(177) Sí: los "Encuentros de Mujeres Autoconvocadas" son parte de una Guerra social y espiritual

Ya se sabe muy bien que en Argentina tenemos hoy uno de los episcopados más claudicantes y vergonzosos del orbe, y que hay obispos y que hacen maravillosamente mejor el papel de lobos que de pastores, pero uno igual no se resigna fácilmente, y hay que admitir que no dejamos de sorprendernos.

La alternativa que surge ante ciertas declaraciones de sus miembros es inmediata: ¿son tontos “en grado heroico” o se trata, en realidad, de enemigos infiltrados para corromper a la Iglesia y desmoralizar a los fieles? … La respuesta es “Ambas cosas”, a veces en la misma persona, y otras veces en sujetos diferentes, pero hay maravillosas excepciones, gracias a Dios y su infinita misericordia.

Hace unos años escribimos un artículo algo extenso y luego otro más breve, sobre los Encuentros de Mujeres Autoconvocadas, que por supuesto, no son ni nacionales –pues su financiación proviene de las cabezas mundiales de pudrición social- ni tampoco “de autoconvocadas” sino de mujeres “arriadas” con diferentes anzuelos, según el consumidor. No haré esta vez muchos más comentarios al “evento” en sí, porque creo que es más de lo mismo.

Alguna vez nos hemos referido también al daño inmenso que viene haciendo hace décadas la prédica disolvente del pacifismo a ultranza, que nada tiene que ver con la Paz de Cristo. Hace sólo dos días, conversbamos con un sacerdote acerca de su homilía filo-budista, en la que él había insistido una y otra vez, a una feligresía atontada, en que “no crean que para ser cristianos hay que combatir al mal”!

En el horizonte mental de la democracia liberal como único sistema sociopolítico concebible, tolerancia y participación son palabrejas mágicas para aguar cualquier resto de adrenalina…y de testosterona, que haya quedado en los individuos.

Esto es lo que ha hecho el vocero del Obispo del Chaco el viernes, p. Rafael del Blanco, apenas comenzada la salvajada de este año, enviando un mensaje público “a todas las personas que se muestran preocupadas frente a los posibles incidentes que se produzcan durante el Encuentro Nacional de Mujeres”, haciendo caso omiso de la historia y las advertencias dadas por gran número de católicos, especialmente de los miembros de “Chaco por la Vida".

Esto es, el mensaje iba a todos los católicos medianamente informados sobre las atrocidades cometidas –siempre in crescendo- en las últimas décadas en las diferentes ciudades que han dado cabida a este engendro internacional.

Los rastros de cada año están suficientemente documentados en internet para quien se quiera enterar. Pero resulta que hay muchos que no quieren enterarse, y pretenden impedir que otros se enteren.

El caso es que el p. del Blanco ha dicho que  

“..hay una sobredimensión de preocupación y exageración en cuanto al Encuentro (…) La voz de nuestro pastor el Obispo fue muy clara: nosotros debemos participar con mucho respeto, incluso en los foros, y con una actitud de apertura positiva. No de prejuicio, de miedo o de temor. Eso no es cristiano hermanos”.

Como era de esperar, pidió tener

“una actitud de misericordia hacia aquellas personas que reclaman por sus derechos, porque nosotros sabemos que son mujeres que luchan por su dignidad, por sus derechos y por la vida”.

“Los invito a que dejen de exagerar. La iglesia se ha preparado con mucha seriedad para participar de los foros, con videos y distintos mensajes”.

Una pinturita de acomodación al mundo y sus máximas. Como cuando algunos de nuestros obispos instaban a participar de la Marcha “Ni una menos”, con cartita episcopal y todo.

“Les sugiero que paren un poco de sobredimensionar, porque eso no ayuda. Con estos mensajes nosotros mismos encendemos la mecha”,- afirmó Del Blanco.

Palabras semejantes dedicó hace varios años cierto arzobispo de Bs.As. a los que trataban de defender la Catedral Metropolitana de los ataques de la Marcha del Orgullo Gay, al decir que “los verdaderamente violentos son quienes están de este lado de las vallas”…(sic)

Y del mismo tenor es el trasnochado argumento de no hacer nada ante los agravios a la fe en ciertos espectáculos, porque según dicen, “reaccionando, se les hace más propaganda”. ¿Quién no ha comprado alguna vez este “buzón”?  Pero la historia de la Iglesia está llena de santos a quienes no les parecería convincente ni digna de un cristiano la actitud de “mirar para otro lado” cuando se ataca y pisotea lo más sagrado.

Pero para los modernistas, con quien en realidad no compartimos la misma fe, los roles se invierten, como la lógica misma: la humildad no es andar en verdad, sino rebajar los propios bienes, y la caridad no es amar al prójimo por amor a Dios, sino por sí mismo, filantrópicamente, pintando como virtudes sus yerros y pecados, aunque para ello debamos negar la realidad misma:

“No podemos tener una actitud así, de desprecio y de crítica. No podemos estar como si fuéramos a ser invadidos por una horda de bárbaros, porque no es así”.

Y en un derroche no sabemos si de ingenuidad o malicia, alabó la

“inmensa cantidad de mujeres que vienen a reunirse en los foros, a trabajar seriamente, para defender la dignidad de la mujer y tratar temas como la violencia de género, que sabemos padecen las mujeres..”.

En este horizonte mental, por supuesto, el lenguaje y actitudes genuinamente católicas se tornan cada vez más extrañas. Y el efecto paralizante de este tipo de mensajes cuando provienen del clero, o de la Jerarquía es abominable, semejante al que debe provocar en un hijo la incitación de su madre a dejarse violar por un extraño, bajo argumentos de que se trata de “un amigo”. No hay palabras para definir semejante corrupción, que clama al cielo…

Concluye el sacerdote con el “tiro de gracia” de la consabida amonestación a los fieles, culpabilizándolos a ellos:

“No me parece justo que se hagan afirmaciones como las que se están haciendo y que estén atrincherados como para recibir una guerra. Eso no coincide con el pensamiento del obispo”.

¿Y si el pensamiento del obispo está torcido? ¿Hacia dónde correr? Gracias a Dios, no tenemos obligación de “coincidir con el pensamiento” particular de nuestros obispos cuando éstos no piensan rectamente o nos apartan de la fe y moral católica. Sí hay obligación de ser coherentes con la fe profesada. La legítima defensa es derecho natural…hay que repasar mejor el Catecismo, en fin…

Por supuesto, sabemos que no se trata de un hecho aislado, sino de un episodio más del proyecto global que avanza sin prisa y sin pausa, cambiando el sentido común, doblegando conciencias y personas, y que será cada vez más agudo hasta que todo sea propicio para la llegada del Hijo de Perdición. Mientras tanto, la oración, reparación, y testimonio personal de re-acción proporcionada a la violencia sufrida, según los medios de cada uno, son obligados y necesarios. Insistimos: el pacifismo no es católico, y no toda violencia -defensiva- es condenable. 

Y no perder la esperanza, pues aunque las mayorías sigan eligiendo a Barrabás, el resto fiel seguirá vivando a Cristo Rey de palabra y de obra.

Copiamos abajo algunos videos y artículos para que el lector juzgue si se trata o no de “una guerra” – teniendo en cuenta que este año la “invasión” contó con cerca de 70.000 personas-, y si se puede calificar a esta gente como una “horda de bárbaros”, o incluso como una gigantesca piara posesa.

Y por supuesto, no dejemos nunca de suplicar conversión para todos los pastores apóstatas con que Dios castiga nuestras infidelidades.

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Sobre este tema:

- Mujeres cautivas, conciencias arrasadas (I), (II) y (III)

-(19) No podemos ni debemos acostumbrarnos -28º Encuentro Nac. de Mujeres Autoconvocadas-

- Argentina: Abortistas «autoconvocadas» agreden a católicos frente a la Catedral de San Juan de Cuyo

-Feminismo e ideología: lo que hay detrás del “Encuentro de mujeres autoconvocadas”

-Proabortistas agreden a católicos provida ante la Catedral de Bariloche

- Argentina: crónica del Encuentro Nacional de Mujeres en San Juan

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