José, ¡Salva la familia!
Hoy día de San José, ofrezo este breve artículo que se publicará en la recista Cristiandad de Barcelona.
José, ¡salva la familia!
Son innumerables los aspectos de nuestra vida de fe que puede iluminar San José: el varón justo y discreto que obedece con prontitud los designios de Dios, el custodio de María y del Redentor… En este año en que la Iglesia fija su atención de modo especial sobre la realidad de la familia quisiera detenerme a considerar una particular dimensión de la identidad y misión del Santo Patriarca. Me refiero, concretamente a su dimensión de cabeza de familia y protector del sagrado hogar de Nazaret.
Me inspira especialmente el conocido episodio del Nuevo Testamento cuando José recibe una urgente y delicada admonición divina en vistas a proteger la vida del niño Jesús: “José, toma el niño y su madre y vete a Egipto, pues Herodes quiere acabar con la vida del pequeño”.
José, ejerciendo su responsabilidad, emprende aquella dolorosa huida. Abandona su casa, su trabajo, sus relaciones vecinales y tantas cosas que ama. Esta en juego un bien supremo: la vida de Jesús.
Creo que este episodio puede resultar iluminador y determinante en nuestras circunstancias actuales. Efectivamente, no faltan dignos sucesores de Herodes que se proponen acabar con la familia y la vida tal como deben ser entendidas según los designios de Dios asimilados en la fe y en la recta razón. José nos alienta a tomar decisiones efectivas para salvar la familia.
En un nivel teórico, José alienta la Iglesia de que es protector, a no cesar en su defensa contra viento y marea de lo que Juan Pablo II llamaba “el Evangelio de la familia y de la vida”. Herodes, el poder mundano, es poderoso, pero Dios sigue instando a su Iglesia a salvar la familia. Tal vez, para ello, haya que huir a Egipto, abandonar comodidades y fáciles compromisos con el poder mundano e instalarse en una dificultosa inestabilidad que, paradójicamente, es sumamente estable, pues se fundamenta en el poder y providencia de Dios que nunca abandona a los que ponen en Él toda su confianza.
En un nivel más práctico, José ilumina la misión de tantos padres y madres de familia que quieren vivir según la voluntad de Dios Creador y Redentor. Hoy, en el difícil y adverso contexto en que nos movemos, un padre y una madre de familia cristianos, han de tomar necesariamente decisiones difíciles en vistas a salvar la familia. Tendrán que nadar contracorriente y, como la Sagrada familia, emprender difíciles huidas, para salvar el bien más preciado. Quedarse en la tranquilidad de lo políticamente correcto cuando Herodes acecha, puede resultar mortal. Las concreciones de esta determinación santa pueden ser muchas: la elección de la educación apropiada para los hijos, el seguimiento de sus compañías, la organización del trabajo y de las vacaciones, el acompañamiento en la fe de la prole…
Sam José enseña también hoy a los padres y madres de familia a ser realistas y valientes y a tomar, a la luz de la fe, las decisiones pertinentes para salvar la familia.
En la familia, enseñaba Juan Pablo II, se juega el futuro de la Iglesia del mundo. Es un terreno donde no caben facilonas componendas o compromisos ingenuos.
La llamada a la que respondió el Varón justo de Nazaret, “José, salva la familia”, resuena de modo grave y urgente hoy para los pastores de la Iglesia, padres y madres de familia, educadores y políticos cristianos.
Se trata, ni más ni menos, de salvar la familia, esperanza de la humanidad.
Dr. Juan Antonio Mateo García
Delegado Diocesano de Familia y Vida
Diócesis de Urgell
3 comentarios
Recuerdo que cuando el presidente argentino Menem fue a visitar a su colega Bush, en el intercambio protocolar de regalos recibió del yanki un libro: "Ensayo sobre el principio de la población", de Tomás Malthus.
Está en los diarios.
Pienso que se debe invocar a San José, no sólo una vez al año.
El documento de Juan Pablo II (Redemptoris Custos), lo último que el Magisterio ha dicho sobre el Santísimo Esposo de María, nos muestra la necesidad y la siempre actualidad de recurrir a San José, poco menos que como lo hacemos a diario con la Virgen.
Lamentablemente San José sigue estando muy ausente en la catequesis (en los Catecismos), en la piedad popular (el Rosario) y hasta en el Liturgia (aunque la reciente inclusión de su nombre en las Plegarias Eucarísticas, ha significado un gran impulso en la exaltación de este Gloriosos Patriarca).
Quiera Dios, y los que pueden hacer algo al respecto, que para el año 2017 (en que se cumple un centenario de las apariciones de Fátima, donde en la última de ellas, San José aparece junto con Jesús y María), se logre dar otro paso significativo en el reimpulso de la presencia de José en el teje y maneje de la Iglesia.
"Es tu dignidad sin igual
José Santo y Glorioso;
pues eres de María el Esposo
y de Jesús, Padre Virginal"
Muy acertado todo el artículo, muy claro.mas cuándo se acerca el próximo. Sínodo,
Sobre la familia,yo rezo mucho por el Papa,tiene un gran problema, con los disparates
Actuales ,pero confiamos en Dios Nuestro Señor ,sólo El nos ayudara.
Afectuosamente Una lectora de Infocatolica.com
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