Pondremos España de nuevo a Tus pies
El pasado 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación del Señor, inauguramos de forma solemne el monumento a la Inmaculada Concepción Patrona de España en una plaza pública de Loriguilla, un pequeño pueblo de la provincia de Valencia.
El acto de inauguración contó con la presencia del párroco y el diácono de la parroquia San Juan Bautista; la alcaldesa y el pueblo congregado en torno a su excelsa Patrona, la Inmaculada.
Comenzó a las 11 de la mañana con la exposición del Santísimo Sacramento, seguido de la Santa Misa y la procesión con la imagen de Nuestra Señora. Breves instantes después de su colocación sobre el pedestal, el párroco consagró de forma solemne el pueblo a la Inmaculada, haciendo que, de esta manera, cada ladrillo del monumento tenga una razón de ser. Dicha consagración fue la culminación de la que realizamos ante el monumento, aún vacío, un grupo de Caballeros y Damas Católicos del Tercio de la Inmaculada en la pasada Solemnidad de la Inmaculada Concepción, como indica una placa de cerámica discretamente colocada.
Tras el acto de consagración, una vecina del pueblo dedicó unos preciosos versos a la Madre de Dios, dando un testimonio público de la valiosa devoción popular que encierra nuestra Patria.
El acto se cerró bajo los acordes del Himno Nacional de España, que fueron coronados por gritos surgidos de lo más profundo del corazón:
¡Viva Cristo Rey!
¡Gloria a la Inmaculada!
Aunque esto pueda parecer una crónica del siglo pasado, extraída de algunas viejas páginas de un periódico, lo cierto es que ha ocurrido en pleno año del Señor 2023, cuando algunos ya osan pensar que la España Católica está herida de muerte.
Reconquistaremos España para la Inmaculada, palmo a palmo, pueblo a pueblo.
Inmaculada Concepción, Patrona de España y de las Indias, Ruega por nosotros.
Jesús Ruiz Garnica
Caballero Católico del Tercio de la Inmaculada.
Laus Deo.
«Oh Inmaculada Concepción, Madre y Reina de España: en este 8 de diciembre te suplicamos que aceptes a este pueblo de Loriguilla y a sus habitantes como absoluta propiedad tuya; como herramienta en tus manos, en pro de la Santa Iglesia, para la mayor gloria de Dios.Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.»
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