Del Opus (con perdón)
Soy sacerdote diocesano y tengo unos cuantos amigos, curas como yo, que pertenecen al Opus (con perdón). No es que quiera escribir unas letras para defender a la Obra, no. Pues la Obra se defiende sola. Quiero escribir para defender a mis amigos… Personas con nombres y apellidos, personas de verdad, con fallos y aciertos que me escuchan y los escucho, con los que lo mismo puedo rezar, tomar una cerveza o ver un partido de fútbol… Estos tipos tan raros, mis amigos, quieren ser santos…
En la Iglesia, en mi diócesis, decir esta palabra: “Opus” es poner en guardia a quien te escucha, levantar la sospecha y el juicio, es la palabra que no debe aparecer en tu “currículum” si lo que quieres es ser obispo o hacer carrera… Decir “del Opus” con perdón, es casi como decir “facha”, ”franquista” o “rancio”, es que no te venga a ver ni tu obispo cuando estás en la cama de un hospital, que por descuido te nombren párroco por la puerta de atrás y hasta incluso te nieguen la ordenación sacerdotal años innumerables… porque “no respondes al modelo de cura que la diócesis necesita”…
Así que, he pensado que los cargos, la carrera eclesiástica y las críticas las dejo para otros…y si puedo… yo me iré a rezar, tomar una cerveza y ver un partido de fútbol con mis amigos sacerdotes del Opus Dei, (sin perdón).
Luis Manuel Fernández.
Sacerdote.
40 comentarios
Si un sistema no gusta, se explica porqué y se exponen razones. Si una persona ha encontrado en el Opus su camino de santidad ha de ser respetada. Personalmente no me siento cercano al tipo de espiritualidad que practican (en mi opinión controlan demasiado la vida de sus "parroquianos"), pero he conocido alguna persona del Opus de una gran bondad e inteligencia.
Por todo esto me gustaría que cuando se hable del Opus y de su gente se les tratara con respeto, por sus obras les conocereis, dijo Jesucristo, y sus obras, en mi opinión, no son malas.
El primero que jamás ha sido abierto con respecto al resto de la Iglesia ha sido el Opus Dei. Si a eso se une su permanente secretismo, no me extraña que despierten algún recelo. Y conste que yo tengo amistades dentro del Opus Dei, pero mi deber es ser objetiva. El Opus tiene luces y sombras. El tema es demasiado complejo como para despacharlo en un articulín, diciendo que, huy, pobres curas del Opus y qué malos son con ellos los demás católicos; Y una porra frita, dicho sea con todo respeto.
El hecho de que el Fundador del Opus Dei haya sido canonizado no supone que esa Institución sea infalible. Y no se puede pretender cerrar la boca a los críticos con el Opus, so capa de la santidad del Fundador. Ojo con eso.
El Opus Dei es víctima de su propio hermetismo hacia el resto de los hermanos en la fe. Yo misma he tenido trato durante muchos años con esa Institución y no pude enterarme de las graves obligaciones de sus miembros hasta que me las revelaron ex-miembros del Opus. Así que el Opus no puede quejarse si sufre incomprensiones.
Hay una web de ex-miembros del Opus donde puede verse por dónde van las verdaderas críticas al Opus Dei y éstas tienen la suficiente entidad y gravedad como para no menospreciarlas porque sí. No quiero darle publicidad a esa web (al menos, de momento), porque tampoco ellos me caen del todo simpáticos, pero tengo claro que, dentro de esa Institución, mucha gente ha sufrido mucho y creo que la Iglesia debiera andarse con mucho ojo con este asunto.
El Opus Dei debería ser como tener a San Ignacio de Loyola, San Felipe Neri, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, Santa Teresa de Lisieux, y un larguísimo etcétera, todos juntos, viviendo juntos o dispersos por el mundo, porque cada miembro de la Obra está llamado a ser como ellos.
El hecho de que tenga muchas defecciones, además de ser un dolor para el Prelado y todos los miembros, es signo de lo difícil que es realizar, hasta las últimas consecuencias, la vocación a la santidad de los miembros del Opus Dei. Muchos de los que se fueron o no entendieron esto o no tenían la capacidad para ello o Dios en realidad les pedía mucho menos.
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Esto es puro voluntarismo. Además, nadie decide ser santo: es Dios el que da a quien quiere la gracia para serlo. Es grave esta concepción del Opus acerca de la santidad: concebirse a sí misma como una especie de fábrica de santos no puede dar lugar a nada bueno.
Por ejemplo, ¿para qué se dice aquí que los amigos del Opus de este articulista quieren ser santos? Y yo también. Y el Papa, que les pidió hace poco que modificasen su heteropraxis de la "charla fraterna" también quiere ser santo.
Me parece bien, porque es la perspectiva que se debe tener en cualquier orden religiosa, y hasta en cualquier bautizado.
El problema es que este tipo de afirmaciones han pasado a formar parte de un Reglamento interno que se interpreta más o menos coactivamente por parte de cada responsable de centro.
O sea, esa afirmación, ¿en qué grado vincula al miembro del Opus Dei? ¿Qué significa "fracaso"? ¿Cómo se mide cuando un miembro del Opus Dei "fracasa"? ¿Quién lo decide? ¿El Prelado? ¿El director espiritual laico? ¿Lo deciden en Junta en la Obra?
Ésa es la cuestión.
Por una parte, su modelo de dirección espiritual contrario al Derecho Canónico, lo que ahora -décadas después- están empezando a modificar tras un toque del Papa. Hasta ahora la dirección estaba aparte de la Confesión y la llevaba un laico (numerario o agregado) designado por la propia Obra, cuando tal como establece el Derecho Canónico, es el fiel el que ha de elegir a su director espiritual.
A parte, la peculiar forma de inspirar las vocaciones sacerdotales entre los numerarios, que es simplemente por designación digital (según el dedo del Prelado).
Por otra parte, la santidad no se manufactura voluntariamente a gusto del consumidor. Es el Señor Quien reparte gracias especiales a quienes el quiere que sean especialmente santos, y éstos pueden aprovecharlas o rechazarlas. Pero la vocacióna la santida de la Obra no es más que un perogrullo elevado a la categoría de vocación por deseo meramente humano. Si la vocación a la Obra significara per se la vocacióna la santidad, todos lsoc atólicos debríamso corriendo solicitar la admisión en la Prelatura.
De la dirección espiritual que yo hacía con mi preceptor, un numerario, luego se enteraba el director y alguno más.
El apostolado que a mi me decían que hiciera debía ser no para llevar almas a la Iglesia, sino para llevarlas al Opus Dei.
Yo entonces pensaba que la Iglesia solo tenía un santo que era San Josemaría, luego me di cuenta que había muchos más, Santa Teresita, San Francisco de Sales, Santa Teresa, etc...
Y lo mismo con los libros espirituales, pensé que solo existían Camino, Surco, Forja, Amigos de Dios, etc... Despues conocí el Kempis, Filotea, etc....
Por no hablar ya de su visón política y social. Nunca me aconsejaron leer "El liberalismo es pecado".
Y un largo etcétera que en este espacio no se puede expresar.
Y eso pasa con muchas otras órdenes o movimientos eclesiales. En la Iglesia hay sitio para la variedad mientras se profese la sana doctrina.
Y poco más hay que decir.
Lo que le pasa al Opus desde el principio es que se creen eso y cuando hasta los Obispos se avergonzaban de hablar del purgatorio, ellos seguían predicando la sana doctrina.
Hoy todavía ni siquiera aquí los bloggers se atreven a "morder" las consecuencias de la Humanae Vitae. No digamos ya sacerdotes u obispos que están aprobando de facto toneladas de posibles pecados mortales entre sus fieles con el pecado del antinatalismo.
El Opus fue profeta, vía San Josemaría , y los unicos que yo conozca que asumían la totalidad de la Humanae Vitae.
Si el humo de Satanás se había colado en la Iglesia no me extraña que fuesen "cerrados".Lo más inteligente para no contaminarse.
Lo del "control" a los miembros me hace gracia.El carisma del Opus es ser una especie de orden religiosa en el mundo laico. Que se meta alguien en un convento o en un monasterio y se va a enterar de lo "cerrados" que son y del supremo control de la Madrrre Superrriorra.
San Josemaría ha sido el santo más providencial del S XX para el interior de la Iglesia.
Un argumento irrebatible, de lógica impecable.
Un abrazo a todos.
1- Cuando se habla del Opus Dei.
2- Cuando se habla del Camino Neocatecumenal.
"El carisma del Opus es ser una especie de orden religiosa en el mundo laico", dice Catholicus. Vaya, pue eso, siendo así en la práctica, es exactamente lo contrario de lo que el Opus Dei dice de sí mismo: "Somos cristianos corrientes"... ya, y luego se dedican a hacer muchas cosas de corte extraordinario. Que hagan lo que quieran, por supuesto, pero que no traten de vendernos que son corrientes.
Luis Fernando: El Opus tiene una espiritualidad, unas reglas, unas peculiaridades y unas formas de funcionar muy concretas... de las que no se informa, apenas, a la gente a la que animan (muchas veces, de manera pesadísima) para que se meta allí, que suele ser gente muy joven; demasiado joven, a mi modo de ver, como para entrar en una Institución exigentísima, sin, encima, saber realmente dónde se están metiendo. De ahí vienen no pocas sorpresas y desilusiones posteriores. Si a eso añadimos la extraordinaria dureza, indigna de cristianos, con que el Opus se comporta respecto a sus ex-miembros, el tema da para decir mucho. Por cierto que, según tengo entendido, eso viene ya de tiempos en que vivía San Josemaría, no ha sido cosa de después.
La verdad es que yo no tengo duda de que en el Opus entra y hay gente muy buena; yo tengo grandes amistades allí, de hecho. Los fallos, por así decir, que se achacan a esa Institución no tienen que ver con la bondad o maldad de sus miembros, se derivan de la propia Institución en sí. Y, a mí, como católica, el tema no me deja tranquila del todo, por mucho que el Fundador esté en los altares.
Aparte, están las prácticas que menciona Amadeus y que son el tendón de Aquiles de la Obra, básicamente porque con ellas faltan a la verdad y la caridad. Y sin éstas...
Cualquiera puede ver que el Opus acaba siendo el reemplazo a la disidente Compañía de Jesús que reniega de colaborar y obedecer al Papa en sus instrucciones.
Lo anterior es mera preparación, y como bien sabemos, la heterodoxia posconciliar se había ya fraguado antes.
El problema para muchos es que no se quieren enterar que los pensamientos de Dios y los suyos, no son los mismos.
El fariséico y repetitivo mensaje de que los del "Opus no son perfectos" y tienen fallos, por simple y evidente no lleva a ningún lado. Tampoco el Vaticano es todo un nido de santidad.
Hubo uno que dijo aquello de "no miréis la paja en el ojo ajeno y mirad más bien la viga en el ojo propio" que no le vendría nada mal a alguno - y alguna- de por aquí metérselo en la cabeza y cerrarse esas bocas tan propensas a criticar y criticar y criticar "lo malo" de una orden/movimiento que el Papa ha calificado como fruto del Espíritu Santo entre otras muchas cosas.
Nova, las monjas de clausura tambien son cristianas corrientes, y los monjes y hasta el Santo Padre. Y todos ellos son "cerrados", tienen prácticas que desconoces, no abren su vida "a los demás" etc, etc porque tienen una consagración especial a Dios. El Opus no es eso, pero trata de ser algo similar sólo que volcándose en el "mundo de los mundanos".
No seas esclava de tus pasiones.
El Opus fue una firme roca en una Iglesia donde la gangrena había llegado hasta la cocina. Incluido el mundo de los anarco-tradicionalistas.
No hay más que ver que una vez comenzada la renovación de la Iglesia ellos mismos se han vuelto mucho más abiertos.
En una cosa si le doy la razón a Nova, en que a veces la motivación que les daban a sus miembros para evangelizar y sumar efectivos les convertía en "pelín" pesados a algunos, jeje. Pero esto son cosas menores y ya es cansino la carga contra un movimiento con argumentos tan infantiles.
Mejor pesados que indolentes como otras órdenes que han entrado en decadencia tristemente.
Mira Catholicus, los que hemos conocido la Obra desde dentro sabemos que su apostolado no es tal porque persiguen a católicos ya más que convencidos para que sean de la Obra (eso es proselitismo, no apostolado), que su ortodoxia está muy bien, pero luego hacen aguas con su heteropraxis y que cerrados han sido siempre, con o sin teologías de la liberación en el ambiente.
Pero vamos, que tus críticas ad hominem lo dicen todo. Es el recurso habitual, aunque sea desproporcionado llamar a unas personas fariseos por criticar una institución. Y por cierto, esa institución NO ES la Iglesia. Solo una parte de ella.
- Comparar la Compañía y la Obra es como comparar un huevo y una castaña, y eso te lo dirían dentro de la propia Obra.
- No respondes a los graves defectos que varios hemos mencionado aquí. Te limitas a decir: "y tú más". Bueno, en realidad, dices: "y el vaticano, y las monjas y frailes, y los jesuitas.." pueden ser cerrados, pecadores, etc. Un argumento pueril porque no estamos hablando del Vaticano ni de las monjas.
- Yo no he diho "en el Opus no son perfectos", sino que la Prelatura, movimiento o como se quiera llamar tiene fallas graves. No me he metido con sus miembros.
- No es del todo cierto que las órdenes religiosas mantengan tan oculto su funcionamiento como la Obra. Para empezar, cuando alguien va a la Trapa o al Carmelo conoce la relga a la que se va a someter, cosa que en el Opus no es así.
P.D. Sí, Viandante, es la forma habitual de argumentar cuando pones objeciones: ir a lo personal. Pero lo mejor es no hacer ni caso.
Luis F.
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