¿Y qué piensan hacer los obispos con los profesores de teología que apoyaron el libro herético?
Los obispos estadounidenses han emitido una nota por la que se condena un libro de dos profesores de la Universidad de Creighton. La misma pertenece a la Compañía de Jesús, que vuelve a sumar una pluma más -¿y van?- en el penacho de las heterodoxias de sus miembros. Bueno, puede que los dos profesores no sean religiosos pertenecientes a la orden, pero para para el caso es lo mismo.
En principio está bien y es de agradecer que los obispos condenen a los heterodoxos y pongan de manifiesto las razones de la condena. En esta ocasión se han tardado un par de años en notificar los errores de un libro publicado en el 2008. En vista de la contundencia del documento episcopal, es evidente que esa obra no hay por donde cogerla desde el punto de vista de nuestra fe. Es más, aunque no lo he leído, estoy convencido de que no hace falta ser obispo ni teólogo para discernir que ese libro no refleja la doctrina católica. También tengo la convicción moral de que sus autores sabían que se estaban alejando de la fe de la Iglesia, y aun así quisieron publicarlo.
Sin embargo, basta con asomarse por la ficha del libro en Amazon para encontrarse con una realidad que, digo yo, habrá que enfrentar. Por ejemplo, Lisa Sowle Cahill asegura que “Salzman y Lawler son dos teólogos de categoría, con la estatura necesaria como para enfrontar asuntos que se han convertido en altamente inflamables en el demasiado polarizado ambiente católico. El resultado es una obra erudita de primer orden - lit `extensive, well-researched, and carefully argued scholarship´-. Los autores son respetuosos, inteligentes, honestos y valientes. Alarmaran a unos pocos, iluminarán a muchos…“. ¿Y quién es doña Lisa? Pues lo pueden ver ustedes haciendo click sobre este enlace. Aparte de lo que ha sido en el pasado, hoy es profesora del departamento de teología del Boston College, otra universidad perteneciente a la Compañía de Jesús.
En un sentido parecido se pronuncian John A. Coleman, SJ, profesor de la Loyola Marymount University; Edward C. Vacek, SJ, profesor del departamento de teología moral de la Weston Jesuit School of Theology; Paul Lauritzen, director del programa de ética aplicada de la John Carroll University -también jesuita-; y Richard M. Gula, SS, profesor de teología moral en The Franciscan School of Theology.
¿Y bien? ¿qué hacemos con todos esos teólogos y profesores? ¿qué debe de hacer la Iglesia para proteger a sus alumnos de la infección herética de la que sin duda son víctimas? ¿van nuestros pastores a dejar que pasen años y años sin apartar de la docencia católica a quienes no profesan la fe católica, en especial a los que siendo profesores de moral alaban una obra que se da de tortas con la moral de la Iglesia?
¿Qué es antes? ¿el derecho de los fieles, en especial de los estudiantes de teología, a ser formados conforme a la sana doctrina católica o una supuesta libertad de cátedra de los heterodoxos? ¿qué haría San Pablo ante un caso así? ¿qué san Pedro? ¿qué san Pío X? ¿qué san León Magno? ¿qué san Gregorio Magno? ¿qué san Atanasio?
Creo que todos sabemos la respuesta a esas preguntas. Y creo también que hoy, en pleno siglo XXI, la Iglesia debe de hacer lo mismo que hubiera hecho en el siglo I, en el IV y en la primera mitad del XX. Es más, creo que si no lo hace, estará faltando a su deber. No la Iglesia entera, sino sus pastores.
Por tanto, está bien condenar la herejía y debemos agradecer a los obispos que así lo hagan. Pero no basta. Hay que combatirla, arrancarla, impedir que se extienda a través de universidades católicas, seminarios, púlpitos y demás instituciones educativas de la Iglesia. Lo que está en juego es ni más ni menos que la salvación de millones de almas, que son conducidas por el camino del error por los herejes de hoy. Cierto es que nadie puede justificar su desviación de la fe en base a que fue a una universidad católica donde le enseñaron mal. El Catecismo está a la alcance de todos. El magisterio papal y de los obispos, también. Pero tengo para mí que ante Dios son más responsables son los que permiten que el mal sea defendido y argumentado desde el seno de la Iglesia, que aquellos cuya fe débil se deja engañar. Al fin y al cabo, corresponde más al pastor ahuyentar los lobos que a las ovejas huir de los mismos. Y me temo que no es eso lo que está ocurriendo en las últimas décadas. Al menos no con la contundencia y continuidad que debiera.
Luis Fernando Pérez
43 comentarios
Los autores son casados. Pero alguien les ha dado la licencia para enseñar teología católica...
No le falta sinceridad al prologuista, Charles Curran, al poner en contexto el libro:
“…Hoy no se trata de un disenso teológico, limitado y ocasional, sino, y sobretodo, de un llamamiento a cuestionar sistemáticamente las enseñanzas morales tradicionales, lo que sucede incluso en seminarios y facultades de teología. Es una auténtica crisis.”(p. xv)
Saludos.
----
LF:
Bien, lo mismo da que da lo mismo. Enseñan en una universidad jesuita y son apoyados por otros profesores que sí son jesuitas y de otras órdenes religiosas.
La crisis no está tanto en el cuestionamiento de las enseñanzas de la Iglesia sino en la falta de empeño en situar fuera de la misma a quienes la cuestionan. Herejes los ha habido y habrá siempre. Lo que no ha habido, al menos no como ahora, es la pasividad ante la herejía.
Es triste pero es la realidad y, mucho me temo, no va a cambair, pues es la misma historia que en España y seguro que otros países, por no decir todos, donde hay "fronterizos" con el estómago lleno, en base, a esta disidencia y, en parte, porque siguen viviendo a costa de la Iglesia.
Saludos.
A lo mejor es que hay alguna que otra experiencia al respecto.
A la calle.
- Objetivo: porque no se contenta con explicitar un desacuerdo personal, sino que establece un magisterio paralelo;
- Público: porque no se limita al fuero interno, ni al externo privado;
- Asertivo: pues afirma con certeza; no plantea conjeturas, dificultades, perplejidades, ni hipótesis teológicas a verificar;
- Anti-tradicional: se opone a la Tradición o al magisterio secular de la Iglesia;
- Laxo: se proyecta hacia posiciones laxas en materia moral;
- Proselitista: busca difundir su disenso, ganar adeptos, sobre todo entre fieles de condición sencilla;
- Anarquizante: trata de crear un movimiento de presión, para debilitar la autoridad eclesiástica.
Saludos.
En el caso de las sacerdotisas la Iglesia reconoce, como doctrina "definitiva" que es incapaz de ordenar mujeres.
En el caso de los jesuítas resulta que están suspendidos a divinis de forma "definitiva" desde hace más de 200 años.
Pues lo mismo.
¿Qué van a hacer los Obispos?
NADA.
Firmado: un obispo.
---
LF:
¿Suspendidos a divinis hace más de 200 años?
---
LF:
No creo que a Dios le apetezca que ocurra tal cosa. Todavía es posible una reforma que haga que la Compañía vuelva a sus orígenes. Lo que no sé es por cuánto tiempo es posible.
Me interesa más otra pregunta: que deben hacer los Estados con las Universidades que no respeten la libertad de cátedra? En mi opinión, dejar de homologar sus títulos.
---
LF:
La Iglesia no puede permitir que en sus centros se enseñe como doctrina católica lo que no es doctrina católica. Así de simple.
Cada vez es más evidente la situación de cisma de facto que vive la Iglesia.
Mentira: decir lo contrario de lo que se piensa (o de la verdad) con la intención de engañar.
Estos teologos van a seguir enseñando.En USA, la defensa y protección de los derechos civiles es muy distinto a España.Puede que estos dos profesores no esten de acuerdo con la postura oficial de la Iglesia, pero son personas, con derecho a pensar y hablar.La Iglesia, aunque algunos lo quisieran así, no es un regimiento, ni el partido comunista.Por lo demás, no estamos hablando en materia dogmática.
Saludos
---
LF:
Esos profesores pueden enseñar teología o moral donde les dé la real gana menos en los centros universitarios y educativos de la Iglesia Católica. Si enseñan en una universidad protestantes, en una privada no católica o en una pública, a mí me daría absolutamente lo mismo.
La Iglesia no es un regimiento, efectivamente. Es algo mucho más importante. Es, según la Escritura, la columna y baluarte de la verdad. Si se permite que en ella se enseñe la mentira, se está traicionando a Cristo.
Los apóstoles habrían acabado con este problema con una simple orden. Basta con que sus sucesores hagan lo mismo para solucionarlo. Es cuestión de que quieran hacerlo. Y si desde las órdenes religiosas que están al cargo de esas universidades se pone alguna pega, se apela directamente al Papa -digo a él personalmente, no a un dicasterio- y veremos entonces lo que pasa.
Con todo, hay mucha indisciplina y desobediencia, demasiada. Pero si el mismo traje eclesiástico tendría que ser llevado por todos, religiosos y diocesanos, ¿y qué tenemos? Otro día vi un reportaje sobre Polonia, se ven muchísimos religiosos y sacerdotes con sus trajes. ¿Por qué aquí no es así? Si lo pueden hacer ellos, que ni son tontos ni son inferiores, ¿por qué no aquí?
En cambio (tal vez hablo mucho de esto, pero en fin), no veo teólogos del Opus Dei por ejemplo, decir disparates. A los que no les gusta así, se salen y ya está. Que luego digan de todo como Sopena y compañía, es otra cosa, es tal vez el precio que hay que pagar por la integridad. Pero posiblemente ese sea el camino, que se queden dentro los que creen lo que deben creer. Luego caridad con todos, pero no le veo otra salida a este asunto.
Los jesuítas están suspendidos "perpetuamente" por la Santa Sede, con bula papal y todo, en el siglo XVII.
Lo que pasa es que hablo de oídas, pero te aseguro que en cuanto encuentre la cita, te la pongo.
---
LF:
Es obvio que las medidas disciplinarias, aun las tomadas por un Papa, no son para siempre. Llega otro, levanta el castigo y listos. Con la doctrina no puede ocurrir lo mismo.
_______________________________
Así de simple o de simplista. No hace falta ser platónico para explicar que decía Platon y explicar que decía Platon no excluye que en uso de su libertad de cátedra, el profesor exponga también a Aristoteles.
La ICAR puede exigir que en sus centros se enseñe que dice Roma y por que lo dice. Pero si coarta la libertad de cátedra del profesor para explicar Roma dice negro pero hay teólogos que dicen blanco, entonces, sus centros han de dejar de estar homologados.
----
LF:
Sí, claro, porque lo dice usted.
Quien se compromete a enseñar doctrina católica ha de enseñar doctrina católica. De lo contrario, a la puñetera calle, de la misma manera que se echaría a la puñetera calle a un matemático que enseñara que 6+6=22 apelando a la libertad de cátedra.
Pero lo sacaba a colación porque la suspensión de la Compañía ("para siempre") se realizó en una bula en la que se los acusaba incluso de actos de idolatría (sic), pero sólo después de haber recibido el empuje de la abolición de la Compañía por parte del poder civil en algunos países católicos de Europa.
Pero a lo que voy es: en la bula de suspensión se reconocen numerosísimos abusos, incluso idolatría, y sin embargo no se hizo nada hasta que la cosa llegó al colmo de que diversos Estados habían abolido, motu proprio, la Compañía.
¿Qué lección debemos sacar de aquí?
Pues yo creo que la siguiente: el papel intelectual de laicos y sacerdotes en la disputa por la ortodoxia. No se puede esperar que un obispo, ni todo el colegio de los obispos, ni el Papa, actúen como un deus ex machina.
Esa es labor de otros.
Dejemos hablar a Newman:
"it is the vast Catholic body itself, and it only, which affords an arena for both combatants in that awful, never-dying duel. It is necessary for the very life of religion, viewed in its large operations and its history, that the warfare should be incessantly carried on. Every exercise of Infallibility is brought out into act by an intense and varied operation of the Reason, both as its ally and as its opponent, and provokes again, when it has done its work, a re-action of Reason against it; and, as in a civil polity the State exists and endures by means of the rivalry and collision, the encroachments and defeats of its constituent parts, so in like manner Catholic Christendom is no simple exhibition of religious absolutism, but presents a continuous picture of Authority and Private Judgment alternately advancing and retreating as the ebb and flow of the tide;—it is a vast assemblage of human beings with wilful intellects and wild passions, brought together into one by the beauty and the Majesty of a Superhuman Power,—into what may be called a large reformatory or training-school, not as if into a hospital or into a prison, not in order to be sent to bed, not to be buried alive, but (if I may change my metaphor) brought together as if into some moral factory, for the melting, refining, and moulding, by an incessant, noisy process, of the raw material of human nature, so excellent, so dangerous, so capable of divine purposes."
----
LF:
Bien, como quieras. El caso es que algunos laicos hacemos lo que creemos que tenemos que hacer. Y reclamamos a los obispos que cumplan con su obligación. Si además los teólogos ortodoxos tuvieran la valentía de dar la cara en favor de la sana doctrina y dejaran a un lado comodidades y corporativismos absurdos, ya sería la repera. Pero me parece que es pedir mucho.
Precisamente por esa pulcritud en lo relativo a los derechos individuales, si un vendedor de Pepsi Cola promociona a Coca Cola su empleo dura décimas de segundo.
Una investigación católica no solo ha de ser investigación sino concordar con el Magisterio, buscar el fácil conflicto vende más, mire al final las cosas son bastante más prosaicas de lo aparentan, y claro, las facturas no se pagan solas.
Por otra parte cuando la Ciencia está logrando recuperaciones de personas homosexuales, venir ahora con la licitud moral de estas relaciones contradice lo que la Ciencia actual preconiza, ¡qué investigación ni qué gaitas!
Ya que parece que te gusta la história y la investigación, averigua para que tengas TODO el panorama completo, cual fue el Papa, en que año y con que Bula se restauró la Compañia.
La libertad de cátedra no puede ir contra la ética profesional. Y en una Universidad Católica se pueden discutir todas las teorías, pero a la vez dejar clara la postura del Magisterio (y de la Revelación, a la que sirve). La publicación de un libro añade otros ingredientes a la cuestión, porque se desborda el campo de la discusión académica, y se entra en el terreno de la difusión pública. Y aquí se puede herir, y se hiere de hecho, la inocencia de muchos cristianos y a la verdad misma a gran escala.
Creo que el problema de los jesuítas es un problema de vastas proporciones en la vida religiosa, especialmente norteamericana. Con razón las visitas pasadas... y futuras. Pero los Obispos deben ser más vigilantes. ¿No es eso lo que significa "Obispo"?
- El libro no tiene nihil obstat ni imprimatur alguno, al menos no consta en la edición digital. Pero Lo publica Georgetown University Press; el editor responsable de la colección es James F. Keenan, SJ; y en la lista de libros publicados en esa serie, sobresalen los de Charles Curran, prologuista del libro sobre el que aquí se informa.
- Cuando a Curran le fue retirada la licencia para enseñar Teología, y fue removido de su cátedra en una universidad católica, el profesor inició juicio civil contra la universidad. El tribunal rechazó la demanda de Curran, y reconoció la libertad de contratar de la institución de acuerdo con su propia identidad confesional.
Saludos.
---
LF:
Es que sería alucinante que una Universidad estuviera obligada a mantener a profesores que enseñan barbaridades.
La libertad de expresión en una catedra universitaria, es inviolable.Uno puede estar de acuerdo o no, pero no por eso silenciar a callar al que, por el hecho de ser persona, opina y menos puedes sostener que engañan, pues lo que ellos sostienen no es una "misse en escene" lo que constituiría la tipología del engaño, sino que con sinceridad plantean su divergencia de la opinión oficial
Te insisto, la moral sexual, no es un tema dogmático, por lo tanto, respetando lo que piense el Papa, su oponión es otra más.
Dices:"Los apóstoles habrían acabado con este problema con una simple orden.Sabes realmente como, según la exegesis, obraban los apostoles(palabra que en Arameo no existia(es griega))y que Jesús por cierto, jamás utilizó?.
Luis Fernando, hoy día ni el Papa ni los organos administrativos y jerarquicos de la Iglesia van a condenar a alguien como hereje. La Iglesia a aprendido en estos 20 siglos.Por los ismo nada se hace.Y sabes cual es el arguemento de fondo para esta actitud?
1.- La experiencia de 20 siglos
2.- En la mayoría de los teologos problemáticos no se tocan los dogmas de fe.Por lo tanto, la verdad está salvada.Se distuten FORMAS de eclesialidad pero no cosas de fondo
Saludos
----
LF:
Tres cosas:
1. He mirado en la Escritura, en la Tradición, en los Padres, santos y doctores de la Iglesia y curiosamente no me he encontrado la idea de que la libertad de cátedra sea inviolable. Sí me he encontrado que la Iglesia tiene el deber de impedir que en su seno se enseñen doctrinas heréticas.
2. Aunque poco, la Iglesia sigue condenando a algunos herejes como tales. Baste darse un paseo por la web de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
3. Si usted dice que la opinión del Papa sobre doctrina moral es una opinión más, entonces no es católico. Y sinceramente, no tengo ganas de perder el tiempo debatiendo sobre estos temas con no católicos.
Casi estoy de acuerdo contigo, pero no incendiemos esto, que está la cosa muy inflamable, je je.
_____
Lo mismo esos jesuitas que Gonzalo se pasan por el forro declaraciones como "Persona Humana" que dejan sentado con toda claridad que todo lo referido a la sexualidad es materia critica y por tanto cualquier desviación en ese asunto es "materia grave", es decir pecado mortal.
Las enseñanzas en materia sexual han sido siempre las mismas en cuanto a los actos se refiere y son a todos los efectos enseñanzas que hay que tomar como dogmáticas.No solo lo que se proclama como tal es dogmático, hay mucho más que lo es pero no ha hecho falta declararlo porque nadie relevante lo puso en duda.
Las victimas de esos jesuitas son los "cristianos" como nuestro amigo Gonzalo, una subespecie que no guarda el mínimo parentesco con la fe que nos legaron los Santos Apóstoles.
______________________________
Pues eso, centro o Universidad sin libertad de cátedra a la calle, sin homologación de sus títulos.
LF: como se echaría a la calle a un matemático que enseñará que 6+6=12 (sic) apelando a la libertad de cátedra.
______________________
Lapsus (freudiano?) aparte, la religión no es ciencia, recuerda que cuando ha pretendido entrar en este campo no ha salido bien parada. El ejemplo no es válido sino que, al contrario, corrobora que o un centro o universidad actúa civilizadamente, exponiendo que dicen unos, pero permitiendo exponer lo que el profesor, catedrático o teólogo quiera explicar, o no es Universidad. Será seminario pero no Universidad. Sin libertad de cátedra no debe haber homologación de títulos.
---
LF:
Lapsus, no freudiano, corregido. La religión no es una ciencia exacta pero los dogmas religiosos -de cualquier religión, incluida la católica- sí que son definiciones exactas de doctrinas concretas. Por tanto, si un profesor de teología católica enseña que Cristo no es Dios, a la calle. Si un maestro de religión islámica enseña que Mahoma no fue profeta, a la calle. Y si un maestro de budismo enseña que el nirvana es un invento, a la calle. El enseñar en la Universidad no le da a nadie derecho a hacer de su capa un sayo y engañar a sus alumnos. Punto final a esta absurda discusión.
Si esa tolerancia se debe a una gran debilidad, pues a rezar mucho y a poner el hombro en lo que se cuadre. Pero si esa tolerancia se debe al deseo de no romper con un mundo cada vez más hostil, para "salvar lo que se pueda y mientras se pueda", bueno, a uno como fiel de a pie, "agua y ajo", pero no me gusta.
Por eso me parece perfecto este post. Los sucesores de los Apóstoles no deben ser ni débiles ni tibios. Porque los laicos tenemos el derecho de ser bien pastoreados.
Estoy borrando los comentarios que no siguen esa indicación.
Efectivamente Iker, no tenemos la libertad de expresión si desobedecemos la voluntad de Cristo.
Cuando yo acepto a enseñar dentro de la Iglesia, liberemente acepto acatar al Divino Fundador.
Y si no, soy libre de irme.
¿Libertad de cátedra? ¿Porque no nos respetan a los católicos si se niegan a enseñar que lo retrógrado de Sodoma y Gomorra no es decente? Siempre se oyen casos de los profesores católicos que sufren por fidelidad a sus principios (los que trabajan en los centros estatales, por ejemplo).
La confusión maliciosa que haces te retrata. A ver cuando los de la Atalaya dejan que en sus círculos cada uno interprete las Escrituras a su aire. Menuda cara que le echas. Aplícate el cuento.
hacer una crítica habrá que leer tanto el libro como las declaraciones de los obispos, pienso yo.
Soy católico (por voluntad de Dios) y soy homosexual (también por voluntad de Dios). Me dicen desde foros católicos que estoy "enfermo" pero que me puedo "curar", que puedo cambiar mi sexualidad. Es cierto y no niego que hay un conflicto entre las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la sexualidad y la vivencia que de ella tiene la sociedad actual, yo mismo. Pero en vista del conflicto existente y de la agresividad del discurso que algunos obispos católicos mantienen actualmente sobre este tema (vease, por ejemplo, a Monseñor Sandoval, obispo mejicano, con qué caridad nos llama "maricones") creo que es más fácil para mí dejar de ser católico que dejar de ser homosexual. A fin de cuentas, ¿no podría por acaso ser más feliz en otras iglesias cristianas más tolerantes con la homosexualidad que en la Iglesia Católica? En definitiva sí que lo es, es más fácil para mí dejar de ser católico que dejar de ser homosexual, y de hecho muchos me dirán que no es verdad que sea católico (al menos, no católico al 100 %), pero resulta que está en mi propósito mantenerme dentro de la Iglesia Católica, y no lo hago por cabezonería ni por afán de molestar, sino porque amo a la Iglesia.
!La Iglesia! Ella es Madre y Maestra, y me enseña en múltiples formas la verdad de lo que es la voluntad de Dios a través de las Escrituras y del Magisterio, pero también a través de hombres y mujeres de nuestro tiempo y, sobre todo, a través de mi propia conciencia. Por esto y desde una conciencia de hermandad con todos, quiero
practicar una sana disidencia en estas cuestiones sobre sexualidad. No quiero tener razón, quiero conocer la verdad. No quiero ser en la iglesia borrego, didiendo amén a todo lo que se me diga desde los púlpitos. Quiero ser manso ante la verdad y ser más bien cordero (aunque algunos quizá les gustaría que fuese "cordero degollado"). Sé que incomodan mis palabras, pero no menos que los insultos y desprecios que ya hemos recibido los católicos homosexuales desde fuera y desde dentro de la Iglesia.
Los católicos tendremos que resolver de alguna manera el conflicto, porque no queda más vuelta de hoja: o se nos acoje a los homosexuales como hijos de Dios y bautizados, intentando buscar vías de encuentro y salvando las distancias doctrinales, o simplemente se nos condena y se nos expulsa. La castidad es una vía, no lo niego, pero no creo que sea la única vía (si lo fuera, sería imposición). Pienso que desde la Iglesia el camino del rechazo a la homosexualidad es el camino fácil (como para mí el renunciar a la Iglesia), pero me niego a creer que sea esto lo que Dios espera, ni por parte de la Iglesia ni por mi parte.
Sigo rezando. Sigo instruyéndome. Paz para todos.
---
LF:
Yo no sé si la tendencia homosexual es "curable" o no. He conocido a personas homosexuales que hoy no lo son, pero supongo que cada caso es un mundo.
Lo que sí sé es que Dios da la gracia suficiente para no pecar a los homosexuales creyentes. Esto no es tanto un problema entre el homosexual y la Iglesia como entre el homosexual y Dios. Quien, tanto si es homosexual como si es heterosexual, practica relaciones sexuales fuera del matrimonio, que es la unión entre un hombre y una mujer, comete pecado mortal. Y si no se arrepiente y se confiesa, pues pone su salvación en claro peligro. Eso no va a cambiar jamás, por muchas vueltas que dé el mundo. La Iglesia puede y debe acoger a los homosexuales. Pero nunca dirá que la relación homosexual es lícita. No puede.
1.- NO sé que tiene que ver la Biblia, la Patristica o la hagiografía y etc. con la libertad en una cátedra universitaria, en el mundo comtemparáneo.La Iglesia debe velar por el mensaje de Amor, Salvacion y santidad dado a los hombres pero convenciendo no imponiendo.
2. Como bien dice, a muy poco, casi nadie, la Iglesia a condenado por hereje.Sabes después del C. Vaticano II a quien a condenado la Iglesia por hereje?
3.- Tal vez, y a muy pesar tuyo, soy y moriré católico.Para que sepas, enla comciencia ni Dios se mete, porque ËL NO IMPONE, convence.
Pero si te quedas sin argumentos, no dijas que no quieres seguir discutiendo.
4.-Yo no te escribo para convencerte de que estás muy equivocado en tu apreciación teológica.Lo tuyo no es teología,por eso nunca lo he discutido contigo Porque lo que tu discutes y rabeas no es teologia sino apreciaciones eclesiológica.Son solo FORMAS de querer la actuacíon de la Iglesia que son muy rspetables pero no responden hoy día a las siempre interrogantes del hombre sobre Dios
5. Mientras no se toquen los dogmas de la Iglesia, en cualquier otro campo todo es subjetivo, no digo relativo que no es lo mismo(auque no te guste pero así es). Por lo mismo, la opinión del Papa sobre moral es una opinión más, muy respetable como la de cualquiera.Tanto es así, que en 10 o 15 años más a va a ver otro Papa que, tal vez, piense todo lo contrario al actual. Entonces en que quedamos?.Cambian las personas y cambian las perspectivas.Así a pasado muchas, muchisímas veces en estos 20 siglos en la Iglesia, y por eso ha desaparecido esta?, NO, y no va a suceder eso jamás. Pero lo importante, es el verdadero mensaje de Cristo, plasmado en cierta medida en los dogmas ahí están siempre vigentes. Esto es lo importante, el dogma, el fondo siempre igual.No la Forma: Esa ha cambiado en estos 20 siglños y va a seguir cambiando, no te quepa ninguna duda.
&.- No trato de convencerte sino de que te des cuenta que toda persona tiene derecho a opinar y no por eso ser despreciado. NADA EN LA VIDA ES HOMOGENEO.menos aún Dios, que es siempre creador creando, creando infinitamente y nosotros su imagen y semejanza
Saludos
NO publiques esto
LF:
Gonzalo, quizás mañana pueda responderte con más argumentos, pero en relación a lo que dices sobre la validez de la opinión Papa, me vas a permitir que te cite del Concilio Vaticano II:
Lumen Gentium 25
Los Obispos, cuando enseñan en comunión con el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte, en materia de fe y costumbres, deben aceptar el juicio de su Obispo, dado en nombre de Cristo, y deben adherirse a él con religioso respeto. Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado por él, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo.
Puede sempeñarte en que eres católico, pero al menos me reconocerás que no eres un católico fiel a las enseñanzas de la Iglesia. Lo que eso implica de cara a tu salud espiritual, no hace falta que te lo explique. Es cosa entre tú y Dios y, si acaso, tu confesor.
---
LF:
Es Dios quien no admite las relaciones homosexuales.
---
LF:
Pruebe a no hacer lo que hace. Es posible ayudado por la gracia de Dios y no tiene por qué ir al infierno. Como escribí hace unos días, no es ese un buen lugar para pasar toda la eternidad.
Dios no se tiene que adaptar a mí.
¡25 años! ¡Se dice pronto! Durante ese tiempo me negué a tener relaciones sexuales con nadie, y me volqué en la oración y en la meditación. Leía la Biblia, la vida de los santos, documentos de la Iglesia...y hacía oración, mucha oración. De resultas de todo eso me volví una persona solitaria, encerrado en mis cosas, sólo con el afecto de mi familia, pero sin amigos...y sin amor. Participaba en labores de Iglesia (catequesis, grupos juveniles, etc), iba a Misa todos los domingos. Era un católico practicante...y era un católico triste...y solo, muy solo. LLegado a un punto crítico, y tras 25 años, me cuestioné todo: negué a Dios, negué a su Iglesia, me dejé ir. Hastiado de todo, viví una vida de promiscuidad e hice cosas de las que me arrepiento, y cuanto más bajo llegaba, más me dolía todo por dentro al notar la misericordia de Dios llamándome. Entonces volvía a Él, pero volvía también a la soledad y a la tristeza. Buscaba salidas, y sólo veía puertas cerradas. En el confesionario, los sacerdotes me repetían la misma cantinela: "Deja ese vicio. Deja ese vicio".
Vicio. Al final todo se reducía a eso: yo tenía un vicio. Pasaba de sentir miedo y vergüenza a sentir culpa, y de este sentimiento pasaba a sentir asco de mí mismo. Así es como me encontraba tras 25 años (vuelvo a decir ¡25 años!) intentando vivir como enseña la Iglesia.
Después...después llegó Óscar, mi compañero. Con él he aprendido a sonreír. Él es ateo (¡Cómo no! Es la opción más sencilla para un gay), pero yo le hablo de Dios. El me sostiene y me ayuda, lo mismo que yo le apoyo en sus cosas y le ayudo...Y nos queremos. Yo rezo por él y por mí, y él me pide que rece por él (deseando así una fe que aún no tiene). Compartimos todo y somos fieles el uno al otro. Con él ha acabado para siempre mi vida oscura de promiscuidad. Mi familia (católicos todos) nos acepta. Él no tiene padre ni hermanos, pero yo le digo que ahora mi familia es la suya también. Después de un tiempo en que la abandoné, ahora vuelvo a frecuentar la Iglesia e intento ir a Misa, aunque no comulgo por prudencia y respeto al Señor.
Resulta irónico que, comparados mis años de vida en la ortodoxia católica y mi heterodoxa vida actual en pareja, ahora soy más feliz y me siento más cerca de Dios. El océano de lágrimas que vertí durante 25 años sólo lo ha visto el Señor, pero Él también ve ahora mis sonrisas, y la limpieza de espíritu que ahora tengo y que antes no tenía.
Esto es sólo mi experiencia personal. No quiero tener la razón, quiero buscarla, como cualquiera. No soy maestro de nadie, sino discípulo de todos. Sé que me encuentro en las lindes de la Iglesia y, por no molestar a nadie, quisiera quedarme ahí (como el publicano en la parte del fondo de la sinagoga). No pido nada. A lo sumo le pido perdón a Dios todos los Dios, y le pido que me ilumine mí y le dé la fe a Oscar. Vivo en paz con mi conciencia y ya no me siento atormentado, sino mejor persona. Pero vuelvo a decir que igual estoy equivocado y me voy derechito al infierno por toda esta vida que ahora vivo.
Sé que me he enrrollado y me he ido por los cerros de Úbeda, porque la cuestión era el libro de estos teólogos americanos. Si le he contado todo esto era para llegar a la siguiente reflexión: que las cosas de Dios no son así tan simples como las matemáticas, 2+2=4. Si nuestras vidas particulares y nuestra contidianeidad son tan complejas, ¿cómo no lo serán las cosas de Dios? Dios ve en el interior del corazón de cada ser humano, ya sea éste católico, mormón, ateo, budista, o lo que sea. Ahora Él ve en mi interior mientras le escribo, y le ve a Ud en su interior mientras lee lo que le dejo escrito. El misterio reside en saber cómo nos ve Dios. Porque así dice San Pablo:
"Porque ahora nuestro saber es imperfecto, como es imperfecta nuestra capacidad de hablar en nombre de Dios. Pero cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto. Cuando era niño, hablaba como un niño, razonaba como un niño; al hacerme hombre, he dejado las cosas de niño. Ahora vemos por medio de un espejo, y oscuramente. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco imperfectamente, entonces conoceré como Dios mismo me conoce".
Disculpe lo extenso del texto.
Paz para todos.
---
LF:
Permítame sólo un par de reflexiones. Ha escrito lo siguiente:
Durante ese tiempo me negué a tener relaciones sexuales con nadie, y me volqué en la oración y en la meditación. Leía la Biblia, la vida de los santos, documentos de la Iglesia...y hacía oración, mucha oración. De resultas de todo eso me volví una persona solitaria, encerrado en mis cosas, sólo con el afecto de mi familia, pero sin amigos...y sin amor. Participaba en labores de Iglesia (catequesis, grupos juveniles, etc), iba a Misa todos los domingos. Era un católico practicante...y era un católico triste...y solo, muy solo.
Algo no me encaja ahí. No que las cosas no fueran como usted dice. Eso no lo pongo en duda. Pero ocurre que uno de los frutos del Espíritu Santo es el gozo, la alegría:
Gal 5,22-25
Los frutos del Espíritu son: caridad, gozo, paz, longanimidad, afabilidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra éstos no hay Ley. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Si vivimos del Espíritu, andemos también según el Espíritu.
Me dice usted que cuando vivía en gracia, era un católico triste y solo. Y ahora que, objetivamente, vive en pecado -aunque algo ha mejorado porque obviamente es peor la concupiscencia que tener una sola pareja-, resulta que se siente más cerca de Dios. Me viene a la mente lo que dijo el profeta Jeremías: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas" (Jer 17,9). Yo eso lo experimenté hace ya bastantes años, cuando estuve en un tris de convencerme a mí mismo que Dios no me tendría en cuenta un pecado en concreto. No se puede hacer idea de lo persuasivo que era mi corazón a la hora de convencerme de que el mal que hacía y que estaba a punto de consumar sin vuelta atrás, era algo que el Señor podía pasar por alto e incluso bendecir. En ese sentido, créame que le comprendo muy bien. Quizás demasiado bien. Pero la gracia fue más fuerte que mi terquedad y dije no, con lágrimas, a ese pecado. Me quedé con el corazón triste y roto, pero con mi alma salvada. Y el Señor acabó ocupando el lugar de la tristeza.
Antonio, no le voy a repetir lo que ya le he dicho antes. Lo único que puedo hacer es pedir a Dios que le dé la oportunidad de morir en su gracia, lo cual implica arrepentimiento de todos sus pecados. En eso no es distinto a mí ni a ningún otro cristiano. Siga yendo a Misa. Eso nunca puede hacerle mal y sí mucho bien, aunque no pueda comulgar.
Pax tecum
Pax tecum (¿Aún se habla en latín?, jajajaja)
---
LF:
No estaría de más recuperar un poco esa bella lengua, je je.
Dejar un comentario