Una patochada con 700 concelebrantes
Como muchos de ustedes sabrán, y si no lo saben no se han perdido nada pero yo se lo digo, los jovenzuelos de la asociación de teólogos Juan XXIII, se han reunido este fin de semana en Madrid. Para los lectores no españoles que desconozcan qué es esa asociación, les diré que es algo así como el asilo al que van a parar todos los heterodoxos habidos y por haber en España y parte del extranjero. Como quiera que la heterodoxia con pretensiones de catolicidad no tiene capacidad de producir vida, cada año acuden menos personas a este tipo de encuentros. De los presuntos mil asistentes de años pasados hemos pasado a los presuntos setecientos del actual. Y dentro de una década, si reúnen trescientos se podrán dar con un canto en los dientes.
Pero dejemos a un lado las consideraciones geriátricas y vayamos a lo que me ha motivado a escribir este post. En Religión Digital podemos leer la siguiente descripción de José Manuel Vidal de lo que, según él, fue una celebración eucarística:
“Jesús, poco antes de morir, tiempo de crisis para él y los suyos, hizo lo que tantas veces había hecho en su vida: repartir el pan. Tomad y comed, dijo, esto es mi cuerpo”. Son las palabras de la consagración. Recitadas por un coro de cientos de voces. Todas al unísono. Con profunda unción y conscientes de estar consagrando. No es una misa hereje ni masónica. Es la eucaristía que este mediodía concelebraron los 700 asistentes al XXIX Congreso de Teología, que se clausuró hoy en Madrid.
La eucaristía de clausura, organizada por el Movimiento pro celibato opcional (MOCEOP) fue un auténtico acontecimiento salvífico. Toda ella giró en torno a un “diccionario del corazón”. Porque, “como la crisis quienes más la sufren son los pobres, tener corazón, tener entrañas de misericordia, removerse el corazón…son expresiones que nos evocan la solidaridad y la bondad y misericordia de Dios”.
Una eucaristía distinta, pero “con la misma liturgia”. Eso sí, “con un lenguaje más laico, más cercano, más simbólico y más vivo”, como explica Andrés Muñoz, uno de los líderes del Moceop.
Bien, en una cosa tiene razón Vidal. Si aquello se desarrolló como él relata, no estamos ante una misa hereje ni masónica. A mi entender, sencillamente no hubo misa. Fue una pantomima en la que la fórmula usada a la hora de consagrar no es válida. Pero es que además, nótese lo siguiente:
1- Se da a entender que en la Última Cena, el Señor no estaba haciendo nada especial. Repetía lo que había hecho años atrás.
2- Se da a entender que no hay diferencia alguna entre sacerdotes y seglares. Todos consagran.
Pues miren, llámenlo como quieran pero eso no es una misa católica. Una liturgia anglicana o luterana “bien hecha” se acerca mucho más a una misa católica que esa farsa. Estos señores pretender seguir siendo llamados católicos a la vez que hacen todo lo que está en sus manos para forzar a la Iglesia a declarar, una vez más, que no lo son. Y es aquí donde volvemos a una cuestión largamente debatida: ¿no tienen nada que decir las autoridades eclesiásticas sobre lo ocurrido? ¿hubo sacerdotes en el ejercicio de su ministerio sacerdotal participando en esa patochada litúrgica? ¿se van a ir de rositas? ¿se seguirá mirando para otro lado cuando se habla de una misa concelebrada por todos los asistentes?
Me temo que sí. Me temo que con esa “misa” ocurrirá lo mismo que con la misa de la próxima “Romaxe de crentes galegos” que tendrá lugar el próximo 12 de septiembre. Se opta por mirar a otro lado, por no crear jaleo mediático, por permitir que la liturgia se convierta en un arma revolucionaria para cambiar el alma de la Iglesia. No parece que esa manera de entender la pastoral, dejando que los heterodoxos campen a sus anchas, haya dado buenos frutos. Ni para ellos ni para el resto de la Iglesia. Y sin embargo, parece que tendremos que esperar que una nueva generación de prelados decida coger ese toro por los cuernos. En otros países ya existe esa nueva savia episcopal que está tomando medidas. Aquí, como siempre, vamos a remolque.
Falta coraje, falta determinación, falta espíritu apostólico para desenmascarar a los lobos disfrazados de oveja. Como bien ha dicho Benedicto XVI, no hay caridad sin verdad. Y lo mejor que puede hacerse con aquellos que se han separado de facto de la comunión eclesial, es ponerles delante de una separación de iure. Si eso sirve para que alguno de ellos rectifique, se convierta y vuelva al seno del catolicismo, alabado sea Dios. Pero lo que está claro es que pasan los años y se van muriendo en un estado de completa oposición a una jerarquía que les ha consentido prácticamente todo. Y yo, iluso de mí, sigo creyendo aquello que a finales del siglo I y principios del II dijo San Ignacio de Antioquía: “Allí donde aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo, tal como allí donde está Jesús, allí está la iglesia católica” S. Ignacio de Antioquía a los Esmirneanos, VIII) y :”Como hijos, pues, de la luz y de la verdad, evitad las divisiones y las doctrinas falsas; y allí donde está el pastor, seguidle como ovejas. Porque muchos lobos engañosos con deleites fatales se llevan cautivos a los que corren en la carrera de Dios; pero, cuando estéis unidos, no hallarán oportunidades” (idem a los Filadelfianos, II)
Luis Fernando Pérez
47 comentarios
No, que vá, quien se excusa se acusa. Es como bien dice LF una patochada, un engaño a los católicos de buena fe -imagino que los habría- que participaron en esa fiesta. ¿No se les ha explicado que el pueblo no puede consagrar?. El sacerdocio universal del cristiano sólo puede colaborar con su plegaria con el sacerdote, que es quien ofrece la víctima eucarística en sus manos, el único que puede ofrecerla al Padre. Es inadmisible que un católico llame a eso Eucaristía.
Desengáñate, Luis Fernando, no hay nada que hacer, al menos humanamente. Estos sacerdotes, o cualquiera otro, tan sólo recibirían sanciones, recriminaciones, objeciones, reprimendas… si celebraran la Misa Tradicional según la Liturgia Perenne de la Iglesia Católica, es lo único que está prohibido si no de iure (Motu Propio) al menos de facto en Nuestra amada Iglesia Católica.
Desconozco dónde está esa nueva “savia episcopal” que comentas. Las Conferencias Episcopales se han convertido, para el que quiera ver la realidad, en monstruosas organizaciones pseudo-masónicas al servicio de un poder que no es la Iglesia.
Para llorar, como Jesús hizo sobre Jerusalén, y rezar más que nunca.
Sigo pensando lo que he pensado desde que entré a formar parte de la Iglesia como católico comprometido (a todos los niveles): el enemigo lo tenemos en casa. Nosotros, todos y cada uno de los que nos hacemos llamar católicos, somos los culpables de la mala fama y, muchas veces, pésima reputación que tiene la iglesia.
Si nos hacemos llamar católicos y lo único que hacemos es transgredir las "leyes" y las "normas" del catecismo y los Evangelios -más allá de aceptarnos como pecadores arrepentidos-, cuanto más cristianos nos hagamos llamar, más antitestimonio darmos y mucho más grave es la acusación de los anti-teos para meterse con nosotros. Y con toda la razón, claro.
Tenemos que rezar, y mucho, pero no sólo vale con eso. Es la hora de ponernos en pie y de defender el nombre de Dios, aunque nos cueste la propia vida. Pero, desgraciadamente, somos débiles y cobardes... Sin embargo, sólo nuestro testimonio (por encima, incluso, de una vida repleta de catequesis) puede ser capaz de demostrar lo que somos y, sobre todo, por aquello que nos levantamos día tras día.
Gracias a Dios, todavía somos muchos los que respetamos, por encima de todo, la figura del sacerdote y que vemos, sobre el altar, al mismo Cristo convirtiendo un trozo de pan y un vaso de vino en su propia carne y en su propia sangre.
" Una eucaristía distinta, pero “con la misma liturgia”. Eso sí, “con un lenguaje más laico, más cercano, más simbólico y más vivo”, como explica Andrés Muñoz, uno de los líderes del Moceop. "
Absolutamente desastroso.
No nos queda sino orar sin desfallecer.
Puede no ser una eucaristía católica, pero
a) Si se fue de rositas Maciel, pongamos por caso, y de rositas estuvo décadas, hombre, dejad a estos con sus ritos. Los hay que blasonan de católics ortodoxos y también hacen unas eucaristías que ya, ya
b) Tanto hincapié en lo vetusto de la concurrencia como si fuera motivo de desdoro o descrédito para alguien, está feo. ¿Está en nuestras manos -o en las de ellos- no cumplir años? Los únicos que no envejecen son los que mueren jóvenes, LF, ¿eso es lo que habrías querido para esta gente?
Se les podría excomulgar, pero visto lo visto, no creo que hicieran demasiado caso. Peor: hasta podría contribuir a que se obstinaran más y más.
La Razón (46/7/9/009):
El Papa,.. quiso así unise a la celebración del Congreso Internacional de "Hombres y religiones",- y yo añado: muchas que sean muchas politeistas y poliándricas cuantas más mejor - organizado en Cracovia por la comunidad de San Egido, con el tema "Fes y culturas en dialogo" - y yo añado: muchas cuantas más mejor - y que reune a representnates religiosos de todo el mundo para rezar - y yo añado: cada cual a su dios - por la paz. Benedicto XVI insitió en la "importante aportación que las religiones pueden y deben dar para construir la paz - y yo añado: de los muertos será - Es necesario, añadió, "promover el perdón y la reconciliación contra la violencia, el racismo, el totalitarismo y el extremismo que desfiguran la imagen del Creador - y yo añado: de qué Creador yo solo conozco uno. O será el del politeista - en el hombre, borrando el horizonte de Dios - y yo añado:de qué Dios: el del monoteísta cristiano, judeo o musulmán; o el del politeísta tántrico biológico - y en consecuencia, conducen al desprecio del propio hombre" - y yo añado: de ninguna manera, sea por mi cultura o por mi patria y mi vida me inclinaré ante dioses y filosofias extranjeras otras que no sean las que me procenden de mi Dios Jesús el Crsito -
A mi me basta mi Dios Uno y Trino para vencer contra todas las asechanzas del Mundo. Yo venceré sin la necesidad de ídolos extranjeros.
"Tras la comunión, llegó el momento de “incordiar al sistema, descubriendo acciones de solidaridad”, mientras, de fondo, suena el “resistiré” del Dúo Dinámico."
¿El Dúo Dinámico era representativo por ser un grupo musical que incordiaba al sistema?
Eso sí que para mi es un auténtico escándalo no sé si superior o no al supuesto escándalo litúrgico. Al menos podían haber puesto la celebérrima cantata de Santa María de Iquique, o cualquier canción de Víctor Jara, pongamos por caso.
También con el de Yolanda b. y la mitad del a.
Creo que la Iglesia no tiene necesidad de decirnos que esto que se hizo en comisiones obreras no fue una misa, ni que fuéramos tontos. Y por supuesto que poco puede hacer, porque la mayoría de ellos no están bajo su jurisdicción.
Pero lo del "resistiré" del dúo dinámico también es muy fuerte.
¿Alguien osaría tirar a la basura estas hostias, así hayan sido consagradas en este aquelarre?
Gravedad enorme de los ritos indignos, de los abusos, que sin embargo, si se pronuncian las palabras, obligan a Dios a bajar del Cielo.
A mí me deja con unas dudas tan amplias...
La solución que se encontró, no muy correcta políticamente hoy, fue muy pràctica.
Salud
En cuanto al comentario de Paco Pepe, me parece que el Código de Derecho Canónico sanciona a los sacerdotes que celebran Misa ilícitamente, como es el caso de los curas secularizados y casados:
1379 Quien, fuera de los casos de los que se trata en el ⇒ c. 1378, simula la administración de un sacramento, debe ser castigado con una pena justa.
Puede que consideren que, sin fundamento, se ha hurtado, reducido, ninguneado al laico su papel en la Iglesia.
Les parecerá exagerado, esto a mí también, que un sacerdote pueda "obligar", como dice Luis, a que Dios baje y se substancie en un pan y/o vino.
No quiero comentar lo que me inspira esta creencia.
La emoción, la sensación íntima tan profunda al sentir que El Señor entra en el cuerpo me hace pensar que viene asociada a sentimientos atávicos abismales del ser humano.
No me parecen merecedores de tanta crítica inicua.
Y lo del Dúo Dinámico... creo que no se puede caer más bajo. O sí: cualquier día pondrán canciones de Marisol, que a fin de cuentas ahora va de progre y todo eso.
Pues por lo que dices tampoco fue una eucaristía lo que hizo Jesús en la última cena. Me parece que hay que ir más allá de una visión reduccionista y ritualista de la liturgia. Eso es lo que hace la Juan XXIII.
Quizá te gusta más esa bonita canción que cantábamos antes "Perdona señor a tu pueblo, no estés eternamente enojado"...
En fin...
En un foto de debate, hace unos días, alguien creo un tema con la pregunta: "¿Qué es para tí la Fe Católica?"
Todo el mundo se lanzo a responder. Y la pregunta carece de sentido. Es absurda.
La Fe Católica es Una, como la Iglesia, y está definida en detalle en el Catecismo de la Iglesia Católica.
La resumimos en el Credo que rezamos en cada Santa Misa. El Credo de los Apóstoles.
Si creo, o practico, otra cosa, no soy Católico.
¿Puedo hacerlo? Sí.
Lo que es más dificil de tragar es la manipulación de creer y actuar contraria a la Fe Católica, y pretender que todo el munda me siga considerando Católico.
Si me bautizo en la iglesia luterana, y luego comienzo modificar sus principios y dogmas, a promover la devoción a María Santísima y el rezo del Santo Rosario, etc... todo el mundo me llamaría Católico, pero no Luterano. Y da igual que yo pretendiera seguir llamándome luterano.
Si sigo las creencias de Pelagio, soy pelagiano, no Católico.
Si sigo las creencias evangélicas, soy evangélico, no Católico.
Todo esto se cae por su propio peso. Es tan obvio que resulta chocante explicarlo.
Pero de lo que hablamos es de personas que discrepan, de una forma o de otra, en su manera de expresión o en el fondo doctrinal, en parte o su totalidad.
Mal que les pese, no pueden ser llamados Católicos, si abjuran, o reniegan, o cuestionan aquello que dicen seguir, aquello que dicen profesar.
Eso es lo que hizo Lutero y otros tantos cismáticos.
Pero en su caso, estos "listos", pretenden echarnos al resto de los Católicos de la Santa Madre Iglesia, y repintar la fachada y reformarla por dentro.
¡Venga ya!
No olvidemos nunca: En el juiio final el asunto no girará entorn a temos como: católico o anglicano - Papa o Pope - Virgen madre de Dios o una cristiana ejemplar -, no, únicamente entorna de la pregunta: cómo me has tratado en el prójimo. Todo lo anterior mensionado son conceptos humanos, para aqeulos que conocen algo de historia, acuñados más bajo criterios de dominio y con intereses políticos (Constantino). Separemos pues una vez para siempre la paja del trigo, el Jesús histórico del Jesús secuestrado para intereses bien conocidos. Alguien dijo: En el juicio final habrá grandes sorpresas. Ni Pablo estuvo seguro sobre su destino final y lo dejo al Señor.
Sin embargo,- con todo respeto que se merece una "madre" y comparándola con mi madre biológica, tengo lamentablemente que decir: esta "santa una madre católica" es una madre eguista, que no quiere admitir que sus hij@s lleguen a madurar, asumir su propia responsabilidad por encima de tradiciones, leyes y autoridades humanas cuando estos obstaculizan vida en plenitud.
Mi madre era una creyente que no quedó en devociones, sino en hechos de servicio, de pacificación de sacrificos encreibles para que todos estemos bien. Se alegraba mucho que yo me haga sacerdote y misionero, aunque siempre me advertía que no para complacerle a ella. Sin embargo, cuando yo, desde otro continente le comunique mi decición de salir del clero, su respuesta era una manifiesto de su verdadera grandeza: "Franz, te confío. Tus sabrá lo haces".
Lo que para la "santa madre Iglesia" es considerao una traición y caida, para mi madre biológica quedaba abierta la posibilidad, que su hijo lo hizo con buena fe, hasta obedeciendo la voz de Dios que habla en las conciencias individuales.
con todo mi respeto y el amor a vosotros, mis hermanos,
creo que hablamos de cosas diferentes. O de visiones diferentes de la misma cosa.
En el momento sagrado de la Encarnación del Verbo, en el seno virginal de María Santísima, en ese preciso momento en que "el Espíritu Santo la cubre con su sombra", nace la Iglesia. Dios viene a los suyos. Dios nos invita a unirnos a El, en la Humanidad de Cristo. Ese momento es el momento del nacimiento de la Iglesia. El Hombre y Dios, unidos para siempre.
Por eso, la muerte no tiene poder sobre Jesús.
Es por ello, por lo que aún si ningún hombre hubiera querido adherirse a la rendención de cristo, a su Bautismo, aún ese extremo caso, la Iglesia no tendría fin. Ya que la Iglesia es Dios mismo, que viene a vivir su Vida en medio del hombre. Permitiendo al hombre adherirse a su única Salvación.
Por eso, la Iglesia es única, por que Cristo es Uno, con el Padre y el Espíritu Santo.
Por eso la Iglesia es Santa, por que El Santo por excelencia habita en ella.
Por eso la Igleisa es Rica, por que tiene la riqueza infinita de dones de Dios Uno y Trino.
Y esta Santa Madre, con los brazos extendidos, Dios que es, con corazón de madre, llama todos los hombres pecadores, perdidos por el pecado, a su seno.
Para redimirlos por el perdón ganado por Cristo.
Y, de forma Misteriosa, formamos parte, injertados realmente en el Cuerpo Místico de Cristo.
Dios me ama infinitamente, y por que me ama infinitamente, con Misericordia infinita, sin necesitar de mí para ser Feliz, me acoge en su Iglesia Santa, me injerta, por mi bautismo, en su Cuerpo.
Y antes de subir al Padre, de dónde vino, deja instituida en los Apostóles y en Pedro la autoridad terrenal sobre su propio Cuerpo Místico, la Iglesia.
Y con tal poder, que "lo que ates en la tierra, será atado en el Cielo...", "... y a quien perdoneis los pecados le serán perdonados, y a quien se lo retengais le serán retenidos, ..."
Todo el poder de la donación de su Gracia Divina la pone en manos de hombres. Los mismos que pecaron antes. Los que continuarían pecando. Incluso a quien le entregó a la muerte por 30 monedas. Haciendo prícipe de los apóstoles al que negó conocerle.
Pero Cristo es Dios. El no se arrepiente, ni se retracta de su Palabra.
El conoce nuestra debilidad, el polvo del que estamos hechos. Y aún así, desea someterse, por Voluntad propia, a las palabras de sus ministros, por el bien de su pueblo.
En Dios, su Voluntad se identifica con su SER. Todo Dios Es cuando quiere algo, haciendo que eso que Quiere con Voluntad Infinita Sea, exista.
Y la Iglesia es Dios mismo en su seno. Y nosotros, invitados a la mesa del Señor. De tal modo que ya no somos hijos por creación, sino hijos por adopción. Como el Verbo llama a Dios, Padre, así, con su misma boca, podemos llamar ya Padre a Dios.
Ciertamente, hay hombre en la Iglesia con comportamientos, con actitudes, con entrega, con amor, ... diversos.
Y podemos juzgar los hechos o las actuaciones de esos hombres (sean o no ministros del Señor) de la forma que creamos oportuna.
Lo cierto es que Dios se me da en su Totalidad en la Iglesia a través de las manos de esos hombres, investidos del Orden Sagrado.
Y tambien se me da (o se me debería dar) a través de su vida, de su ejemplo, de su palabra.
A veces no es así.
Sin embargo, la Iglesia es Santa, Inmutable, Una, como Dios es Santo, Inmutable, Uno.
Pido perdón si alguien se sintió maltratado por mis palabras. No era mi intención.
Tan sólo trataba de aclarar que:
una cosa es lo que yo pretenda, y otra cosa es la realidad de Verdad, reveleda por Cristo, que es la Iglesia. Triunfante.
La Iglesia Peregrina la formamos tambien el resto de los bautizados, sujetos a las imperfecciones, debilidades, tentaciones, ...
Pero si cuestiono a la Iglesia, cuestiono a Dios.
Si cuestiono a sus pastores, en comunión con el Santo Padre, el Papa, la Roca que nos confirma en la FE, entonces estoy cuestionando a Dios.
Cuestiono la Verdad de las Palabras de Cristo, si pongo en duda sus afirmaciones o sentencias.
¿Garantiza esto la santidad de los pastores? No. Obviamente.
¿Garantiza esto la infalibilidad, en doctrina y en fé, de los pastores? Sí, siempre que estén en comunión con el Vicario de Cristo.
¿Puedo inhibirme de la autoridad ministerial de la Iglesia y seguir sintiéndome católico, en la praxis y en lo doctrinal? Sí, claro que puedo sentirme así.
Pero, como bien deciais vosotros, y nos proclama la Iglesia "... al final, seremos juzgados en el Amor", "... en la fidelidad", "... en la Unidad".
"No todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos. Sino sólo el que cumpla la Voluntad de mi Padre."
Y nosotros, los católicos, tenemos la gran dicha, el gran don, de tener muy claras las Palabras de Cristo, la Voluntad del Padre.
No creo que fuera inteligente, por parte de S.Juan, o de Santiago, apartarse del grupo de Cristo, por el simple hecho de que Judas fuera un ladrón, o un traidor.
Ellos sabían, todos los discípulos sabían, que para estar con el Maestro, para seguirle fielmente a todas partes, tenían que estar tambien con Judas.
Esa es la tragedia de la Iglesia Peregrina. Esa es la tragedia de Cristo.
No la aumentemos, dándole la espalda al Maestro.
Busquemos la forma de ayudar a nuestros Pastores, sin abandonarles, por que si lo hacemos, perderemos la presencia del Maestro.
Ayudémosles, que son tan de barro, o más, que cada uno de nosotros. Sólo que sobre sus hombres llevan un peso infinitamente mayor.
En fín, repito mi petición de perdón por vuestra parte o parte de cualquiera que se hubiera sentido ofendido o agredido por mis palabras, ya que no era mi intención hacerlo.
Un abrazo en Cristo.
¡Hombre decir que la Iglesia es Dios! Te has pasado unos cuantos barrios. Puede, Nuevo Testamento y Antiguo (Salmos), que el hombre sea Dios (finito), pero no la Iglesia ( que se apresura a decir que en el Libro se refieren a los Jueces.
Cuestionar a la Iglesia no es cuestionar a Dios.
Admiro la fantástica capacidad para generar expresiones teológicas bien formadas sintácticamente y con significado falso, como las que he citado, o semánticamente inválidas.
Se podría decir, sin exagerar, que YHV, que ya pasó del pueblo de Israel a la Iglesia, ahora, harto de la vaciedad de su Iglesia, considere a la humanidad como un todo para la realización de su voluntad salvífica.
En el Islam, que muchos integristan admiran por suponer que el fiel es enteramente sumiso, no se admite que nadie sugiera que las distintas corrientes sean heréticas. Dicen el Islam es único.
con todo mi respeto y caridad cristiana,
si Cristo es Dios (que lo es),
si la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo (que lo es), en la tierra como en el Cielo,
Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, es la Nueva Alianza, es la Iglesia Santa de Dios, es la reunión, en sí, de Dios con el hombre.
Esto es lo que creo, esto, en su totalidad, sin parcialidad, en toda su riqueza, en todo su Amor.
Y esta es la Fe de la Iglesia desde el principio.
Yo no te obligo a creer, Dios no lo hace. Para ello nos hizo libres, para que decidiéramos creer en El, aceptar su donación.
Eramos hijos de Dios en la Antigua Alianza, como criaturas suyas, creadas a su Imagen y semanjanza, con capacidades espirituales para conocerle, para vivir en cierto modo su misma vida.
La Iglesia, Cuerpo de Cristo, es la que me hace verdaderamente hijo en el Hijo. Porque es Cristo la auténtica reconciliación del hombre, perdido por el pecado irremediablemente, con Dios.
Y esta es la máxima dignidad a la que puede aspirar el hombre, a unirse, a adherirse a Cristo, a su Rendención.
La adoración a Dios es la máxima expresión de amor al Amor infinito, que se entrega hasta la muerte por nosotros.
No existe mayor dignidad para el hombre que adorar a su Salvador.
Esto es lo que creo, esta ha sido la fe de la Iglesia desde el principio.
Me puede parecer mejor o me puede parecer peor, puedo estar de acuerdo en todo, en parte o en nada, ...
Pero lo que realmente importa y vale, al final, es la Voluntad de Dios, su pensamiento, sus planes de Amor Misericordioso para el hombre (y aquí sí que están recogidos todos los hombres de la tierra, porque Cristo derramó su última gota de sangre por cada uno de los hombres que fueron, que serán y que son).
Y a todos los llama a su Bautismo. A adherirse a su redención, a su injerción en El, a su Iglesia Santa.
Un abrazo en Cristo.
No juzguemos, para no ser juzgados. Dios es más grande que nuestro corazón. En mi humilde opinión una celebración eucarística con semejante fervor comunitario, tiene más parecido a la Última Cena, y el ágape de los primeros cristianos que nuestras misas estandartizadas y ceremoniales.
tienes razón, sólo Dios puede juzgar la intención del corazón.
A mí, personalmente, me parece más a una Última Cena -como tú dices- paralela, organizada por discípulos de Jesús, no del todo conformes con parte de su doctrina, en un salón en una posada cercana, y por supuesto, sin Jesús.
Pero, con todos mis respetos, es una opinión personal.
Un abrazo en Cristo.
Respondo a tu abrazo fraternal.
no tiene objeción lo dicho por Jesús, y reitero que da lo mismo lo que el hombre piense o juzgue, ya que Dios es el único que ve la rectitud del corazón y sus intenciones.
Pero, basándome, precisamente en la doctrina de Jesús, me resulta díficil aceptar que alguien organice, so pretexto de invocar a Jesús, una celebración en la cual se deforma, se incita a los asistentes a participar en una representación herética del propio sacrificio de Cristo.
Porque o no se entiende el ministerio sacerdotal, los sacramentos donados personalmente por Cristo a su Iglesia, o entendiendolos, se prefiere hacer otra interpretación distinta a la del Magisterio de la Iglesia. Y eso ya se auto-define a sí mismo.
En ese ministerio va implícita la obediencia a la autoridad Divina depositada en el coleio episcopal, con Pedro a la cabeza, como autoridad que confirma.
No se puede desviar de este recto camino alguien, y obligar al resto de la Iglesia a suponer que Dios lo ve con buenos ojos.
Si así fuera, realmente la Iglesia no existe. Y esto es una contradicción de términos, como ya se ha comentado en este mismo blog.
Dios no puede contradecirse a sí mismo. Dios no puede ir contra sí mismo.
Y aún así, su Misericordia acoge a todos los hombres que, de buena voluntad (repito: de buena voluntad) le buscan de corazón en otras religiones, o confesiones. Y que gracias a la redención conseguida por Cristo en su Iglesia, se ven también rescatados, aunque no disfruten de la totalidad de la Verdad, de la Gracia.
Pero, esto no aplica para quien, dentro de la única y verdadera fe, arrastra fuera del rebaño del Buen Pastor, a una grey confiada en que lo que se le enseña, y se le da, es lo que la Iglesia enseña y da en nombre de Jesucristo.
Esto es cuestionable.
Y aún así, quien de buena voluntad, con desconocimiento de la fe y la doctrina cristiana, dada por Cristo a su Iglesia, siga con fervor estas "celebraciones", Dios en su Misericordia divina atienda su oración y su expresión de amor.
Esto es, tambien, doctrina cristina de la Iglesia Católica.
Un abrazo en Cristo Jesús.
El Magisterio es el Magisterio de Cristo. No hay otro.
No somos marionetas de humanos, ni de Dios. Somos hombres libres, que líbremente decidimos asumir y acatar la donación y la entrega de Amor Infinito de Dios.
No puedo enfrentar, a la Iglesia y a Dios. A Cristo, y a su Esposa la Iglesia.
Que Dios te ilumine y te de la Paz de espíritu necesario para encontarlo dónde está, en Trinidad de Personas, viviendo su vida con nosotros.
Un abrazo en Cristo.
Respeto tu fe y tu libertad. Por supuesto, todos somos libre para, como lo recomienda San Pablo, examinar todo y para atenernos a lo que (en conciencia) consideramos lo bueno. Somos libres para seguir a Jesús, o para someternos a magisterios de hombres. Yo opto por el primero. El me ilumina y me da la paz, que el mundo no me puede dar, ni el magisterio de la Iglesia, que se cree dueña de la verdad, hasta de Dios mismo. Secuestró a Jesús para sus ambiciones de poder y honor en todo tan similar al fariseismo. Lejos de portarse como hermanos y seguidores de Jesús, se autotitulan de reverendos, excelenias, eminencias y santdad, ocupan los primeros puestos en los templos, se visten con largas capas, devoran los bienes de las vuidas, y se complacen con besamanos. ¡Que diferente Pedro, que no quiso que el centurión cornelios se arrodille ante él, por considerarse humano como los demás. Y, tenía sus razones. Quedan en pié las palabras de Jesús: "Uno es vuestro Padre, ustedes todos son hermanos..uno vuestro líder y maestro", todos somos y no somos discípulos de Jesús, incluido Ratzinger.
Esto no es infrentar a la Iglesia. La Iglesia formamos todos los creyentes. Cuestiono a sus pastores. Y, Jesús ya nos ha advertido: entres estos hay buenos, pero también mercenarios. Quien tenga el don de discernimiento, que opte.
Sin embargo, cuando te oigo, trato de identificar al discípulo de Jesús, y no a los saduceos o fariseos que no sólo juzgaron a Jesús, sino que vejaron a sus Apóstoles y les prohibieron hablar en nombre de aquel. Más que nada, porque la autoridad sobre la interpretación de la voluntad divina, para los fariseos, era suya, y nadie podía arrogarse dicha autoridad: ni Jesús, ni por supuesto sus Apóstoles.
El discernimiento que mencionas y sobre el que estoy de acuerdo, me lleva a distinguir la parte humana del pecado, de la parte divina de la donación, que se concentran en la misma persona, elejida por Cristo mismo. Y da igual que sea Judas, que le traiciona, Pedro, que de otra forma le traiciona, o todos y cada unos de los 12 a los que eligió, que también le traicionaron.
La traición de cada uno de ellos, no cambió la elección de Jesús, ni la transmisión de su donación, de su ministerio.
El católico, sea seglar, diácono, sacerdote, obispo, religioso y el mismo Papa, a fuerza de ser malo, a pesar de querer (si fuera el caso) ser malo hasta desear renunciar a su ministerio, a sus obligaciones o a su responsabilidad, no puede conseguir deshacer la voluntad de Dios sobre él mismo.
Dios no se arrepiente de la donación hecha, de la llamada realizada, del ministerio transmitido.
Y eso, independientemente de la actitud, el comportamiento del ministro.
Por tanto, cuando Jesús me interpela a mí (Ioachim) a seguirle, lo hace del mismo modo que lo hizo en Galilea, en Nazaret.
Y el medio que tengo para salvarme, para acogerme a su Redención, a su Reino, sigue siendo el mismo que tenían el centurión, Natanael, el paralítico de la piscina, ... Seguir a sus Apóstoles.
Que un Apóstol sea malo (es decir, que sea mal seguidor de Cristo, mal discípulo de Cristo) no les hizo, ni les hace, menos Apóstoles.
Jesús no les retiró su exhoratación, su ministerio a los 12 la noche de su Pasión.
Ni la mantuvo después de su resurrección por que "ya, a partir de ese momento fueran buenos" (no existe tal inocencia y candor). Los doce, como el resto de los mortales, fueron, y seguimos siendo pecadores.
Que intentamos levantarnos, mejor que peor, cuando caemos.
Pero el estar por los suelos, arrastrándonos en el lodo, no cambia el hecho de haber sido revestido con un vestido nuevo, boda. Sólo hace que dicho vestido, por mi pecado, esté destrozado, de grima mirarlo.
Y al final, el resultado sea, que al mundo le de grime Cristo, que es a quien el Apóstol, o el discípulo, cada uno con su ministerio, deben comunicar, deben transmitir.
La Iglesia, por voluntad divina, es la unión, indivisible y eterna desde su nacimiento, de Dios y del hombre, en la persona de Cristo (persona Divina, no persona Humana). Por tanto la Iglesia es ante todo y sobre todo Divina, y también humana.
No puedo enfrentar (poner enfrente) a la Iglesia y a Dios. La Iglesia no son hombres. Eso no sería nada. No tendría validez y consistencia ni perdurabilidad.
La Iglesia es Eterna, por que Dios es Eterno.
Y yo, con mi miseria, con mis flaquezas, con mis debilidades y con mi PECADO, estoy asido, aferrado al Manto del Maestro.
Si quieres verlo así, como la marioneta a la máno del artista. Pero el artista no es ningún hombre, es el Hijo del Hombre, es Dios mismo mi Artista.
Si quiero quedar limpio de pecado puedo pensar, con los hermanos separados, que basta con hablar con Dios en mi habitación, o en privado, y arrepentirme con El.
Pero esa no es la vía que Cristo ha instituido para perdonarme. "a quienes nos les perdoneis los pecados, no le serán perdonados".
Si deseo estar en comunión con Dios, El, que quiere estar en comunión conmigo, dió el primer paso, y nos enseño el Camino, la Verdad y la Vida, que encierra la Iglesia, en contención completa (sólo posible por ser Dios, sino no podría contener la donación completa de Dios Vivo, ya la criatura, el hombre, no puede contener en su infinitud a Dios).
Un abrazo en Cristo Jesús.
Una misteriosa teología la tuya. Primero aprende del Concilio Vaticano II diferenciar entre Iglesia y sus pastores. La Iglesia está allí, donde está Jesús, independientemente en que Iglesia uno se encuentre. Y no está donde se camina via contraria aunque se haya recibido todos los grados de ordenación. Cada vez se manifiesta más: La grey no sigue a los pastores mercenarios. Y, si la jerarquía no baja del trono de mando, de su pretensión der ser administrador de Dios mismo, se reduce a una secta como ya se nota en los paises entorne del Mediteraneo. Dominar o servir: that is de question. En esto Jesús no dejaba duda. "No somos dueños de vuestra fe, sino servidores de vuestra alegría", escribe San Pablo. Pero, donde se ata con dogmas, cánones, y amenazas, allí no sopla el Esíritu de Dios. "Donde hay Espíritu de Dios, allí hay libertad" que, por supuesto, no es lo mismo de libertinaje.
aunque te parezca misteriosa mi teología, es, ni más ni menos, la tradicional doctrina cristiana enseñada por la Santa Iglesia Católica, Apóstolica y Romana desde el principio.
Es obvio, que tu credo, y el credo de la Iglesia Católica no coinciden. Pido por tí.
Y siempre a tu disposició.
Un abrazo en el Señor.
soy yo otra vez, es que debo resaltar una frase tuya, de tu última respuesta, que me resulta bastante contradictoria. Dices:
"La Iglesia está allí, donde está Jesús, independientemente en que Iglesia uno se encuentre."
La primera parte de la frase tiene todo el sentido:
"La Iglesia está allí, donde está Jesús",
es la segunda parte, la rompe la lógica:
"independientemente en que Iglesia uno se encuentre."
Si Dios sólo hay Uno, si Cristo es Dios, Uno, sólo hay un Cuerpo Místico.
Por otra parte, me gustaría que me pasaras la referencia del documento conciliar dónde se distingue entre Iglesia, por una parte, y pastores por otra.
Un sincero saludo.
Segun documentos del Concilio Vaticano II, por Iglesia se entiende "la Congregación de creyentes en Jesús" (El misterio de la Iglesia,8);
"el nuevo Pueblo de Dios" (Nuestra aetate,4)"Pueblo reunido en virtud de la unidad trinitaria" (Lumen Gentium 49); Principio de unidad es el Espíritu Santo (Unitatis redintegratio 2) "La Iglesia es un redil, cuya única y obligada puerta es Cristo" (Lumen Gentium 6)
¿Cual es la lógica?
¿Habla la Iglesia, cuando habla el Papa?
?Es el Papa por si por sí solo "congregación", "pueblo", "principio de unidad"?
La respuesta está dado. "Donde está Cristo, ahí está también la Iglesia Católica entera" (Ignacio de Antiojía). Nadie puede negar la presencia de Jesús en otras Iglesias cristianas. "Muchos están fuera que están dentro y muchos están dentro que están fuera". (San Agustín) ¿Quienes la representan? "Quien ha de presidir a todos, ha de ser elegido por todos" (Papa León Magno). Medita todo esto. No lo digo yo, chiquito. Detrás de estas palabras hay obispos y padres de la Iglesia.
También el Papa ha de ser discípulo de Cristo y no su
superior.
gracias por lo de chiquito, me has hecho rejuvenecer unos cuantos años.
Entrando en la cuestión, todas las definiciones hechas por los padres de la Iglesia desde sus comienzos, los documentos conciliares, encíclicas papales, etc... doctrina, en definitiva, del Magisterio de la Iglesia que nos enseñan y nos dirigen, son ciertas, son Verdad, o bien no lo son si su ministerio, su autoridad, no está respaldada por la voluntad Divina.
Lo son, por supuesto, puesto que hablan con la autoridad conferida por Cristo. Cristo habla por medio del Magisterio.
Si no tuvieran autoridad, conferida por Cristo, no nos servirían (no te servirían para intentar argümentar) que Jesús está presente en cualquier Iglesia.
Si dos no-bautizados se reunen en nombre de Jesús, Jesús está con ellos. Que existe salvación fuera de la Iglesia es una verdad de la propia Iglesia.
Pienso que estamos argümentando (tu/usted y yo) mirando cada uno hacia un lugar distinto. No hablamos de lo mismo.
¿La Iglesia es también la reunión de todos los católicos, el Pueblo de Dios? Sí. Que siguen fielmente a los pastores -no impuestos por ellos mismos- elegidos por Cristo.
Si nadie quisiera oir a Cristo (ahora, antes y en el futuro), si nadie quisiera adherirse a su redención, si no existiese Pueblo de Dios ¿Existiría la Iglesia?
Esta pregunta es la clave. Ya que la Iglesia es Cristo (por ello es eterna y las puertas del infierno no pueden prevalecer sobre ella).
La Iglesia es la unión de Dios y el Hombre. Una unión de reconciliación perfecta en la persona de Cristo, en el seno de la Virgen María.
Una unión abierta a todo hombre que se quiera acoger a ella, una donación transmitida a lo largo de los siglos a través de Pedro y el colegio Apostólico en comunión con él.
Ningún documento de los referenciados por tí -de hecho, ningún documento surgido del Magisterio y la Tradición de la Iglesia- contrapone a la misma Iglesia y a sus pastores.
De hecho, existe una contradicción en dicha proposición:
Si los pastores dictaminaran que su ministerio y su autoridad no implica, no afecta a la Iglesia, a la que va dirigido dicho dictamen, estarían dictaminando una paradoja irresoluble -a parte del hecho de ir en contra del mandato directo de Cristo a sus apostóles-.
El Papa y el colegio apostólico en comunión con él no usurpan la autoridad de Dios. Dispensan por mandato Suyo sus dones, sus Sacramentos. Y como dije antes en varios comentarios, dicho sacerdocio no está a disposición de ellos, no pueden adcribirse o darse de baja a voluntad propia.
El orden sacerdotal, como el bautismo, imprime carácter. No existe "rollback", no existe marcha atrás, no está en manos del hombre deshacerlo.
Lo que sí puede hacer el hombre, el Apóstol, el discípulo, es usarlo mal, usarlo para el mal. Pero eso no cambia la elección de Dios.
Dios oye la oración de sus hijos, sean o no bautizados, sean o no católicos.
La clave de la diferencia estriba en que el bautizado en la Iglesia Católica disfruta, por la fe Católica, de la totalidad de la donación de Cristo.
¿Es igual creer que Cristo es Dios que no creerlo? No, no lo es.
¿Es igual para mi alma creer en María, creer que es la mayor creación de Dios, la mayor expresión de sometimiento a la Voluntad divina, el mayor milagro tras la creación de la naturelaza humana de Cristo? No, no lo es. Dios nos da a Cristo a través de María. María es la mediadora, la intercesora. Si lo creo, acepto dicha donación de Dios. Si no lo conozco, o no lo creo, no puedo acudir a ella.
¿Es igual para mi alma poder vivir los Sacramentos, todos? No puede serlo. ¿Es igual creer que Cristo está presente, en cuerpo, en alma, con su carne y su sangre, en un trocito de pan? Cómo va serlo. Si fuera así, las mismas palabras de Cristo en el evangelio carecerían de validez.
¿Puedo salvarme si desconozco a Cristo, siendo fiel a mi credo, a mi conciencia, obrando de buena voluntad, buscando a Dios? Sí claro, Dios es infinitamente misericordioso.
¿Es voluntad de Dios entregar a su Hijo Unigénito a la muerte por mí, y que yo viva sin Vivir toda la expresión de su Amor derramada en su Iglesia -Sacramentos, Revelación, Santidad, Maternidad de María, Pan de Vida, ...? Creo que no es lo mismo.
Bueno, Franz, llegados a este punto, sin ánimo de convencerte o convertirte de tu fe, creo que si alguna duda queda aún acerca de cual es la fe de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, la fe que yo profeso, que profesaron mis padres y abuelos, la fe expresada en el Credo de los Apostóles, recogida en el Catecismo de la Iglesia Católica, recogida por la Tradición y los escritos de los Evangelistas, los Apóstoles, los Santos Padres, los sacerdotes santos y Doctores de la Santa Madre Iglesia, fundamentada en la Voluntad Divina, querida por Cristo y transmitida a los Apóstoles, confirmada por el Papa según mandato directo de Jesucristo, ...
debemos, en cualquier caso, ponernos en manos del mismo Jesucristo, y con corazón sincero, abierto, y adorando al Dios Uno y Trino, pedirle que nunca se aparte de nosotros, que acoja nuestra búsqueda sincera de la Verdad, y que nos conduzca por el Camino estrecho que conduce a la salvación, a la casa del Padre.
Con caridad sincera se despide un nuevo amigo, en Cristo.
Ioachim.
un artículo interesante:
http://www.es.catholic.net/temacontrovertido/174/1598/articulo.php?id=37375
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