Carta a monseñor Sánchez sobre la homilía de uno de sus sacerdotes
Muy estimado Monseñor Sanchez,
Le dirijo esta nota con todo el respeto que me merece en virtud del encargo que ha recibido como sucesor de los Apóstoles dentro de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.
Es precisamente en el ámbito de su gobierno pastoral en el que se circunscriben los hechos que le comento en esta nota y que requieren de su acción para evitar que el mal se propague dentro de la Iglesia diocesana de Guadalajara. Puede parecer que este comentario carece de importancia, pero a mi no me lo parece y en conciencia debo dirigirme a usted tras haber intentado la solución directa, sin fruto.
El domingo pasado, como acostumbramos, asistí con mi mujer y mis hijos a la misa de 13:00 en la Parroquia de San Nicolás. Desconozco el nombre del sacerdote que presidía la celebración.
En la homilía, dicho sacerdote comentó el evangelio del día correspondiente al pasaje del óbolo de la viuda en el Templo de Jerusalén. En un momento dado, hiló esta lectura del Evangelio con el pasaje de la multiplicación de los panes y los peces. Y lo hizo diciendo que Cristo no obró dicho milagro, que fue el niño que portaba los peces quien lo obró. Según su interpretación, toda la gente que estaba allí escuchando a Jesús llevaba su bolsa con alimentos pero nadie los sacaba para no tener que compartirlos. Cuando vieron al niño compartiendo todo lo que tenía, se avergonzaron y todos sacaron lo suyo compartiéndolo con los demás, produciéndose entonces el milagro. Y Jesús, allí mirando lo que sucedía sin intervención alguna por su parte. La verdad es que esta interpretación ciertamente es original, por decir algo.
A nosotros nos chocó éste modo de darle la vuelta al pasaje evangélico que evidentemente no es lo que se narra en los distintos evangelios. Es más, nos pareció que esta manera de interpretación creativa deja traslucir un intento más en el empeño de quitar al Señor su poder para obrar milagros. Estos milagros son los hechos que atestiguan que Jesús es el Cristo, el Ungido por Dios para redimir al mundo y posibilitar nuestro acceso al Cielo.
Así pues mi mujer se dirigió a la sacristía para poner de manifiesto nuestro desacuerdo con tal interpretación alejada de la Tradición y la Exégesis detenida. Allí, el sacerdote al escuchar los argumentos tuvo una reacción airada y muy subida de volumen, comentando en presencia de algunas personas que estaban allí, que quiénes eramos nosotros para darle lecciones a él, que deberíamos estudiar y leer más y que Jesús no era un mago para hacer estas cosillas de multiplicar panes, entre otras cosas. Sorprendente, cuando menos.
Por desgracia, una vez más, se esparce el error y el comentario doctrinal que niega a Jesucristo la posibilidad de hacer un milagro como éste. No es la primera vez que se escuchan estos argumentos: los endemoniados no lo son sino que son enfermos a los que Jesús cura, a aquellos que cura en realidad no estaban tan mal, los muertos no estaban tan muertos, y un largo etcetera.
Según la Constitución Sacrosantum Concilium, la finalidad de la homilía dentro de la celebración eucarística es doble: Exponer los misterios de la fe y las normas de la vida cristiana. (SC 52). En el caso que nos ocupa ninguna de las dos finalidades se ha cumplido, lo cual puede no ser grave dependiendo de la capacidad de oratoria del predicador. Lo grave es que se ha hecho a sabiendas exactamente lo opuesto, falsear los misterios de la fe y provocar desorden en la vida cristiana, como consecuencia lógica.
Me gustaría saber si para este sacerdote S.Juan Crisóstomo o S.Bernardo, por citar dos grandes, también estaban necesitados de lecturas y estudios tras sus respectivos comentarios a este pasaje evangélico profanado. Sinceramente, prefiero ser un iletrado ignorante con Fe Católica que doctor en miles de estudios sin Fe.
Lo que resulta triste y doloroso es que estas argumentaciones, que no tienen nada de católico al ir a tirar en la línea de flotación de nuestra Fe desvirtuando la figura de Cristo, se vierten en los templos católicos. Tienen un efecto devastador. A nuestros hijos les tuvimos que explicar a la salida que el sacerdote estaba equivocado en lo que dijo. Pero las otras personas que estaban en el templo, dando quizá crédito a lo que decía el sacerdote respecto de este no-milagro, esta homilía les ha servido para desestructurar un poquito más su fe, y han tenido que venir a misa para que eso ocurra, nada menos.
Monseñor, ya basta de mensajes que no están de acuerdo con la doctrina católica. Ya basta de palabras que deshonran al Señor y lo rebajan a una naturalidad aislada de su Divinidad. Ya basta de sembrar la duda en los fieles que intentan serlo. Ya está bien de poner piedras en el camino de Fe de las personas que intentamos mantenernos dentro de la Iglesia y que tenemos que combatir contra aquellos que deberían estar facilitando este camino y que sin embargo lo están dinamitando. Digo esto con indignación y rabia ante la impunidad con que se hacen comentarios tan alejados de la Verdad y que no soportan ni cinco minutos de argumentación de alguien que tenga la cabeza medianamente amueblada. De ahí probablemente la reacción airada.
Yo no soy quien para decirle lo que usted debe hacer o dejar de hacer. Lo que sí sé es que a las ovejas que usted apacienta se las está envenenando implacablemente a poquitos con comentarios como éste del no-milagro. Y tarde o temprano morirán por efecto de este veneno si no se busca con urgencia un antídoto eficaz. Y esto sí que entra dentro del ámbito de su gobierno y pastoreo a no ser que se opte, como tantas veces, por ignorar un hecho puntual que luego sumado a muchos otros hechos puntuales terminarán por acabar con el rebaño.
En el nombre del Señor, no permita que se siga deshonrando al Señor de esta manera en los templos de su diócesis.
En el nombre del Señor, no permita que los fieles tengamos que seguir recibiendo doctrina no católica en las Iglesias de su diócesis y se nos dificulte de esta manera nuestro camino hacia El.
Pido al Espíritu Santo le colme de sus dones para que ejerza su Ministerio Pastoral como El desea de usted.
Le pido humildemente su bendición para mi familia y para mí y nos encomendamos vivamente a sus oraciones, para que el Señor no permita que jamás nos separemos de El.
Atentamente.
Luis Fernández Olmedo
30 comentarios
Pero algunos parece que están para atender otras prioridades, que habrán estudiado tanto como su omilía, pero que les resultarán seguro que mas lucrativas: eso sí, para sus pobres, ¡ faltaría mas!. ¡Cuanto novedoso mundano y tonto! Menos mal que si le conocen nadie reparará en lo que dice.
Además, manifiesta una verdadera preocupación por el discurrir actual de la Iglesia católica y de las, a veces, sutiles desviaciones que hacen incurrir algunas personas que, bien desavisadas o bien sabiendo lo que hacen y dicen, puede hacer mucho daño en los creyentes que acuden a la Eucarístia a celebrar y pueden salir con algún que otro trasquilón en su fe.
Algo grave. Por eso eso que quien corresponda haga algo aunque, tengo que decir con franqueza, que no estoy seguro de que algo así suceda.
Segundo: Previamente a enviarla al editor de esta página la he mandado al buzón de correo electrónico de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara que figura en la página de la CEE.
Tercero: Antes de escribir esta carta he pensado un poquito y he rezado otro poquito a Nuestra Señora que defendió como nadie a Cristo y le acompañó como nadie cuando todos le daban la espalda.
Cuarto: Los 'acontecimientos', como usted dice se produjeron tal cual los he comentado. No es suposición o interpretación subjetiva por mi parte, con lo que no cabe suposición alguna, Dios lo sabe y esto me basta en conciencia. Otra cosa es que no se dé crédito a lo que cuento, allá cada uno.
Quinto: Me fío más de los grandes Padres de la Iglesia, que menciono entre otros muchos, en la interpretación que dan de este pasaje que de cualquier otra interpretación. Entre otras cosas por fidelidad a la Tradición Católica y porque ellos ya han llegado a la meta. Nosotros aún no.
Sexto: Jamás he querido ni de lejos ser pedante ni intolerante. Pero habría que definir bien el término intolerancia. Si ser tolerante es dejar que cada uno interprete la Escritura como le dé la gana a base de argumentaciones creativas y alejadas de la Tradición Católica, pues va a ser que que sí soy intolerante. Porque está bien aceptar las humillaciones aún injustas que uno sufre, pero permitir que sea el Señor el humillado y desfigurado es la suma impiedad. Y ésto no lo digo yo, lo dice Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica, obra carente de toda sospecha.
Séptimo: En el Evangelio de la multiplicación de los panes y los peces se habla de multiplicación, no de que cada uno sacó las viandas de la mochila de la merienda. Si hubiera sido así, no habría hablado de multiplicación. Además leyendo detenidamente el pasaje evangélico dice: "Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y
levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos
y los discípulos a la gente." (Mt. 14, 19). Es Cristo quien da el pan partido por El a los discípulos para que lo distribuyan. Si ponemos en duda el texto con interpretaciones subjetivas, podríamos poner en duda cualquier pasaje de cualquiera de los evangelistas y luego nos hacemos episcopalianos.
Le ruego me haga usted el favor de entender las cosas correctamente. El predicador del que hace alusión el Sr Fernandez Olmedo negó en sí el milagro. sacar las biandas del zurrón no es un hecho que está por encima de las leyes de la naturaleza, es simplemente echar mano del zurrón gesto natural al alcance de todos los que tengan manos,zurron y pan dentro del zurrón. Y la fraternidad aquí no pinta absolutamente nada en el texto evangélico. Ese es otro tema, por otra parte, muy sentimental y piadoso , nada más. Jesús hizo un milagro, y este tipo de interpretación del milagro a lo cura de siguenza está condenado por la Iglesia católica. Y punto. Y usted cree en el milagro tal como lo entiende la Iglesia católica o lo entiende de la otra manera tipo cura guadalajano, y por lo tanto no tiene la fe de la Iglesia católica, que es lo grave del asunto. La fe es así , ya lo siento. El personaje principal del milagro es Jesús, que es Dios y así se revela y el pan dado milagrosamente por El a traves de los discípulos a la gente. El signo estará en el pan y no en la "expontaneidad del niño" ni en otra cosa, que con respeto le diría, es una cursilada. Y el Sr. Fernández hace muy bien en decir a su obispo que tiene un sacerdote dedicado al cuidado de almas en un determinado punto de su diocesis que no tiene fe católica, porque las consecuencias de eso no se harán esperar. Ha hecho una obra de caridad muy importante y necesaria y ándense otros seglares atentos no sea que estén pecando de omisión no poniendo a sus obispos al corriente de los errores que una y otra vez constatan en sus parroquias. Sr. Fdez Olmedo siga por este camino. No hay otro.
La situación es ciertamente alarmante. Hace tiempo yo personalmente llegué a estar tentado a escribir a alguna alta instancia eclesiástica cuando le escuché decir a este gran teólogo (de la S.J. de Valladolid para más señas) que los relatos sobre la resurrección de Cristo y la aparición del sepulcro vacío eran en realidad una "leyenda sacra" (sic).
Así está el patio. Quienes tengan capacidad y competencia para adoptar las medidas correspondientes sabrán lo que deben (o pueden) hacer.
Si alguno de ustedes ha asistido a alguna de las reuniones de lectura y oración de los protestantes en sus sinagogas (con todo el respeto y convencimiento de que hablo con completa precisión) habrá rápidamente percibido que de lectura y oración tienen poco, estado la mayor parte del tiempo dedicada a un larguísimo sermón inacabable en el que uno de ellos hbla, habla y habla, muchas veces muy bien y muy cristianamente, pero siempre con una nota característica: dice lo que le parece, lee lo que le parece y en fin, se predica a sí mismo.
Los sacerdotes católicos no deberían ser individuos anónimos que hablan por sí mismos y de sí mismos. A mí lo que menos me gusta de la misa es el cura, y menos aún me gusta que se guste.
Él no es más que un administrador, y ciertamente, cuanto más pasivo, mejor. Es decir: cuanto más se ajuste a lo dispuesto y cuanto m´s predique la FE de la Iglesia en vez de su propia imaginación, mejor que mejor.
Nuestra fe no es una doctrina muerta, sino que es una realidad viva. Nuestra fe es Jesús, y de nuestro encuentro con El surge como consecuencia lógica nuestra adhesión a todo lo por El revelado. Revelación que custodia Nuestra Iglesia Católica Apostólica Romana, por lo que siempre necesitamos de la objetivación que ella nos da.
Ahora bien, que este sacerdote interprete de una manera “novedosa” un pasaje del evangelio no significa que no crea que Jesús hacia milagros, de hecho acababa de presenciar el más grande que Jesús hace durante la celebración de la eucaristía. No niega el que Jesús hace milagros, sino que no restringe el milagro a lo que el llama “lo mágico”. No estoy de acuerdo con el, pero tampoco estoy de acuerdo con los que están mas preocupados por a quien apedrear y no a quien manifestarle la alegría y la plenitud que significa para su vida el encuentro con Jesús.
Creo que el encuentro con Jesús no debe solo ponernos en espectadores de hechos milagrosos, sino que nos invita a abrir el corazón, su generosidad nos hace generosos, su amor nos hace amar. Ahí coincido con el cura este. También esa tarde seguramente Jesús obro el milagro de la generosidad en todos los que disfrutaron de ese pan que El les estaba dando.
Creo que a todos los mueve el amor a Jesús, solo los invito a ponerse frente a El y pedirle que nos muestre si realmente nuestras intenciones son genuinas o están manchadas de una soberbia de quien pretende dominar a Dios encerrándolo en una doctrina muerta.
Nuestra fe no esta en peligro por estas cosas, nuestra fe esta en peligro cuando, pretendiendo dominar a Dios, buscamos encerrarlo en practicas y manuales teológicos que en vez de ser las expresiones de nuestro encuentro con Jesús son la forma que logramos para no encontrarnos con El.
A todos pido que recen por mi. Ya están en mis oraciones.
Un saludoen Cristo.
Tu comentario habla más de vos que de todo lo que condenas y criticas... “puro como un ángel, soberbio como un demonio”; “… ¿quienes son los justos y puros de este mundo? Alguien una vez los llamo Hipócritas!!! Y murió crucificado por ellos…”. Yo me dejo amar, e intento amar, a aquel a quien condenaban por ser: “…amigo de publícanos y pecadores”… y si, me duele cuando un sacerdote no cumple con su vocación, como también cuando un matrimonio no lo hace. Pero más me duele, y me escandalizan, los que creen servir a Jesús condenando a todo el mundo. Los que hace rato mataron a Jesús convirtiendolo en un conjunto de practicas y normas, así ellos dominan, así ellos tienen el instrumento que los hace mejores que “los pecadores y publícanos” a los cuales hay que condenar, señalar y, si es posible expulsar… Detrás de esta supuesta búsqueda de santidad no esta mas que el deseo, producto del pecado original, de querer ser “como dioses”. Tan dioses se creen que se arrogan el derecho de condenar a aquellos por los cuales Jesús vino: Los pecadores.
Pertenezco a la Iglesia Católica Apostólica Romana, Iglesia Santa y pecadora (ya que somos pecadores los que pertenecemos a ella). Recomiendo a todos leer a los Padres de la Iglesia que tienen textos impresionantes sobre esto.
Desde ya aclaro: es un pecador el que habla, es alguien al que muchos condenarían… solo sé que Jesús es mi amigo y en el, en su misericordia, esta toda mi confianza…
Recen por mi, yo ya lo hago por ustedes.
Nacho.
No acabareis con la Iglesia.
¿Marxistas? Una expresión muy fuera de época, por lo menos acá en mi país… creo que solo se trata de tener fe o no… Saludos fraternos.
Esto son los frutos del pagolismo reinante: Jesús no era Dios. Esta herejía cruza el subterráneo de la historia de la Iglesia desde el nestorianismo.
Yo he leído tanto o más que este prenda consagrado. Y le digo que Jesús es Dios, Hijo de Dios y segunda persona de la Santísima Trinidad ("El que me ve a mí ve al Padre") Y por ello, la Virgen María es Madre de Dios ¿o no?La diferencia en cuanto a lecturas es que este hereje seguro que siempre lee lo mismo y a los mismos. ¿Por qué no se van a la gran puñeta a predicar y nos dejan tranquilos y no arrasan ya más diócesis y más seminarios de los que han arrasado?
De modo que, por conmovedora y caritativa que se presente la elucubrada "puesta en común" de víveres en el lugar apartado, si carece de fundamento exegético e histórico, no pasa de una hermosa ficción.
Lo meramente hermoso ("vivieron felices comiendo perdices"), sin arraigo en la realidad histórica es estimulante, no podemos negarlo, pero como lo son también las moralejas de las fábulas de Esopo o Samaniego.
Por otra parte, dentro del espiritu cristiano, no hay que ser más intolerantes que el mismo Jesús. Me refiero a los comentarios, genericamente negativos contra unas instituciones o movimientos, y la alabanza excluyente a favor de ciertos movimientos de iglesia, a menudo intolerantes y pretendidos depositarios de la fe y la verdad.
Cuando llegaron a Jesus unos discipulos diciendo "Señor hemos encontrado a uno que hacía milagros en tu nombre y se lo hemos prohibido". Querían el monopolio, pero Jesús les dice, "en adelante no se lo prohibais, pues el que está conmigo, no está contra mi".
Consecuencia. corrección fraterna y ecumenismo prudente, dentro de la orientación de los pastores de la Iglesia.
Y el fundamento de su existencia es el fundador de la Iglesia Católica, que es Jesucristo, Hijo de Dios y Redentor de los hombres, no lo olvidemos. Por eso que importante la labor de obispos y sacerdotes, para atraer a los fieles, pero sin desviarse un ápice de la doctrina cristiana.
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