Errores de organización en la JMJ
Sr directo, como participante de la JMJ, y desde la alegría de ver a una impresionante muchedumbre de jóvenes compartiendo una misma fe, unidos al Santo Padre y en comunión con toda la Iglesia, no puedo olvidar ni dejar de lamentar los graves errores de organización que convirtieron una experiencia en la que habíamos depositado tanta esperanza, en un acontecimiento que -por momentos- se convirtió en un verdadero infierno.
1- No me parece de recibo que hayamos tenido que esperar 4 horas el viernes de pie en IFEMA (que no está precisamente en un lugar céntrico) para recoger una acreditación y una mochila a la que le faltaba buena parte de su contenido. Por motivo de esa espera, acabamos llegando agotados a nuestro alojamiento para comer a las 6 de la tarde, por lo que apenas nos dio tiempo para llegar al final del Via Crucis en Recoletos. Fue un día perdido en lo espiritual, ya que ni pudimos acudir a la catequesis de la mañana ni al Via Crucis con el Papa. Eso es un error (o una falta de previsión de la Organización).
2- No pretendo que la JMJ se convierta en un resort de lujo, pero no es de recibo el que la organización obligue a los peregrinos a caminar durante 6 kilómetros (metro de la Peseta) hasta el aeródromo a las 3 de la tarde, a pleno sol, con 39ºC y cargados como burros, y que la organización no prevea (como mínimo) unos puntos de aprovisionamiento de agua por el camino o de acompañamiento de peregrinos.
3- No me parece de recibo que la organización haya utilzado la técnica del OVERBOOKING jugando con las ilusiones de los peregrinos. Y es que, habiéndonos inscrito hace ya 4 meses, es desilusionante comprobar que nuestra inscripción no ha servido para nada, ya que (a pesar de llegar con 3 horas de antelación) nos han privado de ver al Santo Padre en la vigilia de Cuatro Vientos metiéndonos en la zona sur (zona para no acreditados), la cual no tenía las condiciones mínimas para participar en un acto en el que, aparte de la alegría, hay que vivir intensos momentos de piedad, oración y escucha de la Palabra.
4- Las deficiencias de la zona sur eran clamorosas: Realmente no estábamos en la base de Cuatro Vientos, sino en una finca con una cota de altitud muy inferior a la base aerea (una especie de foso) en la cual era físicamente imposible ver los actos (ya que había una barrera natural de terreno que lo impedía). Sólo había dos pantallas para seguir el acto (una de ellas, defectuosa), el sonido defectuoso durante toda la tarde (antes incluso de la tormenta), cortes en el suministro de agua, inexistencia de contenedores de basura en las parcelas (basura volando por toda la explanada). Terreno recién desbrozado y no consolidado (tierra suelta y no pisada ni allanada, que se convirtió en barrizal). Inexistencia de luz eléctrica (¿es de recibo tener a a varios cientos de miles de personas en un páramo, pasando la noche en la más completa oscuridad?).
5- La falta de información desesperó a los asistentes de la zona sur: nadie nos decía por qué estábamos allí ni por qué no podíamos pasar a nuestro sector, simplemente se nos mandaba esperar junto a la valla de acceso al recinto norte, a la espera de que se nos permitiera entrar (algo que nunca ocurrió). La escena de la multitud desinformada agolpada junto a la valla, la rotura de la valla, y la carga policial contra los peregrinos es una imagen que nunca había vivido en una reunión con el Papa y que jamás se me podrá olvidar: miles de personas escapando corriendo, gente por el suelo agotada y asustada, personas llorando…
6- Sé que esto último no es socielmente correcto, pero la organización de Voluntarios fue un completo desastre. Hay que agradecer la labor impagable de los voluntarios que trabajaron y se dejaron la piel por nuestra comodidad, pero es de justicia decir que eran la minoría. De los 30.000 jóvenes que lucían la camiseta verde de “voluntario", muy pocos lo eran de verdad. La organización no supo ver que muchos jóvenes (demasiados) se apuntaron como voluntarios para disfrutar personalmente de las ventajas de esa condición, y no para ayudar a los peregrinos: ventajas como poder moverse con libertad por los actos y estar más cerca del Papa, o tener comida gratis aportada por la organización. Muchos de ellos (lo siento, niñatos y niñatas sin madurez suficiente para responsabilizarse de su importante tarea en un acto de estas características) utilizaron la condición de voluntario como una mera acreditación privilegiada: solicitarles alguna información se convirtió en una temeridad, ya que simplemente se inventaban la respuesta para “sacarte de encima", provocándote más confusión y desesperación.
Tengo 29 años, he acudido a JMJ Colonia y a otros eventos con el Papa (y también con el anterior, aunque siendo bastante niño), y nunca me ha pasado esto: no pude acompañar al papa y rezar en el Via Crucis, no recé en la Vigilia debido al caos existente y a las pésimas condiciones del sector sur. Al finalizar, acabé yéndome a mi alojamiento, agotado físicamente. El domingo no tuve el ánimo suficiente ni la fuerza física (tras dos jornadas agotadoras de contratiempos) para volver a Cuatro Vientos, y me limité a rezar con y por el Papa ante la TV, e ir a Misa por la tarde por mi cuenta.
Creo que la organización tiene mucho que reflexionar. Es cierto que ha sido un éxito de asistencia. Pero lo ha sido a pesar de la organización, no gracias a ella. El éxito de convocatoria se lo debemos al Santo Padre: él es quien tiene “tirón” entre nosotros, los jóvenes católicos, a quienes nos ha conquistado con su cariño y con sus sabias enseñanzas de Padre.
Siento haber sido tan negativo, pero para mí y para mi grupo no ha sido una experiencia agradable, a pesar de la visión sobrenatural y del ofrecimiento continuo de las dificultades. Pero todo tiene un límite.
Saludos en Cristo, recemos por los frutos de tanta gente a la que le habrá servido esta JMJ, y paladeemos ahora tranquilidad las palabras del Papa. Quizá los mayores frutos de la JMJ empiecen ahora (aunque no se vean…)
Carlos Perea
42 comentarios
La carta que te envíado está escrita en otros términos, y por los motivos que te he expuesto es mejor no publicarla.
No sabía que hubiera habido una carga policial. Yo me largué en cuanto acabó lo del Papa, porque por mucho entusiasmo que hubiera no era conveniente que 2 millones de personas pasaran allí la noche.
Me alegro que se expongan las quejas a la organización de esta forma tan competente, pero creo que no deberían hacerse públicas, sino llevarse por los canales adecuados.
La cosa es muy seria.
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LF:
Estoy recibiendo bastantes emails similares. Por eso he decidido publicar uno en concreto. Pero vamos, con este basta.
La JMJ ha sido un éxito, pero muchas veces a pesar de la organización.
Mi propia experiencia es que como profesional con experiencia en gestión de equipos me presenté de voluntario, me ficharon teóricamente como potencial voluntario de especial interés (por la capacidad de gestión; por llevar 8 años de voluntario en varias instituciones y por hablar inglés y algo de otros idiomas) y acabaron entrevistándome para asignación general, asociándome a una parroquia a la que no pertenezco y diciéndome con menos de 10 de la celebración que no se me requería (me interesé personalmente por la asignación y me despacharon con tópicos).
Recuerdo el artículo (aunque me puedo equivocar creo que) de Javier Tebas apuntando a algunas de estas deficiencias, y la respuesta de Luis Fernando criticando a este por 'alinearse' con los grupos críticos con la JMJ.
Luis Fernando te equivocas. Denunciar la realidad no es alinearse con nadie, y esos grupos indecentes que atacan la JMJ no mienten en todo. Exactamente igual que tú mismo cuando en el día a día vas criticando las equivocaciones y excesos de parte de los componentes de la Iglesia. Se denuncian los errores para corregirlos y por amor y aprecio a la Iglesia a la que se quiere pertenecer.
Un saludo en Cristo a todos.
Yo sin embargo recibí la Mochila el día 16 en el lugar donde me alojaba: Pabellón Joaquín Blumes en Torrejón de Ardoz. Nada de esperar en IFEMA y perderme el Via Crucis :S
Y después llegué a las 17:30 a Cuatro Vientos y aunque es cierto que no pude entrar en mi zona C9 debido a la afluencia de personas enorme... Nadie me mandó de ninguna manera a la zona de "no acreditados", sino que pudimos estar durmiendo en un lateral de Cuatro Vientos de la zona "con acreditación" aunque no fuese zona acordonada. Y de hecho más adelante nos facilitaron poder dormir en E8 sin problemas.
Sin embargo este chico, que llegó a las 15:00 (antes que yo) lo mandaron directamente a la zona "sin acreditación"...
Pues la verdad... aquí no entiendo de quién ha sido el fallo :S Pero seguro que el grupo de este chico no supo moverse demasiado bien por aquel ambiente y se conformaron con esperar...
Yo no he estado en Cuatro Vientos, ni en las catequesis, ni en el Vía Crucis, y he visto parcialmente cosas por la televisión. Principalmente porque he tenido que compaginar mi trabajo con la atención a mis cuatro hijos, ya que mi esposa ha sido voluntaria en la JMJ, y apenas las hemos visto en estos días. Algo que hemos asumido y aceptado con alegría para ayudar en un evento como este.
Ella sólo pudo estar en la despedida en Barajas, porque el resto del tiempo se lo paso, atendiendo y solucionando los problemas de los peregrinos, mientras otros asistían a los actos. Y como ella, muchos de los voluntarios que conozco.
Un saludo, y espero que la próxima tengas más suerte.
1. Tiene que hacer cola durante 4 horas. Las peregrinaciones son fatigosas. Esto no es nada y menos con 29 años. Antaño la gente se jugaba literalmente la vida por hacer una peregrinación.
2. Tiene que comer a las 6 de la tarde. Debería dar gracias por tener algo que comer.
3. Tiene que caminar durante 6 kilómetros. Eso es simplemente un paseo. Las peregrinaciones, en realidad, se hacen a pie con jornadas agotadoras de 30 o más kilómetros diarios, con tanto o más calor, y con mucha más carga a cuestas. Pero este flojo "peregrino" afirma acabar "agotado". ¿No estará usted enfermo? Porque acabar agotado por eso, no es normal cuando se tienen 29 años.
No había luz eléctrica... En fin... ¿Por qué no reservó una habitación en un Hotel NH? Lamento decirle que esta retahíla de quejas es simplemente ridícula, muy propia de una generación que piensa que tiene derecho a todo (aunque no pague por nada, porque ¿cuánto pagó usted por toda la organización que tanto critica?)
Me temo que el autor de esta carta no sabe lo que es una peregrinación, que implica dificultades, sacrificios y dureza.
Muchas cosas se te pueden decir, para sacarte del error en que te encuentras, al menos con varios temas de los que hablas. Pero yo me voy a permitir el lujo de hablarte solo de uno: los voluntarios.
Es tan injusto y tan poco caritativo lo que dices y como calificas a uchos de los voluntarios... que ojala nadie te trate como tu lo estás haciendo con otras personas.
Resulta que la inmensa mayoria de los voluntarios, lo han sido de alojamiento en sus parroquias, y que a pesar de ello, han tratado de ayudar en todo lo que han podido a todo aquel que le preguntaba. pero a lo mejor es que personas como tu exigis una respuesta que os de la razon, y ni siquiera pensais que, a nosotros nadie nos ha informado de muchas cosas.
¿Privilegios me dices? A los voluntarios de Madrid, querido amigo, no se nos ha dado comida ningún día, por la simple razón de que se nos ha pedido que comieramos en casa, para ayudar a la abaratar gastos de la JMJ.
¿Estar mas cerca del Papa y libertad de movimiento? Mira, la libertad de movimientos que teniamos, era la de recoger los papeles de picnic de la gente de la zona sur, y tras tragarnos la cola, recoger la comida y llevarosla, aun sabiendo que nosotros no teniamos derecho a ese mismo picnic (que por cierto, tambien habiamos pagado), por la razón que te he expuesto antes, y también lo hicieron con botellas de agua. Y muchos voluntarios y peregrinos (de esos que casi matan esos inconscientes que saltaron la valla) dieron toda su comida y bebida a los de la zona sur.
¿Tu si tienes madurez para acusar a la Organización de "obligarte a andar 6 kilometros cargado como un burro"? Mira, desde tren las aguilas, tenias 1,5 kilometros. Y por cierto, desde la peseta, hasta el lugar donde estaba el altar, hay 3 (y no 6) kilometros. ¿Quien te obligaba a andar, y mas aun, cargado como un burro? Me parece increible.
Y es mucho mas criticable, según parece desprenderse de tu comentario, que no pudierais entrar en tu zona, que el hecho de que en la avalancha de gente, cuatro personas, entre ellas un niño, fueran pisoteadas por la multitud (te quejas en tercer lugar de no llegar a tu puesto, y solo en el quinto puesto de la avalancha, que no fue por rotura, sino porque a algún inconsciente, y lo dejo ahi por no insultar, se le ocurrió sacar la valla de donde estaba sujeta).
¿Que pasa contigo? ¿Solo puedes acompañar al Papa, rezar con el y por el, si estás en primera fila? Y encima, criticando a los voluntarios (no a unos en concreto, sino a los voluntarios como conjunto), como si nosotros hubieramos organizado esto para molestar y dejar a gente fuera, que lo que si hicimos, fue aguantar amenazas e impertinencias de muchas personas, que se creen con el supremo derecho de que se les de la razón.
A mi me da que tu, lo que tienes, es muy poco espiritu de sacrificio. Y seriamente creo que quien tiene que reflexionar, eres tu. Que mucho ofrecimiento continuo no pareces hacer, cuando aireas con tan poco tacto y tan poca caridad este tipo de situaciones, atacando a diestro y siniestro.
Pero en una cosa si te doy la razón, y es que, si esto ha sido un éxito, no ha sido por la organización. Y aquí es donde se te ve el plumero: el éxito se debe a Dios, nada mas que a él: no fuimos a ver al Papa, por mucho o poco tirón que pueda tener, fuimos junto con el Papa, porque "queremos ver a Jesús", y allí le vimos, de mil y una maneras, en lo bueno, y en lo que no tan bueno (que también hubo, como es normal en todo lo humano).
Horas y horas de caminata, hinchazón en los pies, heridas, provocándome más cansancio, el peso de las mochilas, por la ropa que llevaba, el jabón para el aseo personal, la comida, el agua, medicinas dadas por perdida.
En varias ocasiones perdí de vista a mi grupo. Los mensajes del Papa, los de monseñor Rouco Varela, también del sacerdote que oficiaba la Santa Misa, para el grupo de Valencia, que hablaba la importancia de estar en la unidad. No ir cada uno por su cuenta.
Si fuera asi, luego no habría la preocupación como he causado, al pobrecillo coordinador responsable de la JMJ de mi ciudad, gracias a Dios, que el móvil se conseguía el encuentro. Pero a veces la falta de cobertura, o porque el móvil no se oía con claridad por los ruidos técnicos. En donde hubo una falta de cobertura, tuve que buscar ayuda en una persona voluntaria, que amablemente me ayudó con su teléfono móvil. En otro lugar, otra persona lo mismo, en la estación de la Renfe, hubo tres puertas de salidas, y gracias a un policía, me indicó donde había otra salida donde me esperaba el sufrido amigo.
Y es que no podía caminar con la rapidez de ellos, por los problemas de mis pies, y los riñones, que me agotaban tremendamente.
He oído a una persona de otro grupo, que se había perdido hasta 23 veces.
Faltaba para mejor organización, de desplazamiento más seguro, los autobuses que nos hubiera llevado a distancias muy largas.
Yo invito a todos los sacerdotes que en los momentos de que los peregrinos estén en el autobús, para otras ocasiones parecidas, que predique el Evangelio, porque así los jóvenes irán conociendo el mensaje de Jesucristo. Cuando no se habla de la santidad en momentos importantes, que la parroquia organiza, ya para un evento como la JMJ, ya para una excursión de un día, sea para jóvenes o mayores, tendrán que rendir cuenta al Señor. Puesto que no escuchan al Señor, cada uno comete pecado contra Dios, con palabras, obras, gestos. Una dolorosa y amarga experiencia viajar así.
Eso sucede, que si no se les habla de la vida de pureza, de cierto que habrá personas jóvenes o mayores que entregarán durante el viaje, su corazón al pecado, y Satanás se alegra mucho de cosas así.
He conocido a un uruguayo que participaba de la JMJ, su única compañía: Jesús, tenía unos setenta años, se sentía jóven. No tenía la preocupaciòn de estar pendiente de un grupo, que terminaría por abandonarle, pese a su edad.
Al parecer, uno puede ir solo, pero más seguro, pero en parte, porque los ladrones rondan a los que van en soledad y no respetan a nadie.
Yo iba cerca de mi grupo, intentaron robarme dos veces, ´con lo consiguieron. A una joven de Valencia, desgraciadamente la robaron su documentación, la segunda vez, yo que estaba allí, lo evité, fue en el metro, cuando le sorprendí, no tuvo más remedio que dar media vuelta, y con prisa bajarse. Uno de estos granuja, tenía como un pañuelo largo en la parte derecha, con el cual, escondía su mano, para intentar abrir las mochilas de las personas que se descuiden.
Pero, los ladrones no pueden heredar el Reino de los cielos, sus obras malas les llevarán directamente a los tormentos eternos.
Debemos aceptar de una vez las enseñanzas del Evangelio y que la Iglesia, nuestros pastores, nos enseñan el camino de la unidad, de la caridad, de no dejar al necesitado abandonado.
Debemos renunciar de una vez para siempre, todo tipo de egoísmo, pensar mejor los detalles para que nadie en casos como este se vea abandonado por su grupo.
Por cierto, también perdí de vista a la bandera de mi grupo, en un momento que me puse a la sombra y aliviar mis doloridos pies, con heridas. Yo sé que no soy el único que lo ha pasado así. Otros lo han pasado peor.
Por el tremendo cansancio no pude asistir al Vía Crucis, me tuve que quedar en el alojamiento, después de una refrescante ducha, pero los dolores todavía los tengo, y lo debo tomar como una bendición de Dios, todas esas cosas que me ha ocurrido, porque todo lo que nos sucede, si estamos en gracia de Dios no perdemos la alegría ni la paz.
Lo que realmente sobra es el comportamiento de quienes sean, cuando son contrarios a la vida de santidad, eso es mucho más grave, porque por ahí se ve la sombra de Satanás
La vida espiritual es importante para el peregrino, en la vida espiritual no cabe canciones profanas, sino que en todo momento hemos de rezar, cantar al Señor con gozo y alegría, las canciones preciosas que son inspiradas por el Espíritu Santo, no por cualquier composición humana, que aunque tengan letra religiosa no invitan a la verdadera piedad ni vida de santidad.
Otro aspecto muy interesante, que cada ocupante del autobús, para evitar al tentador, que lea en voz alta unas palabras del Evangelio, o palabras del Papa, luego unos minutos de silencio para reflexionar, y el sacerdote podría hacer preguntas sobre lo que te dice a ti, a mí, después de un tiempo, si el viaje dura muchas horas. Se puede rezar cada uno, un misterio del Rosario, los que no lo sepan, prestarle un librito para ir rezando en voz alta, esta devoción celestial.
En todos los actos espirituales, la conducta mundana y carnal debe quedarse fuera de nuestras vidas, pero para siempre.
¿Cuántos son los enemigos del alma? Todo esto puede organizarlo el sacerdote en provecho de las almas, el Catecismo de la Iglesia Católica. hay muchas soluciones para evitar el caos infernal en cualquier viaje de peregrinación, de visita a un santuario, de un día de excursión organizado por la parroquia.
¡Señor Dios mío! ¿Quién va a hacer caso de los aprovechamientos espirituales?
Desgraciado de mí, cuando en los viajes de peregrinaciones, con mis pecados de palabras de obras te alejo para tener a Satanás por mi padre. Yo no lo quiero Dios mío, porque Tú eres mi padre, y quiero obedecerte a ti, reniego de mis pecados de pensamientos, de palabras y obras.
Si buscamos a Dios, le tenemos por padre.
Si nos olvidamos de Dios a conciencia, no le tenemos por Padre.
Como madrileña me ha parecido lamentable la organización. Es para mí inexcusable los siguienes aspectos:
- El agua no llegaba, antes de entrar durante el trayecto nos decían que había mucho agua y servicios en el interior, como se alargó mucho la entrada, ya alguno del grupo cayó fruto del calor. Pero cuando llegamos vualá los grifos echaban un chorrillo de risa. Se empezó a agolpar gente en los grifos, mientras que la gente que necesitaba ese agua se iban cayendo como moscas. Los sanitarios que fueron los únicos voluntarios que sabían lo que hacían estaban desbordados. Siguiente alternativa comprar algo en los bares, de nuevo se agolpó allí la gente para conseguir algo de agua. Nos cobraron el agua hasta las 6:30 aprox....en mi grupo sé que nos gastamos unos 150 euros en agua para "sobrevivir·. A continuación dijeron que venían camiones pero nunca llegaron a nuestra zona. Por último y debido a la situación tan crítica que se estaba produciendo dieron el mensaje que de parte de la presidenta (creo que de la comunidad de Madrid) se regalaba el agua en Arturos (cadena de bares allí). La verdad es que es patético la falta de reacción. Nosotros nos pasamos desde las 12.30 que estábamos en Aluche hasta las 6:30 sin agua provista por la organización. Me temo que no hay excusa.
- No hubo ni homilia del Papa ni papamovil ni nada semejante. Por la tele habrá quedado estupendo pero honestamente al peregrino no se le ha tenido en cuenta. Nosotros estábamos acompañando a peregrinos del Pacífico, a los que les ha costado mucho venir y me parece una falta de respeto enorme que no tuvieran los diales de traducción, no sé si no los dieron (yo desde luego no los escuché) o si luego no se cogía bien la señal pero en cualquier caso muy mal.
- Por último no dar la comunión a los peregrinos es el remate. Pues si la tormenta hace que las formas previstas en las carpas no se pueden repartir desde allí, coges los 1000 sacerdotes concelebrantes y la repartes como se pueda, como si tenemos que esperar media hora más pero la salida fácil de no intentarlo una vez más no me convence.
- Y por supuesto, los miles de peregrinos acreditados que se han quedado fuera del recinto, fatal, fatal, fatal.
Yo también siento ser muy crítica pero aún me molesta más que no se reconozca la verdad. La tormenta es lo mejor que tuvimos, se empeñan en los medios en decir que fue lo más duro, si no es por la tormenta y la nube providencial que nos dió sombra habría habido todavía muchas más incidencias sanitarias. La tormenta nos dió un respiro y lo duro de la jornada fue la falta de agua, el calor y la nefasta organización. Por cierto es la cuarta JMJ a la que asisto y sin lugar a dudas la peor organizada.
Isabel
Yo pasé la noche allí y no fue muy distinta ni a Colonia ni a Sidney (a lo mejor en Colonia había césped, no lo recuerdo bien), pero no ver ni siquiera el escenario fue lo peor.
La organización regular, pero todo sucede para bien de los que aman a Dios, así que el hecho de que nos saquen de nuestra comodidad, de nuestros "derechos" (por el tema de la acreditación y tal) etc., me ayudó a ponerme un poco de cara al Señor y, como me dijo mi madre antes de salir, vivir todo, lo bueno y lo malo, como una bendición.
Esperemos que si podemos ir a Río podamos ver algo :)
Evacuar a casi dos millones de personas que salen casi al mismo tiempo es muy complicado, así a la vuelta al metro de La Peseta volvimos a pasar por el bosque de pinos que tenía mucha sombra y volvió a ser agradable porque ya sobre la una de la tarde apretaba el sol, pero lo malo fue la entrada al metro, se hizo un tapón de peregrinos, en el que estuvimos unos cuarenta minutos bajo un calor sofocante. En la entrada había policías nacionales que con amabilidad pedía que no corriésemos, temían que se provocase accidentes por avalancha.
Creo que hubiera sido bueno organizar un poco más el transporte de los que salían de Cuatro Vientos aunque es lógico que sea problemático desalojar a 2 millones de personas. Quizás con autobuses de refuerzo que distribuyesen a la gente por zonas... y también los voluntarios podrían haber organizado una cola ordenada para entrar al metro, y poner algo de sombra, dar agua... alguien se lo sugirió a los policías para que lo hicieran pero se veía que estaban desbordados. Por otra parte pensaba que nos iba a costar más tiempo entrar en el metro viendo los miles de peregrinos que se dirigían hacía él, me preguntaba cómo se podía transportar a tal magnitud de personas.
De todos modos mi impresión es que en general visto desde fuera la organización que me pareció compleja fue un éxito, en los actos de Madrid todo fue bien, y con tal magnitud de asistentes es inevitable que ocurran fallos, siempre hay fallos en cualquier tipo de acto y se hacen mayores cuanto más voluminosa sea la asistencia. Quizás los fallos que comentemos puedan servir de sugerencias para futuras convocatorias, cosas a tener en cuenta para preverlas.
Me llamo Germán, soy de Madrid y fui a Cuatro Vientos con mi familia (mujer y dos hijos ... el tercero se quedo en casa ¡menos mal! pues solo tiene 3 años) acompañados de dos familias tambien con niños. Llegamos a Cuarto Vientos en torno a las 6:30 y los accesos estaban cerrados, estábamos acreditados y solo pudimos acceder a la zona descrita en el correo de Carlos, lo peor es que no tenía ninguna visibilidad.
No pudimos ver al Papa y fue muy dificultoso el seguir la vigilia, resalto el buen ambiente que se vivía allí, a pesar de todo, entre los cientos de miles de peregrinos acreditados que no pudimos acceder a Cuatro Vientos, se vivió con Fe y Alegría, peor fue el hecho de no poder comulgar por el incidente de la tormenta.
Solo un pequeño tirón de orejas para la organización porque se les fue de las manos la entrada de peregrinos ¿entro gente sin acreditar? ¿se dieron más acreditaciones de las que podían ser alojadas en el recinto? ... en cuanto a los voluntarios felicitarlos, es verdad que estuvieron muy desorientados con este asunto, pero es que no tenían más información, recuerdo que tenia al lado un voluntario, bastante enfadado y frustrado, jefe de grupo, que hablaba por radio con alguien de la organización pidiendo datos y en ningún momento pudo decirnos si podríamos acceder o no al recinto de Cuatro Vientos. Si por megafonía hubiesen dicho algo creo que todos lo habríamos aceptado de buen grado, pero la falta de información propició que miles de peregrinos, con la esperanza de pasar en algún momento, se aglomerasen en la valla de protección.
Bueno, no digo que espero que aprendan para futuras ocasiones (aunque nunca se sabe) porque después de dos JMJ en España no creo que veamos una tercera.
Por lo que yo he observado que la organización de la JMJ, no ha sido un fracaso, lo que se debe corregir son los grupos de los distintos puntos de España, en cuestiones de grupos de salida, porque en Madrid, no podemos tener quejas de ninguna manera. La JMJ, un servidor como otros participantes hemos quedado muy satisfechos. Los voluntarios ayudaban de verdad, no eran ignorantes de ninguna manera.
Se debe reclamar no a la JMJ, sino a los responsables de los puntos de España, para que en todo el viaje se de gloria a Dios con alegría, oraciones, cánticos de alabanzas. Pues si vamos a un lugar de encuentro con el Señor, uno de los errores que se debe evitar, son las canciones profanas, del mundo, y que los peregrinos que vayan en los autobuses deben comportarse con la dignidad y santidad cristiana.
Yo sí que tengo que felicitar a la organización de la JMJ, en el aerodromo, había agua para todos, cuanto lo cortaron, era para evitar que la gente fuera de aquí para allá, mientras el Santo Padre estaba presente. Puesto si vamos a ver al Papa y a escucharle, es de mala educación y nada cristiano, que uno se vaya a por agua. Gracias a Dios que lo cortarón. Hicieron mal esas personas que comenzaron a hacer críticas y murmuraciones, descontentos, qué felices hubieran sido con Cristo en la propia vida. Sin Cristo todo es amargura, resentimientos, rabias, porque las cosas no han salido a nuestra medida. Hemos de aprender de la humildad de Jesús y María Santísima, ellos padecieron siendo inmaculados, puros, castos. Nosotros con nuestros pecados hemos de cambiar, hacer una renuncia al hombre viejo, y vivir conforme al Divino Corazón de Jesús..
A todos los voluntarios y voluntarios que me ayudaron, y otros muchos, muchísimas gracias de todo corazón.
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Para mejorar los grupos de salida en alguna peregrinación espiritual.
Una nueva propuesta, es muy interesante, para que el sacerdote no se canse hablando de temas espirituales, conocéis muy bien la existencia de reflexiones, oraciones, temas espirituales grabados en DVD, CD, documentales y películas religiosas, vida de Jesús, de santos con aprobación eclesiástica. Lo importante que en las mentes no entren las porquerías del diablo, que ensucia tantas almas manchándolas con el pecado. Se debe evitar todo eso que nos aparta de Cristo.
Insistiendo que en los viajes que organizan las parroquias para visitar santuarios, peregrinaciones por ejemplo a Tierra Santa, etc. Es necesario la renuncia a la vanidad del mundo, o mejor quedarse en silencio, meditando la Palabra del Señor, rezando devotamente, y no tanta cháchará ni cotilleo entre personas sin fe.
¿Vamos en busca del Señor? Dejemos lo mundano en la basura.
Francisco, Mariano, Guillermo, etc... ¿por qué atacáis con tanta saña e intentáis tapar la verdad machacando al que la dice?
Lo más normal del mundo es no coincidir plenamente con todas la opiniones, aunque más o menos se compartan algunos puntos de vista. Este chico denuncia de una manera bastante correcta lo que pasó por parte de la organización por mucho que nos duela. Es más, se queda corto.
Hay miles de personas que pagan su entrada y invierten mucho dinero y tiempo para ver al Papa y les dejan tirados. El escenario casi se viene abajo, se derrumban carpas, con peligro de muerte a los que están debajo. Se acerca una tormenta y en lugar de evacuar la zona y asegurar que la gente se aleje de pantallas, postes, etc.. nos reímos de la gracia. Se nota que era gente de ciudad, donde hay pararrayos. En el campo los rayos matan, y en casi 200 Ha la probabilidad de que cayera un rayo era altísima, etc..
Así que, efectivamente, un recuerdo genial a pesar de la organización. Peregrinación no significa que la gente tenga que soportar chapuzas, riesgos graves y decepciones debido a la falta de pericia de otros, y que haya que justificar justamente lo que hay que corregir.
Desde luego, de las visitas papales, macromanifestaciones, y eventos similares la peor gestionada.
Lo primero que quiero hacer es aclarar que lo que a continuación voy a escribir lo hago con el ánimo de ayudar y no de criticar.
Soy uno de los pocos voluntarios que trabajo el sábado en cuatro vientos en la zona sur. El turno de mi grupo (unos 25 voluntarios) teníamos un turno que iba desde las 3pm a las 11pm, pero que debido a el caos y a la falta de relevo por parte de otros voluntarios se termino alargando hasta altas horas de la madrugada. Como voluntario quiero hacer hincapié en los puntos 4, 5 y 6, sobre los que puedo arrojar algo más de rigor, el resto de puntos no me parecen del todo acertados:
1.- Si todos los peregrinos esperasen hasta el último momento para recoger las cosas, sería un caos, así que en estas situaciones el sentido común recomienda hacer estas cosas con antelación.
2.- El camino no era para tanto y siempre es mejor dar la posibilidad de poder salir a pie que no tener que esperar a un autobus. Esto lo digo por que en la JMJ de Colonia, me toco esperar 12 horas desde el final de la eucaristía hasta que nos toco el turno a nuestro grupo de montarse en un autobus para salir.
3, 4, 5 y 6: Entiendo que la falta de acondicionamiento de la zona sur se debía a que no se esperaba una gran afluencia de gente hasta el domingo por la mañana, pero debido al overbooking (ya que durante toda la mañana apenas se miraba la credencial y por tanto mucha gente sin acreditación termino entrando en la zona norte) la zona sur se llenó de peregrinos descontentos y enfadados, y para mí con razón.
Digo que tenían derechos a estar enfadados ya no solo porque no pudiesen entrar a la zona que tenían reservada, sino sobre todo porque no tuvieron acceso a la comida con el ticket del picnic que venía con la credencial.
Lo más triste (sobre todo como voluntario) fue ver como los voluntarios según iban llegando a cuatro vientos se dedicaron a ir a la zona norte a coger sitio en las parcelas asignadas a otras personas y desatender por completo las tareas que, se suponen, deberían estar haciendo. De verdad que durante toda la tarde y noche del sábado, a todo el grupo de voluntarios que me acompañaban nos dieron ganas de dejar nuestra "obligación" y disfrutar del evento como un peregrino más, pero posiblemente por amor al hermano (y sobre todo por decencia) desistimos de toda posibilidad de ver o escuchar el encuentro para socorrer a la gente del sur.
Durante todo el tiempo en el que el sur fue un autentico caos (las ambulancias no podían pasar, el samur estaba colapsado, el agua era insuficiente, ...) lo peor fue ver que ninguno de nuestros jefes de organización bajo a la zona sur para dar indicaciones.
Sin embargo agradezco que el autor de la carta haga diferencia entre los voluntarios que hicimos todo lo posible para atender a la gente y los que simplemente lo eran para acceder a sus privilegios. Todo lo poco que se pudo hacer el sábado por la gente del sur (alguna comida y agua fundamentalmente), fue gracias al esfuerzo de unos pocos voluntarios, que ya indignados por el comportamiento de la gran mayoría de sus compañeros, sacaron fuerzas de donde no las había y cada uno hizo el trabajo asignado a varios voluntarios.
Saludos
Juan G
Y el segundo, es el punto 6 del artículo: el 90% de los voluntarios no parecían voluntarios en absoluto, sino meros enchufados que por lucir camiseta verde iban por donde no podía ir nadie más. Ni sabían qué hacer la mayor parte de las veces, ni te sabían indicar gran cosa cuando preguntabas. Al final era siempre la policía la que resolvía las dificultades.
Yo estuve barajando apuntarme como voluntario, pero sinceramente tampoco soy un papaboy, así que no muero ni mato por acercarme al Papa, como parece que sí hicieron algunos. Además, tampoco disponía de mucho tiempo.
A mí sinceramente la organización de las comidas con vales canjeables en multitud de establecimientos y los lugares de acogida (seguro que los hubo mejores y peores), me parecieron todo un acierto. Las actividades realizadas, muchas de ellas muy buenas, y otras desde luego mejorables. Mejorable el YouCat ése, los tiempos de espera en los actos del Papa, que me parecieron rellenos por frivolidades prescindibles, y alguna otra cosilla, pero en términos generales muy bien.
A todos se nos ocurren cosas una vez pasada la JMJ, pero he de decir que en general, dada la dificultad de mover de un lado a otro a 2 millones de personas y que no tengan dificultades de abastecimiento y de asistencia sanitaria, hay que dar un aprobado alto a la organización.
No recuerdo nada especialmente malo como los comentarios que hacéis aquí.
Tampoco recuerdo que fuesen muy costosos los kilómetros que tuvimos que andar en Valencia desde donde nos dejó el autocar, con mochilas, carritos de los niños, niños pequeños, algún que otro balón de fútbol que se nos coló en un colegio, etc. Entre otras cosas tratamos de ir alegremente a un encuentro que a quien más costaba era a los niños.
No recuerdo que la organización nos diese agua, pero la llevábamos nosotros, y también era verano. Y biberones, y comida, y etc.
Estuvimos en un sitio que no nos correspondía, porque era imposible llegar al nuestro. No se veía el escenario, y lo seguimos a través de la pantalla más cercana.
He oído criticas de voluntarios, de peregrino, de ciudadanos,…, a la organización. Y también muchas alabanzas.
Lamento que una sola persona lo pase mal, y que exista un solo error, sobre todo porque tendemos a exigir la perfección. Pero miedo me da pensar que yo hubiese organizado un evento con estas magnitudes.
Como dije los errores hay que decirlos para tratar de corregirlos. Pero otra cosa es indignarse quizás por nuestra pequeña tolerancia a encontrar piedras en el camino.
Querido Carlos: tienes 29 años. Ya no eres joven.
Había que estar pendientes del email para saber qué y dónde había que recoger cosas para preparar el alojamiento de los peregrinos.
Alguién me comentó hace meses que la previsión de sitio en Cuatro Vientos era 1 metro cuadrado por persona ( o sea se imaginaban todos de pie sin saco ni nada)
Si las carpas no se montan completas, con puerta y todo no es extraño que salgan volando. Las que estaban correctamente instaladas no les afectó el viento.
Los voluntarios de más de 35 se nos dijo que no ibamos al Ifema el domingo para que sólo fueran jóvenes; lo que no nos dijeron es que junto a los jóvenes si eras de determinado movimiento (Obra) no importaba tanto la edad y te dejaban entrar.
Creo que fue un caos y el señor de la Cierva le conviene presumir menos y reflexionar más el desastre que ha hecho.
Por cierto he recibido un correo para ir a Cuatro Vientos a limpiar, para eso parece que mi edad no importa.
-No se encuentra a 6km de La Peseta, sino que al menos al mitad.
2.- Todos sabiamos que habia que llegar temprano, creo que es una irresponsabilidad llegar solamente 3 horas antes (por algo en el picnic estaba previsto el almuerzo del sabado). Nosotros llegamos a las 10.30 AM y no tuvimos absolutamente ningun problema, todo impecable.
Ademas, de los voluntarios tengo la mejor impresion. Es verdad que no siempre tenian la informacion necesaria, pero su disponibilidad y amabilidad era tremenda, ademas, la gran mayoria destacaba por su piedad.
Por ultimo; debemos entender que se trata de un evento con dos millones de asistentes, por lo cual los imprevistos y fallas van a existir siempre.
En todo caso, para mi la organizacion fue EXTRAORDINARIA. Felicidades al pueblo Espanol.
p. Carlos
De esta de Madrid no tengo ninguna queja. No porque no haya cosas mejorables sino porque uno ya va sabiendo lo que se va a encontrar. si para organizar una cena con 20 amigos ya es difícil saber cuantos acudirán al final y quien ha pagado y quien no, cuando se organiza para estas aglomeraciones no se pueden pedir peras al olmo.
Eso no quita que la de Roma estuviera mejor en cuanto al agua y el transporte, sin embargo:
En mi caso no pasé sed en ningún momento. Llevaba, como es lógico, dos litros en mi mochila y cuando tuve que llenar en los grifos de cuatro vientos esperé una cola de apenas 5 minutos. (no fui a los del centro donde estaba todo el mundo sino que daba un paseo hasta los de los extremos). Lo mismo era aplicable para los servicios.
No pude entrar en mi sector, es cierto, y tuve que verlo desde atrás del todo, pero ya iba mentalizado para ello. Sin problemas hubiera entrado en cualquier sector de los de alante pero con chicos a mi cargo no era plan dejarlos tirados por buscar un sitio para mi. El ambiente atrás siempre es de más jaleo, pero a cambio tenía cerca las capillas de adoración donde pase un buen rato de la noche ante el Santísimo (no sé a que hora las desmontaron).
La entrada y la salida me resultaron bastante fluidas para lo que resultan estos actos. No fui a Colonia pero me dijeron que fue mucho peor. A la parada de la peseta tarde menos de media hora en llegar y entre enseguida. Tras hacer dos trasbordos y caminar media hora desde mi ultima parada hasta el alojamiento llegué a las 14,30 a mi destino. (Creo que es bastante aceptable la marca).
Las mochilas las teníamos en el alojamiento el día que llegamos (Éramos un grupo de 160 personas).
Los voluntarios no tengo opinión formada pues habría de todo. Entre niños de 16 años y gente más veterana no se puede generalizar.
Sobre no dar la comunión: No es obligatorio comulgar y la mínima posibilidad de no guardar la máxima dignidad en el trato a la eucaristia me parece razón para no darla. Yo pude comulgar sin problema por la tarde. Peor hubiera sido los caos en la distribución que he visto en otras ocasiones.
En resumen: hay que saber a lo que se enfrenta uno en estos acontecimientos y usar la cabeza sin esperar que le den todo hecho. Los problemas son imposibles de evitar entre tanta gente pero es bueno tomar nota para otras ocasiones. No obstante, las quejas me parecen desmesuradas aunque quizá el autor de la carta haya tenido mala suerte o un mal día.
Lo importante era estar allí, rezar, dar testimonio con nuestra presencia y poner buena cara ante una peregrinación que debía saberse de antemano que tiene mucho de penitente.
Yo me lo pasé genial y "sufrí" de buena gana lo mismo que el resto.
Un saludo a todos.
No me parece de recibo. Y a nosotros nos dijo la policía de que ya estaban cerrados todos los accesos, que se abriría el 4, tal vez. Así que con ese planazo, no nos podíamos quedar en una zona sin agua ni servicios, y luego con la tormenta encima, tuvimos que marchar.
Vamos, que el sistema de acreditaciones ha sido un timo y que, en mi opinión, roza la estafa.
Y encima nadie de la organización se ha disculpado.
Así que nos quedamos sin vigilia ni misa del Papa, porque ¿para qué volver si en la Cope decían que por favor, no fuera nadie más que no se cabía?. Si no es por el via crucis y posterior procesión (maravillosos e inolvidables), no hubiéramos participado de ninguna celebración de la JMJ.
Es la tercera JMJ que voy y en todas teníamos que caminar unos Km, es normal! el camino a tor vergata (Roma) pienso que fue mayor!
En relación a los voluntarios, todos fueron muy amables!!!muchas gracias!!
“no fuimos a ver al Papa, por mucho o poco tirón que pueda tener, fuimos junto con el Papa, porque "queremos ver a Jesús", y allí le vimos, de mil y una maneras, en lo bueno, y en lo que no tan bueno (que también hubo, como es normal en todo lo humano).”
Aquí lo intentaré resumir.
La Organización JMJ ha sido ejemplar en todos los sentidos, el orden de los organizadores es una realidad, los voluntarios como voluntarias se han mostrado con mucho respeto y caridad cristiana. Yo les estoy muy agradecidos por toda la ayuda que he recibido de ellos.
El agua, cuando en unas fuentes cortaron el agua, una amable voluntaria me indicó el camino, dónde podría encontrar más agua.
La causa de que lo cortaron del grifo, tiene su razón y su verdad. Porque el Santo Padre estaba a punto de salir por las pantallas, y si la gente fuera de aquí para allá, no atenderían al Santo Padre.
Era necesario racionar el agua. Antes de llegar al aeródromo, en los balcones de una calle y de otra, habia personas de buen corazón que aliviaba a los peregrinos arrojándoles agua. El agua no nos faltó. También hubo algún camión, organizado por la JMJ, que con una manguera echaba agua a todos los que pasaban por allí, ¡cuánta alegría de los peregrinos! Y como sabían agradecer estos gestos de caridad cristiana.
Hay una foto por ahí, en que un voluntario abraza cariñonasemente a un monje, y ambos estaban padeciendo las insolencias y desprecios de sus perseguidores.
En el aeródromo había contenedores donde podía tirar los restos de basura, estaban a rebosar, pero no era justo ni nada limpio que las personas tirase la basura muy alejados de los contenedores.
Por allí, en la base, como señala Carlos Perea, no había foso para los peregrinos, eran extensas zonas bien ámplias donde todos los peregrinos para colocarse, se puede ver bien por las fotos aéreas que tomaron desde helicópteros. Una buena organización.
No había leído todo el mensaje de Carlos Perea, y por un error mío, le he dado la razón, pero con esto yo rectifico, porque no me gusta la mentira.
Hubo un fallo técnico que no es culpa de la Organización de la JMJ, y fue esta organización que resolvió el problema, diría en menos de 15 minutos.
Yo vi que la multitud de personas que estaban en esas zonas, estaban muy felices, nada asustados. Todo esto lo voy diciendo desde mi ángulo de visión.
Volviendo a los voluntarios, a mí, que yo andaba perdido, sin saber en que punto de la zona F5, porque era muy extenso, el voluntario que me había ayudado a llevar el peso de mi equipaje, no me dejó solo hasta que apareció el coordinador de mi grupo, porque hablamos por teléfono.
Cada uno de todos ellos, voluntarios, se han comportado como autenticos hijos e hijos de Dios.
Hubo personas desde niños hasta ancianos, que se perdieron, gracias a esta ejemplar organización, pudieron encontrarse o con su familia o con su grupo.
Ya de regreso, por un poco se queda otra persona en el camino, cuando ya nos habíamos puesto en marcha el autobús. Pero esto sucedió en un descanso en una gasolinera. Ya terminada la jornada.
El caso de Carlos Perea es uno, y habrá sufrido lo suyo.
Mi caso es otro. Todos los casos no son iguales. Pero una cosa debe ser, que no debemos hacer críticas contra la Organización de la JMJ, no podemos ponernos en el mismo nivel de los ateos y laicistas y libres pensadores, de todos esos grupos que se comportan como demonios para despreciar lo que sea la JMJ.
Como dice un autor, que el éxito de la JMJ se debe a Jesucristo, lo cual es cierto, no se equivoca, pero añado, que los organizadores, voluntarios y voluntarias, en mi caso, y en el de otros, se dejaron guiár con humildad y amor por el Espíritu Santo.
Lo que allí ocurrió es vergonzoso para la organización del JMJ, señores, si van a hacer una discriminación por edad, hacen dos tarjetas, una para las personas de 36 años o menos y otra para las de 37 años o más. Pero no se pongan a poner la fotografía a unos y no ponérsela a otros, porque siempre habrá alguien que le plante la foto, como hice yo, ¡ Menudo delito!. Oye, y amabilísimo el Jefe de la entrada, a quien preguntó la chica que revisaba con el scanner las tarjetas, me dijo textualmente:” Haga el favor de marcharse y no volver”, mientras se quedaba mi tarjeta. Genial, por mi se puede guardar por donde me sé.
Que al final cupieron todos, pues vale, pero no es de recibo que muchas personas pasaron con tarjetas que ni siquiera eran las suyas, porque no les había llegado, y que hubiera ocurrido de haberse llenado el recinto con gente joven, que a los adultos les habrían dejado fuera. En fin. Desde luego las cosas no se hacen así, y menos con las personas que hemos puesto nuestro tiempo a favor de la JMJ.
Y no me digais que ser peregrino es esto. Si me cobras un dinero a cambio de algo es de justicia recibirlo, o devolver el dinero.
Es que una JMJ es asi... Y a quien no le guste, que se vaya a un NH como ya se ha dicho arriba.
Cuatro Vientos: La Policía Nacional, dependiente del Gobierno, hizo en todo momento lo que le dio la real gana. Abrían y cerraban los accesos a Cuatro Vientos según les daba la ventolera, de modo que ni siquiera el hecho de llegar antes que otros peregrinos garantizaba poder entrar. Muchas acreditaciones no sirvieron absolutamente para nada y la desinformación a los peregrinos fue total en todo momento.
Me ha llegado también el hecho de que no se administró la Comunión en la Misa, no porque las formas se echaran a perder por la tormenta (no, al menos, parte de ellas), sino porque la Policía, según dijo, temía que se produjeran aglomeraciones peligrosas (ja, tararí, eso era previsible con meses de antelación) y fue quien canceló las comuniones.
No es que diga que haya habido un cierto boicot policial a la JMJ pero, ciertamente, hubo momentos en que no pude evitar tener esa impresión. Si el acto de Cuatro Vientos dependía, en parte, del Gobierno sociata de España, enemigo de la Iglesia Católica, entonces, puuufff... todo es posible.
No creo que decir estas cosas sea hacer el juego a los laicistas. Lo que es verdad, es verdad. No se puede exigir a los peregrinos que digan que todo, todito, fue perfecto en la JMJ, cuando no fue así.
Eso sí, el comportamiento de la juventud católica, en todo momento, fue espectacular y muy meritorio, sobre todo en Cuatro Vientos y no sólo por la tormenta... Y no cabe duda de que la JMJ ha sido un momento muy especial de gracia y un signo de la Misericordia del Señor para con España. Gracias sean dadas a Él, al Papa, a los jóvenes y a cuantos han hecho lo que ha estado en su mano para que la JMJ fuera un éxito. No hay duda de que lo ha sido, pese a todo.
Por otro lado, estoy de acuerdo con Pepiño. Ser peregrino no es equivalente a ser imbécil de nacimiento o semi-suicida, como algunos lectores pretenden. Cuando yo iba caminando hacia mi zona-quinta puñetísima, me moría de pena viendo a peregrinos de países muy lejanos (o aunque no fueran tan lejanos), con acreditaciones de zonas más que decentes, viniéndose también al mismo sitio. No todos éramos peregrinos de casita, muchísima gente había hecho grandes esfuerzos económicos y viajes muy largos para poder estar en Cuatro Vientos; me pareció terrible que, después de tanto, se tuvieran que quedar parados en la raya de la meta; esto es, sin poder entrar o entrando, pero sin poder ver nada. Y menos mal que la nube de la tormenta nos tapó el sol durante el paseo... siento que luego lloviera, pero fue una bendición que no nos diera el sol a los peregrinos en esos momentos.
Que uno ofrezca a Dios las cosas negativas sufridas no supone tener que mentir diciendo que todo fue estupendísimo. Hubo cosas estupendísimas y otras no tanto. Ésa es la verdad y no va cambiarla el hecho de decirle a Carlos Perea que se calle.
Lunes 15 llegada por la noche a Madrid, duermo con mi grupo de voluntarios en un instituto público, sobre el hormigón del patio, que no es precisamente la cama más cómoda. Gracias a esta cama resurge en forma de hernia discal una lesión de espalda.
Martes 16 trabajo en el IFEMA durante toda la mañana. Calor, sed y broncas. Tarde libre.
Miércoles 17 ensayo del Via Crucis durante toda la mañana en Recoletos con los grupos que llevarán la Cruz. Tarde libre.
Jueves 18 trabajo desde las 9 de la mañana para preparar la llegada del Papa a Cibeles. 12 horas a pleno sol, en el asfalto caliente, y las últimas 5 de pie sin poder sentarse. Descanso (ducha, cena, cambiarse de ropa) hasta las 12 de la noche.
Viernes 19 desde las 00:00 en el Ayuntamiento, que hay que mover el paso de Orihuela. Traslado del paso hasta su estación y guardia junto al mismo toda la noche hasta las 9:00 de la mañana, que viene el relevo. Resto del día libre. Duermo dos horas en un banco del retiro, y por la tarde de seguridad en las horas previas al Via Crucis.
Sábado 20 día libre hasta la noche. Por la noche despejar los viales, hacer cordones para que salgan ancianos y discapacitados, etc.
Domingo 21 trabajo desde las 5:00 de la madrugada hasta que acaba la Misa. Después de la Misa recogida de la zona A.
En total: Mucho cansancio, dos noches sin dormir, problemas de espalda, imposibilidad de asistir a diferentes actos, dar el agua propia a los sedientos peregrinos como Carlos, etc. Pero no me quejo, era voluntario y fui a eso. Me perdí el acto en el IFEMA con el Papa, pero sus palabras las puedo leer igual, y sé que hice lo que tenía que hacer, y eso es una alegría. Y no me quejo.
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