Me hace ilusión que Arregi sea coherente
¿A quién puede extrañar que seamos muchos los que creemos que no tiene lógica alguna que siga siendo sacerdote y religioso quien dice algo como esto?:
Ya no es nada esencial lo de ser clérigo, laico o religioso, y que hay que transformar los sacramentos, el culto, los votos, la vida religiosa y secular, y vivir en otros parámetros
Pues bien, eso es lo que Joseba Arregi manifestó hace unos días ante un grupo de “fieles” de las Comunidades Cristianas Populares. Al menos así lo cuenta Luis Ángel Aguilar en un post publicado el pasado 25 de agosto en su blog y que hoy ha reproducido Redes Cristianas.
De esta manera se pone fin a las especulaciones sobre la veracidad de la noticia que adelantó Fernández de la Cigoña y confirmó InfoCatólica. Los intentos posteriores de suavizar el impacto de la noticia por parte de algunos medios de comunicación, asegurando que el religioso no iba a hacer lo que nadie dijo que haría -abandonar la Iglesia-, van a quedar en nada. La realidad es la que es. Arregi se seculariza y por tanto deja el sacerdocio y la condición de religioso. No sé si se quedará unido de alguna manera a la orden franciscana vía Ordo Franciscanus Saecularis (OFS), pero eso es ya lo de menos.
Es bastante probable que en los próximos días o semanas se produzca desde el sector progre” de la Iglesia una nueva catarata de apoyos a Arregi, manifestaciones y protestas contra la jerarquía en general y Mons. Munilla en particular. O sea, los de siempre con lo de siempre y con los mismos argumentos de siempre. Nihil novum sub sole. Lo único que cambia es que cada vez van siendo menos en número y mayores en edad. Como quiera que su teología, especialmente en el apartado eclesiológico, es incompatible con el catolicismo, su futuro a medio-largo plazo es inexistente. Quienes piensan como Arregi no producirán una sola vocación sacerdotal o a la vida religiosa y siendo la Iglesia como es, con esa forma de ser y de pensar acabarán siendo reducidos a la nada.
Si alguien cree que el modelo eclesial que propone el todavía franciscano tiene algo que ver con lo que ha sido la Iglesia desde sus inicios, le recomiendo que se lea las epístolas que escribió en la primera década del siglo II San Ignacio de Antioquía -que recibió el evangelio de boca de los apóstoles-. También les puede servir el capítulo III de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II. En cuanto a la eclesiología, no hay diferencia esencial entre lo que se enseñaba en el siglo II y lo que se ha vuelto a proponer en el último concilio. Si Arregi y la progresía eclesial no están conforme con esa doctrina, el problema lo tienen ellos, no la Iglesia. Son ellos los que deben de adaptarse a la fe de la Iglesia y no la Iglesia a su fe errónea. Y si no quieren adaptarse, si no quieren convertirse a la fe católica, lo mejor que pueden hacer es no seguir jugando al engaño de llamarse católicos. Sencilla y llanamente, no lo son. Al menos no lo son más de lo que pueda serlo un metodista o un luterano liberal.
Con todo, Arregi no deja de ser un síntoma de cuáles han sido los males enfrentados por la Iglesia en el último medio siglo. El padre Iraburu escribió este mes de agosto un artículo en el que quedaba patente las diferencias esenciales entre las doctrinas que profesa y enseña el franciscano y la doctrina católica. Lo que uno se pregunta no es por qué Arregi abandona el sacerdocio ahora sino cómo es posible que haya podido ser sacerdote y religioso durante décadas profesando semejantes herejías y desviaciones doctrinales. Lo que uno se pregunta es a cuántos no habrá guiado por el camino del error durante todo este tiempo. Lo que uno se pregunta es dónde estaban sus pastores cuando negaba la Trinidad. Uno se pregunta dónde estaban sus pastores cuando decía admitir sin reparos “que Jesús no fue el único hijo de María y de José". Uno se pregunta a quién hemos de pedir cuenta por esos pastores. Y la respuesta a esas preguntas pueden tener varias respuestas, pero sólo una nos sirve de cara al futuro: Reforma o apostasía. O la Iglesia se reforma de una vez por todas para impedir que los Arregi de turno campen a sus anchas en su seno durante décadas y décadas, o la apostasía será lo que segará, si es que no la está segando ya.
Luis Fernando Pérez
21 comentarios
Habría que ver a qué "parámetros" nos llevarían las disparatadas opiniones eclesiológicas, cristológicas y mariológicas de este individuo. Aunque si entendemos esos "parámetros" como una metáfora del infierno, todo queda bastante claro.
En todo caso se agradece la coherencia final de largarse. Aunque casi da lo mismo. Como en la parábola del Evangelio de Mateo, al final será el mismo Señor el que separe la cizaña del trigo.
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LF:
No, no da lo mismo. Una cosa es el juicio final que llevará a cabo el Señor y otra es el necesario juicio eclesial que debe de hacerse desde la propia Iglesia para evitar que los que sostienen y enseñan doctrinas heréticas puedan hacerlo libremente para desgracia de los fieles. Arregi debería de haberse ido hace mucho tiempo. O deberían de haberle "invitado" a irse.
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LF:
Tienes razón en lo de la hipocresía. Ahora bien, junto a los hipócritas están también aquellos que miran para otro lado y les permiten vivir en el seno de la comunión eclesial sabiendo cuál es su condición.
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LF:
Bueno, por lo que me han dicho, él es así. Siempre ha hablado así. No creo que se un problema de cordura.
¡Qué rollo el tener que estar sometido a reglas y costumbres artificiales!.
Yo si fuera cura nunca me secularizaría, básicamente me quedaría para tocar las p..... y porque me da la gana.
¡Por la humanización del clero!.
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LF:
No hay problema. Salvo que te conviertas a la fe católica y el Señor decida darte la vocación, nunca llegarás a ser sacerdote. Así que tendrá que conformarte con tocarnos las p... desde tu condición de seglar hereje. Mientras no te dejen ser catequista o ocupar cualquier puesto de responsabilidad eclesial, la molestia que causarás será mínima. El de una simple mosca c...
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LF:
La pregunta es: ¿llegó a profesarlo?
http://pensamientodisidente.blogspot.com
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LF:
La felicidad es relativa. Feliz sería el día en que Arregi se convirtiera y profesara la fe de la Iglesia. Sólo Dios sabe si tal cosa llegará a ocurrir.
A mí me desconcierta mucho que la Iglesia actué como si la rebelión abierta de buena parte de sus sacerdotes y obispos no fuese lo que es, sino otra cosa que se cura con una infusión de manzanilla.
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LF:
Hombre, no veo yo a muchos obispos rebeldes.
Por cierto, ¿este buen hombre qué oficio va a desempeñar para ganarse el sustento? A ver si lo van a tener acogido en un convento como sucedió con el ex-jesuita J.M. Castillo.
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LF:
En la calle no le van a dejar, no. Tiene ya casita y todo reservada para él. Tampoco es plan de dejar que pase hambre.
Su alma no deja de estar en peligro porque cuelgue los hábitos, pero al menos será coherente, y no inducirá a poner en peligro el alma de otros usando esos mismos hábitos.
Que el Señor le ilumine para que se de cuenta de su error, de que no está abriendo nuevos horizontes a la Iglesia, sino que hace mucho que se ha desviado de la senda recta.
De hecho, la disciplina eclesial tiene como objetivo principal la conversión del disciplinado.
Conste que no me alegro de que abandone el sacerdocio así como así. Pero si no pensaba responder afirmativamente a la gracia de Dios que le lleva a la conversión, sí es positivo que deje de ser cura.
Lo verdaderamente insólito, extraño e intolerable, es que no le hayan dado una fuerte patada, en donde la espalda pierde su honesto nombre, bastante tiempo antes.
Demasiada tolerancia, negligencia o desidia eclesial con la clara herejía y el infame error doctrinal.
La santa Iglesia debe espabilar y limpiar sus inefables estancias de tanta gentuza que usa y abusa del nombre de Dios en vano.
Y tener mucho cuidado a partir de ahora, de quién entra en ella.
La santa Iglesia necesita como el comer, de integros Directores de recursos humanos y muchos decididos y dispuestos, Jefes de Personal.
Otro gallo nos cantaría. ¡ Queremos la santa Iglesia limpia de herejes y demás gentuza ¡.
A la calle, y a trabajar como cada hijo de vecino.
Ya está bien de buenismo y sopa boba.
Respecto a su alma, ni entro ni salgo.
Un cordial saludo.
Sí que es de alabar, que, si se ha enredado con tanto dislate en su doctrina y docencia, aclare, sea honesto y renuncie a representar a la Iglesia, cuya fe ha deformado de modo tan insolente.
Es también de aplaudir, como bien han expresado algunos comentaristas, que un lobo menos siga haciendo desastres en el rebaño.
De todos modos, que el Señor, que toca los corazones, se apiade de él, lo aleje de su altanería, lo vuelva a la humildad de Francisco de Asís y no le permita ser un nuevo representante de los "Fraticelli".
No hagamos leña del árbol caído, que Joseba Arregui ya tiene encima bastantes estacazos que, probablemente, merecíais vosotros tanto como él, por atizar estas polémicas que no hacen más que escandalizar a los sencillos. Dejad que nuestra jerarquía eclesial actúe, confiad en su carisma y en la gracia de estado, por favor, que seguramente lo hará bien. No podemos permitirnos perder ni un sólo sacerdote con los tiempos que corren, y menos si es para pasarse a las filas del enemigo. Prudencia y templanza, señores. ¿No véis que vuestras insidias maledicientes contra un hermano en la fe,no arreglan nada y lo ponen en mayor peligro del que ya está? ¿Desconocéis la deformación de la actividad humana por el pecado?¿Acaso trabajamos para satanás? Si tenéis diferencias ideológicas legígtimas con ese frailuco, y él con vosotros, internet es el lugar menos indicado para sacar los trapos sucios a relucir. Recordad que hay diferencias legítimas que todos debemos respetar, TODOS. Dice el últmo Gran Concilio: "que la genuina unión social exterior procede de la unión de los espíritus y de los corazones, esto es, de la fe y de la caridad, que constituyen el fundamento indisoluble de su unidad en el Espíritu Santo. Las energías que la Iglesia puede comunicar a la actual sociedad humana radican en esa fe y en esa caridad aplicadas a la vida práctica. No radican en el mero dominio exterior ejercido con medios puramente humanos."(GS 42). Intentar acallar las legítimas diferencias de un hermano en cristo, mediante la manipulación del voto formal de obediencia o el intento de extorsión a sus superiores, es caer en ese "dominio exterior"... Lo que sigue al pasaje seleccionado hasta el final, y lo que dice el nº 43, que obvio transcribir aquí en su totaalidad, dado que estamos entre personas que conocen los documentos conciliares. Recuerden, especialmente donde dice: "Muchas veces sucederá que la propia concepción cristiana de la vida les inclinará en ciertos casos a elegir una determinada solución. Pero podrá suceder, como sucede frecuentemente y con todo derecho, que otros fieles, guiados por una no menor sinceridad, juzguen del mismo asunto de distinta manera. En estos casos de soluciones divergentes aun al margen de la intención de ambas partes, muchos tienen fácilmente a vincular su solución con el mensaje evangélico. Entiendan todos que en tales casos a nadie le está permitido reivindicar en exclusiva a favor de su parecer la autoridad de la Iglesia. Procuren siempre hacerse luz mutuamente con un diálogo sincero, guardando la mutua caridad y la solicitud primordial por el bien común".
Respecto al texto de GS 43, le recuerdo que viene precedido de la siguiente afirmación:
A la conciencia bien formada del seglar toca lograr que la ley divina quede grabada en la ciudad terrena.
Y de esta otra:
Cumplen más bien los laicos su propia función con la luz de la sabiduría cristiana y con la observancia atenta de la doctrina del Magisterio.
Si el seglar no tiene la conciencia bien formada precisamente por no observar atentamente la doctrina del Magisterio, de nada vale el texto que usted ha citado.
Y en el caso de Arregi, él mismo reconoce estar en contra del magisterio.
Por tanto, intento fallido, don Horacio. Sin verdad, no hay caridad posible.
La obediencia al obispo, de ordinario, es virtud. Sin embargo no puede ser un criterio absoluto, pues nuestra obedienciencia es a Dios antes que a los hombres, por muy obispos que sean, aún de Roma. más de uno ha abandonado la apostolicidad de doctrina y la apostolicidad de ministerio, incluso cardenales. Me estoy acordando de Milingo... No es legítimo ser juez y parte. Además, la obediencia no exime de responsabilidad ante ningún tribunal, ni ante el de la historia responsabilidad ni ante el tr
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