(294) El "anti-belén" del Vaticano y el discernimiento de espíritus en el arte -un video del P. Raúl Sánchez-
“Yo he venido en nombre de mi Padre, y vosotros no me recibís, si otro viniere usurpando mi nombre, le recibiríais” (Jn. 5, 43)
Señala el Catecismo de la Iglesia Católica que
“El arte sacro es verdadero y bello cuando corresponde por su forma a su vocación propia: evocar y glorificar, en la fe y la adoración, el Misterio trascendente de Dios, Belleza supereminente e invisible de Verdad y de Amor, manifestado en Cristo, “Resplandor de su gloria e Impronta de su esencia” (Hb 1, 3), en quien “reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col 2, 9), belleza espiritual reflejada en la Santísima Virgen Madre de Dios, en los Ángeles y los Santos. El arte sacro verdadero lleva al hombre a la adoración, a la oración y al amor de Dios Creador y Salvador, Santo y Santificador.
2503 Por eso los obispos deben personalmente o por delegación vigilar y promover el arte sacro antiguo y nuevo en todas sus formas, y apartar con la misma atención religiosa de la liturgia y de los edificios de culto todo lo que no está de acuerdo con la verdad de la fe y la auténtica belleza del arte sacro (cf SC 122-127).





La mañana del 28 nos consternó un día más que gris, que concluyó en una lluvia torrencial bastante descorazonadora para muchos argentinos de Buenos Aires, pero le rogamos a Nuestra Señora que disipe nubes y tormentas, para que el mal tiempo no reste presencias en defensa de los no nacidos. Y Ella que es Madre atrenta, nos hizo ver finalmente Su manto celeste y blanco en el Cielo durante la tarde, en que se fue poblando la plaza.





