El Ser que existe por Sí mismo.
Sin un Ser que es por Sí mismo, nada puede ser ni llegar a ser. No hay modo de explicar la existencia de entes que antes no eran y ahora son sino por la participación del Ser que es por sí mismo. Sin un ser in-participado, absoluto, infinito, nada podría ser ni existir porque la existencia es la manifestación del ser que exige un Ser que existe por sí. Por eso es que es relativamente fácil probar la existencia de Dios que se hace evidente desde que algo existe.
Lo más difícil sería en todo caso demostrar que Dios no existe. Es imposible demostrar que Dios no existe porque la existencia de un sólo ser pone de manifiesto la necesidad de un Ser por sí. La existencia de entes contingentes impone necesariamente la existencia de un Ser que es por Sí mismo, in-causado. Un ser que Él mismo sea su razón de ser porque su Esencia se identifica con su Ser. Por esta razón la permanencia y perfeccionamiento en el ser de los entes contingentes depende también del Ser de Dios. Y esto sucede porque los entes que tienen contingentemente el ser, nunca son el ser. Sólo lo tienen pudiendo no tenerlo o pudiéndolo tener de otro modo. De modo que si Dios no les conserva continuamente el ser, pasarían a la nada de inmediato, es decir, dejarían de ser.Como hemos visto, los entes que antes no eran y ahora son necesitan del concurso de Dios para el acrecentamiento de su ser, aún por su actividad propia. Porque si las cosas no se dan a sí mismas el ser, tampoco pueden acrecentarlo o perfeccionarse sin la intervención del Ser infinito. Los existentes contingentes sólo están en capacidad para actuar y acrecentar su ser, pero para eso es necesario que el Acto puro de Ser los actualice, es decir, les haga pasar de la potencia o capacidad real de acto al acto y con eso puedan perfeccionarse, es decir, acrecentar su ser.
De todo esto se deduce la necesidad y la dependencia tan grande de los entes contingentes respecto a Dios o al Ser por sí que es su Causa eficiente y también constituye su Bien, su perfección, su Fin o su Causa Final. Si todos los existentes contingentes, son, se conservan y se perfeccionan según su ser y su naturaleza sostenidos por la actuación del Ser como causa eficiente, también todos tienden a su bien y a su perfección bajo la conducción del Bien Infinito o Ser que existe por Sí y que constituye su Causa Final o Causa Última.
9 comentarios
Obviamente no tengo objeciones en referencia a lo escrito en esta entrada. Sin embargo, es apenas evidente que lo expresado constituye una de las verdades absolutas del Cristianismo. ¿Cómo concilia el autor ello con la especie aquella que corre por estos días en la Iglesia de que “no hay verdades absolutas”?
Gracias de nuevo.
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Muchas gracias por su comentario.
En lo que se refiere a que es una de las verdades absolutas del Cristianismo, queda expresado en la imagen del inicio en la que está la Santísima Trinidad con la Cruz de Cristo.
No he querido poner más, porque esa verdad es una verdad absoluta para todo el universo.
En lo que se refiere a la conciliación de esta verdad con la que afirma que no hay verdades absolutas, les hago ver que esa afirmación es absurda porque esa sería una verdad absoluta y con eso se destruye su argumento.
Nuevamente muchas gracias y saludos.
Sorprende que alguien con formación en ciencias caiga en ese tipo de conducta obviando el conocimiento científico y sustituyéndolo por el pensamiento mágico, aunque este venga envuelto en filosofía/metafísica y con la pomposa etiqueta de "tomismo".
Es una suerte para ustedes que el "papel" lo aguante todo y que la fe no requiera de pruebas ni de la razón para "funcionar". Que los atributos que otorgan a Dios le conviertan en empíricamente indemostrable, por ausencia manifiesta de pruebas, y que conviertan eso en prueba de su existencia, en lugar de lo contrario, a base de tautologías, circunloquios y malabarismos del lenguaje, también es un éxito de la fe de los creyentes.
Saludos.
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Ya te extrañaba Renzo.
Hacía tiempo que no me escribías nada. Supongo que estabas ocupado con otros autores.
A veces pienso que tu mismo no crees lo que nos escribes, sino que más bien te encanta hacernos desatinar.
De cualquier modo bienvenido tu comentario.
Saludos fraternos:
Manuel Ocampo Ponce.
parafraseo una frase suya: Ninguna creatura puede crear en sentido estricto. Porque sólo lo hacen en virtud de la Causa Primera.
Saludos cordiales.
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Muchas gracias y saludos:
Manuel Ocampo Ponce.
Es inútil intentar debatir con alguien que sustituye la relidad por lo que cree y desea.
Si desvestimos de metafísica y teología su discurso y lo trasladamos a algo material, nos quedaría algo así:
Si tenemos un trozo de pirita, la llamamos oro, y recitamos para ella todas y cada una de las propiedades del oro, se convierte en oro.
Mejor aún, no necesitamos ni tener pirita para que funcione la "magia".
Desde luego, digna de estudio sociológico y psicológico sí es esa forma de pensamiento, pero, fuera de eso, carece de valor salvo para adeptos. Por mucha prepotencia grandilocuente en las afirmaciones, no demuestra ni una sola cosa de las que da por ciertas y probadas, sólo repite y repite circularidades y peticiones de principio.
jmb
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Muchas gracias y saludos.
MOP.
Paradojas de la vida
Magnífico artículo
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Excelente.
Muchas gracias y saludos.
Manuel Ocampo Ponce.
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José:
Efectivamente al agnosticismo kantiano sólo le queda afirmar la existencia de Dios a partir de la voluntad humana que quisiera que existiera. Pero ese argumento voluntarista y fideista no es suficiente porque no todo lo que desearíamos que existiera existe en la realidad. Por lo mismo su pensamiento va en contra de la doctrina católica que afirma como dogma de fe la capacidad de la inteligencia para alcanzar el conocimiento de Dios. Y va en contra de la Filosofía al no alcanzar el ser de las cosas que él llama noumeno. Por esa razón su propuesta no puede ser filosófica porque no alcanza el ser que es el objeto principal de la Filosofía.
Muchas gracias por su comentario:
Manuel Ocampo Ponce.
ES CUESTIÓN DE FÉ! MANQUE DUELA!
Es evidente que ese primer ser no pudo ser causado, ya que antes de él es imposible que hubiese otro que pudiera ser su causa. Por tanto, si por Dios entendemos un Ser Incausado es evidente que Dios existe, ya que forzosamente tiene que existir un primer ser para que pueda actualmente haber muchos.
Y el que opine que sin un primer ser pueden existir muchos, que lo demuestre y ponga ejemplos reales y concretos de ello.
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