Las hienas hacen de hienas
Quieren cobrarse la pieza mayor. Que en nuestra Iglesia es el Papa. Por eso buscan, rebuscan, miran, indagan y revuelven Roma con Santiago -nunca mejor dicho lo de Roma-, para intentar encontrar algo con lo que acusar a Benedicto XVI en relación al escándalo de la pederastia de algunos sacerdotes.
El burdo intento de The New York Times roza el esperpento. Resulta que un cura yankee abusó de los críos que atendían a un colegio para sordos. Cuando llegó a Roma el caso, el pederasta estaba tan enfermo que murió a los pocos meses. Era absurdo seguir adelante con un proceso canónico cuando el procesado se estaba muriendo. Pues eso lo pinta el periódico neoyorquino como una ocultación por parte del mismísimo Benedicto XVI, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Bastaba leer la información de dicho periódico para darse cuenta que ahí no había escándalo alguno, aparte del propio abuso de ese degenerado. Hoy el padre Lombardi ha salido a aclarar lo que casi no hacía falta aclarar. Roma hizo lo que tenía que hacer. Pero es igual. Las terminales mediáticas de la progresía, incluida la religiosa, han esparcido la basura contra el Santo Padre. Viven de eso. De alimentarse de la basura. Porque son basura.
Luis Fernando Pérez
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