El Papa y Zapatero, una reunión previsible
Hoy ha tenido lugar el anunciado encuentro entre el Papa y Zapatero. Es normal que el jefe de gobierno del país que ocupa la presidencia de turno en la Unión Europea visite al Santo Padre. Por tanto, la reunión de hoy no ha venido dada por un interés especial del presidente del gobierno español. Lo cual no significa tampoco que no se haya preparado convenientemente.
Si uno lee la crónica de lo ocurrido que nos da Efe, lo primero que se aprecia es que se tocaron muchos temas en poco tiempo. Si, con traductor de por medio, en 25 minutos han hablado de verdad sobre Europa, la crisis y el papel de la ética en la misma, la futura ley sobre la libertad religiosa, la sacralidad de la vida desde su concepción, la importancia de la educación, Cuba, la alianza de las civilizaciones y Oriente Medio, me temo que no habrán profundizado nada en ninguno de esos temas. Pero ha sido el propio Zapatero quien ha asegurado que hablaron “fundamentalmente” de la educación y la libertad religiosa.
Determinada terminal mediática sociorreligiosa está empeñada, desde hace años, en presentar a Zapatero como un presidente que sufre el acoso de la jerarquía eclesiástica española, en contra del deseo de Roma de que existan buenas relaciones entre gobierno e Iglesia. Pero a nadie escapa, ni siquiera a la “muy diplomática diplomacia vaticana", que el zapaterismo ha supuesto una amenaza real para gran parte de los valores que la Iglesia propone a la sociedad para el bien común de todos. Con la particularidad de que la ingeniería social del presidente español se está trasladando a Hispanoamérica. Es obvio el reparto de papeles, con Añastro en plan batallador -aunque sin pasarse- y Roma en plan “sonrisa serena".
Por supuesto, las formas siempre se guardan. Nadie puede esperar que el Papa le dé una reprimenda pública a Zapatero. Privadamente le habrá recordado lo que el presidente ya sabe. Y el presidente le habrá dicho al Papa lo que la Iglesia también sabe. Y poco más. Todavía no sabemos en qué va a consistir exactamente la ley de libertad religiosa, que puede llegar a ser un nuevo foco de conflicto, y es evidente que al gobierno no le interesa meterse en más líos con los católicos poniendo dificultades a las futuras visitas papales.
En definitiva, una visita más como las muchas que recibe el Papa de tantos y tantos jefes de gobierno del mundo. Ni el Santo Padre le ha hecho un exorcismo ni tampoco la Iglesia va a cambiar ahora su opinión sobre el señor que, por los votos de los españoles, gobierna este país. Al fin y al cabo, Zapatero pasará y la Iglesia seguirá donde siempre ha estado.
Luis Fernando Pérez
11 comentarios
http://www.elconfidencial.com/tribuna/zapatero-versus-20100609.html
un desastre lo que hay, pero es lo que hay
Hay un troll de cuidado spameando todo el hilo del libro de Eleuterio sobre el Opus. Por si puedes hacer algo porque ya se ha dado cuenta que no hay nadie y anda crecido. Gracias.
---
LF:
Sí, vale, pero dudo que ese género de demonios salga sin haber hecho previamente ayuno y oración. Y no creo que el Papa hubiera ayunado en los días anteriores. Mejor no arriesgarse, je je.
---
LF:
Yo creo que por ambas cosas.
Dejar un comentario