Lo que va de Dilma a Bibiana
“Personalmente, soy de una familia católica. Estoy y siempre he estado a favor de la vida", dice una. “El Gobierno no puede compartir la afirmación de que la interrupción del embarazo sea la eliminación de la vida de un ser humano", dice la otra. Las dos son mujeres, las dos son de izquierda. La primera puede ser presidenta de Brasil. La segunda es un ejemplo de cómo cualquiera, sin capacitación o con ella, puede llegar a ser ministro o ministra en este país.
A Dilma Rousseff no le acaban de creer los cristianos brasileños. Por más que lleve días intentando presentarse como una entusiasta provida, existen vídeos en los que se la ve abogando por la despenalización del aborto. Por tanto, la peña anda con la mosca tras la oreja pensando que su defensa actual de la vida es una mera pose electoral. Así que, una de dos. O dice públicamente que entonces estaba equivocada, que ahora ve la luz y que se compromete expresamente a no favorecer legislativamente el aborto, o va a ser complicado que convenza a los millones de católicos practicantes y evangélicos brasileños que, loado sea el Señor, tienen muy en cuenta ese asunto a la hora de votar. O sea, exactamente lo contrario de lo que ocurre en España, donde la inmensa mayoría del personal pasa del aborto cuando tiene que depositar la papeleta en la urna.
Bibiana, por el contrario, sabe que la cuestión del aborto no sólo no resta votos a su partido, sino probablemente todo lo contrario. Zapatero ha tenido que cambiar de política económica porque no le quedaba más remedio y se lo imponían desde Europa. Incluso Obama llegó a llamarle para pedirle que pusiera orden en las cuentas públicas. Pero no hay nada ni nadie que le pueda forzar a cambiar su política de ingeniería social. Antes se corta las venas que mover un solo milímetro de esa política. Puede que haya retrasado la ley de libertad religiosa porque no está el patio parlamentario para muchas alegrías, pero nadie dude que el verdadero rostro del zapaterismo se muestra en su política de anti-valores cristianos y de demolición de la unidad de España vía armagedón autonómico.
Mucho me temo que pueden pasar décadas antes de que en España veamos a un candidato a la presidencia con opciones reales de ganar, apelando a su condición de católico y provida. Y mucho menos si es de izquierda. Eso pasa todavía en el continente americano. No sé por cuánto tiempo. Espero que dure.
Luis Fernando Pérez
48 comentarios
En realidad, no. Por muy convencido que esté ZP de su proyecto de ingeniería social, si los que le han llamado para que haga la reforma laboral y el saneamiento de las cuentas públicas le llamaran para hacer una legislación a favor de la vida y la familia, se cuadraría igualmente y le veríamos convencido pro-vida. Lo que verdaderamente le importa es su propio medro y conservar la poltrona.
Lo que pasa es que esos que llaman por teléfono para decirle al presidente de España lo que tiene que hacer, no solo no están en desacuerdo con su ingeniería social: es que son los que se la han inculcado y le alientan a seguir desarrollándola.
Es una buena chica y yo la aprecio mucho. Pero me quedé tan pasmada de su respuesta que ya no pude decir nada más.
Si hay que arar con estos bueyes, siento decirlo pero estamos perdidos, Luis Fernando. La confusión de las conciencias en España es tal, incluso entre los católicos, que yo no le veo salida a nuestra actual situación, salvo por milagro.
Pues mira, eso a mí no me parece muy posible. El caso es que, cuando alguien ha querido, dentro del PSOE defender sus ideas católicas y llevarlo a sus últimas consecuencias, ha tenido que dejar el PSOE.
Lo digo por lo de la señora brasileña.
Pero mientras haya diputados que juegan a ser "un poco" más pro-vida que los progresistas, mientras apoyan el aborto en tres supuestos despenalizados que además no se cumplen haciendo el aborto libre porque donde gobernaron se negaron a cumplir la ley, todo los gestos que hagan estos diputados "un poco" más pro-vida que los progresistas será alimentar LA CONFUSIÓN entre los votantes católicos, haciéndoles creer que hay un aborto bueno o/y tolerable y otro malvado e intolerable, dependiendo de qué partido lo defienda. O que el aborto es una cuestión secundaria comparada con la urgencia de echar a personajes como Zapatero, pero como siempre habrá Zapateros que echar, siempre habrá que postergar la defensa de la vida por salvar lo urgente. Y mientras dejamos pasar el tiempo la idea de que el aborto es un derecho va afianzándose cada vez más entre los españoles. Y no se les puede reprochar, si muchas veces son los encargados de orientarles los que les dicen antes de cada elección que cierren los ojos a las postura abortistas del "mal menor".
Lo primero para conseguir acabar con el aborto es que los votantes católicos no estén confundidos sobre que es realmente el aborto y que cuando votan a un partido abortista del "mal menor" están apoyando un crimen y además ayudando a sembrar la idea de que el aborto es un derecho de la mujer. Y que luego hacer el trabajo a la inversa, sacar esa idea del derecho al aborto va a ser muy difícil.
En nuestro continente americano, la verdad, pasan las mismas cosas que en España. Ya verás como Dilma Rousseff sale electa, a pesar de su postura pro aborto (que ahora niega). Acá en América estamos 20 años más "atrasados". En 20 años (o menos), todos los países tendrán leyes que despenalicen el aborto, aprueben el putimonio y permitan otras aberraciones.
Los políticos que engañan a los católicos en este tema tienen su responsabilidad, no cabe duda. Pero ¿cómo podemos la comunidad cristiana criticarles cuando algunos de los más destacados autoproclamados católicos y abiertamente desobedientes al Magisterio son agasajados por algunos obispos y hasta álgún cardenal (hace falta que de nombres)?
Luis Fernando:
Totalmente de acuerdo con esta afirmación tuya:
"Bibiana, por el contrario, sabe que la cuestión del aborto no sólo no resta votos a su partido, sino probablemente todo lo contrario."
Entonces ¿cómo afrontar ese problema en España?
Yo creo que concienciando a la gente.
Pues ¡manos a la obra! A diseñar y repartir carteles con la imagen de una señora embarazada (con su hijo fetal visto a trasluz) y la leyenda: "El niño no parido ya es parte de la familia".
Dr. Sonnel:
"¿Qué pasa si mi preferencia personal por pasa que una persona que piense como la susodicha no merece ser llamada persona humana?"
Sencillamente, lo que pasa es que la colectividad, la Señora Democracia, te impone tu propia visión.
Así, si tú piensas que la señora Aído no es humana y la matas, la sociedad, la Señora Democracia, te encarcela.
Con los fetos no ocurre otro tanto. Aun a muchos supuestos antiabortistas les repugna el sintagma "persona fetal", y jamás admitirían que se encarcelara a una mujer por abortar.
La psique colectiva, no sólo en España, sino a nivel mundial, no tiene establecida, ni de lejos, una homologación entre un feto de cuatro meses y un niño de dos años.
Ahí es donde radica el problema. El simple hecho de que contemos la edad de una persona a partir del momento en que fue parida, ya indica nuestra predisposición a no tomar en cuenta el casi año anterior de vida.
Comencemos por decir: "tengo treinta años EXTRAUTERINOS", y así iremos recalcando que ya vivíamos antes de ser paridos.
Si no cambiamos de léxico y de costumbres, no critiquemos a una ministra que lo único que hace es proponer leyes que se amolden a la psique del pueblo al que gobierna.
Juan Carlos:
Si fuera antidemócrata, me uniría al linchamiento virtual de Bibiana Aído.
Si la defiendo, es porque sé que ella lo único que hizo fue establecer una ley adaptada a la psique colectiva española. Ella está sirviendo a la democracia.
Yo te aseguro que si miles de mujeres embarazadas protestaran frente a las oficinas del Registro Civil, exigiendo el DNI fetal, y sólo una minoría de mujeres sostuviera la idea de que matar al feto es un "derecho femenino", Bibiana Aído cambiaría su postura.
La culpa en gran parte es de de los obispos que no hicieron la lucha desde las 'trincheras.'
Si "Humanae Vitae" no se prédica mas bien se le ataca, pues ahí tienes los frutos.
Tony:
"La culpa en gran parte es de de los obispos que no hicieron la lucha desde las 'trincheras.'"
¿Y no crees que esos obispos temieron enemistarse con sus feligreses, o con los políticos pro aborto?
Es que todo es un círculo vicioso en que no puede señalarse a un solo culpable.
Por lo pronto, haríamos bien en proponernos crear carteles antiaborto y pegarlos en las paredes, pero diseñemos esos carteles en forma inteligente. Si usamos lemas ambiguos del tipo "Vida sí", ya perdimos la batalla.
Seamos certeros y digamos mejor: "DNA fetal sí".
Perdón: donde puse "DNA fetal", quise decir "DNI fetal".
Me refiero a que si logramos que todo feto de 13 semanas tenga derecho a dos nombres provisionales (uno de varón y uno de mujer), y un entierro o cremación dignos en caso de fallecimiento, ya comenzamos a hacer algo en firme.
Sobre la candidata brasileña que ahora va de provida, mucho ojo con ella, que también Felipe González dijo, de cara a las elecciones de 1982, que no despenalizaría el aborto y ya ven lo que hizo luego, una vez aupado al poder.
En cuanto a la confusión de los católicos españoles, ni siquiera se ha visto disipada por la doctrina clarísima del Papa, diciendo que hay cuatro principios innegociables. Me parece que hay mucho católico que no sabe lo que es de verdad el aborto y lo que significa el término "innegociable". Porque, de otro modo, no se entiende. Y ojo, que a la confusión de las conciencias ha contribuido no poco parte importante del Clero español, como apuntaba MH. También a mí, lo del maldito "mal menor" me lo han recomendado en más de un confesonario. Así nos va, claro.
"Eso de echar la culpa principalmente a los obispos, cuando no son ellos los que tienen que ir en las listas electorales de los partidos... cada vez me convence menos"
Si en todos y cada uno de los templos católicos se pusiera un gran cartel con la imagen de una mujer embarazada y su hijo fetal visto a trasluz, y la leyenda "El niño no parido ya es parte de la familia católica", ¿crees que sería tan fácil para Bibiana Aído y otros despersonalizar a esas criaturas?
LF:
Sí, por supuesto que sí. Bibiana Aído apoyaría el aborto aunque se le obligada a ver cómo es un aborto por medio de una ecografía en 3 dimensiones.
Nova:
"A los políticos les trae sin cuidado lo que haya realmente en la psique colectiva de los pueblos, porque ya están ellos para moldear esa psique colectiva a su antojo,"
Espera: tú aquí estás hablando de un Estado paternalista y de un pueblo mentalmente infantil.
¿Es ésa la realidad total?
En parte tienes razón, no lo niego: si Bibiana Aído dijera no sólo "Dale una tarjeta roja al maltratador", sino también "Dale una tarjeta roja a la maltratadora de hijos fetales", estaría contribuyendo mucho a moldear la mentalidad social (aunque habría que ver la reacción de las feministas de la Unión Europea), pero... no le restes su parte de culpa a la sociedad en general, por ejemplo, a los colectivos que han emprendido campañas de denuncia de pederastas, pero no campañas de denuncia de abortistas...
Si hay, incluso, católicos convencidos que piensan que el aborto no es lo más importante, efectivamente no puede extrañarnos demasiado que salga la Aído diciendo cualquier cosa. Tengo la impresión de que son varios los factores que han contribuido a que estemos como estamos y no todos consisten en los manejos de la clase política. Tampoco tú ibas mal encaminado.
Nova:
Durante la gubernatura de Aznar, ya era común que las clínicas españolas se anunciaran en Internet, incluso publicando tarifas según la edad del niño por inmolar.
Pocas personas protestaban por ello. Si acaso alguna página electrónica católica semiescondida alzaba la voz. El 11M algunas de esas personas rebeldes pensaron incluso que se trataba de una acción del Ángel Exterminador, un castigo divino por la apatía cómplice imperante...
Lo pasado, pasado. Lo que importa ahora es realmente comenzar a hacer un activismo en serio. Ya se han hecho las clásicas veladas ante clínicas abortistas, pero eso no basta. El activismo deberá incluir otras zonas clave. Imaginemos una manifa ante las escuelas de medicina, con carteles que dijeran: "El paciente fetal tiene tantos derechos como cualquier otro paciente". Así estaríamos concienciando a aquellos que en un futuro deberán dar vida y no muerte.
"Sí, por supuesto que sí. Bibiana Aído apoyaría el aborto aunque se le obligada a ver cómo es un aborto por medio de una ecografía en 3 dimensiones."
Pero resulta que esa ecografía agrandada la habrían visto millones de católicos antes, en todos los templos.
¿Se atrevería Bibiana a contradecir a toda esa gente ya influenciada, ya educada? Lo dudo. Su partido perdería votos si lo hiciera, y el mismo novio de Bibiana (que cobra muchísimo por no hacer nada) saldría perdiendo.
No lo olvidemos: los políticos en primer lugar quieren el triunfo en las urnas. Todo lo demás está en segundo plano para ellos.
Comentaré algo que hasta ahora no he dicho. Durante los ocho años del gobierno Aznar he dirigido un programa de radio. Invité en muchas ocasiones a minsitros y diputados del PP... NINGUNO QUISO VENIR A HABLAR DURANTE ESOS OCHO AÑOS. No doy los nombres para que el escándalo no sea mayor. Sólo diré que un día cuando me dí cuenta que no eran problemas de agenda por lo que no venían, cuando salí de la emisora por la noche, subí un buen trecho de la Castellana llorando.
Javier Paredes:
Es evidente que esos diputados del PP pudieron sentir temor de ser tildados de "fundamentalistas" (el descalificativo de moda durante la gubernatura de Aznar).
Tomemos en cuenta la vecindad de España con países como Francia, donde la lucha antiaborto está reducida casi a cero.
Esa influencia se resiente. No es fácil para un político echarse encima no sólo al pueblo de España, sino a la Corte Europea de Derechos Humanos y hasta a la ONU (recordemos su reciente manipulación en Guanajuato, México).
Tenemos que hacer mucho activismo proveniente del mismo pueblo. En particular, hay que influenciar a los jóvenes, con manifetaciones en centros escolares, como se hizo en Calgary, Canadá, y como es habitual en Estados Unidos.
Respecto a los ochos años de Aznar, yo me refería al silencio social, no sólo al de Aznar; no he querido, en ningún momento, culparle sólo a él. Salvo a cuatro providas mal contados, yo, en ese tiempo, no oí a nadie decir ni pío sobre el aborto: Políticos, medios de comunicación (con la excepción de su programa, D. Javier), la misma gente y yo diría que hasta la misma Iglesia, todos callados. Muy tremendo.
Yoni:
El activismo serio ha de empezar por las urnas en primerísimo lugar. Necesitamos católicos coherentes (por no decir, directamente, santos) en las Instituciones YA y eso sólo se consigue a través de las urnas. Es verdad que, para ello, una buena campaña de concienciación podría ayudar algo, pero la coherencia a la hora de votar no debe esperar ni un día más. Es fundamental. Aprendamos de nuestros hermanos brasileños, están dando un ejemplo valiosísimo, en este sentido.
Y luego está la oración, claro: Yo suelo pedirle a Nuestro Señor que nos dé santos en las Instituciones españolas. No me importa si, para ello, hace falta un milagro, porque Dios lo puede todo y yo confío plenamente en Él.
Ergo,la población española no es cristiana(o es Cristiana de Ronaldo,como se ha dicho en esta página;bautizos,comuniones y bodas nada más) ya que ni un sólo diputado es católico hasta las últimas consecuencias (la dimisión)salvo alguna excepción que se pueda salir dentro del PP u otros partidos,pero sujetos a disciplina parlamentaria. Algunos se salen de ella,como Paco Vázquez cuando tocaba votar sobre el aborto,pero se quedan en anécdotas.
¿La población está manipulada?¿Tienen el cerebro lavado?¿Han salido de la represión y temen las ideas asociadas a regímenes anteriores?¿Son más libres?... El caso es que hoy no toca ser católico en el Parlamento y mañana,ya veremos.
Nova:
"El activismo serio ha de empezar por las urnas en primerísimo lugar"
Eso no puede ser porque precisamente, si el pueblo español no tiene la convicción de que el aborto debe penalizarse, sino todo lo contrario, entonces en las urnas Bibiana se queda corta. En efecto: infinidad de jóvenes españoles están molestos con Bibiana Aído por considerarla ¡demasiado severa!
Juan Carlos:
"Yoni. La democracia y la razón le va a quitar a la señora ministra el derecho a matar. No lo dude."
Como dije arriba, la verdad actual es opuesta. La mayoría de los españoles están molestos porque quisieran que el aborto estuviera despenalizado por completo incluso en el noveno mes, como en Canadá.
Entonces, habría que comenzar por influenciar nosotros al pueblo para que éste a su vez infuyera en los gobernantes.
Roi:
Tiene usted razón en todo lo que dijo. El pueblo de España ha adaptado su catolicismo a la modernidad, y así, no lo asustan el nudismo, el lesbianismo, el aborto, etc., etc.
Se suele contar la anécdota de la rana que se pone en agua hirviendo y de un salto sale del agua, y que por el contrario si se ponen a la rana en agua fría y la van calentando poco a poco hasta hervir, la rana se queda quieta y se acaba cociendo sin hacer nada.
Es un poco lo que ha pasado con los católicos españoles que les han ido cambiando poco a poco en parte por la educación progresista y en parte por querer adaptarse al mal menor. Si cuando comenzó la democracia a los católicos españoles les hubieran ofrecido el programa que ahora les ofrecen los partidos más conservadores les hubieran votado muy pocos, o casi ninguno. Tampoco muchos cristianos de izquierdas hubieran votado nunca a los socialistas actuales. Pero poco a poco les han ido metiendo en la mentalidad que tenían que ir cediendo un poco cada vez si querían ganar las próximas elecciones al mal mayor y los católicos españoles se han ido acostumbrando a las ideas a las que fueron cediendo primero como una estrategia "ocasional", y luego las aceptaron como propias, "si no vives como piensas, acabas pensando como vives"... más cuando el mal mayor era peor.
La estrategia del mal ha funcionado y ha conseguido cambiar a los católicos poco a poco en vez de haberse presentado tal cual es y como empezamos a verlo ahora (aborto libre, matrimonio homosexual...) en el primer momento de la democracia.
¿Cual es la solución? ¿seguir confiando en los políticos y en la estrategia que han conseguido cambiar la mentalidad de los católicos, o debemos plantearnos romper con esta dinámica interminable del mal menor, porque nunca dejará de existir un mal mayor?... y defender los valores cristianos en la sociedad tal cual son, sin complejos y sin ceder en componendas...
¿Debemos seguir confiando en los partidos y en los políticos que nos han llevado a esta situación o debemos buscar otros partidos y otros políticos que realmente defiendan lo que pensamos?
¿Nos hemos preguntado alguna vez cuando hemos cedido al "mal menor", por ejemplo, qué parte de interés particular tienen los políticos "profesionales" a los que cedemos nuestros votos los católicos? ¿en qué piensan más, en representarnos o en "utilizar" nuestros votos?
Muy acertada también Nova, como siempre, al recordar el papel del PP en el asunto, que es en cierta manera peor al neutralizar toda reacción verdaderamente efectiva. Y desde luego el problema fundamental es el Sistema partitocrático, basado en el relativismo y en la consiguiente negación de la ley natural. Zapatero, el PSOE, el PP, sus votantes, el Sistema, el monarca firmante, todos son culpables.
Discrepo sin embargo de LF cuando apunta en un comentario que cada vez le convence menos culpabilizar principalmente a los obispos. No estoy en absoluto de acuerdo. Los obispos y sacerdotes tienen la OBLIGACIÓN DE ENSEÑAR a los fieles que les están confiados. ES SU OBLIGACIÓN Y NO LA CUMPLEN. NO LA CUMPLEN. He leído los magistrales artículos de D. José María Iraburu sobre la doctrina política de la Iglesia. Y esa doctrina no es enseñada por los actuales pastores.
Si lo que dice el P. Iraburu no es la doctrina de la Iglesia, que se cierre su blog en esta página católica. Si lo es -y yo creo que lo es-, los obispos y sacerdotes llevan en su mayoría décadas negándose deliberadamente a enseñar esa doctrina a los fieles. A menos que se me acredite que son víctimas de una epidemia de Alzheimer, eso sí, ciertamente muy selectiva.
Todo esto sin perjuicio de la veneración y respeto que como cristiano debo a los obispos y en especial al mío. Un saludo.
"Entonces, habría que comenzar por influenciar nosotros al pueblo para que éste a su vez infuyera en los gobernantes".
Se puede hacer lo que dices, "influenciar nosotros al pueblo para que éste a su vez infuyera en los gobernantes", sin dejar de apoyar nosotros sólo a los políticos que actúen como queremos los católicos. Si no estamos cediendo:
1. a que se haga al mal, por ejemplo el aborto, si no intentamos cambiar a los políticos que lo apoyan estamos dejando por pasividad que produzca un mal en cada niño abortado. Puede que no consigamos buenos resultado al principio, pero nuestra obligación es intentar impedirlos. Dios no nos va a juzgar por no conseguir resultados, sino por no haberlo intentado con todos nuestros medios posibles.
2. a que los políticos malos y sus medios deshagan lo que nosotros intentamos cambiar, si vamos hablando con la gente convenciéndola de que las leyes son anticristianas y mientras los políticos y sus medios poderosos les dicen diez (o cien) veces lo contrario, no acabaríamos nunca. Es más práctico intentar tener nosotros también nuestros propios políticos y nuestros medios.
No seré yo quien los defienda. Pero todos los tratamos y sabemos como son. Al menos los de mi generación. Buenos tipos y con buen fondo muchos de ellos. Pero sin la menor formación, con un nivel cultural bajísimo a causa del desastre educativo. Sin ninguna inquietud religiosa ni intelectual. Sin la menor idea de doctrina moral, ni política, salvo la superficial de los "media". Embrutecidos por la salvaje propaganda del modo de vida hedonista en los medios de comunicación. Preocupados sólo por lo material.
Y sin contar con una enseñanza clara y rectilínea de la jerarquía eclesial en la materia. Yo creo que les estamos pidiendo demasiado.
Pues para mí la conclusión es que Bibiana Aído no es una "mujer perversa que agrede a España", sino una simple representante de la mentalidad española, mentalidad que puede hallarse en obispos, políticos de izquierda o de derecha, o en la gente de a pie.
El sentir popular es: "El aborto no es un plato de buen gusto para nadie, pero por ahora no debiera encarcelarse a la mujer que aborta".
Obviamente, esa idea predominante en España ha de ser defendida, de un modo u otro, por el PP y el PSOE, pues de lo contrario se expondrían a perder las elecciones.
Pero si siempre va a existir un condicionante para saltarse el tema del aborto en una elecciones, será bueno saltárselo para ganar unas elecciones, pero será muy malo para acabar con el aborto, porque de forma indefinida será un tema que se quede aparcado porque de forma indefinida hay elecciones.
MH:
"El fin de abolir el aborto no es meter a las mujeres en la cárcel. ... El fin de abolir el aborto es que no se maten a más niños."
Exactamente esa idea que acabas de plasmar es la que predomina en toda España. Precisamente por eso no podemos decir que Bibiana Aído sea "la malvada de la película" y el resto de España "el pueblo oprimido" por esa "tirana".
Tanto el PSOE como el PP están haciendo, pues, lo mismo que tú pides y que pide toda España: luchar contra el aborto, pero sin encarcelar a las madres que han abortado.
Entonces no veo por qué tanta saña para con la andaluza Aído. Hay que ser justos.
Hay mucha gente en España que piensa lo contrario de lo que ha dicho la Aído, así que esa tipa no representa, ni de lejos, la mentalidad española. Y pretender luchar contra el aborto dejando que las mujeres que matan a sus hijos se vayan de rositas me parece absurdo. Por supuesto que deben ir a la cárcel. Luego se les podrán aplicar, en su caso, atenuantes, pero, de partida, deben responder ante la Justicia por haber abortado.
Si no, pasa lo que pasa: Que puede llegar a parecer que abortar no es nada. Pues de eso idem.
La saña con la ministra se debe a que ella es la cara visible de la idea general. Pero no olvidemos que además es la voz de su amo, como todo el gabinete, que llevan seis años poniendo la cara para que se la partan en lugar de que se la partan al jefe. Y cuando se queman, crisis de gobierno y fuera. Que venga otra Maleni u otra Carmen Calvo con las que ensañarse.
Pero es que además, ese dechado de virtuosismo intelectual que preside el imprescindibilísimo Ministerio de Igual-dá nos deja unas perlitas de mucho cuidao:
"Un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no puede ser un ser humano porque eso no tiene ninguna base científica." (Bibiana Aído, en entrevista en la Cadena SER, 19-05-2009).
Nova: claro que el PP y el PSOE luchan contra el aborto. Recuerda, por ejemplo, la campaña "yopongocondon" de Bernat Soria. Claro que ese método de lucha fue rechazado por una parte de la sociedad española, pero tuvo aceptación mayoritaria.
El PP, por su parte, ha promovido ayudas para la maternidad.
Lo que pides (cárcel para madres que aborten) claro que sería una lucha más frontal, más clara, más nítida, pero... no es lo que pide la mayoría de España.
El político que se atreviera a proponer al menos un día de cárcel para una mujer que abortara, correría el riesgo de ver el fin de su carrera política.
Combatir el feminismo extremista sería, pues, uno de los primeros pasos para algún día combatir en verdad el aborto.
"La saña con la ministra se debe a que ella es la cara visible de la idea general. Pero no olvidemos que además es la voz de su amo"
Zapatero, desde tiempos de Aznar, había declarado que cuando llegara al poder terminaría con la hipocresía que reinaba en el tema aborto, legalizándolo en forma descarada y haciéndolo pagable con impuestos.
No veo por qué hemos de escandalizarnos ahora.
Correctamente, sí debió haberse terminado la hipocresía, pero... en sentido inversamente proporcional, aplicando registros fetales y castigos penales.
Pero eso no es más que un sueño inalcanzable por ahora, en cualquier país, no sólo en España (mira la realidad de Israel, Reino Unido, etc.). Es como pretender que se terminen las guerras.
El ser humano es falible por naturaleza, y hoy por hoy no está dispuesto a autoexigirse la manutención de un niño engendrado por descuido: se decanta por inmolar a esa criatura. Triste, pero cierto.
Respecto a lo que pueda pensar la mayoría de España, que vete tú a saber, lo cierto es que me trae sin cuidado y eso lo mantengo a la hora de votar, gracias a Dios.
Sí estoy de acuerdo en que hay que combatir el feminismo. Es el primer enemigo de la mujer.
Nova: Dices que te tiene sin cuidado lo que piense la mayoría de España. Pues creo que al menos deberías considerarlo antes de anatemizar a Bibiana Aído. Debe quedar muy, muy claro que ella lo único que hace es plasmar la voluntad de los españoles. Ella es una servidora pública, una representante popular, y no una "tirana que sojuzga a España".
Cuando no usamos de chivos expiatorios de nuestros pecados a los políticos, entonces usamos a los médicos sicarios..., sin ver que ellos son nuestros servidores y el mal anida en nuestros propios corazones.
Dejemos de parecernos ya a los fariseos, o al populacho que pedía la muerte de Jesús. Mejor afrontemos nuestra responsabilidad y promovamos que no haya un solo templo católico sin un stand antiaborto.
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