«O religión, o palo». Evocando a Don Bosco...
Hoy es la memoria de San Juan Bosco, un Santo por el que tengo gran simpatía y devoción. Su método “preventivo” sigue siendo una gran aportación a la humanidad. Hace unos años recibí una carta de una maestra que sufría en sus carnes la tremenda decadencia del sistema educativo. En mi respuesta evoqué una anécdota de Don Bosco…
Pregunta
…hace más de treinta años que soy maestra y le confieso que cada día estoy más decepcionada y tengo ganas de que llegue mi jubilación. Cuando inicié mi trabajo los maestros teníamos todavía cierta autoridad y una gran cooperación de los padres. Recuerdo que incluso, llegado el caso, podíamos dar una saludable bofetada a un niño maleducado. Hoy somos los maestros los que estamos más bien desamparados y atemorizados. ¿Tan malo era propinar una buena azotaina de vez en cuando?
Respuesta
Este fragmento de la larga carta que me escribe una maestra pone en evidencia un profundo malestar en el mundo de la educación. Yo mismo lo he vivido los años que he sido profesor de bachillerato y después de educación secundaria. Los niños y niñas de hoy y los adolescentes no están acostumbrados a la disciplina aunque, a mi parecer, la están pidiendo a gritos. Comprendo la desazón de muchos educadores que apenas tienen recursos disciplinares y les falta también a menudo la colaboración de los padres.
La alarma por el vandalismo creciente de jóvenes y adolescentes está bien justificada. La raíz de todo este mal la podemos encontrar en una falta de fundamentos éticos y morales en la educación y en un profundo desconocimiento de la naturaleza humana. Los niños crecen consentidos sobremanera y sus progenitores ríen sus gracias. Luego cuando llegan a la adolescencia vienen las lamentaciones: experiencias en el mundo de la droga, sexo prematuro, botellón, violencia…
Educar es una pasión. Consiste en introducir con éxito a la realidad y sólo puede hacerlo aquél que la vive con sentido. No soy partidario de actos violentos en el proceso educativo pero reconozco que en un momento excepcional una buena advertencia puede ser expresión de un gran amor y evitar muchos males mayores. Se trata de educar en la virtud y en la convicción. Es difícil, puede parecer imposible, pero es el único camino digno del hombre. O la sociedad gana la batalla en su misión educadora o se convertirá en una sociedad represora.
Recuerdo una graciosa anécdota que explica Don Bosco (un educador apasionado): un inspector de Estado visitó un colegio donde más de un centenar de chicos estudiaban en silencio bajo la supervisión de un solo profesor. El inspector le comentó a Don Bosco que aquel espectáculo era imposible en las escuelas del Estado y le pregunto cómo lo conseguían. Don Bosco contestó: Es sencillo, o religión, o palo. Y Don Bosco no quería “palo” como recuerda muy bien aquel primer sueño que marcó su destino: “No con golpes. Con amor”.
Evidentemente o hay convicción moral o se impone la fuerza. O impera la virtud o se impondrá el terror. No se desanime. No se desanimen los maestros y educadores. Están haciendo una gran obra de misericordia. Enseñar al que no sabe es una gran obra de misericordia, como decía el antiguo catecismo. Hoy podríamos decir que educar es una gran obra de misericordia y una necesidad urgente en nuestra sociedad. Y, por supuesto, esto empieza en la familia.
6 comentarios
Un saludo,
David Pérez i Payà
Ciencias Eclesiásticas
Barcelona, España
En primer lugar no era un inspector de Estado, sino un inglés que visitaba un oratorio salesiano. En segundo lugar la respuesta del santo fue: Esto (el silencio sin vigilancia) sólo podemos hacerlo los católicos. El secreto es Misa diaria bien oída, comunión frecuente y confesión.
La respuesta Religión o palo fue el resumen del inglés, no de Don Bosco. Lástima que el "sistema preventivo", haya quedado en un completo olvido, y la figura de Don Bosco, que sería tildado de "ultramontano", falseada por intereses, ¿ecuménicos?
"Da mihi animas"
Los salesianos se parten la cara en muchas partes por seguir el espíritu de su fundador, que no le sale la cosa como a él, pues normal, pero hacen lo que pueden por conservar su obra.
La sociedad está muy revuelta y no es nada fácil la educación, ellos siguen luchando al igual que todo el que intenta seguir a Jesucristo.
Dios lo que quiere es tener a personas con el corazón abierto hacia Él, y en este punto crucial no creo que nadie lo dude, al menos yo no.
El problema ahora será tratar de recuperar un espíritu que la sociedad no entiende y por tanto niega. El problema será recuperar valores destruidos en la trasformación habida, me refiero a la disciplina, al respeto a la autoridad representada por lo maestros y profesores, al respeto a nuestros semejantes.
Claro es que, la disciplina, como el amor, como el respeto, empiezan por uno mismo, y cuando uno oye o lee casos como los que se comentan de algunos religiosos/as, parroquias, misas que parecen cualquier otra cosa, pues la verdad es que siente verdaderas dudas de cara al futuro.
Lo cierto es que estoy convencido que en el futuro y en especial en el caso de la educación, serán los colegios religiosos los llamados a dar ejemplo de buen hacer, con una disciplina que tenga su origen en el amor, en el respeto, en la constancia y en el deseo de hacer un trabajo bien hecho, que es una de las mejores formas de oración.
¡¡Que excelente ejemplo el de Don Bosc0!!. vivo en Barcelona y cuando veo en el seminario salesiano de Martí Codolar las fotos rodeado de niños y ver a estos como le quisieron y aceptaron, me da cierta envidia, "de la buena claro", pues él supo manejar las situaciones sin imposiciones desmesuradas, efectivamente Don Bosco supo administrar disciplina y amor, esta cualidad en su enseñanza es un ejemplo para nosotros los padres.
!!Cuanto nos cuesta educar adecuadamente a nuestros hijos!!.
He observado que para que los hijos aprendan respeto, también deben ser respetados, por lo que los padres hacemos bien es escuchar a nuestros hijos y dedicarles tiempo, que estos vean que nos einteresamos en ellos de verdad, sin estar por encima de ellos ni menospreciandoles dando por sentado que carecen de experiencia.
¿Que falla?. La libertad y la disciplina no están reñidas. Los hijos son producto de los padres, el poner normas sanas, no permitiendo que la televisión sea la influencia que moldee sus mentes, o los videojuegos violentos que causan adicción e inclinaciones a la indisciplina con actitudes bandálicas.
El amor, la comprensión, el contacto personal con los hijos es esencial para una buena formación y hacer que se conviertan en personas de provecho.
Saludos: Ferran
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