Montes, el sedador sedado
El doctor Montes es un médico peculiar. Partidario de la eutanasia, tenía como costumbre el practicar sedaciones propias de los enfermos terminales a los ancianos incautos que caían en sus manos en el servicio de urgencias del hospital Severo Ochoa de Leganés. Algunos de ellos murieron aunque, por lo que tengo entendido, la falta de una autopsia a tiempo impidió que se pudiera demostrar la relación directa entre la sedación y las muertes. Juzgado por ello salió indemne, a pesar de que los peritos médicos reconocieron que en no pocos de esos casos su praxis médica había sido inadecuada. Pero la misma justicia que le libró del lugar que en mi opinión merece, la cárcel, le ha impedido aprovecharse económicamente de su repugnante proceder médico. Este tipo quería que los periodistas que describieron su actuación fueran condenados por ello. La indemnización que habría recibido de haber ganado la querella contra César Vidal, Federico Jiménez Losantos, Cristina López Schlichting, Pedro J. Ramírez e Isabel San Sebastián se la habría gastado probablemente en un fiestorro pro-muerte con sus amigotes políticos.
De hecho, la figura del doctor Montes es el paradigma de lo que nos espera cuando el zapaterismo dé el siguiente paso en su “solución final” para lanzar a España por el abismo de la cultura de la muerte. Una vez que aprueben el aborto, es cuestión de tiempo que se metan con la eutanasia. Y aunque nos venderán que la misma será sólo legal por petición de los pacientes o sus familiares -cuando aquellos no puedan expresarse-, se abrirá la puerta para que los médicos sin escrúpulos decidan cuándo, cómo y a quién aplicar sedaciones “montesinas".
Mi duda está en si ZP esperará a la próxima legislatura para traernos la eutanasia. La ley del aborto no estaba en el programa electoral socialista y ahí la tenemos. Así que me temo que no habrá tregua en el avance de la lepra masónico-zapateril, porque entra dentro de las posibilidades que el PSOE pierda las próximas elecciones y el actual presidente de gobierno tiene prisa por dejar la legislación española como la más “avanzada” del mundo. Vamos, tan avanzada que Hitler la habría elogiado sin el menor problema. Con la futura aprobación de la eutanasia, en este país la ley permitirá cargarse antes de nacer los niños con síndrome de Down, se podrá hacer selección genética de manera que un embrión valdrá y el otro se podrá dedicar a la investigación “científica” y los abuelos “molestos” y los tullidos podrán ser sedados hasta morir. Esa es la España que ZP quiere. Esa es la España que los españoles aprobarán con su voto.
Luis Fernando Pérez