Algo sobre la ciencia
La ciencia es el conocimiento cierto por causas necesarias adquirido mediante demostración. La nota que la hace ser un conocimiento rigurosamente científico es su carácter etiológico, es decir, ser un saber por causas necesarias. Por ser un conocimiento, en este caso, humano, la ciencia tiene dos aspectos, uno subjetivo y otro objetivo.
El subjetivo es aquel que le hace ser un hábito, más o menos perfecto, propio del sujeto que realiza las demostraciones necesarias para conocer científicamente un objeto. Aquí, las verdades científicas que son el objeto de las demostraciones que realiza el sujeto, no añaden nada a las mismas verdades, pero perfeccionan al sujeto cuando las conoce de una manera científica. El hábito científico perfecto hace que el sujeto que lo posee sea capaz de discurrir por sí mismo científicamente y de descubrir y eliminar los errores que pudieran mezclarse en la posesión de la ciencia.En cuanto al aspecto objetivo, la ciencia es un sistema que entrelaza verdades científicas. Se trata del sistema que consiste en el conjunto de las verdades necesarias que el científico ha demostrado y que por tratarse de demostraciones por causas necesarias, se trata de un saber sistemático y ordenado. Y aquí es necesario puntualizar que aunque las verdades que ha descubierto el científico corresponden a un ser real, la ordenación de ellas es un tejido de relaciones de razón, o dicho de otro modo, es una estructura puramente lógica, puesto que en la realidad extramental, lo que la ciencia estudia tiene una unidad que fundamenta la unidad del sistema. Por eso es necesario aclarar la distinción que hay entre la verdad extramental o la realidad objetiva y el sistema lógico que se encuentra en el sujeto que descubre o que conoce la ciencia. El sistema científico es una réplica fiel, un sucedáneo mental de la realidad. La ciencia es un sistema elaborado por la razón dela unidad real que tienen las cosas. Podríamos decir que el sistema es la representación lógica de la unidad que tienen las cosas en la realidad. En este sistema se encuentran las conclusiones que han sido demostradas científicamente y que son conocidas intelectualmente. El sistema científico es la representación mental de lo que es la verdad en sí misma. Por eso, aunque se trata de una representación o replica fiel, no hay que confundir la réplica con la verdad que es objeto material de la ciencia. El sistema científico no es la verdad, ni puede sustituir a la verdad, pero ha de fundamentarse en la realidad objetiva. El objeto material es, pues, aquélla verdad externa al sistema científico sobre el cual versan las conclusiones del sistema. Y aquí es importante resaltar que un mismo objeto puede ser estudiado por varias ciencias. Por eso es necesario distinguir el objeto material o materia de la que se ocupa la ciencia considerada en sí misma, independientemente de su aprehensión científica o sea, del objeto formal que es el aspecto o punto de vista desde el que se ve o se considera el objeto material. El objeto formal es lo que le da unidad al sistema.
En efecto, una misma realidad como por ejemplo el hombre puede ser objeto de varias ciencias como la psicología, la fisiología, la sociología, etc. Todas estas ciencias tienen por objeto material al hombre pero bajo la luz de un objeto formal distinto, es decir, desde puntos de vista distintos que conforman las diversas ciencias. El objeto formal, no es una simple actitud subjetiva sino que es algo que está presente en el objeto material y que la inteligencia humana alcanza como una forma propia del objeto material. Esta representación no tiene existencia fuera de la unidad del objeto material o verdad que se está descubriendo, pero el intelecto puede representarla para alcanzar el objeto material que desborda siempre la parcialidad propia de un conocimiento humano discursivo, que únicamente puede conocer por partes que, una vez conocidas, integra en la unidad de la verdad.
La ciencia como todo conocimiento intelectual humano, y sobre todo siendo un conocimiento por causas necesarias, no puede tener por objeto lo individual material o lo contingente. El conocimiento científico, aunque se refiere también a los seres singulares materiales, o a los existentes singulares corpóreos, hace abstracción de lo que hay de individual o de particular y de lo contingente que hay en ellos para considerar aquello universal y necesario.
En lo que se refiere a las ciencias llamadas ciencias prácticas, estas se denominan así de un modo extensivo como una extensión de la contemplación, en cuanto pueden dirigir u ordenar la actividad de otras potencias humanas. El hombre además de ser capaz de conocer las cosas, puede dirigir sus acciones mediante el uso práctico de nuestro entendimiento que consiste en dirigirse a algo que se desea hacer, conforme a la verdad objetiva y necesaria que exige la actividad práctica. El entendimiento dirige las acciones humanas en cuanto estas dependen de él. En general, las ciencias especulativas, teóricas o contemplativas versan sobre lo especulable que es lo necesario, mientras que las ciencias prácticas apuntan a lo que es operable ya sea en el orden técnico o en el orden moral.
9 comentarios
Muchas gracias, estimado Manuel.
Como médico ud cree que descendemos de antepasados homínidos?.
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La ciencia experimental se limita a lo que su metodología alcanza. Esa metodología nos permite saber una parte de nuestros orígenes.
La Filosofía y la Teología nos aclaran más aunque siempre hay cosas que permanecen como un misterio para nosotros.
Saludos y muchas gracias por su comentario:
Manuel Ocampo Ponce.
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Aunque ahora sale esta nota
¿Podría redactar nuevamente el comentario para que borre el que tiene error y deje el corregido?
Muchas gracias:
Manuel Ocampo Ponce.
Gracias.
Ya Pío XII, de felicísima memoria, dijo en cierta ocasión: "Solamente del hombre podía venir otro hombre que lo llamase padre y progenitor." (Discurso en el Congreso de las Ciencias, de 30 de noviembre de 1941)
Con lo cual queda claro que, según este sabio pontífice, el primer hombre no pudo provenir por generación de ningún animal, pues en tal caso tendría que llamar padre a un animal y no a un hombre.
El primer hombre, al no poder provenir de ningún otro hombre ni tampoco por generación de un animal, no pudo provenir más que de Dios, tal y como nos relata el Génesis.
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