A las barricadas
He de reconocer que desde un punto de vista “periodístico", InfoCatólica lleva una racha bastante aceptable. Cada vez más recibimos todo tipo de información, claves, datos interesantes y material que nos ayuda a dar noticias propias. Aunque soy el director del portal, procuro ser prudente y consulto los temas “calientes” con el consejo de redacción y nuestro editor. Siempre he tenido claro que nunca jugaremos a anunciar cien exclusivas de las que luego se cumplen diez. Puede que alguna vez nos equivoquemos y metamos la pata, pero en ese caso siempre la sacaremos. Por ejemplo, es lo que ha ocurrido con la noticia de portada de hoy. No pasa nada por decir “me he equivocado". La soberbia del que presume de sus aciertos, pocos, y no reconoce sus errores, muchos, se la dejamos a otros.
Estos días atrás fuimos los primeros en anunciar la retirada de la novena edición del libro de Pagola de las librerías. Aunque más bien habría que decir de la petición de retirada por parte de la editorial PPC. No está claro que al final el libro se retire masivamente. El jaleo que se armó tras esa noticia es de todos conocidos. Pues bien, anuncio a nuestros lectores que mañana tendremos una nueva “exclusiva” sobre esta cuestión. Servirá para clarificar bastante un aspecto bien importante del “caso Pagola-Uriarte".
La primicia que damos hoy está indirectamente relacionada con dicho caso. Algunos sacerdotes de Bilbao están pidiendo a otros sacerdotes y a seglares de su diócesis que firmen lo que yo llamaría un “panfleto anti-jerárquico modelo años 70″. Y es que el texto está lleno de los típicos-tópicos de la izquierda eclesial desde tiempos del post-concilio. Tiene su gracia que aquellos que nos acusan de carcas y cavernícolas a los que somos fieles al magisterio, den una imagen tan apolillada. Sus argumentos huelen a naftalina. Pero no hay naftalina suficiente en el mundo que les libre del apolillamiento eclesial y espiritual.
En muchas ocasiones he dicho que la izquierda eclesial imita en modos y maneras los métodos y argumentos de la izquierda política y sindical. Soflamas repetidas década tras década, auto-atribución de la representación del “pueblo", críticas estereotipadas y demagógicas de “los poderosos", etc. Si para la izquierda política y sindical, el empresario y el capital son el Tío Camuñas y el Hombre del Saco, para los progre-eclesiales ese lugar lo ocupan los obispos y el magisterio. Hacen uso de un discurso simplista a más no poder. Apelan a un concilio, el Vaticano II, cuyos textos dicen exactamente lo contrario a lo que ellos sostienen.
En todo caso, la Iglesia ha de hacer de madre y maestra con ellos. Madre, en cuanto que no puede despreciarlos a pesar de su rebeldía. Maestra, en cuanto que no puede admitir que sus errores se difundan entre los fieles, sobre todo los de las nuevas generaciones. El equilibrio entre prudencia y contundencia es necesario y corresponde a nuestros pastores encontrar el punto exacto para bien de todos. A veces serán necesarias medidas drásticas. Otras, las más, bastará con el encuentro personal de “pastor con oveja”. Pero si se hacen las cosas bien, es cuestión de tiempo que el enfermo sane. Ante el grito progre de “a las barricadas", la Iglesia responde con las palabras de Cristo: Ven y sígueme.
Luis Fernando Pérez
19 comentarios
El/los nuevo/s obispo/s me quitan del carguillo, con lo bien que me va, pues pataleo porque el fosquito (chuletón, txangurro, angulas) no me lo quita nadie.
Tan vacío de contenidos está el escrito que los típicos/tópicos no huelen a naftalina sino a Zotal .
Entonces eres un cristiano responsable.
LF:
Si un obispo no permiten el motu proprio, se opone y desobedece al Papa. Eso es criticable. Si se ceden las instalaciones diocesanas para el rebautismo de católicos, eso no es ecumenismo. Es ceder las instalaciones de la Iglesia para que sus fieles la abandonen. Por tanto, también es criticable. Y que un obispo se haga una foto con Pepe Bono, no es criticable. Sí lo es si ignora la norma dada por Roma de negar la comunión a los que han votado a favor del aborto.
En fin, confiemos, confiemos.
" Queridos hermanos sacerdotes, en el tiempo en que vivimos es especialmente importante que la llamada a participar del único Sacerdocio de Cristo en el Ministerio ordenado florezca en el “carisma de la profecía”: hay gran necesidad de sacerdotes que hablen de Dios al mundo y que presenten a Dios al mundo; hombres no sujetos a efímeras maneras culturales, sino capaces de vivir de manera auténtica esa libertad que sólo la certeza de la pertenencia a Dios está en condiciones de dar. Como vuestro Congreso ha destacado bien, hoy la profecía más necesaria es la de la FIDELIDAD, que partiendo de la Fidelidad de Cristo a la humanidad, a través de la Iglesia y el Sacerdocio ministerial, conduzca a vivir el propio sacerdocio en la total adhesión a Cristo y a la Iglesia. De hecho, el sacerdote ya no se pertenece a sí mismo, sino, por el sello sacramental recibido (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1563; 1582), es “propiedad” de Dios. Este “ser de Otro” debe hacerse reconocible por todos, a través de un claro testimonio" .
Ser fieles a Dios a su Santa Iglesia este es el TESTIMONIO CIERTO de los verdaderos sacerdotes ( y no agitadores progre-eclesiales ) que debe darse necesariamente en los revueltos y agitados días que estamos viviendo. Hace falta, PAZ, sosiego y confianza en los competentes teólogos católicos y nunca jamás, reunir firmas ( en defensa de un libro adoctrinal, herético y dañino ) para desunir a los fieles y atacar e intentar en nombre del buen Jesús, DESTRUIR LA SANTA IGLESIA y utilizando sin motivo, ni objeto un preclaro Concilio ( V. II) . La cual, asistida siempre por el Espìritu Santo, sabe muy bien lo que debe corregir, lo que debe detener y lo que debe anular y paralizar, por el bien de todos los católicos y en el nombre de su responsable y competente autoridad plenamente legal.
Como hace obligatoriamente cualquier Madre que se precie, con los hijos que andan por la vida equivocados, desnortados y claramente descarriados.
Corregirlos con seriedad y firmeza , e intentar con amor y prudencia, llevarlos al buen camino
Saludos.
"Sabemos que después del Concilio Vaticano II algunos estaban convencidos de que todo era nuevo, que era otra Iglesia, que la Iglesia preconciliar había acabado y teníamos otra, completamente diferente", dijo el Santo Padre.
va a haber que facilitar el carnet de idoneidad, de esa forma igual en lugar de ser 1.300 millones la iglesia se queda en algo más real, tras eliminar a los bautizados no practicantes, como éste ateo que os escribe o esos sacerdotes, feligreses y políticos izquierdistas de los que hoy hablais.
Comunicar que jamás apoyaré, sea el motivo que sea, ninguna carta que diga "...denunciar a quienes desde su cobarde oscuridad y abuso de poder en la Iglesia buscan descalificarte, lo mismo que a Juan Mª Uriarte, al tiempo que violentan, una vez más, a la Iglesia de Gipuzkoa..." sin que se expresen los nombres de quienes, supuestamente, son cobardes y abusan de poder.
Lo siento mucho pero creo que se han equivocado con esta carta, y el señor Oñate, más al haberla remitido a un diario de gran tirada en su calidad de director del IDTP. Es más creo que Javier Oñate debe dejar su cargo, yo así lo haría por dignidad y coherencia. Una cosa es apoyar a alguien, otra es lanzar acusaciones sin contenido y otra muy disitinta hacer ambas cosas sirviéndose del puesto en que uno está y en un medio de difusión.
Con tristeza les remito un cordial saludo
--
Iñigo Urien Azpitarte
"El tema de la identidad sacerdotal, objeto de vuestra primera jornada de estudio, es determinante para el ejercicio del sacerdocio ministerial en el presente y en el futuro. En una época como la nuestra, tan “policéntrica” y propensa a difuminar todo tipo de concepción de identidad, considerada por muchos contraria a la libertad y a la democracia, es importante tener bien clara la peculiaridad teológica del Ministerio ordenado para no ceder a la tentación de reducirlo a las categorías culturales dominantes. En un contexto de difundida secularización, que excluye progresivamente a Dios de la esfera pública, y, por tendencia, también de la conciencia social compartida, a menudo el sacerdote parece “extraño” al sentir común, precisamente por los aspectos más fundamentales de su ministerio, como los de ser hombre de lo sagrado, sacado del mundo para interceder a favor del mundo, constituido, en esa misión, por Dios y no por los hombres (cf. Eb 5,1). Por ese motivo, es importante superar peligrosos reduccionismos, que, en las décadas pasadas, utilizando categorías más funcionalistas que ontológicas, han presentado al sacerdote casi como un “agente social”, corriendo el riesgo de traicionar el mismo Sacerdocio de Cristo. Así como se revela cada vez más urgente la hermenéutica de la continuidad para comprender de manera adecuada los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II, de manera análoga parece necesaria una hermenéutica que podríamos definir “de la continuidad sacerdotal”, la cual, partiendo de Jesús de Nazaret, Señor y Cristo, y pasando a través de los dos mil años de la historia de grandeza y de santidad, de cultura y de piedad, que el Sacerdocio ha escrito en el mundo, llega hasta nuestros días".
La verdadera LIBERTAD y la verdadera DOMOCRACIA es el AMOR A DIOS y respeto a la Iglesia y la obediencia debida a su oficio o ministerio.
Y jamás, las disputas, las peleas, la recogida de firmas infantil y pretenciosa, y lo conflictos entre sacerdotes hermanos.
Paz cristiana entre todos, con mutua confianza y respeto.
Igual, no , dada la categoría de los que le apoyaron.
o igual ahora sí, pero hace unos años era una herejía decir cualquier cosa en contra de la jerarquía. Doctores tenía la Iglesia.
Cada día necesito más el don de entendimiento. De verdad. Y no es que me alegre.
Vosotros podéis pedir por mi.
---
LF:
Veo complicado hacerse una foto con un muerto. Quizás sepas decirnos cómo se logra tal cosa. Eso de que decir algo contra la jerarquía era herejía, pues depende de lo que se dijera. Por ejemplo, decir algo contra los papas corruptos de la Edad Media no era herético. Era algo muy saludable.
" Veo complicado hacerse una foto con un muerto ".
Ciertamente es algo difícil y a veces complicado.
Pero es posible.
Y continua Don Luis Fernando: " Quizás sepas decirnos cómo se logra tal cosa ".
Si ella, no se lo dice, se lo puedo decir y explicar
Puedo comentarle, que yo tengo una foto CON UN MUERTO.
Así de claro y rotundo.
No es broma.
Para mi ( quizá para otros no, y respeto totalmente su criterio )
un muerto admirado y hasta casi entrañable.
Vencedor en España del atroz comunismo y derrotador en los campos de batalla, de la despiadada, ( asesina de la santa Iglesia. 9.000 mártires ) y canalla herejia marxista.
Mi cuñado ( con mucha astucia ) me hizo la foto ( jugandose el tipo ) , cuando en el Palacio Real de Madrid, visité conmovido la Capilla Ardiente de Don Francisco Franco Bahamonde
Generalísimo de los Ejercitos de la Una, Grande y Libre España. No la mierda de ahora mismo.
En la foto estoy yo, y el muerto.
Parece increible, pero es verdad.
Yo, al lado del muerto ( que sin duda VIVE como cristiano que era. " El que crea en MI no morirá ternamente " )y su impresionante catafalco rodeado de guardias severos, cruces, velorrios y velas encendidas.
Vestido de Capitán General y con TODAS sus condecoraciones, y yo, simplemente vestido de humilde paisano común madrileño.
Si me dice sus señas, le mando la foto. Impresionante.
Saludos, y a mandar.
Aclaración que me parecía innecesaria.
Y sin embargo, las fotos (de antes) no supusieron crítica (entonces). En estos momentos (con los muertos ya bien muertos) sí. De ahí mi pregunta.Sólo preguntaba si la crítica "entonces" era posible o es posible y justa sólo "ahora"...
A partir de ahora intentaré asumir que el uso "libre" de las palabras es sólo para los que lo hacen desde la más "santa ortodoxia".
Que se puede criticar a los obispos y a los papas, es evidente. Pero de lo que tratamos es de una visión de la Iglesia "diferente". La de los que toman el Concilio como una ruptura con el pasado que justifica sus desmanes doctrinales y pastorales, y los que le interpretamos en base a una hermenéutica de continuidad con la Tradición de la Iglesia
Dejar un comentario