¿Qué no dirían del Cardenal Caffarra los que se quejan de nuestros obispos?
Lamento enormemente no haberme enterado antes de la “carta-nota doctrinal” que el Cardenal Arzobispo de Bolonia, S.E.R Carlo Caffarra, escribió a finales del mes pasado. Las afirmaciones del prelado causaron no poca polémica en Italia, pero, que yo sepa, nadie se hizo eco de las mismas acá en España. Y es una lástima, porque habría venido al pelo por el tema Bono, católicos y ley del aborto. Y es que si el cardenal Caffarra dice que “es imposible considerarse católico si de uno u otro modo se reconoce el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo“, ¿qué no diría de quien reconozca el “derecho de la mujer a abortar", que es ni más ni menos que lo que hace la nueva ley?
Sin duda tenemos al personal ibérico muy mal acostumbrado. Que los obispos de la Iglesia Católica digan quién, cómo, cuándo y bajo qué circunstancias alguien puede ser llamado católico o disciplinado por la propia Iglesia es algo tan de sentido común que no debería de ser siquiera discutido. Y a todos los que se revuelven contra esa realidad diciendo que “la Iglesia somos todos", les digo que, efectivamente, todos somos Iglesia, pero ya desde el siglo I los cristianos sabían que “deberíamos considerar al obispo como al Señor mismo” (San Ignacio a los efesios), “no hagáis nada vosotros, tampoco, sin el obispo y los presbíteros” (idem a los magnesianos), “el que hace algo sin el obispo y el presbiterio y los diáconos, este hombre no tiene limpia la conciencia” (idem a los Trallianos), “todos los que son de Dios y de Jesucristo están con los obispos… No hagáis nada sin el obispo” (Idem a los Filadelfianos), y “nadie haga nada perteneciente a la Iglesia al margen del obispo… Allí donde aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo… El que honra al obispo es honrado por Dios; el que hace algo sin el conocimiento del obispo rinde servicio al diablo” (Idem a los esmirneanos). No hace falta comentar esas citas de un obispo que fue ordenado por los mismísimos apóstoles, ¿verdad? Claro que no.
En definitiva, aquellos que acusan a los obispos españoles de meterse mucho en política por condenar el aborto ignoran que, en realidad, si de algo peca el episcopado español, sobre todo si le comparamos con el de otros países, es de usar un tono bajo a la hora de poner a los políticos bautizados católicos ante la necesidad de que asuman las consecuencias de su acción política cuando la misma atenta contra la ley natural y la moral de la Iglesia. A nadie se le obliga a ser católico. Pero nadie pretenda ser católico pasándose por el forro lo que la Iglesia manda creer. Eso es lo que dice el Cardenal Caffarra. Eso es lo que deberían de recordar, un día sí y otro también, todos los obispos.
Luis Fernando Pérez
6 comentarios
De vez en cuando veo esta página para informarme. Sin embargo, las más de las veces me encuentro con un panorama desolador. No por su culpa, por supuesto.
Se puede opinar sobre muchos temas, eso es conocido. Pero sobre otros la doctrina es bien clara y no cabe la opinión, sino solo la verdad. La verdad de la Iglesia se entiende.
Lustros de formación cristiana lamentable, incluidos los seminarios, han dejado que en temas básico cada uno haga lo que le venga en gana, y lo que es peor, que muchos cristianos no quieran hacer otra cosa, siendo muchos de ellos, catequistas o incluso sacerdotes. Sacerdotes no demasidos en comparación con los laicos, porque se cuidan un poco más, pero es increible la cantidad de errores que enseñan los laicos a muchos incautos que se acercan por la Iglesia a que les enseñen la palabra de Dios.
Digo incautos, porque les engañan.
No digo nada nuevo. Lo que es todavía más sangrante es ver que en foros como este, de particular influencia, se generan polémicas en temas que llevan solucionadas siglos. Ver como hay gente - bien intencionada, casi toda - que insiste en el error, y no hay un solo obispo - que por otra parte, hay muchos que escriben columnas de manera gustosa - que se moleste en aclarar que es lo que está bien y qué es lo que no lo está.
Esto viene a colación de lo que Vd. dice, porque en la Iglesia, el caso Bono o similares solo son la punta del iceberg. Pudiendo ser, a mi parecer, la actuación con Bono y otros similares, imprudente por no ejercer la autoridad episcopal a su debido tiempo, lo peor es el estado generalizado de indigencia paternal, a la que los obispos nos tienen acostumbrados. Tengo desde simepre la sensación de ser huerfano espiritual de padre. Jamás puedo acceder al consejo del obispo, ni a su parecer sobre un determinado tema.
Pueden comtemplar una discusión sencillísima de resolver entre dos fieles delante de sus narices, que guardarán silencio, y no esclarecerán la verdad, por no disgustar a uno de ellos. Cristo no encomendó a los laicos guardar el magisterio de la Iglesia - encomienda propagar el Reino de Dios, pero no actuar de maestros -, y sin embargo, nos hemos acostumbrado a ver a los laicos actuar precisamente de eso, de maestros.
Cualquiera ha estado involucrado en discusiones estériles, que jamás deberían haber pasado de la tércera réplica sin consultar al obispo, y que acaban en una falta de caridad palpable.
Ese es el problema de la mayoría de los obispos de hoy. Se centran en los problemas con políticos, personajes grandes, gestiones económicas, visitas institucionales, que no pastorales, y nunca tienen tiempo para dedicárselo a su rebaño.
Aquí hay una oportunidad fantástica para cambiar un poquillo las cosas. Se podría hacer algun tipo de sección donde se consultara a un obispo dudas y actuaciones. Un lugar donde se ayudara a crecer en doctrina, en lugar de fomentar la confusión.
Me parece que lo más complicado sería encontrar un obispo que se quisiera mojar para hacer tal cosa.
Monseñor Munilla, obispo de San Sebastián, hace lo que usted pide, cada mañana en Radio María. Comenta el Catecismo de la Iglesia Católica y contesta preguntas de los oyentes. Un excelente programa
Cuando estaba escribiendo ese post me vino a la cabeza el nombre de Munilla - como excepción-. No puedo oir la radio, pero seguro que es excepcional.
A Munilla le conocí de rebote en una peregrinación. Me dejó muy edificado la misa que celebró, y como rezaba por las tardes el rosario dando un paseo él solo. Entonces no sabía quién era, pero me alegré de que hubiera obispos que hablasen tan claro.
Una joya. A ver si cunde el ejemplo.
Luis Fernando:
Esto que dices es totalmente cierto:
"En definitiva, aquellos que acusan a los obispos españoles de meterse mucho en política por condenar el aborto ignoran que, en realidad, si de algo peca el episcopado español, sobre todo si le comparamos con el de otros países, es de usar un tono bajo a la hora de poner a los políticos bautizados católicos ante la necesidad de que asuman las consecuencias de su acción política cuando la misma atenta contra la ley natural y la moral de la Iglesia"
Comparemos a las bravas autoridades eclesiásticas de Brasil, República Dominicana, etc., con las pusilánimes de España e Italia, y sabremos por qué en Latinoamérica la mentalidad abortista tiene mucha menos fuerza que en Europa.
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