Hispanoamérica debe resistir
Hispanoamérica, o América Latina si incluimos Brasil y Haití, es el próximo objetivo de esa ideología satánica que se disfraza con la careta de “ampliación de derechos” y que no es otra cosa que una reingeniería social encaminada a convertir los países del continente americano en una copia barata de la cloaca moral en que se ha convertido Europa.
Desde un primer momento supimos que la política de Zapatero cruzaría el Atlántico para instalarse en las naciones hermanas. Argentina se ha convertido en el primer país en legalizar el matrimonio homosexual. En Perú ya hay un diputado que quiere que se haga lo mismo. Y ahora sabemos que Lula, la gran esperanza blanca fallida de los restos de la teología de la liberación, quiere impulsar la despenalización del aborto en todo el continente.
A todo ello hay que sumar el preocupante regreso -¿alguna vez se fue del todo?- del populismo demagógico y totalitario, con Hugo Chávez a la cabeza, en un intento de poner de nuevo a naciones enteras bajo la bota del comunismo, esta vez con un toque bolivariano.
Estamos por tanto ante una batalla por el alma de los pueblos que conforman el Continente de la Esperanza (Juan Pablo II dixit). Y en esa batalla nadie piense que el enemigo va a jugar limpio. No sabe hacerlo pues no es conforme a su naturaleza. Ni siquiera respetará sus propias reglas. Por ejemplo, ¿alguien sabe de algún partido político argentino o peruano que llevara en su programa electoral la aprobación del gaymonio? Y sin embargo, lo han aprobado ya o lo quieren aprobar sin consultar ninguna al pueblo “soberano". Deben temerse que el cristianismo está todavía presente en dicho pueblo, no como ocurre en España, donde 32 años de sistema partitocrático han bastado para convertir la fe católica en algo que va camino de lo residual.
A Dios gracias, parece que la Iglesia está dando la cara en tierras americanas. Incluso episcopados que no se caracterizaban por ser de tendencia conservadora -más bien lo contrario- han salido a la palestra a defender la ley natural y el evangelio. Pero esto no ha hecho sino empezar. Y conviene que vaya calando la idea de que no basta con una resistencia pasiva, de manera que se conformen con que no avance el zapaterismo a la americana. Hay que recuperar el terreno perdido. En Argentina, por ejemplo, el objetivo es anular la ley que legaliza el matromino gay. Debe promoverse la protección constitucional plena del derecho a la vida desde su concepción hasta la muerte natural. Y debe de advertirse al pueblo cristiano de que su apoyo a líderes políticos populistas es camino seguro hacia el abismo.
Escribo desde una nación donde la partida, desde un punto de vista institucional y legislativo, está ya perdida y sólo queda ver cómo Satanás toma sus últimas posesiones: ley de ¿libertad? religiosa y eutanasia. Aquí, al menos durante los próximos años y quizás décadas, no hay nervio social ni espiritual para dar la vuelta a la tortilla. Vamos cruzando el Sinaí que nos hemos buscado por darle la espalda a Dios hace más de un cuarto de siglo y no se ve ninguna tierra prometida en el horizonte. Se pactó con Belial (2ª Cor 6,15) y este ha sido el resultado. Tomen nota nuestros hermanos del “otro lado del charco". No cometan los mismos errores que hemos cometido aquí. Luchen asidos a la gracia de Dios para evitar que aquello se convierte en el continente de la pesadilla. Desde InfoCatólica haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudarles en esa tarea. Esfuércense y sean valientes. La ocasión lo merece. Dios lo quiere. Así sea.
Luis Fernando Pérez
11 comentarios
Si yo emigrase a Hispanoamérica, una de las primeras cosas que haría sería reunir a los conocidos, vecinos y compañeros de trabajo que tuviese pasado un tiempo y les advertiría muy seriamente de la cloaca que es Europa. Cierto que a nosotros también nos advirtieron, que hubo voces autorizadas y firmes que sin embargo ignoramos. Pero la magnitud de esta catástrofe moral es tal, que pone los pelos de punta. Yo no sé cual será el grado de conocimiento de la realidad europea al otro lado del Atlántico, pero sepan los hermanos hispanoamericanos que lean estas líneas: Europa es un infierno. Es el reinado del mal, sin paliativos. Es una sociedad que se hunde entre borracheras colectivas, atracones de comida, máquinas de matar niños, materialismo feroz, relativismo feroz, negación de la razón, negación de la ley natural, negación de la naturaleza espiritual del hombre, negación de Dios.
En sólo cincuenta años, Europa es una sociedad suicidada (sólo queda ya esperar la conversión al islam por mera aritmética demográfica) a la que además no le importa (es un argumento común ya entre los progres: las culturas acaban, la nuestra también). Y esto en sólo cincuenta años. Y esto sin sangre ni resistencia. Y esto, sólo por envenenamiento de las voluntades y las conciencias. ¡Reaccionen ustedes si aún tienen tiempo! No crean, bajo ningún concepto, que las ideas son sólo ideas, que las ideas no hieren ni matan y que una sociedad es mejor cuanto mayor número de ideas puedan expresarse y circular. ¡Falso! ¡Falso! ¡Falso! ¡No se dejen engañar como lo hicimos nosotros!
En las clases más desposeídas la teología y la pastoral de la liberación marxista también ha hecho y hace muchísimo daño. Los que han cedido, son los chavistas de hoy, y similares, o los franca y retrógradamente comunistas (aunque se maquillen de socialistas del s. XXI). Los que se han cansado de este mensaje reductor, han emigrado a las sectas protestantes o se han refugiado en espiritualidades dudosas (y en Venezuela, se han lanzado a la santería). Hay un resto "duro" de católicos en todas las capas sociales. Y no vamos a ceder, con la gracia de Dios.
Le dejo mi Blog, en donde yo tambien intento librar esta batalla contra el mal.
http://pensamientodisidente.blogspot.com
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Sí, es cierto. Y también hay que luchar por derogar la ley de divorcio, causa mediata del sodomonio.
Sin embargo, la realidad nos dice que es muy cierto lo que afirma en p. Iraburu:
"En los primeros siglos de la Iglesia, por ejemplo, apenas era posible que los cristianos, estando proscritos por la ley romana, pudieran servir en la política al bien común. Se dieron en esto algunas excepciones, pero en campos políticos reducidos y en zonas periféricas del Imperio. Y actualmente estamos en condiciones bastante semejantes."
Por eso, a la hora de evaluar prudencialmente adónde aplicar nuestras limitadas fuerzas, me inclino por la propuesta de Menka: evangelizar, especialmente a los bautizados.
Hispanoamérica se halla en la situación en que estaba España en 1998:
Los abortistas usan a la mujer como ariete para promover el aborto impune y pagado con impuestos. Aquí podemos ver lo que está ocurriendo en Guanajuato, Méjico:
http://www.jornada.unam.mx/2010/07/28/index.php?section=politica&article=017n1pol
Los gobernantes están temerosos de aceptar que alguna mujer pueda estar encarcelada por aborto. Y como en el caso de los abortos tardíos, a veces se duda si fueron infanticidios o no, pues las feminazis ya están yendo a por el infanticidio impune.
Otro tanto ocurre en Argentina.
Como en el caso de Eva, "por la mujer está llegando el pecado".
Lástima también que los pueblos de Hispanoamérica quisiesen dirigir sus respectivos procesos de independencia poniendo como espejo la liberal-masónica revolución de EE.UU, porque es, en gran parte, lo que les ha dejado, en su mayor parte, en manos de sátrapas corruptos y socialmente dañinos.
Un saludo en Cristo Rey
¿Y Quebec?
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LF:
No es ese el tema del post.
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