Ruido de sables desde la Archidiócesis de Barcelona
Con esa expresión entendemos situaciones de tensión, en el seno de la Fuerzas Armadas, por razones políticas, que afectan seriamente a la sociedad. “Ruido de sables” que no poca inquietud crea entre los ciudadanos.
La verdad es que no hay “ruido de sables” en nuestras Fuerzas Armadas, compuestas por excelentes profesionales que conocen a la perfección el papel que desempeñan, al servicio del país, con un escrupuloso sometimiento al cauce que marcan las leyes que nos hemos dado. Es más, cuando alguno de sus miembros se expresa públicamente sobre cuestiones que rozan la política -pese a que sea en materia sobre la que exista un sentimiento generalizado entre los civiles- es apartado de su cargo.
Ahora bien ¿cómo denominaríamos a esas actuaciones de parte de los miembros de la Iglesia?. ¿Ruido de campanas? ¿Ruido de mitras? Lo que sí es evidente es que, cualquiera que sea la denominación, causa mayor inquietud que el propio ruido de sables; en tanto que, para sus objetivos terrenales, no dudan en darles una trascendencia espiritual.
El arzobispo de Barcelona, cardenal Luis Martínez Sistach, se ha pronunciado, públicamente, sobre la “inmersión” educativa que impone el Gobierno de la Generalitat, a los catalanes -incluidos los que son castellanohablantes-.
Inmersión educativa que, obviamente, nada tiene que ver con la salvación de las almas de los que nos sentimos catalanes -ya sea los que no quieren ser españoles, como los que afirmamos que lo somos, precisamente, por ser catalanes-.
Permítame, señor Director, unas breves reflexiones: