Carta al P. Sayés

Estimado en el Señor,

D. José Antonio Sayés:

Soy un lector suyo y le escribo para agradecerle la gran labor que está realizando con sus libros sobre teología, que a pesar de ir contracorriente es capaz de seguir adelante con sus publicaciones. Mi última adquisición ha sido, Señor y Cristo, una gran obra sobre Cristología. Estoy completando la colección de sus obras que me parecen además de claras, que están escritas con rigor científico y teológico, al menos algunas: La gracia de Cristo, Antropología del hombre caído, El misterio eucarístico, Señor y Cristo, La presencia real de Cristo en la Eucaristía, El demonio, ¿realidad o mito?, Moral de la sexualidad, Teología de la Creación, La Iglesia de Cristo, etc. Aunque otras, siento decirlo, aportan escasas novedades y se reducen a un mero cortar y pegar de sus mismos escritos, algo que considero poco metodológico y que menoscaba su capacidad teológica. Ej: Teología y relativismo, La esencia del cristianismo. Diálogo con K. Rahner y Von Balthasar, Teología de la fe, Escatología, Cristianismo y Filosofia, La Trinidad. Misterio de salvación, etc…

Yo se que usted es mal visto por muchos, y esto porque pone “a caldo” a unos cuantos, pero yo me pregunto ¿Y si no se ponen nombres, cómo vamos a conocer quiénes son esos autores (¿católicos?) heterodoxos que opinan incluso contrariamente sobre dogmas ya definidos por la Iglesia?

Creo sinceramente que hoy en día, más que nunca en la historia, el Magisterio de la Iglesia está siendo desprestigiado por unos cuantos que dicen ser teólogos, pero que en realidad no lo son, pues como dice Iraburu “cualquier “teología” que desarrolle su pensamiento al margen o en contra de Escritura, Tradición y Magisterio apostólico no es propiamente, para los católicos, teología. Es teodicea, teognosis, teología protestante –el libre examen luterano– o simplemente ideología. Incluso, quizá, la palabra gnosis sea la más indicada para referirse a esta pseudo-teología” (J.M. Iraburu, Infidelidades en la Iglesia, Fundación Gratis Date, Pamplona 2005, p. 5).

Estoy tomando conciencia de que la teología contemporánea cojea de una pata y esto debido sobre todo a que al hacer teología, muchas veces se prescinde de la filosofía realista, optando por otras filosofías que presumen de ser más personalistas como la fenomenología existencial, que lo único que hace es que se caigan en errores vergonzosos, que muchos aceptan y se adhieren a ellos, o por ignorancia o por falta de formación teológica auténtica, es decir, aquella fundamentada en la Revelación (Sagrada Escritura y Tradición) y en el Magisterio de la Iglesia.

Además, lo más grave de esta situación, es que bastantes profesores de alto “prestigio académico” que escriben manuales que versan sobre teología perjudican a los estudiantes que utilizan sus libros. Pues al ver a un autor de tan alta categoría -como puede ser un catedrático en cualquier rama teológica- se cree todo lo que dice ese manual o tratado que aparentemente contiene doctrina ortodoxa, pues está aprobado por la Conferencia Episcopal Española.

Sin duda, por experiencia propia, puedo que decir con Ratzinger que, “admiro la habilidad de los teólogos que logran sostener exactamente lo contrario de lo que con toda claridad está escrito en claros documentos del Magisterio. Y, sin embargo, tal vuelco se presenta, mediante hábiles dialecticos, como el “verdadero” significado del documento que se discute”. (Informe sobre la fe, BAC, Madrid 2005, p.31).

Por poner un solo ejemplo, hoy algunos niegan la virginidad perpetua de María, o la concepción virginal de Jesús. Ya que se afirma que el término adelfos utilizado por el evangelista significa normalmente “hermano” en sentido estricto, no primo o pariente. Desde un punto de vista puramente filológico e histórico, la postura más común de los expertos es que se trata de verdaderos hermanos y hermanas de Jesús, y encima se pone como autoridad para sostener este aserto a biblistas católicos como J. P. Meier el cual dice que “la opinión más probable es que los hermanos y hermanas de Jesús lo fueran realmente”. (Cf. J.A. Pagola, Jesús. Aproximación histórica, PPC, Madrid 2007, p. 43, nota a pie de página).

Y digo yo, entonces ¿es que los mismos evangelios son “leyendas de fe”?. Parece que hoy se le da más credibilidad a los evangelios gnósticos que a los canónicos, cuanto menos, se les otorga la misma credibilidad. ¿Cómo acabar con el fideísmo que está inundando y ahogando la fe de tantos fieles cristianos, si los que nos animan a pensar así, son los mismos “teólogos”?.

Creo que la situación actual es bastante crítica en nuestra Iglesia. Se puede repetir con actualidad profética aquella frase de Pablo VI que pronunció en una homilía diciendo que “a través de alguna grieta ha entrado el humo de Satanás en el templo de Dios…” (Revista Ecclesia (1972), p. 969.).

D. José Antonio, admiro por otro lado su valentía de publicar un libro sobre el demonio, pues es un ente real en el que ya casi nadie cree que exista, incluidos obispos, como aseveró en una entrevista el exorcista del Vaticano, Gabrielle Amorth.

Le animo a que escriba un libro sobre Mariología, que si no me equivoco es la única materia sobre dogmática que no ha tocado todavía, pues son cada vez más los cristianos que no creen en la virginidad perpetua de María, ni en su Asunción gloriosa a los cielos, así como en su intercesión. Además existe abundante bibliografía al respecto.

Otra preocupación teológica que tengo es que se ha perdido el valor apologético de los milagros de Jesús, pero ya no sólo eso, sino que ya ahora se ha dado un paso atrás en ese sentido, pues ni tan siquiera se cree que sean milagros, sino que más bien pareciera que se tratan de leyendas o creaciones de la primitiva comunidad cristiana para avivar la fe de los primeros cristianos. Es decir, estamos derrumbando la fe poco a poco. Pronto no quedará nada en los Evangelios que se pueda sostener con certeza, pues los criterios de historicidad ya están perdiendo su credibilidad debido sobre todo a que ciertos teólogos creen que algunos son útiles, pero otros deben ser matizados. Es decir, se está cayendo en un relativismo denigrante de conveniencias. Creo que tanto teólogos como exegetas deberían seguir los principios hermenéuticos que usted aborda exitosamente en uno de sus últimos artículos. (J.A. Sayés, “B. Sesboüe: Cristología y relativismo” en Revista agustiniana 148 (2008), pp. 274-283.

Le felicito igualmente por sus conferencias que he escuchado gracias a esa maravillosa radio dedicada a nuestra Madre, María. Además de ver su programa televisivo en forma de preguntas y respuestas a jóvenes.

Lo único que me atrevo a reprocharle, es que en muchos de sus libros reitera a veces los mismos apartados, como el dedicado a la “prueba de la existencia del alma” o “más allá del hilemorfismo”, además de no ser muy riguroso en sus presupuestos metodológicos. No se lo digo por mal, pero a los lectores nos gustaría encontrar más novedades y no toparnos con los mismos temas una y otra vez, además repetidos con las mismas palabras, letra a letra. Por eso, últimamente a la hora de comprar una obra suya, me fijo primero si posee alguna novedad con respecto a los anteriores.
Estoy deseando que escriba algún libro realmente original, y no copias de los anteriores, a pesar de saber que su tiempo es muy limitado debido a su tarea docente y pastoral.

Con todo, me alegro por su fidelidad a la doctrina católica, pues son pocos los teólogos contemporáneos que realizan su tarea teniendo en cuenta los documentos pontificios y magisteriales.

Sin más, un saludo cordial.

Pedro Martínez

6 comentarios

  
Strauch
Soy también un gran admirador del Padre Sayés, cuyas obras me ayudan mucho a confirmarme en la fe.

No obstante, coincido también con alguna de las objeciones del articulista. Hace un par de días compré "Dios existe" (Monte Carmelo). Contiene algún material de otros libros suyos. Lo compré, sin embargo, porque hay material muy aprovechable, sobre todo para catequesis.

Que Dios siga bendiciendo al Padre Sayés.


19/04/11 6:08 PM
  
Maricruz Tasies
Para mi, de este lado del charco, fue valioso leer sus libros porque despertaron en mi el interés por estudiar teología.
20/04/11 2:14 AM
  
Paco
Pues quizás en ese deseo de algo novedoso esté la base del giro heterodoxo de tantos teólogos. ¿Cabe esa posibilidad?

El que se mantiene firme en la fe de la Iglesia no tendrá más remedio que repetir determinados postulados, y a veces de la misma forma (si Dios no le da otra). No es tan importante innovar como decir la Verdad, hablar de ella. Es cierto que es tarea del teólogo presentar la fe de una forma inteligible al hombre contemporáneo, pero eso no debe llevarlo a distorsionar esa fe por ser novedoso.

No tentemos al Padre Sayés, que seguro que puede ser más creativo que muchos "teólogos". Si el Señor le inspira otro libro, que lo ayude a ser fiel a la Iglesia. Y si se repite, pues mejor. JAJA.
20/04/11 11:38 AM
  
JOSE LUIS
El P.Sayes es un teologo sin ningun perjuicio.Le han tachado de crerical ultra catolico. neocatecumenal que por cierto no lo es,otra cosa es que imparta teologia en sus seminarios, algunos colegas le miran con recelo por que lo que enseña esta en consonancia con el magisterio de la Iglesia,es el unico junto con otros dos o tres obispos que da la cara ante escritos
que ponen en entredicho la doctrina catolica. ejplo:El ultimo libro de José A.Pagola o ultimamente´el de J.P.Meier" UN JUDIO MARGINAL".
Yo personalmente le conozco desde hace 30 años y doy gracias a Dios porque despues de seguirle en conferencias, libros etc,hoy puedo decir que mi fe no es solo sentimiento sino mas certera y razonada.
Estoy cansado de tantos ensayos,opiniones estudios historico criticos de grandes catedraticos de la Iglesia que al final si no se está bien preparado le quitan a uno la fe. Así pasa en algunas facultades de teologia que no se habla de los milagros, de la resurrección, de la divinidad de Cristo,se niega todo y como todo es relativo al final que mas da una religión que otra o que ninguna .Todo vale asi nos va.Al que no le guste este comentario que se aguante hay que ser libres y decir la verdad.
20/08/13 10:39 AM
  
José
P.Sayes,se le echa de menos por sus artículos,conferencias libros,etc.
Entiendo que es difícil decir algo en estos momentos de tanta confusión pero sepa que esperamos verle pronto,cuando pase la tormenta,y nos
siga aportando tantas verdades de fe y moral como viene haciendo en sus
conferencias,.que nos hacen mucho bien, a nosotros y a nuestro entorno.

12/11/18 11:28 PM
  
Ricardo
Saludos a todos.
El Padre José Sayés hizo mucho bien a la Iglesia, un sacerdote santo.
Recemos por él, seguro que en estos momentos necesita de nuestra oración. Recemos para que siga enseñando a conocer la verdad.
10/12/18 6:34 AM

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