Rector de Begoña: más de lo mismo
Como todo el mundo puede comprobar leyendo la entrevista que hemos publicado, el discurso del rector del santuario de Begoña es de una originalidad extrema: “La jerarquía de la Iglesia es mala. Rouco es peor aún. Jesús no condenaba a nadie. Hay dos iglesias. Nosotros estamos cercanos al pueblo y a las necesidades de la gente…“. En definitiva, se repiten los mantras del progresismo eclesial, que tienen ya un aroma “naftalínico” que echa para atrás.
De todo lo que ha dicho el padre Jesús Garitaonandia hay algo en lo que tiene toda la razón del mundo: hay dos iglesias. En la suya, por ejemplo, se da de comulgar a los que abortan. Qué gran gesto de misericordia, ¿verdad? Lo he dicho quizás en demasiadas ocasiones en las últimas semanas, pero me temo que no me cansaré de decirlo. Vivimos en un cisma real. Es absurdo negarlo, es absurdo taparlo, es absurdo mirar para otro lado. Me río yo de la condición de cismáticos de los lefebvristas cuanto contemplo a sacerdotes, religiosos, teólogo y seglares del progresismo eclesial. La diferencia es que mientras que la FSSPX está recluida en sus aposentos, a la espera de un muy improbable éxito de las negociaciones que mantienen con Roma, los cismáticos de la izquierda viven la mar de bien ocupando parroquias, cargos y puestos diocesanos, con sus correspondientes prebendas, aulas, seminarios -ya menos-, etc, etc.
Y quienes tienen que poner fin a esta paranoia eclesial, miran para otro lado. Pues vale, sigan mirando. Sigan esperando a que los de abajo muevan el cotarro. Sigan permitiendo que la Eucaristía sea profanada. Sigan permitiendo que sus fieles estén adoctrinados por quienes no profesan la fe de la Iglesia. Sigan sentados en sus cátedras esperando a que escampe. No se preocupen. Todos tranquilos, todos en paz, aquí no pasa nada. Dios es bueno y su Madre una bendita. Con que de viento en viento publiquen un documento diciendo “esto está mal", y con que al ir a Roma de visita ad limina le cuenten a la Santa Sede lo que esta quiere oír, ya cumplen.
Sigamos por este camino, que seguro que nos va a ir de fábula.
Luis Fernando Pérez