Mons. Munilla plantea el camino a seguir
Hoy era un día ciertamente importante en la por ahora breve historia del pontificado de Monseñor José Ignacio Munilla al frente de la diócesis de San Sebastián. El pastor guipuzcoano ha pronunciado su primera homilía como obispo en la Festividad de Nuestra Señora de Aranzazu, Patrona de la provincia vasca de Guipúzcoa.
La homilía tiene una clara enseñanza doctrinal y evangélica pero no se esconde de la actualidad marcada por el nuevo anuncio de tregua por parte de esa banda de asesinos llamada Eta. En ese sentido, don José Ignacio insiste en lo ya indicado por la Iglesia en repetidas ocasiones. Eta debe desaparecer. Pero introduce una serie de matices interesantes. Primero reconoce que el anuncio de la tregua debe ser acogido con prudencia. Es decir, nada de tirar los sombreros al aire en plan jubiloso. Y además añade que la paz “no puede ser `utilizada´ como un medio, sino que ha de ser `buscada´ como un fin. O dicho de otra forma, la paz no puede convertirse en un `instrumento´ al servicio de nuestras `estrategias´“. Es decir, usar algo tan importante como la paz en un instrumento para conseguir un objetivo político es como prostituir dicha paz.
Para que ETA deje de ser lo que es, no basta con que se convenza de que la ausencia de violencia es conveniente para sus ideales separatistas. Mientras no se conciencien de que no hay ideal alguno que justifique matar al prójimo, estaremos siempre con la puerta abierta al regreso a la actividad armada de la banda terrorista. En ese sentido, don José Ignacio apunta a cuál debe ser el papel principal de la Iglesia en todo momento: “la llamada a la conversión del corazón de todos".
Cuestiones políticas aparte, la predicación del obispo de San Sebastián es un canto a la humildad de la Virgen como modelo a seguir en nuestra vida cristiana. Una humildad que reconoce la pequeñez de la criatura ante la soberanía divina, lo cual lleva al sometimiento y la obediencia a Aquél que nos da la vida. Si María es la criatura más perfecta creada por Dios es en parte por la humildad con la que la gracia divina adorna su ser.
Dice el obispo que “el que se tiene a sí mismo en más o en menos de lo que es, no es perfectamente humilde, porque no tiene un conocimiento verdadero de sí mismo. En realidad, ser humilde a imagen de la Virgen María, es caer en la cuenta de que no somos nada sin la gracia de Dios, y al mismo tiempo, todo lo podemos con la gracia de Cristo“. A eso sólo podemos decir amén.
Don José Ignacio no ha necesitado nombrar a nadie para poner el sello de su autoridad apostólica a la reciente polémica acontecida en su diócesis. Así, ha advertido que “El humilde está abierto al consejo, a las sugerencias, a las exhortaciones, a las correcciones… Su actitud es bien distinta a la del supuesto ideal de hombre `maduro´ y `autónomo´, que parece reivindicar: `Yo ya sé lo que me conviene, y no necesito que nadie me aconseje´“. Y a ello ha añadido que “no es difícil comprobar que allí donde anida el orgullo y la soberbia, son frecuentes las caras largas, las indelicadezas, la tristeza y el corazón amargado“. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
En definitiva, los fieles guipuzcoanos deben dar gracias al Señor por haber recibido un buen pastor que les sabe mostrar el camino a seguir para que alcancen la meta de todo ser humano querida por Dios: la salvación.
Luis Fernando Pérez
3 comentarios
Pero ahora cambiemos las consideraciones de Monseñor sobre la "tregua" de Eta, y pongamos en su lugar a los que hablan de convivir con el aborto... La diferencia es que en la sociedad el terrorismo está mal visto y el aborto tolerado, sin embargo el mal objetivo que provoca el aborto es muchísimo mayor que el que provoca Eta.
¿Sólo eso?
En estos lugares, desde el punto de vista global, son terribles: narcotráfico, terrorismo islamista, negreros, traficantes de drogas, armas y cualquier cosa o ser comerciable, dictaduras, esclavismo, tráfico de inmigrantes y prostitutas, corruptos, mafias, guerrillas, nacionalismos excluyentes, extremistas, fundamentalistas e integristas violentos, relativistas intransigentes...
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LF:
No, no lo entendiste mal. Ha sido fallo mío, que se me olvidó cerrar los comentarios. Cosa que paso a hacer ahora.
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