, o veremos a órdenes enteras convertirse en una sombra cadavérica de lo que fueron. En algunos casos, ya lo son.
Luis Fernando Pérez Bustamante
26 comentarios
Creo que la desobediencia no es exclusiva de los religiosos aunque en ellos es donde más se nota y desde hace demasiados años por lo cual el daño que han provocado ha llegado a la magnitud en la que se encuentra.
Estas cuestiones deben regularse no más cuando empiezan.
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LF:
Pero es que no se dejan regular.
Respecto a la vida consagrada, todos sabemos que poco queda de ella. Incluso tienen televisión: la voz del demonio en el seno de las comunidades. Hacen sus oraciones y luego van corriendo a ver qué les dice el gran satán.
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LF:
Marcial, yo ya he estado tentado de hacer lo mismo con mis hijos, a pesar de que van a colegios católicos. Viendo el material que les han dado en años pasados en clase de religión, estoy por retirarles de la misma y encargarme yo mismo de darles una hora de esa asignatura en casa. Este año la tentación ha sido enorme, sobre todo en el caso del chaval. Si no lo he hecho todavía es por no crearles un problema escolar. Porque claro, a ver cómo les explican a sus compañeros que no van a clase de religión. Pero de hecho, el chico se me quejó el año pasado de que le enseñaban más sobre otras religiones que sobre la católica. Que un crío de 14-15 años te diga eso, acaba por cabrearte mucho.
No se dejan regular? Se dejarán cuando retiremos en masa a nuestros hijos de sus clases de religión.
ecumenismo lo llaman.
¿Qué creían? Que iban a revolcarse en el mundo y le iban a cambiar el color de pagano a católico. Y lo que ha ocurrido es lo que tenía que pasar, que se han manchado de mundo y ya no parecen católicos (ni, probablemente, lo son).
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LF:
No, no, ecumenismo no. Les enseñaron más sobre budismo, hinduísmo e Islam que sobre protestantismo e iglesias ortodoxas.
La Iglesia consiguió muchísimo con ese Catecismo con firma papal y solo hacía falta citárselo al primer heterodoxo por la red para dejarlo callado, balbuceando o ridiculizado antes los lectores.
Que hagan lo mismo para los colegios.
La degradación de los religiosos y la escuela "católica" es algo vergonzoso.
Pero en los colegios de religiosos, de los que también sé algo, las lindezas son similares.
Es verdad que en muchos sitios se limitan al buenismo en plan ONGs, y , para eso, es mejor estar en el patio jugando.
Muchas veces es peor que vayan a clases de religión pues primero a esos chavales hay que quitarles la basura que les enseñaron y luego explicarles de verdad la buena doctrina.
Creo que haces afirmaciones gratuítas al decir:
1. Los religiosos necesitan ser reconducidos... Afirmas, sin criterio, que están fuera del carril de sus fundadores. Nunca más que hoy los religiosos conocen mejor a sus fundadores y les siguen con más fervor. Que tú no te lo creas, es otra cosa.
2. Habría que restringir la relativa autonomía... La exención religiosa no es una relativa autonomía, sino una medida sabia de la Iglesia frente al posible abuso de algunos pastores que quizá no aceptan la dosis de profecía que la vida religiosa encarna. A los obispos se les debe obediencia y obsequio religioso, no sumisión a cualquier cosa que digan o hagan. La Iglesia, sabia en su historia, ha protegido a los religiosos mediante la Exención.
3. Caben dos actitudes dices...: autocrítica o hacerse las víctimas y rebelarse. Cabe una tercera u otras más. No hay que ser tan dogmático, chico. Cabe, por ejemplo, pedir a los obispos que conozcan mejor la vida religiosa (que es evidente que muchos de ellos no tienen ni idea: falta de formación en ese sentido, déficit de contacto con la vida religiosa y... sobre todo (aunque parezca algo inconfesable)... envidia en no pocos casos por la mayor formación que tienen los religiosos y religiosas en tantos y tan diversos campos. El tener mitra no te da capacidad para saber de todo y siempre. Hay que discernir más, escuchar más... querer más y hablar menos o, al menos, con más profundidad.
4. Generalizas demasiado, como muchos otros. Los religiosos no son en general secularizados, ni pederastas, como pretenden algunos, lo mismo que los sacerdotes seculares o los laicos como tú. La secularización no afecta más a la vida consagrada que al resto del pueblo de Dios. No quieras quitarte lo que pueda haber de desafío también en tu vida. Buscar chivos expiatorios en los religiosos o buscar batallas hacia dentro de la Iglesia siempre es más fácil que luchar contra el verdadero "enemigo" que está fuera. Siempre es más fácil discutir y pelearse con el hermano que con el vecino (y no digamos la vecina).
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LF:
¿Que afirmo sin criterio? Basta echarle un vistazo a la hemeroteca de los últimos años para ver que mi criterio se ajusta como mano al guante a la realidad. De todas formas, la forma en que usted ve las cosas es una señal más de la absoluta falta de crítica hacia la actuación de los religiosos por parte del sector de la Iglesia más próximo a ellos.
Por cierto, cuando dice que los obispos deben conocer mejor la vida religiosa, ¿lo dice también por el arzobispo de Oviedo, que es franciscano? ¿lo dice por el dominico Arzobispo Secretario de la Congregación para la Educación Católica que ha advertido de la gravedad de la secularización en las órdenes religiosas? ¿o quizás lo dice por el hoy creado cardenal por el Papa Benedicto XVI, S.E.R Angelo Amato?
Los tres conocen bien la vida religiosa. Los tres coinciden con lo que yo señalo. O mejor dicho, yo señalo lo que ellos apuntan.
Observa, por ejemplo, que al colocar las dos citas que pusiste, la primera se refiere a las obras de los religiosos, mientras que la segunda no, sino que alude a todo lo que está sucediendo en la educación católica en España. Al ponerlas una detrás de otra, tú dejas la sensación de que todo lo malo sucede en y por los institutos regentados por religiosos.
Con esto no defiendo particularmente los visibles errores de muchos institutos, también de los de nosotros, los dominicos, sino que creo que el matiz que hizo el obispo cambia bastante el tipo de análisis que puede hacerse.
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LF:
Fray Nelson, si me pongo a hablar de la situación de la asignatura de religión católica en los colegios públicos en España, acabamos todos llorando a moco tendido. De hecho, si la totalidad de las delegaciones de enseñanza de las diócesis españoles hicieran bien su papel, otro gallo nos cantaría. Y eso es responsabilidad de los obispos, que suelen tener la virtud de señalar bien el problema pero olvidando que ellos han permitido que llegáramos hasta la situación actual.
Los choques con la jerarquía son solo un efecto de este tono vital.
Ciertamente creo que faltan más cauces de diálogo con la jerarquía. Pero el diálogo debe sostenerse sobre una visión de Iglesia en sintonía con el Evangelio y con el Concilio en "hermenéutica de continuidad", que todos compartan, que es, en el fondo, en sintonía con el Espíritu Santo. Fuera de esto es imposible un diálogo efectivo, pues se estaría hablando en "idiomas" diferentes.
Dicho esto con toda veneración por las muchas personas santas que aun quedan en ellas, las más sufriendo por esta tremenda falta de vocaciones que sólo vendrán cuando aparezcan reformadores del estilo de Santa Teresa.
Es evidente el enfrentamiento entre "algunos" obispos y la gran mayoría de los religiosos. La gran mayoría de los obispos en españa y en el mundo no comparten la visión de los que has citado sobre la vida religiosa. Son minoría, como minoría son los religiosos que están de acuerdo con ellos.
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LF:
Sí, claro, por eso eligieron a Sanz Montes por tres veces para estar al frente de la comisión episcopal para la Vida Consagrada. Porque no estaban de acuerdo con él.
Anda yaaaa.
Y, por cierto, no creo que la vida religiosa implique necesariamente "dosis de profecía".
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LF:
Pues sí.
Un amigo me comentó que la profesora de Religión de los Salesianos en Málaga había defendido el "matrimonio" gay y que su hijo de 15-16 años, perteneciente al Camino, había sido el único en la clase que se había opuesto. El resultado fue que compañeros y profesora lo pusieron de vuelta y media.
Sencillamente, esto no puede seguir así...
PAX CHRISTI,
Es cierto que deberíamos denunciar caso similares y - si el correspondiente encargado nos hiciese caso- las cosas podrían ir cambiando.
Tal vez si todos los católicos más o menos responsables actuásemos así, los profesores de religión serían transmisores de la verdadera doctrina católica.Idem con los catequistas, claro.
La verdad es que, si yo fuera religiosa, me preocuparía mucho que los Obispos, nada menos, tuvieran cosas que echarme en cara. Sospecho que el problema de los religiosos descontentos con las críticas de los Obispos es un problema de falta de humildad, además del asunto de la secularización interna en la Iglesia.
No se te ha ocurrido acusar a los religiosos a la CEE, o mejor aún al Vaticano?.Por favor acúsalos,pero ac'usalos yaaa. Alguien debe hacer algo,esto no puede seguir asiii.
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