Ordinariato para ex-luteranos

Después de conocer la reciente entrevista a Mons. Müller en donde habla sobre la posibilidad de creación de ordinariatos para ex-luteranos, en la línea de la creación de Ordinariatos para los anglicanos, quisiera intentar aclarar algunos puntos sobre los luteranos especialmente sobre los luteranos europeos.

POBLACION LUTERANA EN TERMINOS ABSOLUTOS Y PROPORCIONALES
La población luterana mundial representa unos 74 millones de personas repartidas de la siguiente forma, en Europa 37 millones, en África 19 millones, en Asia 9 millones, en Norteamérica 8 millones y en Latinoamérica 1 millón.
Los países donde hay más luterano en números absolutos son Alemania (13 millones) Estados Unidos (7 millones) Suecia (7 millones), Indonesia (6 millones), Tanzania (6 millones) y Etiopia (6 millones).

Los países europeos en que los luteranos son mayoría entre la población, son Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Estonia, Islandia y quizás Letonia (a continuación aclararemos porque este un caso algo especial).Para entendernos podemos llamarlos a todos ellos Países Nórdicos aunque no todos ellos lo sean propiamente, (caso de Letonia y Estonia).

En estos Países Nórdicos que poseen una mayoría de población luterana, al menos nominalmente, se dan dos características especiales que los distinguen de otros países en que existe también un gran número de luteranos como Alemania o Estados Unidos, que son las siguientes, la primera que los luteranos son mayoría abrumadora entre la población y la segunda que los católicos son una minoría pequeñísima.

Obvio el tema de si en la actualidad esta mayoría de cristianos luteranos es verdaderamente creyente o sólo son culturalmente luteranos, tema de difícil apreciación y que además aporta poco al tema que estamos desarrollando.

Entre estos países el caso de Letonia es algo especial debido a que en él la minoría católica era significativa ya antes de la era soviética y después de esta salió más reforzada que la protestante con lo que en la actualidad el número de católicos es igual o superior al de luteranos, siempre teniendo en cuenta que la minoría rusa pertenece, a la iglesia ortodoxa rusa.

Alemania es el país con más luteranos en el mundo, pero en el que no constituyen mayoría y en el que los católicos tienen una presencia importantísima y actualmente mayoritaria, al menos en teoría.

No consideraremos aquí otros países europeos (caso de Holanda) donde la iglesia luterana se unió con la reformada (calvinistas), pero donde la tradición luterana constituye una minoría dentro de esta unión.

Estados Unidos es otro país con una importante presencia luterana pero muy diluida entre otras confesiones protestantes según los estados, constituyendo únicamente la mayoría de sus habitantes en los estados de Dakota del Norte y del Sur.

Fuera de Europa el único país con mayoría de luteranos es Namibia, en África, aunque su número absoluto es pequeño debido a la poca población del país

Otros países con un número en este caso más importante de luteranos, pero que no constituyen mayorías en sus países son Indonesia, Tanzania, Etiopia y Madagascar.

POSIBILIDAD DE CREACION DE ORDINARIATOS PARA EX-LUTERANOS

Creo que considerar el posible paso de aquellos luteranos que no están de acuerdo con la deriva liberalísima de sus iglesias y que están viendo al sucesor de Pedro como la auténtica autoridad de los cristianos en el mundo se puede dar a través de los posibles ordinariatos luteranos en todos los países en los que su número lo haga aconsejable, pero especialmente en los Países Nórdicos, en los que los luteranos son mayoría y en los que la presencia y tradición católica es poco importante en la actualidad. En esto países esta vía parece no sólo válida sino la más conveniente.

Reconozcamos que para un luterano alemán, norteamericano o los de otros países europeos donde existe ya de manera estable y largamente implantada el catolicismo, dar el paso hacia la Iglesia Católica es más factible, dentro de la dificultad, sin la necesidad de creación de los ordinariatos, aunque estos tampoco serían descartables a priori.

Creo que en los Países Nórdicos especialmente la creación de ordinariatos podría ayudar a algunos luteranos a dar ese paso ya de por sí difícil para ellos. Creo que los que estuvieran dispuestos a ello serían aquellos más conservadores que no liberales en sus actuales iglesias en temas como aborto u homosexualidad. Además recordemos que para entrar en la Iglesia Católica tendrían que renunciar a temas que son costumbre para ellos como la aceptación del divorcio o el matrimonio de los sacerdotes. Cierto que ellos no tienen sacerdotes casados, sino pastores casados que no es lo mismo en el ámbito de la religión pero quizás sí en el de la cultura. Sus pastores me recuerdan un poco a nuestros diáconos permanentes, pero sin estar consagrados, pues nuestros diáconos asisten en la liturgia, predican el evangelio, celebran bodas y funerales, enseñan la fe y no pueden celebrar la eucaristía, ni escuchar en confesión, ni ungir a los enfermos, cosa que los pastores tampoco realizan, al menos en el sentido que las entiende la Iglesia Católica.

En estos países con presencia casi nula del catolicismo la existencia de estos ordinariatos creados a partir de aspectos de la tradición luterana, secundarios pero visibles para ellos, sería una manera de ayudarles a volver a la Santa Madre Iglesia Católica.

Ni siquiera el Papa puede dispensarles, lógicamente, de nada de lo que es dogma para la fe, pero si puede autorizarles aquellas costumbres o ritos que no son de doctrina y ayudarlos así a dar ese, insisto de nuevo, difícil paso para ellos, hacia la Iglesia Católica. Cuando algunas Iglesias Orientales o Bizantinas volvieron a Roma (armenios católicos, coptos católicos, greco-católicos de varios países, etc) la iglesia con amor aceptó cosas como su liturgia o sus costumbres (sacerdotes casados por ejemplo) para favorecer su retorno. ¿No podría ser este el mismo caso? Yo diría que ni siquiera se llegaría a tanto como nos demuestra el caso de los Ordinariatos para Anglicanos. Recordemos que si la mayoría (no todas) de las Iglesias Orientales en comunión con Roma reconocen el sacerdocio para los casados (no el matrimonio de los sacerdotes) en el caso de los Ordinariatos Anglocatólicos, al igual que para todos aquellos sacerdotes provenientes del protestantismo o del anglicanismo, pues no todos los actuales sacerdotes de origen anglicano pertenecen a los ordinariatos, se estudia caso por caso la dispensa del celibato para su ordenación. El caso de los ex-luteranos sería previsiblemente ese último, pues no formarían una nueva iglesia católica como el caso de las iglesias orientales o bizantinas, sino, a lo sumo, un nuevo rito dentro de la Iglesia Romana.

PROBLEMAS PASTORALES Y ORGANIZATIVOS PARA LA RECEPCION DE EX-LUTERANOS NORDICOS EN LA IGLESIA

Evidentemente sus problemas para incorporarse a la Iglesia Católica serían en primer lugar de tipo teológico, ya que ellos defienden que Solo Cristo, Sola Gratia, Sola Scriptura, Sola Fide. Sólo tiene dos sacramentos y además su concepción de la Santa Cena difiere de la Eucaristía Católica etc etc. Pero hemos de dar por hecho que los que quieren convertirse al catolicismo han aceptado o se encuentran en fase de estudio o aceptación de todo ello, puesto que si no fuera así no tendría sentido el resto.

Yo creo que los aspectos que se podrían hipotéticamente aceptar serían más de forma que de fondo y no tendrían que levantar ningún escándalo entre los católicos, especialmente en esos países.

No olvidemos tampoco que si la existencia de dos formas (ordinaria y extraordinaria) de la Santa Misa ha sido querida por el Papa y que, más allá de la minoría extremista de uno u otro signo, todos aceptamos las dos formas, lo mismo puede suceder con los ordinariatos para ex-luteranos como ya sucede con los ordinariatos para anglicanos o el posible ordinariato o prelatura para la Hermandad Sacerdotal Pio X.
Aceptada pues la premisa que doctrinalmente aceptan todo el Catecismo de la Iglesia Católica y la autoridad papal, los problemas de tipo pastoral y organizativo con los que se encontrarían serían mucho más graves que los que se han encontrado hasta ahora los anglo-católicos. Quisiera enumerarlos también para que seamos conscientes de la magnitud del sacrificio a realizar y de lo mucho que necesitan nuestras oraciones.

A diferencia de los sacerdotes anglo-católicos que tienen una formación teórica hasta cierto punto parecida a la de nuestros sacerdotes ,más rigurosa y similar en el caso de los anglicanos ingleses, que en los casos de los episcopalianos o de los provenientes de las TAC (iglesias Anglicanas tradicionales ), que presentan todos ellos grandes diferencias según país o iglesia, los pastores protestantes que se quieran ordenar y que sean aceptados para ello, tendrán que realizar un proceso de formación mucho más intenso y largo que posiblemente deba desarrollarse durante varios años, lo que implica a su vez la necesidad de mantenerse económicamente a ellos y a sus familias, pues la mayoría están casados. Imposible no es, pues algunos pastores luteranos se han ordenado de sacerdotes católicos luego de su conversión al catolicismo, recordemos al más famoso de ellos el Padre Richard John Neuhaus, aunque éste era célibe, pero también algunos antiguos pastores luteranos casados, en Europa y América, después de su conversión han sido autorizados a ordenarse como sacerdotes católicos.

Añadamos el problema de que así como los seminarios locales en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá y Australia han ayudado en este proceso formativo en el caso de los Paises Nórdicos, con la excepción de Letonia, sus seminarios son pequeños, con pocos seminaristas, posiblemente con poca capacidad para asumir este reto y además a diferencia del mundo anglicano que tiene siempre como lengua propia el inglés, en el caso de los Paises Nórdicos se utilizan lenguas diferentes en cada país y no siempre de la misma familia (Familias escandinavas para Suecia, Dinamarca, Noruega e Islandia, báltica para Letonia y balto-finesa para Finlandia y Estonia). El hecho de que algunos de ellos puedan ordenarse de diáconos permanentes puede facilitar los problemas de la formación y estudio, pero agrava el de los sacerdotes necesarios para la atención pastoral de las comunidades.

Otro problema es que las iglesias y casas curales permanecerían en poder de sus iglesias nacionales respectivas, como ha sucedido con los anglicanos ingleses, pero a diferencia de estos no podrían contar casi con la ayuda de la estructura católica local que es muy reducida. En Inglaterra los miembros del Ordinariato de Ntra. Sra. de Walsingham han podido acogerse a los locales e iglesias católicas existentes y a partir de este año contarán con dos Iglesias en Londres, una cedida por el Arzobispado de Westminster en el Soho y la otra por la diócesis de Southwark cerca del Puente de Londres.

En el caso americano existen entre los anglicanos parroquias que han podido «pasarse» con sus locales e iglesias debido a que eran los propietarios de los mismos pero ello ni siempre ha sido posible, sea porque solo se pasa una parte de la comunidad, sea porque la propiedad pertenece a una instancia superior que no abandona la colectividad religiosa de origen, sea por las disputas que se generan entre los que permanecen (sean o no mayoría) y los que se van (sean o no mayoría unos u otros) y que pueden generar largos y costosos pleitos legales, que tampoco favorecen la siempre necesaria buena relación entre todos los cristianos.

Este problema de las iglesias y locales afecta por tanto a la celebración del culto católico del posible futuros ordinariatos en aquellos lugares donde no existan comunidades católicas (parroquias, monasterios o conventos) que puedan ayudarlos. Solo podrán recurrir a pequeños locales creados ex-novo o habrán de recurrir a domicilios particulares.

Finalmente destacar que en los países en que se están desarrollando los tres ordinariatos ya existentes para anglo-catolicos (Gran Bretaña, Estados Unidos de América y Canadá y Australia) durante la fase de transición sacerdotes de fuera del Ordinariato, sea como adscritos temporalmente a él, o en la mayoría de los casos, simplemente por encargo de sus obispos respectivos , acompañan pastoralmente estas comunidades temporalmente durante el tiempo en que sus antiguos pastores, ya católicos pero aún no ordenados no pueden atenderlas. En estos Países Nórdicos difícilmente podrán darse estas condiciones, excepto en las capitales o ciudades más importantes a menos que se envíen sacerdotes a ayudar desde fuera de estos países y que además contarían con el problema del conocimiento de las lenguas propias.

CONCLUSION ESPERANZADA

Todo ello me hace pensar que la creación de estos Ordinariatos es una cuestión muy difícil, pero posible. Que la actitud de la Iglesia ha de ser de ayuda concreta a esas realidades que puedan surgir , porque estas son las formas de ecumenismo que llevan a la unidad alrededor del sucesor de Pedro.

Y especialmente en esta semana de oración por la Unidad de los Cristianos que ahora celebraremos este año desde el 18 al 25 de enero no falten nuestras oraciones para que, con la voluntad de Dios, pueda llevarse a cabo también este proceso de retorno de estos hijos perdidos, pero no olvidados a la casa del padre.

Pedro Rosello

6 comentarios

  
Norberto
Gracias Pedro, un estudio documentado y claro. Sin embargo hay algo que no logro desentrañar: ¿la posibilidad es probable, con qué %?.

Desconozco si hay, verdaderamente, iniciativas, movimientos, detalles que permitan pensar en la incorporación de algunos luteranos. De ser así, ¿cuántos son y donde están?.

No creo que se hable por hablar, pero no veo dónde está el foco.
21/01/13 11:16 AM
  
DavidQ
Asumamos que una comunidad luterana en pleno desea volverse católica. Siguiendo este razonamiento, es poco lo que tendrían que hacer: su pastor se haría diácono, seguirían celebrando la palabra y sólo (¡sólo!) necesitarían un sacerdote -cualquier sacerdote- que celebrara los sacramentos. En aspectos prácticos y visibles poco cambiaría, aunque espiritualmente sabemos que el beneficio sería inmenso. No sería difícil para Roma dispensarles de la Misa todos los domingos, por escasez de sacerdotes, o de la confesión frecuente e individual, por la misma causa. Tampoco sería muy difícil celebrar Misa en su edificio haciendo uso de un altar móvil, nada nuevo, hasta que se consagrara el edificio con su altar fijo.

Así pues, la dificultad del ordinariato no serian las comunidades plenas, sino las parciales, donde unos quieren ser católicos y otros no. Quizás eso sea algo que puedan arreglar entre pastores. "Yo me quedo con estos y tu con aquellos", hasta formar comunidades plenamente católicas. La verdad, no lo veo TAN difícil, mucho menos imposible.
21/01/13 12:43 PM
  
DavidQ
Conviene recordar lo que dice el Evangelio de hoy (Mc 2,22): "No se pone vino nuevo en odres viejos".

Aunque muchos quisieran, no es conveniente imponer a una comunidad nueva costumbres antiguas, o la revienta. No podríamos entrar, a golpe y porrazo, a ponerles imágenes barrocas de santos a los edificios luteranos que por tanto tiempo se han distinguido por no tener tales manifestaciones. Aunque hay protestantes que rezan una versión antigua del Rosario, no podríamos tampoco llegar a ponerles de hoy para mañana las letanías lauretanas y el rezo de las horas en latín. Hay mucho espacio para ser católico sin ciertos ritos "viejos", muy beneficiosos para nosotros que somos "viejos", pero que chocarían de frente con estas nuevas comunidades. Todo a su tiempo.
21/01/13 1:48 PM
  
solodoctrina
Yo creo que el problema más angustiante para la Iglesia -cuyo propósito principal es salvar almas- es contar con sacerdotes, cuyo número está declinando desde hace décadas, en especial a nivel de religiosos.

Sin sacerdotes no hay Iglesia de Dios. Hay un innumerables comunidades católicas que desaparecen por falta de curas que las atiendan. Sólo con ellos la Palabra se contagia y crece.
22/01/13 12:21 PM
  
Dahrendorf
DavidQ: Creo, quizá me equivoque, que confundes el luteranismo con el resto del protestantismo. Los luteranos siempre se han sentido diferentes del resto del protestantismo, especialmente el calvinista y el pentecostal. Sí tienen actos de culto, sí tienen altares, sí celebran la Cena del Señor. Al menos los luteranos High Church. Esos pastores luteranos serían ordenados sacerdotes católicos, como lo han sido bastantes en Alemania, Estados Unidos o Suecia.
No veo grupos masivos en ninguna parte. Sí pastores interesados por aquí y por allá, especialmente en Alemania y Escandinavia. En USA casi nadie. Salvo la Anglo Lutheran Catholic Church, que no son muy de fiar. Además, hay que tener en cuenta que es normal que Muller se preocupe por estos temas. Él es alemán. El Papa es alemán. El Presidente de la Comisión para la Unidad de los Cristianos, Koch es suizo germanohablante. Todos conocen a los luteranos mil veces mejor que nosotros.
23/01/13 7:36 PM
  
Néstor
La afirmación de que los luteranos tienen dos sacramentos supongo que se refiere al Bautismo y a la Eucaristía. En realidad, tienen sólo el primero, pues éste no requiere necesariamente de un ministro ordenado para su realización. En cambio, la Eucaristía sí lo requiere, y los luteranos no tienen sacramento del Orden, así que tampoco tienen Eucaristía.

Al menos si siguen en esto a Lutero mismo, creen en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía (si bien rechazan la Transustanciación, que es dogma de fe en la Iglesia Católica). Pero eso no es lo mismo que tener ese Sacramento, pues esto depende, como ya dije, de que haya ministros válidamente ordenados, que no los hay en el luteranismo ni en el protestantismo en general.

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LF:
Digamos que creen en la existencia dos, pero tienen solo uno.
28/01/13 11:05 PM

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