Objetivos del Milenio
Ayer fui a misa de 8 de una parroquia riojana y entre las peticiones que ¡el pueblo leyó espontáneamente desde su sitio! (nadie subió al atril a leerlas sino que personas las leían desde su sitio a viva voz y con el sacerdote entre el pueblo en lugar de en su sitio que es el altar) se leyó esta petición: “Por todos nosotros que participamos en la Eucaristía, por los que viven en abundancia de bienes, para que a través de nuestro compromiso y estilo de vida contribuyamos a que se consigan hacer realidad los Objetivos del Milenio. Roguemos al Señor”.
Obviando la patada a las formas litúrgicas que se estaba haciendo no pude salir de mi asombro al ver que se estaba orando en una Misa Católica por los Objetivos del Milenio de la ONU.
No me voy a explayar en que es exactamente la ONU y como funciona ni que tipo de organismos la componen… y eso que sólo sabiendo quien anda por la ONU y cuales son sus políticas los católicos nos mostraríamos, como mínimo, escépticos ante sus proyectos.
Pero si quiero mostrar la incoherencia que es, desde el punto de vista católico, la oración por que salgan adelante los Objetivos del Milenio.
Los Objetivos del Milenio son 8 que son los siguientes:
Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre
Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal
Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil
Objetivo 5: Mejorar la salud materna
Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo